Cómo la meditación puede remodelar nuestros cerebros - Sara Lazar en TEDxCambridge

Los sorprendentes escáneres cerebrales de la neurocientífica Sara Lazar muestran que la meditación puede en realidad cambiar el tamaño de las regiones clave de nuestro cerebro, que mejoran nuestra memoria y nos hacen más empáticos, compasivos y resistentes al estrés.

Buenos días.

Cuando era estudiante universitaria, era corredora

y un amigo y yo decidimos que íbamos a correr el Maratón de Boston.

Así empezamos a entrenar y entrenamos de más

por eso tuve problemas de rodilla y espalda.

Entonces acudí a un fisioterapeuta

y me dijo que tenía que dejar de correr

y hacer estiramientos en su lugar.

Cuando dejé la consulta de la fisioterapeuta

vi un anuncio sobre clases de yoga vigorosas

que prometían no sólo aumentar la flexibilidad,

sino que también mejoraban la fuerza y
la capacidad cardiorespiratoria.

Pensé, bueno, esta es una forma estupenda

de hacer estiramientos y también de
mantenerme en forma

y quizá podría incluso correr el
Maratón de Boston.

Entonces acudí a la clase de yoga que,
de verdad, disfruté,

excepto cuando el maestro hacía toda
clase de afirmaciones,

ya saben, todo tipo de aseveraciones médicas,
que afirman

que te ayudarán...

"Aumentarás tu compasión, abrirás tu corazón"
y yo...

recuerdo que cerraba los ojos...

pensando, sí, sí, sí, estoy aquí para
hacer estiramientos.

(Risas)

Pero lo que resultó interesante fue que
tras un par de semanas

empecé a notar algo de estos cambios,

empecé a notar que estaba más tranquila y me sentía mejor capacitada

para manejar situaciones difíciles, y de hecho,
me sentía más compasiva

y con el corazón abierto hacia otras personas,

y podía ver mejor cosas desde el
punto de vista de otros.

Y bueno, me dije ¿cómo es esto posible?

¿cómo es esto posible?

Pensé, bueno quizá sea una placebo ¿no?

Ella me dijo que me sentiría así y quizá
por eso, lo sentía.

Entonces decidí hacer una búsqueda para ver si había alguna investigación al respecto.

Y he aquí, que había bastante

que mostraba que el yoga y la meditación son
muy efectivas para reducir el estrés,

también son muy buenas para reducir síntomas asociados con numerosas enfermedades

incluyendo depresión, ansiedad, dolor e insomnio.

Hay un par de estudios muy buenos que
demuestran que puede, en efecto,

mejorar la habilidad de prestar atención y más interesante, pienso,

que prácticamente cada estudio muestra
que la gente es más feliz.

Reportan que están más satisfechos con su vida y que tienen una calidad de vida más alta.

Y esto me interesaba.

Entonces decidí cambiar y empezar a hacer
este tipo de investigación.

Como enfermera científica,
¿cómo podía ocurrir esto?

¿Cómo puede algo tan tonto como
una postura de yoga

o sentarse y observar tu respiración,

cómo puede llevar a todos estos
cambios tan diferentes?

Lo que sabemos es que al repetir un
comportamiento una y otra vez,

esto puede conducir a cambios en el cerebro.

Esto es a lo que se refiere
la neuroplasticidad,

lo que esto significa es que el cerebro es plástico y

que la experiencia puede cambiar cómo
las neuronas se comunican entre sí.

Así, existen varios estudios que demuestran

que se puede detectar esto usando máquinas parecidas a las de IRM.

El primer estudio era sobre malabares.

Tomaron personas que nunca antes
habían hecho malabares,

los escanearon y luego les enseñaron
a hacer malabares,

y les dijeron que continuaran practicando
durante tres meses.

Los trajeron de vuelta después de tres meses y los escanearon por segunda vez,

y encontraron que era posible detectar
con la máquina de IRM

cambios en la cantidad de materia gris en el
cerebro de estas personas

en áreas que son importantes para detectar
el movimiento visual.

Entonces pensé, bueno, tres meses...

¿Puede la meditación también cambiar
la estructura del cerebro?

Algo tan simple como, bueno, como
hacer malabares,

¿qué tal la meditación?

Así en el primer estudio que hicimos,

reclutamos a un montón de gente de Boston

que ni eran ni monjes ni maestros
de meditación,

eran simples hijos de vecinos que
practicaban meditación

en promedio de 30 a 40 minutos al día,

y los pusimos en un escáner

y los comparamos con un grupo de gente que demográficamente afín,

pero que no meditaba.

