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(Campana)
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(Campana)
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(Campana)
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(Campana)
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Querido respetado Thay,
querida noble sangha,
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hoy es el 11
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de noviembre de 2018
-
y estamos
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en el Templo de la Bondad Amorosa,
en New Hamlet,
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en nuestro retiro de las lluvias.
-
El tema de hoy es muy interesante.
-
Amor verdadero.
-
Uy uy uy...
-
(Risas)
-
Me han pedido
-
que hable del entrenamiento 14.
-
Durante este retiro, hemos estudiado
los 14 entrenamientos.
-
Sabemos
-
que el orden de los entrenamientos
no es muy importante,
-
lo importante es cómo los practicamos
en la vida diaria.
-
No asistí a la reunión
-
en la que me asignaron este entrenamiento.
-
(Risas)
-
He intentado mirar con hondura para ver
-
qué tenían en mente
mis hermanos y hermanas,
-
y en lo que tengo que decir
sobre este tema
-
del amor verdadero.
-
Thay nos enseña que los 14 entrenamientos
-
son la esencia misma
de la Orden del Interser.
-
Son la antorcha que nos ilumina el camino,
-
la barca que nos lleva,
el maestro que nos guía.
-
Nos permiten tocar
la naturaleza de interser
-
en todo lo que existe,
-
y ver que nuestra felicidad no está
separada de la de los demás,
-
ver que nuestra felicidad no está separada
-
de la felicidad de los demás.
-
El interser no es una teoría,
es una realidad que podemos experimentar
-
en cada momento de nuestras vidas.
-
Los 14 entrenamientos nos ayudan a
cultivar concentración y visión profunda,
-
lo que nos libera del miedo
-
y de la ilusión de un ser separado.
-
Así que durante este retiro de las lluvias
-
hemos estudiado cómo
abandonar nuestras opiniones.
-
Thay creó estos entrenamientos
en plena guerra de Vietnam,
-
cuando ideologías como el comunismo
-
y lo que podemos llamar capitalismo,
o quizás
-
anticomunismo,
-
dividían a las familias,
separaban a los hermanos,
-
rompían la sangha.
-
Thay y la hermana Chan Khong
sufrieron muchísimo
-
a causa de este apego a las opiniones
-
que veían a su alrededor.
-
Y dijeron: "¿Cómo podemos
-
entrenarnos para no quedar atrapados
-
en las opiniones que dividen
a nuestros amigos y familia?".
-
No se trataba
-
solo de sentarse a pensar:
"Sí, ya veo,
-
el comunismo tiene cosas positivas.
-
No me gustan los comunistas",
no era así.
-
Es cuestión de vida o muerte.
-
De qué lado estás.
-
Y es algo a lo que
no estamos acostumbrados
-
en la forma de vivir que llevamos aquí
-
en Plum Village en estos momentos,
-
donde vemos que podemos compartir
nuestras ideas y hablar con sinceridad.
-
Los primeros entrenamientos
tratan de las opiniones,
-
de cómo liberarnos de las opiniones.
-
También hemos hablado sobre el consumo,
-
cómo las cosas que alimentan
nuestro cuerpo y mente,
-
el alimento comestible, las impresiones
sensoriales, la volición y la conciencia,
-
contribuyen a nuestra experiencia
del momento presente,
-
a la forma en que
continuaremos en el futuro.
-
Muchos de los entrenamientos tienen
relación con cómo nos nutrimos
-
por los ojos, las orejas,
la nariz, nariz...
-
(Risas)
-
Lengua, cuerpo y mente.
-
Sabemos que somos lo que comemos.
-
En cuanto alimento físico y
en cuanto impresiones sensoriales,
-
en cuanto a nuestra disposición mental,
nuestra volición,
-
y en cuanto a conciencia.
-
Hoy vamos a investigar
-
un tema potente y delicado, que es
-
la energía
-
que nos ha traído hasta aquí
-
tras cientos de millones de años.
-
Así que no es un tema
a tratar a la ligera,
-
para despachar a la ligera.
-
A veces la llamamos energía sexual,
-
la energía reproductiva.
-
Porque es una clase de fuerza vital.
-
La llamemos como la llamemos,
-
es lo que nos empuja desde dentro
a perdurar en el futuro,
-
no solo en este cuerpo físico,
sino en generaciones sucesivas.
-
El entrenamiento 14 nos invita
a mirar con hondura este tema
-
de la energía sexual.
-
Así que empezaré
por leer los entrenamientos,
-
y luego practicaremos juntos
la mirada profunda en ello.
-
Entrenamiento 14: Amor verdadero.
-
Tiene dos partes. Hay una
para practicantes laicos
-
y otra para monásticos.
-
Una de las fuentes
de los 14 entrenamientos
-
son los preceptos del bodhisattva,
-
que son muy populares en Oriente
y en el Tibet.
-
Eran preceptos para los bodhisattvas,
-
e incluían a practicantes
monásticos y laicos.
-
Así que estos preceptos del bodhisattva
inspiraron los entrenamientos.
-
Y Thay los ha revisado,
-
los ha actualizado para que sean
relevantes en nuestros tiempos.
-
Este entrenamiento concreto
tiene una sección
-
para laicos y otra para monásticos.
-
Para los laicos: Consciente
de que el deseo sexual no es amor,
-
y de que las relaciones sexuales
motivadas por el ansia
-
no pueden disipar la sensación de soledad,
-
sino que crearán más sufrimiento,
frustración y aislamiento,
-
estamos determinados
a no iniciar una relación sexual
-
carente de comprensión mutua, amor,
y un compromiso a largo plazo,
-
conocido por mi familia y amigos.
-
Vemos que cuerpo y mente son uno,
-
y nos comprometemos a aprender formas
adecuadas de cuidar la energía sexual
-
y de cultivar la bondad amorosa,
la compasión, la alegría y la inclusión,
-
para nuestra felicidad
y la felicidad de los demás.
-
Seremos conscientes del sufrimiento futuro
que pueden causar las relaciones sexuales.
-
Sabemos que para preservar nuestra
felicidad y la de los demás
-
debemos respetar los derechos y
compromisos propios y ajenos.
-
Haremos todo lo posible para
proteger a los niños de abusos sexuales,
-
y para evitar que se rompan parejas y
familias por conductas sexuales erróneas.
-
Trataremos nuestro cuerpo
con compasión y respeto.
-
Estamos determinados a mirar con hondura
en los cuatro alimentos
-
y a aprender formas de preservar y guiar
nuestra energía vital, (sexual, espiritual
-
y respiratoria) a fin de realizar
el ideal del bodhisattva.
-
Somos conscientes de la responsabilidad
-
por traer nuevas vidas al mundo,
-
y meditaremos con regularidad
sobre su entorno futuro.
-
Y el entrenamiento para monásticos:
-
Consciente de que la honda aspiración de
un monje o una monja solo es realizable
-
cuando él o ella abandona los lazos
del amor sensual,
-
nos comprometemos a practicar la castidad
y a ayudar a los demás a protegerse.
