Al ser para el pueblo, debe ser del pueblo: Étienne Chouard en TEDxRépubliqueSquare

En 2005, antes del referéndum europeo, mientras enseñaba economía y derecho, Étienne Chouard analizó minuciosamente el borrador de la Constitución Europea. Y descubrió algo que lo cambió para siempre. Tuvo un despertar político. Desde entonces, y de forma independiente de cualquier organización política, nos advierte de nuestra apatía, denuncia nuestra responsabilidad y quiere restaurar el verdadero significado de la democracia. Su lema: la Constitución escrita por los ciudadanos y los representantes elegidos por sorteo.

Hablaré de democracia.

Pero de la verdadera.

¡De esa que no existe!

De esa que, creo, nos permitiría
salir de este apuro.

Soy profesor en Marsella
y en 2005 empecé a ver la luz.

Mi conciencia política se despertó
gracias a un debate público en Francia

donde nos consultaban sobre una supuesta
"constitución" [Tratado europeo].

Al leerla, me enojé,
me pareció que era peligroso.

Escribí un texto de unas 10 páginas,
más de 10 páginas de notas.

Luego lo subí a mi página web.

Lo envié a mis pocos contactos,
sin reacción, como el que oye llover

y ocurrió algo que cambió mi vida.

La gente se apoderó de esto porque
correspondía a algo que le faltaba.

Durante meses, pasé noches intentando
contestar a estas personas,

en particular a las que no
estaban de acuerdo conmigo,

tratando de demostrarles
que estaban equivocados.

Paulatinamente, la prensa, la tele,
la radio empezaron a tratar de este tema...

Vinieron a casa.

El contador de mi web se disparó.

¡Había 40 000 visitas al día!
12 000 correos electrónicos en 2 meses.

Por fin, retrospectivamente,
me di cuenta de que la mirada

de los demás me estaba transformando,

dándome una fuerza tremenda.

No solo las miradas de los que esperaban
algo de mí y que no debía decepcionar,

sino también las miradas
de los que no se fiaban de mí,

que decían que yo era un impostor,
que no tenía ninguna legitimidad,

y quería demostrarles que
se estaban equivocando.

Todas estas miradas me daban
una energía considerable.

Y esto sigue aún vigente.

He descubierto que no era nada nuevo, sino que
los atenienses ya lo llamaban "verecunia", vergüenza.

Me parece que es un concepto
muy interesante y esencial.

Para los atenienses,
el buen ciudadano

daba importancia
a las miradas de los demás.

Eso lo llevaba a ser virtuoso.

Cuando los demás contaban con él,
y le recompensaban con sus miradas,

le producía la sensación
de ser virtuoso.

Y cuando los demás
le miraban con reprobación,

eso lo incitaba a no alejarse
del camino de la virtud.

¡Y es verdad que funciona!

Los que tienen "verecunia"
son más virtuosos que los demás.

Y al contrario, los que no tienen "verecunia"
son extremadamente peligrosos.

Hasta tal punto que en esa época... en la cual
las costumbres eran más brutales que las nuestras...

Bueno, tampoco tenemos que condenarlos
a la pena de muerte, pero...

podríamos evitar darles responsabilidades.

Desde luego, me esfuerzo para... ¿Para qué?

Intenté primero entender la causa
de las injusticias sociales.

Intenté encontrar la causa principal
de todas las injusticias sociales.

Luego, descubrí, con asombro, las ideas geniales
que fundaban la democracia ateniense.

Una verdadera democracia.

Yo retomo varias palabras y trato
de darles sentido. Palabras importantes.

Palabras cuyo sentido ha sido mal interpretado
desde hace por lo menos 200 años.

Finalmente, trato de imaginar...
¡y es un trabajo tremendo!

No pretendo adueñarme de la verdad.

Estoy estudiando, construyendo
y consolidando una idea.

Trato de encontrar instituciones,
buenas instituciones,

que nos puedan proteger a todos
nosotros de los abusos de poder.

Cuento con buenas instituciones
para incitarnos a ser virtuosos.

