-
Nuestros cerebros son tan eficientes y silenciosos
-
al realizar sus operaciones cotidianas
que tendemos a pasar por alto
-
el extraordinario y complejo logro
que es sentirse sano mentalmente
-
Una mente en estado sano está constantemente realizando
-
una serie de maniobras casi milagrosas
-
que sustentan a nuestros estados de ánimo con lucidez y propósito.
-
Para poder apreciar lo que sería la salud mental
-
y, por tanto, lo que implica lo contrario,
-
podríamos tomarnos un momento para tener en cuenta
-
parte de lo que pasa entre los pliegues de una mente con un funcionamiento óptimo.
-
Primero que nada, una mente sana es aquella que edita,
-
un órgano que logra cribar,
-
a partir de miles de pensamientos dispersos, exagerados, desconcertantes u horrorosos,
-
ideas y sensaciones concretas que deben tenerse en cuenta de forma activa
-
para que podamos dirigir nuestras vidas de forma eficiente.
-
En parte, esto implica mantener a raya juicios punitivos y críticos
-
que podrían querer repetirnos lo deplorables y atroces que somos,
-
mucho después de que esa severidad haya dejado de tener un fin práctico.
-
Cuando nos entrevistan para un trabajo o cuando tenemos una cita con alguien,
-
una mente sana no nos obliga a escuchar a voces interiores
-
que insisten en lo poco que valemos.
-
Nos permite hablarnos a nosotros mismos como haríamos con un amigo.
-
A la vez, una mente sana resiste la tentación de las comparaciones injustas.
-
No deja que los éxitos y logros de los demás
-
nos afecten constantemente
-
y nos reduzcan a un estado de amarga ineptitud.
-
No nos tortura
-
constantemente comparando nuestra situación a la de personas
-
que, realmente, se han criado y han tenido trayectorias vitales muy distintas.
-
Una mente que funciona correctamente
-
reconoce la futilidad y crueldad de tratar de encontrar fallos constantemente
-
en su propia naturaleza.
-
Por el camino, una mente sana mantiene un control sensato sobre el grifo del miedo.
-
Sabe que, en teoría,
-
hay un sinfín de cosas que podrían preocuparnos:
-
podría fallarnos un vaso sanguíneo,
-
podría estallar un escándalo,
-
los motores de los aviones podrían desprenderse de sus alas...
-
pero se ha hecho una buena idea de la distinción
-
entre lo que sería posible que sucediera
-
y lo que es probable que, de hecho, suceda.
-
Y es capaz de dejarnos en paz
-
en lo que respecta a las eventualidades más salvajes del destino,
-
con la confianza de que no sucederán cosas terribles
-
o estas podrán resolverse de forma bastante eficaz
-
si alguna vez suceden.
-
Una mente sana evita las fantasías catastróficas.
-
Sabe que hay escalones de piedra estables
-
y no una pendiente empinada y resbaladiza
-
entre ella misma y el desastre.
-
Una mente sana tiene compartimentos con puertas pesadas que cierran de forma segura.
-
Puede compartimentar si lo necesita...
-
no todos los pensamientos corresponden a todos los momentos.
-
Cuando hablamos con una abuela,
-
la mente impide que aparezcan imágenes de las fantasías nocturnas de la noche anterior.
-
Cuando cuidamos a un niño,
-
puede reprimir sus ideas más cínicas y misántropas.
-
Los pensamientos aberrantes de saltar a una línea de tren
-
o de autolesionarse con un cuchillo afilado
-
pueden mantenerse como breves y peculiares destellos
-
en lugar de ser fijaciones repetitivas.
-
Una mente sana domina las técnicas de censura.
-
Una mente sana puede acallar sus propio hervidero de preocupaciones
-
para, en ocasiones, poder centrarse en el mundo más allá de sí misma.
-
Puede estar presente y comprometida con las cosas y personas más próximas.
-
No todo lo que es capaz de sentir debe sentirse en todo momento.
-
Puede ser buena oyente.
-
Una mente sana combina una sospecha adecuada hacia ciertas personas
-
con una confianza fundamental hacia la humanidad.
-
Puede asumir un riesgo inteligente con un extraño.
-
No extrapola a partir de los peores momentos de la vida
-
para destruir la posibilidad de que surja nada bueno
-
de una nueva amistad.
-
Una mente sana sabe tener esperanza.
-
Identifica y luego se agarra con tenacidad
-
a unos pocos motivos para seguir adelante.
-
Por supuesto, hay razones para la desesperación, el enfado y la tristeza por todas partes.
-
Pero la mente sana sabe
-
cómo hacer un paréntesis en aras de la resistencia.
-
Se agarra a los indicios de lo que sigue siendo bello y amable.
-
Se acuerda de ser agradecido.
-
A pesar de todo,puede seguir teniendo g anas de un baño caliente,
-
unos frutos secos o chocolate negro,
-
una charla con un amigo
-
o una jornada laboral gratificante.
-
Se niega a ser silenciada
-
por todos los muchos argumentos razonables
-
a favor de la rabia y el desalienro.
-
Esbozar algunos de los rasgos de una mente sana
-
nos ayuda a identificar lo que puede torcerse
-
cuando enfermamos.
-
Deberíamos reconocer hasta qué punto la enfermedad mental
-
es, en definitiva, tan común y tan poco vergonzoso
-
como su homóloga física.
-
La verdadera salud mental
-
supone la aceptación sincera de todos los problemas de salud que tiene que haber
-
hasta en la vida más aparentemente competente y plena.
-
Y no deberíamos dudar más en buscar ayuda
-
que cuando desarrollamos una infección respiratoria o un dolor de rodilla
-
y no deberíamos considerarnos menos merecedores de amor y empatía.
-
Nuestra tienda virtual tiene una serie de libros y regalos
-
que tratan los aspectos de la vida más importantes y a menudo olvidados.
-
Haz clic para saber más.