-
Somos conscientes de que
la soledad y el sufrimiento
-
no pueden ser aliviados por medio
de relaciones sexuales,
-
sino por la práctica de la bondad amorosa,
la compasión, la alegría y la inclusión.
-
Sabemos que una relación sexual
destruiría nuestra vida monástica,
-
nos impediría realizar nuestro ideal de
servicio a todos y dañaría a los demás.
-
Aprenderemos formas apropiadas de cuidar
de nuestra energía sexual.
-
Estamos determinados a no reprimir
ni maltratar nuestro cuerpo,
-
y a no considerarlo un mero instrumento.
-
Aprenderemos a tratar nuestro
cuerpo con compasión y respeto.
-
Miraremos con hondura
en los cuatro alimentos
-
para preservar y guiar nuestras energías
vitales, sexual, espiritual, respiratoria,
-
para realizar nuestro
ideal de bodhisattva.
-
Podemos escuchar la campana.
-
(Campana)
-
(Campana)
-
Sabemos que Buda,
-
por lo que sabemos,
Buda tenía una compañera,
-
estaba casado y tenía un hijo.
-
Cuando era joven, tenía
-
todo lo que se consideraba
-
apropiado para un joven rico,
-
es decir, acceso a muchas jóvenes.
-
Un estatus en la sociedad.
-
Había experimentado
-
relaciones sexuales antes y después
de casarse.
-
Y tomó una decisión muy interesante,
-
dejar el hogar
-
e irse al bosque. Vio a un monje
-
que vivía de forma simple en el bosque,
-
vio cierta alegría, quizá felicidad.
-
Y se dio cuenta
-
de que para lograr esa alegría
tenía que cambiar de vida
-
tenía que cambiar profundamente.
-
Entonces, en la India,
-
cuando un joven decidía
irse como vagabundo,
-
eso implicaba
-
una práctica llamada brahmacharya.
-
Literalmente significa
'moverse con Brahma'.
-
Brahma es como un dios,
puede ser el universo entero.
-
Pero brahmacharya concretamente
se refiere a la castidad.
-
En ese sentido
-
se conoce gracias a
las cuatro etapas de la vida
-
de la tradición hinduista.
-
Brahmacharya es la etapa
en que eres un estudiante.
-
Se supone que eres célibe,
porque estás estudiando,
-
aprendiendo el camino.
-
Solo tras completar esa etapa
puedes tener una familia.
-
Así que Buda siguió su instinto.
-
No creo que tuviera muy claro
cuál sería su futuro.
-
Pero vio que en su vida había sufrimiento
-
y no creo que pensara
-
que ese sufrimiento era solo
causado por el hecho de estar casado,
-
o por el deseo sexual. Creo que vio
que desempeñaba un papel.
-
Y quería comprender mejor
la naturaleza del sufrimiento.
-
No considero esta historia necesariamente
como una invitación
-
para dejar el hogar
y hacerse monje o monja,
-
aunque son bienvenidos si quieren hacerlo.
-
Es una forma de reconocer la importancia
de la mirada profunda
-
en esta energía interna que nos es
transmitida en una cadena ininterrumpida
-
desde hace 1500 millones de años,
-
más de 2000 millones de años, quizá.
-
Y ha llegado en cada una
de las células de nuestro cuerpo,
-
con la necesidad de perdurar,
de reproducirse
-
en generaciones futuras.
-
Hay muchos seres vivos,
-
o entes parecidos a seres vivos
-
que no sobrevivieron.
-
Por lo que no son nuestros ancestros.
-
No es que todos nuestros ancestros
tuvieran un fuerte deseo sexual,
-
pero este deseo nos ha sido transmitido.
-
Por eso estamos aquí.
-
Sin eso,
-
sin la atracción entre macho y
hembra de cada especie,
-
es poco probable que quisiéramos
-
unir dos cuerpos
-
para poder perdurar a través
del acto sexual.
-
Es poco probable si no hubiera
ese deseo, esas sensaciones.
-
Por tanto, es comprensible que
la sintamos con gran fuerza.
-
Al menos, muchos de nosotros.
-
Porque a través de muchas generaciones
-
se ha seleccionado
esa fuerza, esa energía,
-
una y otra vez, y otra, y otra, y otra.
-
Es verdad que gracias a la cultura humana,
-
que ha sido...
-
que ha subyacido, que ha perdurado,
-
no nos basamos tanto en el deseo sexual.
-
Por ejemplo, sabemos que en Europa,
y en India y China también,
-
los matrimonios solían concertarse.
-
Las personas tenían poca elección,
quizá era una cuestión de diplomacia.
-
Pero sobre todo, creo que
podemos decir con certeza,
-
que nuestro deseo de unirnos como
hombre y mujer,
-
o incluso...
-
Sí. Por ahora, hablamos de la unión
entre hombre y mujer,
-
ha sido seleccionada
-
y quizá se ha hecho cada vez más fuerte.
-
Eso no supone que
no haya otra clase de atracción sexual
-
entre dos hombres,
o dos mujeres.
-
Está claro que eso hace también
parte del mismo proceso.
-
Pero esa necesidad, ese deseo
entre hombre y mujer, ha sido
-
cultivado.
-
Porque cuando miramos hondamente
con los ojos del no yo,
-
no vemos que yo sea solo este cuerpo,
-
nos vemos como parte de una corriente
que viene de los ancestros.
-
Podemos observar con hondura esa corriente
-
y veremos que hay cosas
que han evolucionado.
-
Por ejemplo, algunas cosas se han perdido.
-
En el retiro de verano
-
me gusta observar a los niños
trepar a los árboles.
-
Cuando los observo con detenimiento,
moviéndose por los árboles
-
con tanta soltura, colgados,
-
a veces de un solo brazo,
-
cuando desaparece mi preocupación y miedo,
miro con hondura y veo
-
que puedo ver a mis ancestros,
a nuestros ancestros,
-
quienes también vivían en los árboles.
-
Al principio vivíamos en los árboles.
-
Como yo a esa edad, también eran
muy hábiles para saber dónde poner el pie,
-
dónde sujetarse en las ramas.
-
Podían saber si la rama aguantaría,
o si estaba seca y se rompería,
-
o si sería flexible, pero demasiado fina.
-
Toda esa sabiduría ancestral
ha llegado a nuestras manos.
-
El desarrollo de un embrión
-
se relaciona a menudo con nuestro propio
desarrollo evolutivo.
-
Para un ojo no entrenado,
es muy difícil
-
ver la diferencia entre un embrión humano
-
y el de un pollo, por ejemplo.
-
De la misma forma, nuestro pasado
evolutivo puede ser visto
-
en el desarrollo de un joven.
-
Así, cuando llegamos a la pubertad y
nuestro cuerpo se desarrolla,
-
perdemos en cierto modo esa capacidad.
-
Y eso se parece a nuestra evolución
como seres humanos, cuando...