Y esto es lo que descubrimos:

en efecto hay algunas regiones del cerebro

con más materia gris en el caso de los meditadores comparados con el grupo de control.

Una de las regiones que voy a resaltar

está aquí en el frontal del cerebro,
esta es el área importante

para la memoria funcional y ejecuta
la toma de decisiones

y lo más interesante fue

cuando graficamos los datos en
función de sus edades.

Aquí tienen un cuadro rojo,
los del grupo de control.

Y esto es algo que pueden en efecto ver,

Está bien documentado que
conforme envejecemos,

no sólo aquí, sino en gran parte
de nuestro corteza

en realidad se reduce conforme envejecemos.

Y esta es parte de la razón por la que envejecemos,

es más difícil averiguar las cosas y recordarlas.

Y lo más interesante fue que
en esta región en particular,

los meditadores de 50 años tenían la misma cantidad de corteza que los de 25 años,

lo que sugiere que la práctica de meditación puede en verdad atrasar o prevenir

el deterioro natural asociado con la edad en la estructura cortical.

Bueno ahora, los críticos que fueron muchos,

decían bueno, los meditadores, son raros.

Quizá ya estaban así antes de empezar
a practicar ¿no?

Muchos de ellos eran vegetarianos, entonces quizá tiene algo que ver con su dieta,

o algo más con su estilo de vida.

Puede que no sea la meditación sino algo más, ¿cierto?

Y para ser justos, bueno, eso podía ser cierto.

El primer estudio no cubría eso,

entonces hicimos un segundo estudio.

En este estudio lo que hicimos fue, tomar a gente que nunca antes hubiera meditado

y los pusimos en el escáner y luego los pusimos

en un programa de 8 semanas de reducción de estrés basado en meditación,

en el que se les decía que meditaran
todos los días de 30 a 40 minutos.

Al final de los 8 semanas los volvimos a escanear

y esto fue lo que encontramos.

Lo que ven es que varias áreas se
hicieron más grandes.

En esta diapositiva podemos ver el hipocampo,

y en la gráfica, el grupo de control está
en azul y los meditadores

están en rojo, y lo que ven es que el hipocampo,

que es el área importante para el aprendizaje
y la memoria,

y para la regulación de emoción; y fue
interesante ver

que gente con depresión y trastorno de estrés tenían menos materia gris en esta región.

Otra región que identificamos fue la unión temporoparietal

que está aquí arriba de la oreja,

importante para la perspectiva,
empatía y compasión.

Y otra vez, la gente reporta cambios
en ambas funciones al

empezar a practicar meditación y yoga.

Otra región que identificamos fue la amígdala.

Y la amígdala es la parte emocional del cerebro

Aquí encontramos una disminución de materia gris.

Y lo interesante fue que el cambio
en materia gris

estaba relacionado con el cambio en estrés.

Entre más reducción de estrés reportaba la gente,

menor se hacía su amígdala.

Fue de verdad interesante, porque era
como el paralelo y opuesto

que algunos estudios de animales muestran.

Colegas que usan roedores,

tomaron roedores felices, normales

los tenían en sus jaulas y midieron

su amígdala, y los pusieron en un régimen
de estrés de 10 días.

Tras los 10 días, les midieron su amígdala

y esta misma parte análoga del cerebro
de la rata creció.

Nosotros encontramos una disminución del estrés, ellos un incremento del estrés.

Lo interesante fue que luego dejaron
a los animales solos

y tres semanas después regresaron y
les hicieron pruebas otra vez.

Tres semanas después, la misma parte de la amígdala seguía siendo grande

y los animales, aun cuando estaban
en sus jaulas originales

donde eran felices, actuaban todavía con estrés,

estaban, bueno, arrinconados en la esquina,

y no exploraban el lugar como la hacían antes.

Y eso es el exacto opuesto de lo
observado en humanos,

porque en humanos, nada había
cambiado en su ambiente.

Seguían con sus trabajos estresantes,

todos los problemas difíciles seguían
siendo difíciles

y la economía seguía apestando,

pero bueno, su amígdala se encogía y
reportaban menos estrés.

Todo esto muestra que el cambio en la amígdala

no responde al cambio en el ambiente,
sino más bien representa

el cambio en la reacción de la gente o
la relación con el ambiente.

Otra cosa que muestra el estudio,

no era solo que la gente decía:
"Me siento mejor".

O que era una respuesta placebo o que
intentaban complacernos,

sino que en realidad había una razón
neurobiológica del porqué decían

sentirse menos estresados.

Entonces la idea que quisiera compartir con Uds.,
es que la meditación

puede literalmente cambiar su cerebro.

Gracias.

(Aplausos)