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Si lo haces bien, debe sonar así:
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TIC-tat, TIC-tat, TIC-tat,
TIC-tat, TIC-tat, TIC-tat.
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Si lo haces mal, suena así:
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tic-TAT, tic-TAT, tic-TAT.
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[Cosa pequeña. Idea grande.]
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[Kyra Gaunt habla de la soga de saltar]
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La soga de saltar es un objeto muy simple.
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Puede ser de cuerda,
de hilo de tender, del cordel.
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Está como... torcida.
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No sé cómo describirla.
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Lo importante es que sea de cierto peso
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y que haga ese sonido como de látigo.
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No está claro cuál es el origen
de la soga de saltar.
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Hay evidencia de que se originó
en el Antiguo Egipto, o en Fenicia,
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y que luego probablemente viajó
a Norteamérica con los colonos holandeses.
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La soga se hizo popular
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cuando la ropa femenina
se hizo más ajustada
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y nació el pantalón,
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así que las chicas podían saltar
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porque sus faldas
no se enredaban en las sogas.
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Las institutrices la usaban
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para entrenar a los niños
a saltar la soga.
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Hasta los niños africanos
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previamente esclavizados
en el Sur prebélico
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saltaban la soga también.
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Durante los años 50, en Harlem,
Bronx, Brooklyn, Queens,
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se podía ver a muchas chicas
jugando con sogas en la vereda.
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A veces usaban dos sogas
y las giraban juntas al unísono,
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pero las podían separar
y hacerlas girar una sobre otra,
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como hace una batidora.
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La soga de saltar marcaba el tiempo
a intervalos regulares...
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tic, tic, tic, tic...
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sobre el cual se podían añadir
rimas y ritmos y cantos.
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Esas sogas generaron un espacio
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en donde podíamos contribuir a algo
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mucho más grande que el barrio.
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El salto de doble soga sigue siendo
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un símbolo potente de cultura e identidad
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para las afroestadounidenses.
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Entre los años 50 y los 70,
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las chicas no debían hacer deportes.
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Los chicos jugaban béisbol,
básquetbol y fútbol americano,
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y las chicas no podían jugar.
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Mucho ha cambiado, pero en esa época,
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las chicas dominaban el patio de recreo.
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Se aseguraban de que los chicos
no fueran parte de eso.
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El espacio era de ellas; un espacio
de poder para las chicas,
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donde ellas podían brillar.
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Pero creo que también lo era para chicos
porque escuchaban los cantos,
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y por eso, yo creo,
tantos artistas de hip-hop samplearon
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a partir cosas que escuchaban en
los cantos de chicas afroestadounidenses.
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(Cantando) ... cuarto de libra, papas,
muéstranos cómo giras.
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Cuarto de libra, papas,
muéstranos cómo saltas.
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La canción "Country Grammar"
de Nelly ganó un Grammy
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porque la gente ya conocía eso de...
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"Vamos, vamos chica, por tu calle
en un Range Rover..."
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Ese es el comienzo de "Vamos, vamos
chica, vamos, vamos por la montaña rusa,
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dulce, dulce chica, nunca te suelto".
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Todos los que crecieron
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en una comunidad afroestadounidense urbana
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conocerán esa música.
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Y entonces fue un éxito de inmediato.
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El juego de salto de doble soga
ayudó a preservar estas canciones
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y ayudó a preservar los cantos
y gestos que lo acompañan,
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algo muy natural, a lo que yo llamo
"la oralidad cinética"...
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es decir, el boca a boca y boca a cuerpo.
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Es eso que se transmite por generaciones.
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En cierta forma, la soga
es lo que ayuda a transmitirlo.
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Necesitamos algún objeto
para transmitir la memoria.
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Entonces se puede usar una soga
para muchas cosas diferentes.
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La soga atraviesa culturas.
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Y creo que perduró en el tiempo
porque la gente necesita moverse.
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Creo que a veces los objetos
más sencillos pueden tener
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los usos más creativos.