-
Parece que el clima en África
se hizo más frío,
-
y tuvimos necesidad de ir a las praderas
y de caminar largas distancias
-
tal vez en busca de raíces para comer,
o incluso quizá tuvimos que cazar,
-
y nuestro tendón de Aquiles se alargó,
-
el arco plantar se volvió más rígido.
-
Nuestro cuello desarrolló la capacidad
de mantener la cabeza firme,
-
incluso mientras caminamos o corremos,
y erguida.
-
Así, esa evolución supuso
-
que algunos rasgos desaparecieran,
como por ejemplo nuestra capacidad
-
de sujetarnos a una rama por los pies.
-
Si alguna vez lo han probado,
saben qué difícil es
-
subir a un árbol solo con los pies.
-
Ya no era un rasgo útil,
o era más útil poder correr
-
por la sabana.
-
Lo cuento para que no consideremos
que este proceso de impermanencia,
-
esta corriente de ancestros
va siempre en dirección
-
de mejorar las cosas.
-
Esa es una percepción errónea.
-
Se trata de seleccionar el rasgo más
apropiado al momento presente.
-
Esa es una forma más adecuada
de hablar de la evolución.
-
Seleccionar lo más apropiado y adaptado
al momento presente.
-
Pero requiere tiempo.
-
Un tiempo mucho más vasto
del que solemos ser capaces de imaginar.
-
Y aquí estamos, en esta situación
en el momento presente,
-
en que nuestro entorno cambia
más rápidamente
-
que nuestra capacidad para adaptarnos.
-
Este es un momento interesante, y creo
que ya en tiempos de Buda,
-
Buda vio algo de esto.
Tuvo una visión profunda de ello.
-
Vio que no estamos muy adaptados
a vivir en casas polvorientas.
-
Así que dejó su casa
-
y se fue a vivir en el bosque,
-
reviviendo de cierto modo
-
la herencia ancestral evolutiva,
-
usando su propio cuerpo como laboratorio
-
para comprender quién era de verdad.
-
Dicho de otra forma,
-
¿a qué forma de ser, de vivir,
estoy mejor adaptado?
-
Los invito a considerar el camino de Buda
y su vida,
-
y la comunidad
-
que construyó desde ese punto de vista.
-
El punto de vista de los ancestros,
el linaje ancestral,
-
y buscar nuestro verdadero hogar.
-
Encontrar el hogar verdadero.
Podemos escuchar la campana.
-
(Campana)
-
(Campana)
-
En la lista budista
de formaciones mentales
-
hay una llamada jivitendriya.
-
[jivitendriya]
-
'Jiva' es vida, y 'endriya' es facultad,
-
la facultad vital.
-
la energía vital, un tipo de fuerza vital
-
que nos impulsa a tener
una continuación en el futuro.
-
Cuando empecé a practicar,
-
tomé esta energía sexual
como parte central de mi práctica.
-
La observaba con detención
cuando meditaba sentado.
-
Porque sabía que quería hacerme monje.
-
Pero cerca de un año después
de tomar esa íntima decisión,
-
surgió en mí la semilla de la paternidad,
-
de tener una familia. Estaba en
el monasterio Maple Forest, en Vermont,
-
la hermana Chan Duc estaba allá,
-
era el retiro de verano, y recuerdo
estar en un compartir del Dharma,
-
y estaban allí unas hermanas monásticas.
-
Y hablé de eso.
-
Sobre ese tema,
y creo que yo tenía
-
¿quizá 26? 26 años.
-
Puede sonar algo egoísta,
pero sinceramente, cuando era joven
-
no pensaba mucho en formar una familia.
-
Pero eso no quiere decir
que no tuviera resoluciones sexuales.
-
Así...
-
En realidad, tomar la decisión
de hacerme monje
-
en cierto modo me hizo cambiar de opinión.
-
Y después de practicar durante un año.
-
vi surgir en mí esa fuerte necesidad.
-
Gran parte de ello se basaba
en la felicidad que conocí siendo joven
-
en mi familia.
-
Ya saben, recuerdos de las vacaciones,
de hacer esquí acuático,
-
de mi casa, mi padre y mi madre.
En invierno íbamos a patinar.
-
Todos esos felices y agradables
recuerdos de la infancia.
-
Y brotaron con fuerza, como una cálida
sensación dentro de mi pecho.
-
Así que hablé de ello en el círculo
de compartir el Dharma.
-
Y poder hablar de ello fue ya muy sanador.
-
Creo que era la primera vez
que se lo contaba a alguien.
-
Una de las hermanas presentes,
la hermana Susan,
-
quizá algunos la recuerden,
-
dijo algo que no he olvidado
-
y que me afectó profundamente.
-
Sabrán que estuvo en esta comunidad
muchos años,
-
y que antes de venir a Plum Village
ya vivía en una comunidad de práctica.
-
Y en aquella comunidad,
no era una monja célibe,
-
antes ella tenía una familia.
-
Y lo que me dijo
-
es que un monje o una monja
hace parte de la familia humana.
-
Nuestro amor no tiene límites.
-
Nuestro amor ya no está reducido
a una sola familia biológica.
-
Y de cierto modo, podemos vernos
-
como el padre, el hermano,
la madre, la hermana,
-
la hija, el hijo, en toda situación.
-
Y aquello fue...
-
Esa sensación tan fuerte que
no podía separar del deseo sexual,
-
porque tiene una relación,
-
pudo al fin liberarse.
-
No desapareció, solo se liberó,
-
ya no tenía...
-
Me di cuenta de que
ponía límites a esa emoción,
-
que estaba limitada
por los recuerdos de mi familia.
-
Limitada
-
por las normas aceptadas en la sociedad,
que no incluyen hacerse monje o monja,
-
al menos donde yo crecí.
-
Y así, esas ataduras
-
me liberé de ellas al tomar
este camino de liberación,
-
que está fuera de esos límites.
-
Era algo que no podía explicar
con facilidad a los que me rodeaban.
-
Y de pronto me sentí solo, aislado.
-
Esa cálida energía, esa energía vital
-
parecía quedar limitada a aquella idea,
-
a aquel contexto
-
de una familia similar a esa
en la que crecí.
-
Así que en aquel momento,
-
al escuchar hablar a aquella hermana,
-
me sentí completo de nuevo,
-
sentí que ya no existía un límite.
-
Y que esta energía podía manifestarse.
-
Por un lado, no tengo que reprimirla.
-
Puedo permitir que florezca
-
como es, puedo permitir que aparezca
-
sin quedar separada de lo que amo,
-
me veo unido con ella.
-
Unido con la sangha,
-
unido con el maestro,
-
unido a toda la familia humana,
-
a todos los seres vivos, etc.
-
Tocar esta energía vital, de la que
Thay habla en los entrenamientos,
-
es muy importante,
y comprender su naturaleza.
-
Thay habla de tres aspectos
de esta energía.