No cuento con ciudadanos virtuosos.
No creo en eso.

Creo que cada uno de nosotros
tiene una parte buena y una parte mala.

No obstante, buenas instituciones
pueden llevarnos a la virtud.

De la misma manera, que pueden alejarnos

del interés general y del bien común,
tal y como sucede hoy en día.

En esta búsqueda, uso un método estupendo,
aconsejado por un antiguo doctor:

Heródoto (Hipócrates, error).

Él decía: "Busca la causa de las causas".

Y lo aplico siempre.

El decía:

Cuando hay un problema que resolver,
una enfermedad que curar,

obviamente, no trates
de combatir los efectos.

No arreglarás nada.

¡Tampoco combatas las causas!

Son múltiples.
¡La solución no está allí!

Es más eficaz buscar entre
todas las causas, la causa principal.

Al menos una de las causas principales
que determinan las otras.

Esta es la que necesitamos.

Es la que estoy buscando.

Entonces.

Todos mis amigos opositores,
que conocí en política

y con quienes comparto todas estas luchas,
combaten desde siempre.

Hice un esquema piramidal para enseñaros la variedad
de los temas a los que la gente se opone.

Me sorprende que todos estos opositores
se centren en... asuntos importantes

pero que son solo consecuencias.

Me parece que nadie está intentando
encontrar la causa de todo esto.

Y me parece que encontré...
quizá me esté equivocando,

pero tengo la impresión de haber encontrado una
causa común a todas esas impotencias e injusticias.

¿De dónde provienen todas
estas injusticias sociales?

Me parece que provienen de la falta
de control sobre el poder político

que produce la impotencia popular.

Y pienso que estas injusticias sociales existen
porque la gente "buena", la gente "normal",

no tienen el poder de oponerse.

Todos estos militantes opositores,

dedican su vida a combatir...

y a pesar de ello,
¡no logran cambiar nada!

¿Y eso?

Porque su impotencia política
les impide actuar.

¿De dónde viene esta impotencia política?

Según mi análisis, surge de la Constitución.

Este texto dice que...

no se nos permite revocar
los elegidos ni exigirles cuentas.

No podemos elegir a nuestros candidatos.

No tenemos derecho a un
referéndum de iniciativa popular.

No podemos decidir nada
por nuestra propia iniciativa.

Dejamos que se privatice la moneda porque

la Constitución no impone que sea pública.

No tengo tiempo de dar más detalles.

Pero, en la Constitución, todas
nuestras impotencias están previstas.

¡No cayó del cielo! Está escrito.

Sigo buscando la causa principal...

¿Cómo es posible que todas las Constituciones
del mundo prevean la impotencia de los Pueblos?

No puede ser una conspiración...

siempre y en todos los países.
No puede ser.

Un proceso universal debe
tener una causa universal.

Pienso que lo que genera
estas Constituciones,

que prevean nuestra impotencia
en vez de prever nuestra potencia

y que no nos amparan
de los abusos de poder,

creo que es porque

los autores

tienen un interés personal
de no escribir buenas constituciones,

De no hablar del poder popular.

Son juez y parte,
son políticos profesionales.

Ya estamos cerca de
la causa de las causas.

No es culpa suya, no es que
sean malos y estén podridos.

¡Es culpa nuestra por dejarlos escribir!

Para evaluar la importancia de este error

hay que recordar qué es una Constitución.

El Pueblo, nosotros,
desde hace 2500 años,

necesita tener representantes

para producir y aplicar
un derecho escrito

que nos proteja de la
arbitrariedad de los poderosos.

Así, pues, estos representantes
son muy útiles.

Establecen un derecho para
pacificar nuestra sociedad.

Pero, a la vez, son muy peligrosos:

Si se ponen a abusar de su poder,
a servir los intereses de una casta

en vez de servir el interés general...

Si se ponen a abusar del poder
porque se han vuelto locos...

Porque el poder les vuelve
locos sistemáticamente...

Claro, ¡hace 2500 años que lo sabemos!
El poder enloquece.

Todos los poderes tienden a abusar.

¡Siempre! Lo dijo Montesquieu.

