¿Cómo controlar una energía muy fuerte?

Sesión de preguntas y respuestas con Thay, mayo de 2014. Pregunta nº 5

Plum Village, Francia
El maestro zen Thich Nhat Hanh responde

Siento una energía muy fuerte
y no puedo controlarla.

¿Cómo puedo enfocar esa energía
para hacer algo por el mundo?

Querido Thay, querida Sangha,

tengo una pregunta.

A veces en lo profundo de mi alma

siento locas energías,
realmente locas y poderosas.

Es algo que no puedo controlar.

Se siente como…algo realmente
muy profundo dentro...

tan brillante, tan profundo, tan poderoso.

Y no he sido capaz de controlar
nada de estas energías en mi vida.

Y me lleva a lugares y situaciones
donde no puedo controlar nada.

Realmente extremas.

Debido a que esa energía es muy fuerte.

Algunas veces me siento victima de ella.

Por ejemplo, si quiero conocer
algo del mundo,

viajo y dejo que esa energía me guíe

y llego a lugares donde hay guerra
o situaciones muy extremas.

Y no estoy lista para aceptar eso,
pero tengo mi respuesta.

Mi energía me da la respuesta.

Yo sé que es complicado.

Y ahora quiero entrar al tema
de la propia energía poderosa que tengo.

Deseo que mi alma...
Quiero ser una...

Quiero dirigir esa energía
a un punto preciso.

Me siento muy pequeña para hacer eso,
porque la energía es enorme.

Siento como si esa energía
se hubiera vertido en mí.

Y no sé cómo dirigirla
como un ser humano en la sociedad

a un punto grande, un punto claro,
como a hacer algo...

algo realmente concreto.

Trato de estar
en plena consciencia durante eso

y trato de respirar profundamente

y dejar que las cosas lleguen.

Pero quiero saber si Thay
tiene algún consejo sobre esto.

Espero ser clara.

Gracias.

¿Puedes repetirlo?

¿Un resumen?

(Sr. Pine) Nuestra amiga dice que tiene
una energía muy profunda

y muy poderosa dentro de ella

y algunas veces siente que está

a merced de esta energía.

Le obliga a hacer esto, aquello,

y algunas veces quizá
no en la mejor dirección para ella.

Y quiere tener mayor manejo
de la energía.

Quiere poder tener una elección
más consciente sobre la dirección

y enfocar las energías
para hacer algo concreto y positivo.

Trata de practicar
la plena consciencia y respirar

pero cree que no es suficientemente hábil
para manejar las energías.

Esa energía puede ser muy fuerte

y quizá la plena consciencia
no tenga el poder suficiente.

Y queremos controlarla.

Pero la práctica de Plum Village
no es para controlar,

porque si quieres controlar,

estás reprimiendo de alguna manera

lo que quieres controlar.

La plena consciencia es solo
reconocerla como es

sin tratar de controlar.

Antes que nada, usamos
la plena consciencia

de respirar y caminar

para reconocer lo que es,
para decirle hola a eso.

No tratamos de controlar,
de reprimir.

Y tenemos a saber que esa energía

puede haber sido transmitida
por nuestro padre, madre o ancestros.

Eso también lo hemos recibido
de nuestros ancestros y de la sociedad.

Así que queremos comprender

cuál es la fuente de esa energía,
de dónde vino.

Lo que nos interesa es reconocerla
y comprenderla en lugar de controlarla.

Puede ser una energía de hábito,

un hábito que se ha formado durante
muchas generaciones,

un tiempo superior
al de nuestra vida.

Ese hábito, ese patrón de pensamiento,
de hablar o de actuar

puede haber estado ahí
desde hace mucho tiempo.

Lo heredamos de nuestros padres
y nuestros ancestros.

Lo que tenemos que hacer es
reconocerlo y aceptarlo como es.

Si sabemos cómo aceptarlos como son,
nos sentimos mejor de inmediato.

Y no estés ansiosa por controlar.

Reconocerlo, eso se llama
simplemente reconocer.

Al inhalar, lo reconozco.

Y cuando lo reconozcas tal como es

ya no podrá empujarte a hacer cosas
que no quieres hacer.

No tienes que deshacerte de él.

No tienes que controlarlo.

No tienes que reprimirlo.

El hecho de que lo reconozcas como hábito
puede traerte ya mucha libertad.

Hace veinte años,
había un joven americano

practicante del Upper Hamlet.

Un día, le pidieron los hermanos que fuera
a hacer las compras de la comunidad.

Estábamos celebrando
el Día de Acción de Gracias.