-
Vamos a investigar con hondura
los cuatro tipos de alimentos.
-
Recuerden lo que aprendimos
hace unas semanas:
-
alimentos comestibles, impresiones
sensoriales, volición y conciencia.
-
Para preservar y canalizar
nuestra energía vital,
-
sexual, respiratoria, espiritual,
-
en bien de realizar
nuestro ideal de bodhisattva.
-
Así aprendemos formas apropiadas
de cuidar de nuestra energía sexual.
-
Esto está algo tenso.
-
La forma en que practiqué,
en que aprendí de Thay
-
a trabajar y entender esta energía,
trabajar con ella, comprenderla,
-
fue usando la plena
conciencia de la respiración.
-
En la práctica de la conciencia
de la respiración,
-
empezamos siendo conscientes
de la inspiración y de la espiración.
-
[1 consciente de I + E]
-
El primer paso. Al inspirar,
sé que estoy inspirando.
-
Al espirar, sé que estoy espirando.
Empezamos por la respiración.
-
De hecho, el aliento lo atraviesa todo.
Esta energía vital
-
nutre todas las células del cuerpo,
-
penetra en el flujo sanguíneo
-
y genera respiración dentro
de cada célula del cuerpo,
-
nos nutre.
-
Hay una historia que quizá conozcan.
-
Una especie
-
que se reproduce sobre el planeta Tierra
con tanto éxito,
-
que se expande y
ocupa todo su nicho ecológico.
-
Tras descubrir la forma de explotar
el carbono que encuentra en su medio,
-
su presencia domina en tal medida
que cambia de forma drástica
-
la composición de la atmósfera.
-
Las demás especies deben adaptarse
a este nuevo medio tóxico
-
o extinguirse.
-
Y un número extraordinario de especies
se extinguen.
-
¿Alguien sabe de qué especie se trata?
-
Sí, alguien lo señala aquí.
-
Suena conocido.
-
Es una especie llamada cianobacteria.
-
¿Alguien ha oído hablar
de las cianobacterias?
-
Bien, veo una mano. Gracias.
-
Un granjero feliz, evidentemente.
-
Espero que él conozca las cianobacterias.
-
Ahora las llamamos cloroplastos.
-
Es el motor, la energía generada
en una estructura
-
dentro de toda planta, creo
del planeta hoy en día.
-
Hace unos 2400 millones de años,
-
una pequeña bacteria
-
muy parecida al cloroplasto actual
-
flotaba en la superficie del océano.
-
Había desarrollado la capacidad
-
de tomar la luz del sol y el carbono
de la atmósfera.
-
Tomar el CO2 de la atmósfera
-
y expulsar O2, oxígeno, a la atmósfera.
-
Y al final, cuando toda el agua natural
-
y los repositorios naturales para
retener el oxígeno se colmaron.
-
el oxígeno salió a la atmósfera.
-
A veces se le llama la Gran Oxigenación.
-
Antes, la mayoría de los seres vivos
eran anaeróbicos,
-
no sobrevivían en una entorno
rico en oxígeno.
-
Muchos científicos piensan ahora
que esos organismos
-
se formaron en las fumarolas
suboceánicas,
-
que emitían gases calientes
del centro de la Tierra.
-
Y tras millones y millones de años,
-
desarrollaron una especie
de cualidad vital.
-
Y de ese linaje nacieron
las cianobacterias,
-
que por primera vez pudieron tomar
la energía del sol,
-
en vez de energía de otras fuentes, y
transformar el dióxido de carbono
-
en oxígeno.
-
Y por eso podemos hoy respirar.
-
Todo ese oxígeno favoreció
a las especies que aprendieron a respirar.
-
Pudieron desarrollar la respiración.
-
En cada célula del cuerpo tenemos células
que pueden absorber oxígeno
-
y usarlo para generar energía y azúcares
-
a partir de la comida.
-
Sin esa Gran Oxigenación,
no estaríamos aquí.
-
Así que según la forma en que lo mires,
-
la cianobacteria fue la gran destructora
de la atmósfera del planeta
-
o la gran renovadora.
-
Depende de tu punto de vista.
El anaeróbico o el aeróbico.
-
Cuento esta historia para comprender
por qué Buda pone el acento
-
en la conciencia de la respiración.
-
Nutre cada célula del cuerpo
cuando inspiramos y espiramos.
-
Al ser conscientes de la respiración,
honramos nuestra herencia evolutiva,
-
nuestra herencia ancestral como
seres vivos aeróbicos.
-
Así que empezamos por la conciencia
de la inspiración y la espiración,
-
y continuamos por seguir
la inspiración y la espiración.
-
[2 seguir I+E]
-
Y desarrollamos la concentración.
-
Thay decía a menudo
-
que es como si este marcador fuera la
respiración, y el dedo nuestra atención.
-
Así,
-
al inspirar somos conscientes
del aire que empieza a entrar,
-
durante toda la duración
de la inspiración.
-
El dedo acompaña la respiración
todo el tiempo.
-
Y luego, hacemos lo mismo
con la espiración.
-
A veces, nuestra atención se dispersa.
-
Pensamos, nos preocupamos por el futuro,
por el pasado,
-
entonces sonreímos,
porque somos practicantes,
-
y sabemos llevar la atención
de nuevo a la respiración
-
mientras entra y sale.
-
Este es el entrenamiento, seguir
la inspiración toda su duración
-
y seguir la espiración toda su duración.
-
La concentración no es complicada.
-
No tienes que poner esta cara
para concentrarte.
-
Solo mantienes la plena conciencia
a lo largo del tiempo.
-
Y luego eres consciente de tu cuerpo.
-
Esta conciencia de la respiración nos pone
en contacto con nuestro cuerpo.
-
Vemos que este proceso de respiración
no es solo
-
el aire que entra en la boca
y en los pulmones,
-
penetra también en el flujo sanguíneo
y relaja el cuerpo,
-
genera energía y contribuye
a esta energía vital.
-
Al inspirar, conciencia del cuerpo.
-
[3 conciencia del cuerpo]
-
Una de las cosas relajantes
al oír hablar a nuestro maestro
-
es que durante toda la charla
-
Thay mantiene
la conciencia de su respiración.
-
Está relajado. Cuando oímos hablar
a la gente, suelen hablar muy rápido,
-
solo para dar información.
-
Y sientes el estrés, y todos se estresan
-
y solo quieren alejarse.
-
Pero con Thay, tienes ganas de quedarte
mucho tiempo, una hora, dos horas,
-
casi tres horas.
-
Y sientes calma y paz de algún modo.
-
Eso es lo que Thay nos ha enseñado.
-
Incluso cuando hablamos, o caminamos,
-
o comemos,
-
mantener esta conciencia
del cuerpo y de la respiración.
-
Y al hacerlo, relajamos el cuerpo.
-
[4 relajar el cuerpo]
-
Calmamos el cuerpo.
-
Quiero decir, calmar.