Es como una ley física, implacable.

Y existe una idea genial para
protegernos de este fenómeno:

La Constitución.

¿Qué es la Constitución? Es un texto
que está por encima de los poderes.

No para organizar los poderes...
Los poderes no nos necesitan para organizarse...

Sino para debilitar los poderes.
¡Todos los ciudadanos deberían saber esto!

La Constitución sirve para
inquietar a los poderes.

Para protegernos de los abusos de poder.

Un segundo...

Si los representantes deben
temer a la Constitución...

¡Entonces no deben escribirla!

Si les dejamos escribirla, programarán
su poder y nuestra impotencia.

¡Hasta un niño entiende esto!

Entonces, la idea esencial es:

Los que detienen el poder no deben
escribir las reglas que lo regulan.

No vamos a esperar que renuncien
al poder porque no lo harán nunca.

La solución no es suya, sino nuestra.

Tenemos que impedirles
que escriban las constituciones.

Creo que es la idea
esencial que nos falta.

En esta batalla que va a oponer
la gente "normal" a los

que ejercen el poder hoy en día. Hay...

¡Oh! Hay un temporizador aquí, ¡qué bien!

Hay.... palabras que
están puestas al revés.

Primero, no soy un ciudadano.

Un ciudadano es autónomo,
vota él mismo sus leyes.

Yo soy un simple elector,
soy heterónomo.

Estoy sometido a leyes escritas por otros.

Llamarnos a nosotros mismos
"Ciudadanos" es autoengañarnos.

Alardeamos, ¡pero no somos nada!

¿Qué hacemos en esta supuesta democracia?

¿Qué derechos tenemos?

Podemos elegir amos políticos que van
a decidirlo todo en nuestro lugar durante 5 años.

Son designados entre personas que ni siquiera
hemos elegido. Los más ricos los eligen.

Y, cuando, eventualmente, nos traicionan

¡no tenemos ningún medio para oponernos!

Bueno, es verdad que tenemos
la libertad de expresión.

Pero con absolutamente
ninguna fuerza apremiante.

Podemos hablar por hablar,
si no tiene efecto, está permitido.

Si cambia algo, es una matanza.

¿Y llamamos a esto una democracia?
¡Es culpa nuestra!

Deberíamos rechazar el uso
de estas falsas palabras,

deberíamos negarnos a llamar "democracia" lo que,
en realidad, es estrictamente lo contrario.

Al llamar "democracia" a lo que es
en realidad la negación de nuestros derechos,

contribuimos a nuestra impotencia política.

Llamar a esto democracia nos impide
formular la solución.

Necesitamos democracia pero
no llegamos a expresarlo,

porque la palabra democracia ya se usa
para nombrar a su contrario.

¡Es genial haber invertido las palabras!
¡Es de Gran Hermano, absolutamente!

No ocurrió por casualidad.

Esto no estaba bien al principio, en 1789...

y luego se deterioró. ¡No, no ocurrió así!

Sieyès, un gran pensador
de la Revolución Francesa,

un mandamás del año 1789, dijo:

"Los ciudadanos que dejan
que otros les representan

(...)

deben renunciar a hacer
ellos mismos las leyes.

No tienen ninguna voluntad
particular que imponer.

Si lo hicieran, dictar leyes,

Francia no sería este estado
representativo sino un estado democrático.

El Pueblo, sigue citando Sieyès,

en un país no democrático --Y Francia
no lo puede ser-- no puede hablar,

ni actuar sin que sea por
la vía de sus representantes.

¡Este tipo no era demócrata!

Y sabía muy bien lo que era
una democracia. Ahora les enseño:

Todo el mundo sabía, antes de 1789,
Montesquieu, Aristóteles,

que la elección es aristócrata
y por lo tanto oligarca.

Aristóteles lo dijo explícitamente,
les paso la cita.

Montesquieu lo dijo igualmente,
paso esta cita también.

...pueden encontrarlas en la web,
necesito ahorrar tiempo.

Señalaré 2 puntos muy importantes:

Durante 200 años de sorteo en Atenas...

en que había ricos y pobres.