Los grupos pertenecientes a diferentes
nacionalidades debían cocinar

un plato para ofrecer
en el altar de los ancestros.

El grupo de norteamericanos quería

hacer un pastel de calabaza,
que es algo muy americano.

El grupo de italianos cocinaría
un plato italiano.

Y pondríamos la ofrenda
en el altar de los ancestros.

Durante la ceremonia,
nos ponemos en contacto

con nuestros ancestros
dentro de nosotros.

Así que el joven fue enviado por la sangha
al pueblo cercano a hacer compras.

Después nos dijo que
cuando fue a Saint Foy La Grande

a hacer la compra, de pronto
se dio cuenta que estaba

tratando de hacer la compra rápido
para terminar,

ansioso por hacerlo rápido
y terminar lo que tenía que hacer.

Pero unas semanas antes
él no había tenido esa sensación

porque estaba en Upper Hamlet

y estaba abrazado
por la energía colectiva de los hermanos,

haciendo todo despacio,
conscientemente y disfrutándolo.

Durante esas dos semanas,
lo estaba haciendo muy bien,

caminando, sentado, cocinando
con los hermanos en el Upper Hamlet,

pudo hacerlo despacio,
con plena consciencia.

Todo fue muy bien.

Pero cuando lo enviaron a
Sainte Foy La Grande, estaba solo.

No tenía guía ni estaba abrazado

o apoyado por la energía colectiva
de la plena consciencia.

Por eso se perdió.

La energía del viejo hábito volvió

y lo empujó a comprar de prisa
para terminar pronto.

De repente recordó, reconoció,
esa energía de estar apurado,

y se dio cuenta que esa
era la forma de ser de su madre.

Ella siempre era así.

Así que en el momento en que él inhaló
y reconoció el hábito de energía, dijo:

"Hola mamá,
sé que estás ahí, con tu hábito."

De pronto, se calmó de nuevo
y continuó haciendo su compra

con plena consciencia
y con alegría otra vez.

Esto significa que el hábito de energía
una vez reconocido, no puede empujarte más

a hacer lo que no deseas hacer,
lo que no quieres decir.

Porque muchos de nosotros
somos víctimas de ese tipo de hábito.

Hay cosas que no queremos decir,
hay cosas que no queremos hacer.

Sabemos que decirlo, hacerlo

nos traerá sufrimiento
a nosotros y a la otra persona.

Lo sabemos muy bien,

no queremos decirlo o hacerlo.

Pero cuando llega esa situación,

la energía del hábito nos empuja
a hacerlo o decirlo.

Y después de hacerlo,

después de decirlo, nos arrepentimos.

Nos golpeamos el pecho,
jalamos nuestro cabello

y decimos: "Lo sabía,
no debería hacer eso,"

"no debería decir eso,
pero, ¿por qué lo hice o lo dije?"

Y me prometo a mí mismo que la próxima vez
cuando esta situación se presente

no lo volveré a hacer,
no volveré a decir eso.

Y eres muy sincero.

Pero cuando llega el momento,

haces exactamente lo mismo
una vez y otra y otra vez.

Esa es la energía del hábito.

La práctica de Plum Village es

respirar conscientemente,
caminar conscientemente

para reconocer esa energía.

No tratar de controlarla.

No tratar de destruirla.

Sólo sonríe y repite: "¡Hola!
Mi vieja amiga, sé que estás ahí."

"No puedes llevarme
a hacerlo más otra vez.”

"No puedes empujarme a decirlo más."

Entonces, reconocer simplemente,
te da libertad

y si continúas practicando

tu energía de hábito se transformará
despacio, despacio.

Si hay buenas energías de hábito,
podemos ayudarlas a crecer.

Y si tenemos un propósito en la vida,

si tenemos buena voluntad y deseo

de transformarnos y ayudar
a las personas a sufrir menos,

si sabemos exactamente
lo que queremos hacer,

entonces, nutrimos ese tipo de deseos.

Y si mantenemos esa intención viva,

nos recordaremos cada día
de nuestra intención

y entonces esas otras energías pueden
ayudarnos a nutrir nuestra buena intención.

Eso es un tipo de nutriente, un nutrimento
que se llama volición, buenas intenciones.

Así que una persona con
una buena intención para

crear una energía positiva
para él o ella y para el mundo,

podrá usar toda la energía
que haya en él o ella para ese propósito.

Entonces, la respuesta tiene dos aspectos:

el primero es reconocerla

y el segundo es canalizarla
en la dirección que creemos va a servir.

Conecta, inspírate, nútrete