-
[4 calmar el cuerpo]
-
Cuando la mente queda atrapada
en una emoción como la ira,
-
no necesitamos buscar más allá
de la respiración
-
para comprender lo que pasa.
La respiración se acorta.
-
Los músculos se contraen.
-
Siendo conscientes del cuerpo, podemos
ver que la ira se manifiesta.
-
Nuestro cuerpo nos lo dice.
-
A veces la mente es tramposa,
Nos dice: "¿Yo? Yo no estoy enojado".
-
Pero el cuerpo lo sabe.
La respiración lo sabe.
-
Por eso empezamos por ser conscientes
de nuestro cuerpo.
-
Y cuando estamos relajados,
-
cuando nada perturba nuestra mente y
toda la atención está en el cuerpo,
-
nos calmamos de forma natural.
-
Esto es desarrollar la respiración.
-
A lo largo de los 16 ejercicios
de plena conciencia de la respiración,
-
desarrollamos la respiración,
la energía vital del aliento.
-
Y la comprensión de este aliento.
-
Pero en concreto cuando empezamos,
empezamos por la respiración.
-
[RESPIRACIÓN]
-
La siguiente etapa de la práctica...
-
¿Todos lo tienen?
-
Creo que ya lo conocen, ¿verdad?
-
Aprendemos a generar alegría.
-
[5 generar alegría]
-
Recuerdo cuando empecé
a practicar la plena conciencia
-
del cuerpo, de las sensaciones,
de la mente y de los fenómenos,
-
cuando descubrí
-
el sutra del establecimiento
de la plena conciencia,
-
descubrí que me era posible
generar alegría en mí
-
sin depender de nada ajeno.
-
Nada que comprara, ninguna película
que hubiera visto,
-
ni siquiera un pensamiento,
-
como un recuerdo feliz,
-
o imaginar una felicidad futura.
-
Que era posible de verdad
-
aprender a tocar la fuente de la alegría
en mi mente, en mi cuerpo,
-
y dejar que manara como un manantial.
-
Para mí, supuso una liberación enorme.
-
De repente me vi liberado
de las circunstancias exteriores.
-
Claro, no duró mucho tiempo.
-
Porque me fui y aprendí
que tenía que practicar con regularidad.
-
Así que tomé el compromiso de sentarme
cada mañana, al despertar,
-
y también por la noche.
-
Era muy diligente, muy estricto.
-
A causa de esa alegría,
de haber tocado esa alegría,
-
y nadie tenía que decirme qué hacer.
-
Venía de mí mismo.
-
No era que los hermanos tuvieran
que llamar a mi puerta:
-
"Oye, levántate
para la meditación sentada".
-
O que mi mente me riñera
si me quedaba a dormir.
-
Esa alegría era lo que quería.
-
Quería ser capaz de cultivar esa alegría
para que se quedara mucho tiempo.
-
Y quería aprender a hacerlo,
quería aprender técnicas
-
que me ayudaran a hacerlo.
-
La siguiente es generar felicidad.
-
[6 generar felicidad]
-
Bien,
-
muchos ya lo sabemos,
-
pero lo digo de nuevo
-
para tener una base para investigar
la energía sexual.
-
Porque cuando somos capaces de generar
alegría y felicidad
-
que no depende del deseo sexual,
-
damos un primer paso hacia la libertad.
-
Hoy en día,
-
existen
-
imágenes y sonidos accesibles en Internet
con tocar un botón.
-
Puedo tocar nuestra semilla
de deseo sexual.
-
En un momento de...
Nos sentimos cansados, solos,
-
buscamos algo de alegría,
algo de felicidad,
-
y basta con darle a una tecla
-
y ahí está.
-
He sabido que hay hombres
-
a quienes se les despierta la semilla del
deseo con solo encender el ordenador.
-
El condicionamiento es muy fuerte,
ni siquiera necesitan las imágenes,
-
encender la computadora ya excita
la semilla de deseo sexual.
-
Podemos escuchar la campana.
-
Y les invito a mirar en su interior,
-
ahora vamos a observar la energía sexual
en nuestro cuerpo y mente,
-
para ver si podemos mirar con hondura
-
y tocar su naturaleza
con el ojo de la mente
-
al oír la campana.
-
(Campana)
-
(Campana)
-
¿Ha sido una meditación exitosa?
-
Es...
-
Para mí no es difícil.
-
Puedo entrar en contacto con esa energía
en mi cuerpo al instante,
-
porque lo he practicado
-
todos los días casi una vez por minuto.
-
Y no me avergüenza decir
que es parte de...
-
Soy monje desde hace 15 años,
son 15 años de celibato.
-
Y no ha pasado un solo día
sin que haya tenido
-
que observar en cierto grado
esta energía en mi cuerpo.
-
Por eso es una meditación de la que
no me cuesta hablar,
-
nunca he hablado tanto de ello
en una charla del Dharma larga como esta,
-
pero...
-
(Risas)
-
Pero me siento muy cómodo, porque sé,
-
sé cuándo estoy accediendo a esa semilla
de deseo sexual.
-
Al invitarla a brotar, sé cómo invitarla
a que deje de brotar.
-
Sé cuándo llegan los momentos
en que estoy triste, o enojado, o solo,
-
y estoy buscando una forma
de estimular esa semilla
-
de deseo sexual.
-
Pero también sé qué hacer,
cuando pasa esa fiebre,
-
como lo describía un hermano el otro día,
-
cuando enfermamos
-
y sube la temperatura del cuerpo.
-
Se parece a eso. Sientes esa fiebre,
-
aparece y luego desaparece.
-
Por eso, los monjes y las monjas
nos hacemos muy hábiles
-
en manejar esa energía
con cariño y amor.
-
No reprimiéndola, sino sabiendo
-
cómo eliminar...
-
el agua, el alimento
-
de esa semilla.
-
Esa es la siguiente etapa.
-
Cuando hemos aprendido a tocar
las semillas de alegría y de felicidad,
-
podemos
-
hacernos conscientes de la energía sexual,
del deseo sexual.
-
[7 consciente del deseo sexual]
-
Tiene una forma.
-
Es cierto tipo de sensación.
-
Y en el cuerpo, aprendemos
a comprenderla,
-
y sobre todo aprendemos
a cultivar alegría y felicidad
-
sin tocar aún esa semilla.
-
Tocamos una alegría y una felicidad
que no están...
-
teñidas por el deseo sexual.
-
Eso te ayuda a desarrollar
tu comprensión de su naturaleza.
-
Aprendes a ser un jardinero hábil
en el jardín de tu mente.
-
Mucha gente no sabe hacer
la separación, no sabe
-
distinguir el orégano
de la albahaca, por ejemplo.
-
¿Cuántos de nosotros saben
reconocer el orégano?
-
Pueden ser sinceros. Gracias.
-
Bien, si no sabes reconocer el orégano,
y no sabes...
-
La mayoría sabemos reconocer
la albahaca, probablemente.
-
Porque a veces la ponen en la pizza,
es fácil.