Bueno, sé que dejaban de lado
a los esclavos y las mujeres.

Eso no es el tema.

¡Les hablo de los ciudadanos!
Los ciudadanos de esa época.

Durante 200 años de sorteo,
los pobres gobernaron siempre.

¡Siempre!

Ahora otro ejemplo histórico.
¡No son opiniones, son hechos!

Durante 200 años de sorteo,
los pobres gobernaron.

Había ricos. Pero no gobernaban.

Y, lo contrario, durante 200 años de supuesto
gobierno representativo, el nuestro, que no es una democracia,

durante estos 200 años siempre
son los ricos quienes mandan.

¡Siempre!

Ya que el sorteo da el poder a los pobres
que representan el 99 % de la población

Ya que la elección da el poder
al 1 %, los ultra ricos.

¿Hasta cuándo los pobres van
a seguir defendiendo la elección?

¡Como si fuera una vaca sagrada!

¡Es indefendible! Los pobres
defienden la elección mientras que

el sorteo puede devolverles el poder.

¿Por qué entonces nos
aferramos a la elección?

No es por la razón,

dado que los hechos nos demuestran
que va contra nuestros intereses.

No obstante, hay mitos.

La escuela "republicana"
nos enseñó desde pequeños que

elecciones = democracia = elecciones

Desde pequeños nos lo creemos.

Necesitamos desintoxicarnos de las
mentiras de estos ladrones del poder.

y volver a poner las palabras en su sitio.

No estamos en una democracia.

Necesitamos una democracia con sorteo,

para liberarnos de los que quieren el poder.

Para cambiar las cosas, no podemos
contar con los que tienen el poder hoy en día.

La solución no vendrá de ellos.

La solución vendrá
de la gente normal, simple.

De la gente que no quiere el poder.

Tienen que conocer este pensamiento de Alain.

Un gran pensador, se los recomiendo, que dijo:

"El rasgo más visible del hombre justo,

es que no desea gobernar a los otros.

Solo desea gobernarse a sí mismo.

Esto determina todo. Es decir,
que los peores gobernarán".

Si los justos no quieren gobernar,

y, si damos el poder, como es el caso
en el gobierno representativo,

a los que lo quieren,
los peores gobernarán.

Esta trampa desesperante --Alain tiene razón--

nos hace pasar por alto los hombres justos.

¡Estos hombres justos, no los tendremos!

Pero creo que podemos escapar de esta trampa.

¡Con una democracia real, verdadera!

Dando el poder a cualquiera,
a los "mejores" de entre nosotros,

a los que no quieren el poder.

Es la democracia que necesitamos.

Pero tenemos que quererla.

No esperen que los políticos lo quieran.

¡No lo querrán nunca!

¡La democracia les dejaría en paro!

En Atenas el sorteo daba un poco de poder,

poco tiempo y nunca 2 veces seguidas.

Con muchos medios de control pero
se necesita tiempo para exponerlo

Los atenienses daban un poco de poder,

¡para poder conservarlo!

Los ciudadanos seleccionados
no votaban la ley.

Estaban encargados de la policía,
de la justicia. Aplicaban las leyes.

Preparaban las leyes,
porque los atenienses

no podían prepararlas en la Asamblea.

Porque los representantes
estaban debilitados por el sorteo....

¡Debilitados!

los ciudadanos tenían la garantía
de permanecer soberanos.

No tengan miedo del sorteo.
Todos podríamos

tener mucho más poder
con un sistema de sorteo.

Nuestros representantes
serían nuestros servidores,

en vez de ser nuestros amos.

Una última palabra...

Una palabra...

Visiten la página web le-message.org,
que fue creada por uno de Uds.

Creo que deberíamos difundir,
como los virus, desde la base...

No esperen nada de los medios
de comunicación o de los poderosos...

Tenemos que difundir esta idea,
diciendo a los otros:

"la asamblea constituyente tiene que
ser elegida por sorteo".

Todo derivará de ahí.

Creo que esta idea es válida
para el mundo entero.

Les agradezco su atención.