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Bienvenido
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a nuestra meditación guiada para dormir.
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Para llevarte gentilmente a una
relajación profunda.
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Encuentra una posición comoda en tu cama,
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descansando sobre tu espalda,
con los brazos a los lados.
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Cierra tus ojos suavemente.
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Toma una respiración profunda,
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exalando lentamente,
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mientras te acomodas en un estado
de tranquilidad.
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Trae tu atención a tu respiración.
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Siente el suave ascenso,
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en lo profundo de tu pecho
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con cada inhalación
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y exhalación.
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Respira profundamente
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y mientras exalas
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suelta cualquier tensión que pueda
estar retenida en tu cuerpo.
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Con cada respiración,
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siente una sensación de relajación
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envolviendote.
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El aliento,
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sirve como un ancla,
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enraizandonos
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en el momento presente.
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Ahora dirige tu atención al cuerpo.
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Siente el punto de contacto
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entre tu cuerpo y la superficie
debajo de ti.
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Nota la sensación en tus pies,
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piernas
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y torso.
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Si encuentras algunas áreas de tensión
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respira hacia ellas,
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y permíteles relajarse
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y liberarse.
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Cuando los pensamientos surjan
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déjalos ir y venir
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y pregúntate
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¿a quién pertenecen estos pensamientos?
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Si surgen emociones mientras
estás allí acostado,
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pregúntate
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¿a quién pertenecen
estas emociones?
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Ambos, pensamientos y emociones son
distracciones
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que surgen en la mente
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¿Quién es consciente de estos
pensamientos y emociones?
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Tan pronto como los notes
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los pensamientos,
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las emociones,
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trae tu atención de vuelta
a tu respiración.
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Si surge un estado de dicha
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reconoce que incluso la dicha es solo eso
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un estado
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por lo tanto no es permanente.
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Tú
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el ser
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está más que bendecido.
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Tú
-
el ser
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es inmutable.
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A medida que profundizas
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en la relajación
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manten tu atención en Aquel
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que es consciente de todos los estados,
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que vienen y se van,
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mientras te dejas llevar por la noche.
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Ahora
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dirige tu atención al mundo,
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pregúntate a ti mismo
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¿quién soy?
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Permite a la pregunta
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reverberar dentro
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como un eco amable.
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Siente el espacio dentro de ti
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la consciencia silenciosa
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la trascendencia del ruido de la noche.
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Elimina las reglas,
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las etiquetas,
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y las historias que te cuentas a ti mismo.
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Siente la presencia que existe
más allá del yo conceptual.
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Esa presencia,
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ha estado allí tu vida entera,
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inmutable,
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intocable,
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por el mundo exterior.
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Nunca atada,
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ni liberada
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más allá de los conceptos,
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más allá de las experiencias.
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Esa,
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presencia pura,
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eres tú.
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Con cada respiracion
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más profundamente
en el núcleo de tu ser
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abraza el misterio de la autoimposición.
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Que no se trata de encontrar una
respuesta intelectual
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sino de tener una experiencia directa
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con la verdadera naturaleza.
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Continua respirando profundamente,
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Sientiendo la sensación de paz
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y serenidad.
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Duerme pacificamente,
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sabiendo,
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que el proceso de
autoimposición
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continúa,
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incluso cuando duermes.
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Respira suavemente
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y exala suavemente
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Déjalo ir.
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Reconoce,
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que éste
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es el único
momento que existe.
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Tu consciencia previa,
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el mundo es una ilusión,
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nada más.
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Cuando entiendes esto completamente
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los deseos se desvanecen,
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encuentras paz
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de verdad.
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No hay nada.
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Eres puro.
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Nada te toca.
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¿A qué hay que renunciar?
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Déjalo todo ir.
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El cuerpo,
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y la mente.
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Déjate disolver.