-
Ponen también orégano, pero
está molido, no se ve con claridad.
-
Un buen jardinero sabe plantar
orégano, y qué hacer...
-
En realidad, en Francia no hay
que plantarlo,
-
está por todas partes en las cunetas.
-
Pero sabemos cultivar albahaca.
-
Y también sabemos distinguir
la albahaca de las malas hierbas.
-
Quizá aparezcan
-
algunas malas hierbas en nuestro jardín,
-
y no queremos...
Queremos favorecer la albahaca.
-
Así que volvemos
a lo que dije al principio
-
sobre nuestra situación actual.
-
El cuerpo humano no está muy adaptado
al medio en el que se encuentra.
-
Cuando vamos al Lecrec de compras,
-
y escuchamos una canción de amor,
-
y vamos andando y pensamos:
"¡Qué bien me siento!
-
¿Por que no comprar esto?"
-
Ellos son muy hábiles, saben
cómo regar esa semilla,
-
no demasiado, solo un poco, lo justo
-
de deseo sexual en nuestra conciencia
para que tengamos un sensación agradable.
-
Pensemos
-
en alguien lamentándose por los altavoces
sobre su amor,
-
te amaré siempre, siempre, siempre.
-
Y luego pensamos... Eso toca esa semilla
en nosotros de relaciones
-
amorosas del pasado,
cuando tuvimos esas sensaciones,
-
y queremos comprar de todo
porque nos sentimos muy bien.
-
¡Ah! ¡Qué maravillosa relación
tuve en el pasado!
-
Por eso intento ir al supermercado
lo menos posible.
-
En los bordes de la carretera
vemos también imágenes,
-
como cuando hablábamos del ordenador,
con tocar un botón.
-
Vemos todo tipo de pornografía.
-
Este entorno moderno en el que vivimos,
-
en realidad no estamos muy adaptados a él.
-
Antes solía estar estimulado sexualmente
-
casi sin pausa a lo largo del día
en estas formas sutiles.
-
Así que esta energía primigenia,
que existe para hacernos perdurar,
-
ha sido incorporada
-
a nuestro entorno.
-
Está siendo condicionada
por nuestro entorno.
-
Quiero pedirles algo: cuando observan
y son conscientes de esa energía sexual,
-
¿se trata de la fuerza vital?
¿O es solo un anuncio?
-
¿Es solo una canción de amor?
¿Es tan solo una imagen
-
del ser amado?
-
¿O se trata de ese ser de verdad?
-
Thay dice que no nos enamoramos
de otra persona,
-
nos enamoramos de la imagen
de esa persona.
-
Y con el tiempo, cuando la imagen
se separa de la realidad,
-
aparece el sufrimiento.
-
Estamos condicionados por las imágenes
de las revistas,
-
por la pornografía en Internet.
-
Reducimos nuestra búsqueda en Google
-
a la imagen exacta de esa persona ideal.
-
Y cuando la vemos, perdemos el control.
-
Estamos abrumados. ¡Es "ella"!
¡Es la persona que estoy buscando!
-
(Risas)
-
Pero, ¿lo es? ¿O es tan solo
una creación de nuestra mente?
-
El Sutra de la plena conciencia de la
respiración nos invita a investigarlo.
-
Pongo aquí el deseo sexual
como una formación mental.
-
El séptimo paso es ser consciente
de las formaciones mentales.
-
En este caso, investigamos la formación
mental llamada deseo sexual.
-
Y cuando aprendemos a calmarnos,
descubrimos su naturaleza y calmamos
-
la energía del deseo sexual.
-
[8 calmar la energía sexual]
-
Hay muchas formas de aprender a hacerlo.
-
En los entrenamientos se dice:
-
"Debemos ser conscientes del sufrimiento
futuro por nuestras relaciones sexuales."
-
Pero este es el entrenamiento.
-
Nadie está obligado a entrenase
en los 14 entrenamientos.
-
Mucha gente se queja:
-
"¿Compromiso a largo plazo?"
-
(Risas)
-
"¿Por qué no podemos ser libres?"
-
Sí, podemos ser libres mientras
no estés enamorado de una imagen.
-
Y te reto
-
a probar que no estás enamorado
de la imagen de esa persona
-
sin asumir un compromiso a largo plazo.
-
Te reto.
-
¡Buena suerte!
-
Porque... Cuando tomé
los cinco entrenamientos,
-
había una expresión parecida.
-
Cuando los leí por primera vez,
no los tomé inmediatamente.
-
Sino que practiqué un año
e hice un experimento.
-
A veces recaía en mis antiguas
energías de hábito,
-
y luego practicaba lo que aprendemos,
seguir la inspiración y la espiración.
-
Practiqué para mantener la plena
conciencia durante toda la experiencia
-
de una relación sexual.
-
No solo en el momento en que
es realmente interesante,
-
también en las partes
que no son tan interesantes,
-
que pueden tener relación
-
con esa experiencia.
Las que vienen después,
-
a veces días después, a veces
semanas después, o meses después.
-
Y puedo decirles, tras 15 años de
monacato, a veces 15 años después,
-
mientras estoy sentado en meditación.
-
La causa es que estaba enamorado
de la imagen de la otra persona.
-
Y a veces esa imagen regresa.
-
Y regresa la pasión, brota esa semilla,
-
y pienso: "¡Era tan agradable!"
-
En cierto modo esa pasión oculta
nos impide ver lo que ocurre en realidad.
-
Lo que realmente estamos haciendo
en el momento presente.
-
Y debemos ser muy cautos.
Los monásticos nos entrenamos
-
para reconocer esa pasión,
ese apego en cuanto aparece,
-
y no aplastarlo contra el suelo con
un martillo, sino cuidar de ella,
-
abrazarla.
-
Esa es la belleza de la transmisión
de Thay a la sangha,
-
porque en muchos monasterios
budistas tradicionales
-
se aplasta.
-
¡Lo amputas!
-
Y, como ya sabemos, cuando intentas
-
evitar que las semillas
broten de la tierra,
-
lo que hacen es extender sus raíces,
-
a veces muy lejos.
-
Con el bambú, a veces intentas...
-
Lo cortas y lo cubres con tierra,
pero las raíces siguen creciendo,
-
y encuentran otro lugar donde brotar,
a veces a diez metros.
-
El deseo sexual es igual.
Si lo oprimimos,
-
encontrará otras vías para surgir.
-
No se da una circulación saludable
de nuestras formaciones mentales,
-
esta energía sexual no circula
de forma saludable.
-
Y Thay
-
nos ha entrenado a los monásticos
-
a tener una relación sana
con nuestra energía sexual.
-
Luego está el espíritu.
Hemos aludido a la respiración.
-
Estas cuatro son para observar
nuestra energía sexual.
-
Luego Thay nos presenta
-
[SEX]
-
la energía llamada espíritu. Espíritu.
-
Podemos escuchar la campana.
-
(Campana)
-
(Campana)
-
[energía vital]
-
[SEXUAL-RESPIRACIÓN-ESPÍRITU]
-
Espíritu. Esta palabra tiene la misma raíz
que "respirar".
-
El aliento.
-
Tiene relación con la mente, reconoce que
la mente está conectada con el aliento.
-
En las siguientes etapas
de respiración consciente
-
nos hacemos conscientes de la mente.
-
[9 consciente de la mente]
-
Somos conscientes
de los pensamientos que aparecen.
-
Cuando contemplamos
esos pensamientos, vemos
-
que son el alimento de las formaciones
mentales, como el deseo sexual.
-
Somos conscientes de dónde pone
la atención nuestra mente.
-
¿Hay una imagen en mi mente?
-
Quizá una imagen erótica.
-
Lo observamos y vemos que eso riega
en nosotros la semilla de deseo sexual.
-
Es muy sencillo.
-
Solo que no lo reconocemos.
-
No tomamos distancia para hacer que
brille sobre él la luz de la conciencia.
-
Esa es la propuesta que nos hace el sutra.
-
Al inspirar, soy consciente de mi mente.
Al espirar, soy consciente de mi mente.
-
Consciente de lo que ha aparecido en mi
mente, ante el ojo de la mente.
-
Cuando observamos la respiración,
-
la respiración es
el objeto de nuestra meditación.
-
La plena conciencia es siempre
plena conciencia de algo.
-
Podemos ser conscientes de la respiración,
podemos ser conscientes de...
-
Podemos imaginar el rostro de una persona
que nos parezca muy atractiva,
-
y así puedo regar la semilla
de deseo sexual.
-
Por tanto, se convierte en
una fuente de alimento.
-
Eso es lo que hacemos día tras día.
-
Y cuando paramos, cuando llevamos
la atención de nuevo al aliento,
-
esa semilla no recibe más riego.
-
Creemos que hay un "yo"
que actúa por nosotros,
-
que yo soy el que actúa. Pero se trata
de proceso de condicionamiento.
-
Los nutrientes penetran,
-
impresiones sensoriales, volición,
conciencia.
-
Si cultivamos la semilla de tener
relaciones sexuales múltiples,
-
eso se hace realidad.
-
Si cultivamos la semilla de ser
consciente de la respiración,
-
de calmar cuerpo y mente,
eso se hace realidad.
-
El lugar donde ponemos la atención
es lo que está en el plato de la mente,
-
como si hubiera comida en un plato
ante nosotros.
-
O quizá eso que aparece en el ordenador.
-
Que aparece en el monitor.
Esto es lo que estamos entrenando aquí,
-
a cada instante, ser consciente
-
de lo que está presente en nuestra mente.
-
Luego aprendemos a alegrar la mente.
-
[10 alegrar la mente]
-
Aprendemos a hacer brotar
ese tipo de pensamientos,
-
a poner la atención en esas cosas
que generan alegría y felicidad.
-
Profundizamos en la raíz.
-
Aprendemos a generar alegría y felicidad,
y luego ahondamos para ver,
-
¿qué ocurre realmente ahí, en la raíz?
-
¿Cómo podemos obtener nutrientes
de nuestro pensamiento, de la atención,
-
que alimenten la alegría y la felicidad?
-
Entrenamiento de la mente,
-
entrenamiento mental.
-
Aprendemos a sublimar esta energía vital
-
que se manifiesta como deseo sexual.
-
Y la dirigimos al aliento, al espíritu,
-
a la conciencia de la energía sexual.
-
Pero sin ser arrastrados por esa energía,
o ser empujados
-
por esas imágenes a las que estamos
apegados, que nos ciegan.
-
Y al alegrar la mente,
la mente se apacigua,
-
no busca nada fuera de ella.
-
Ya no busca esas imágenes,
-
no se deja arrastrar con facilidad
por la música del supermercado,
-
o los anuncios que se ven
junto a la carretera.
-
Ayer leí una historia
-
de un antiguo discípulo de Thay.
-
Muchos saben que Thay está
en Vietnam, en su templo de origen.
-
Ha tomado el compromiso de quedarse allá
hasta el fin de sus días.
-
Y muchos hermanos y hermanas
de la comunidad
-
se preparan en este momento
-
en previsión de que mucha gente
se interese de repente por la vida de Thay
-
y poder explicar cosas de la vida de Thay.
-
Una de esas hermanas me envió un documento
de un antiguo estudiante de Thay,
-
llamado Jim Forest, que estudió en ()
y en la Delegación Budista por la Paz
-
en París en los años setenta.
-
Cuenta la historia de una vez en que
caminaban por el barrio de Tenderloin
-
en San Francisco, que es,
creo que aún es algo...
-
Lo ha dicho Michael.
-
Es la zona... Creo que es un poco
-
donde abundan los sex shops,
-
y espectáculos de esos, ya saben.
-
Creo que en París también hay algo así.
-
De algún modo acabaron
caminando por San Francisco
-
y llegaron a ese... Y en la historia, Jim
contaba que pensaba: "¡Cielos!
-
¿Cómo he podido llegar
a este barrio con Thay?"
-
(Risas)
-
Intentaba mirar solo hacia deante,
-
caminar sin ver nada.
-
Pero entonces llegaron a un local
donde se anunciaba un espectáculo.
-
Y Thay se giró y se quedó mirando.
-
Y
-
tengo la impresión de que Thay miraba
como miraría una hoja de otoño,
-
o una brizna de hierba.
-
(Risas)
-
Con una mirada de asombro.
-
Porque creo que en Vietnam no es muy común
ver en la calle...
-
Thay miraba imágenes de mujeres
que invitaban a entrar.
-
Y debajo estaba escrito:
"Solo los mayores de 21 años
-
con un documento pueden entrar".
-
Entonces, Thay se giró hacia Jim y dijo:
"Jim, ¿eres mayor de 21?"
-
(Risas)
-
Y Jim respondió: "No, Thay".
Claro que Jim era mayor de 21 años.
-
Pero Jim tenía una profunda comprensión
de la pregunta de Thay.
-
Thay no le estaba preguntando exactamente
si ya tenía 21 años.
-
Cuando un maestro zen te pregunta algo,
hay muchos niveles de significado.
-
Así que Thay dijo. "Muy bien. Yo tampoco".
-
(Risas)
-
Claro, Thay tenía más de 40 años.
-
Pero Thay dijo: "Yo tampoco. Así que
no tenemos por qué entrar ahí".
-
Y siguieron caminando.
-
Me encanta esa historia, porque
-
la forma usual de practicar es una especie
de baipás espiritual.
-
Solo queremos pasar de largo.
-
Tenemos miedo, ¿verdad?
Como se dice en el entrenamiento,
-
tenemos miedo,
la ilusión de un ser separado.
-
En ese miedo, para mantener la ilusión
de la existencia de un ser separado,
-
cerramos nuestra visión.
-
Miramos solo así.
-
Pero Thay se detuvo y miró. Thay quiere
ver de verdad qué está pasando.
-
Hay alguien en nosotros
que quiere ver de verdad
-
qué está pasando. No queremos cegarnos
ante la realidad.
-
Ahí dentro hay mujeres jóvenes,
-
estos espectáculos son su medio de vida.
-
Thay observa esa situación
con detenimiento y compasión.
-
Si nuestra práctica es así de sólida,
-
no somos tentados, no somos arrastrados,
la emoción no nos vence.
-
Y podemos sonreír con asombro,
con una mirada de asombro.
-
Aquí, ser menor de 21 años significa
que preservamos nuestra inocencia,
-
nuestra alegría, nuestro asombro
al mirar el mundo.
-
Aunque hayamos sufrido en el pasado,
aunque en el pasado fuésemos mayores de 21
-
podemos recobrar ese asombro infantil.
-
Y mirar a otro ser humano,
mirar una situación
-
con ojos de comprensión y amor.
-
Y ver el sufrimiento que está presente.
-
Si somos capaces de alegrar
la mente de ese modo,
-
si somos felices
y sólidos en nuestra alegría,
-
esas cosas no nos arrastran.
-
El undécimo es concentrar la mente.
-
[11 concentrar la mente]
-
Aprendemos a sostener la atención
en el tiempo.
-
Esto está relacionado con seguir
la inspiración y la espiración.
-
Podemos ser conscientes de la inspiración,
y sostener esa atención
-
en el tiempo.
-
Cuanto más lo entrenemos, más
estable se hará nuestra concentración,
-
más sólida, no nos distraeremos
con facilidad.
-
Aunque vuelvan esas imágenes,
como cuando Thay se detuvo allí,
-
mirando la imagen de una mujer,
-
no somos arrastrados. No somos...
-
La imagen se exhibe para hacerte entrar,
así que pagas la entrada
-
para poder entrar y regar en ti
la semilla de deseo sexual.
-
Pero si sabemos mantener la concentración,
-
sabemos cuándo nos llegan esas cosas
que intentan nutrir esa semilla
-
y no les permitimos seguir manifestándose
-
en nuestra conciencia mental.
-
No penetrarán en lo más hondo.
Buda lo dijo a menudo.
-
No es que Buda no albergue deseo sexual,
-
o ira, o tristeza,
-
es solo que no permite que esas emociones
sigan ya inundando su mente.
-
Ha tomado la decisión de cortar con ellas.
-
Puede ver una mujer desnuda,
-
pero eso no penetra hasta tocar la semilla
-
de deseo sexual en su conciencia.
-
Sabe que esa no es la verdadera libertad.
-
Que no puede encontrar felicidad verdadera
-
en una relación sexual.
-
Solo... La verdadera felicidad solo
se encuentra dentro de cada uno,
-
en su cuerpo, en su mente,
-
en cultivar la paz, la alegría, la calma
y comprender la naturaleza de la mente.
-
Esas tentaciones ya no nos arrastran.
-
Y si tenemos una relación sexual,
tampoco somos arrastrados
-
por la imagen que tenemos
de la otra persona.
-
Podemos mirarla a los ojos y verla
tal como es en realidad.
-
Lo practicamos como meditación.
-
Si somos practicantes laicos,
-
no tenemos el compromiso
que tenemos nosotros los monásticos.
-
No quiero que salgan de aquí pensando:
"¡Cielos!
-
¡Tengo que hacerme ya monje o monja!".
-
Pero tenemos que aprender a cuidar
de ese deseo en nosotros
-
para que la pasión no nos ciegue.
-
Esto es comprender
esta energía vital del espíritu.
-
Comprender nuestra mente.
-
Hemos de comprender la forma
en que todo esto
-
estimula sin cesar semillas
en nuestra conciencia.
-
Y luego, tocamos la libertad.
Liberar la mente.
-
[12 liberar la mente]
-
La mente ya no está esclavizada,
ya no somos arrastrados fácilmente
-
por las imágenes.
-
Queridos hermanos y hermanas,
gracias por estar aquí,
-
y contribuir a observar con hondura
esta energía del deseo sexual.
-
Los animo a investigar las etapas
siguientes de la respiración consciente,
-
la concentración en la impermanencia,
dejar ir, abandonar todo deseo,
-
la extinción de nociones, nirvana,
en sus propias prácticas aquí.
-
No hay más tiempo.
-
Pero quiero compartir,
-
como hombre,
-
y como monje,
-
que soy consciente
de nuestra historia ancestral,
-
que hay mucho por empezar de nuevo
en esta materia.
-
Y entrando en el siglo XXI
-
espero que podamos hacerlo juntos,
-
que podamos aprender de esas semillas,
de cómo usamos la violencia, el poder,
-
el miedo en el pasado,
-
porque no comprendíamos
la enseñanza de Buda.
-
No sabíamos poner en práctica
esta comprensión
-
del deseo sexual. Así,
-
con toda humildad, debemos aprender
a empezar de nuevo como hombres,
-
en particular.
-
El movimiento #MeToo nos ayuda,
es una campana de plena conciencia
-
que ayuda no solo a los hombres,
pero sobre todo a los hombres
-
a investigar esta cuestión
como entrenamiento
-
para que en el futuro podamos transformar
-
y vivir de nuevo,
o quizá por vez primera,
-
en una armonía y paz verdaderas,
-
en hermandad y fraternidad.
-
Quiero acabar pidiéndoles su apoyo.
-
Dos de nosotros acudirán
la próxima semana a una conferencia
-
sobre "La dignidad de los niños
en el mundo digital".
-
Se celebra en los Emiratos Unidos.
Thay ha sido invitado para representar,
-
como líder budista, para representar
-
a la comunidad
-
para indagar en la situación de los niños
-
que están siendo explotados para
pornografía en línea.
-
Es una reunión de líderes
de diversas tradiciones,
-
musulmanes, cristianos, judíos
y otras tradiciones, budistas,
-
y Thay no irá en persona
pero irán dos hermanos
-
a colaborar. Los agradezco por darme
la oportunidad de hablar de este tema hoy,
-
porque...Estoy agradecido a Thay
por haber puesto en los entrenamientos:
-
"Haremos todo lo posible para
proteger a los niños de abusos sexuales,
-
y para evitar que se rompan parejas y
familias por conductas sexuales erróneas."
-
Les pido que envían energía
a los niños de todo el mundo
-
que se ven en situaciones de ese tipo
por nuestra incapacidad
-
de cuidar de nuestra energía
de deseo sexual.
-
Los esclavizan para explotarlos
en Internet
-
para satisfacer nuestro deseo sexual.
-
Y es una gran campana
de plena conciencia para nosotros.
-
Les ruego que disfruten
de la meditación caminando,
-
seguiremos la semana próxima
estudiando con detenimiento
-
los entrenamientos.
Muchas gracias.
-
(Campana)
-
(Campana)
-
(Campana)
-
(Campana)