Fílosofia: Aristóteles en el propósito de la vida

En este video, Monte Johnson (Universidad de California, San Diego) explora un enfoque a la pregunta "¿Cuál es el propósito de la vida?", Desarrollado por el filósofo griego Aristóteles (384-322 aC). Aristóteles argumentó que así como las cosas artificiales (tales como herramientas y trabajadores) tienen capacidades propias con respecto a los que se juzga como bueno o bien, por lo que cada tipo de cosas naturales (incluyendo las plantas y los seres humanos) tiene capacidades propias con respecto a lo que se puede juzgar, de manera objetiva, para ser bueno o hacer bien. Para las plantas y los animales estos en su mayoría tienen que ver con la nutrición y la reproducción, y en el caso de los animales, el placer y el dolor. Para los seres humanos, estas capacidades vegetativas y animales son necesarias pero no suficientes para florecer. Dado que la razón y el uso del lenguaje son las capacidades únicas y más altas de los seres humanos, el cultivo y el ejercicio de las amistades y las asociaciones intelectuales, virtud moral y política, el conocimiento científico y (sobre todo) la filosofía teórica, fue argumentado por Aristóteles a ser el fin último de la vida humana.

(música introductora)

Hola, mi nombre es Monte Johnson.

Soy un profesor de la Universidad de California en San Diego,

y hoy quiero hablar sobre el propósito de la vida humana,

el Argumento Ergon de Aristóteles.

La palabra "ergon" en griego significa

"trabajo" o "empleo" o "producto" o "función".

El término se utiliza con mayor claridad en el contexto de artefactos

o habilidades.

Así que el érgon de una sierra es cortar.

El érgon de una casa es para proteger contra el clima

y los intrusos.

Y el argón de un arquitecto es construir casas.

Un término conectado es "arete",

que significa "excelencia" o "virtud".

La excelencia de una sierra es la nitidez,

ya que su función es cortar.

La excelencia de una casa es la estabilidad y la seguridad,

ya que su función es la protección.

Y la excelencia

de un arquitecto es la construcción de casas buenas.

¿los seres humanos tendrán un ergon, o una función?

Y si es así,

¿también tienen un arete correspondiente, o la excelencia?

Aristóteles sostiene que lo tienen,

Y su argumento puede ayudarnos a pensar más claramente

sobre el propósito de la vida humana.

Pero antes de que podamos discutir el argumento de Ergon en sí

tenemos que discutir algunos supuestos básicos

sobre la naturaleza de la vida.

Aristóteles reconoce cuatro clases distintas de los seres vivos:

plantas, animales, seres humanos y dioses.

Y vamos a dejar a los dioses de lado por un momento aquí.

Aristóteles define los seres vivos por sus

capacidades.

Las plantas tienen la capacidad de crecer,

usar energía, y reproducirse.

Cuando hablamos de una planta haciendo bien o mal,

nos referimos a estas capacidades.

Por lo tanto, cuando una planta está creciendo apropiadamente,

profundizando sus raíces, tirando las hojas

y las flores y los brotes,

y fructificando,

decimos que está floreciente.

Lo contrario sucede cuando las capacidades de una planta están bloqueadas,

cuando un árbol, por ejemplo, está atrofiado,

o las hojas se marchitan y mueren en la vid.

Botánicos y jardineros saben

lo que es bueno o malo para las plantas,

es decir,

qué tipo de cosas ayudan

y qué tipo de cosas dañan las actividades

relacionadas con sus capacidades.

Tenga en cuenta que no es una cuestión de opinión,

sino de un hecho científico,

lo que es bueno y malo para las plantas en este sentido.

Diferentes plantas pueden requerir diferentes tipos de nutrientes

o diferentes cantidades de sombra y agua.

Pero cada planta se dice que lo hace bien o mal

en la base objetiva

de las actividades relacionadas con sus capacidades específicas.

Los animales, en cierto modo, son como las plantas con súper poderes.

Ellos también tienen la capacidad de crecer,

el uso de la nutrición, y se reproducen.

Estas cosas son tan objetivamente importante

tnato para los animales como para las plantas,

como los veterinarios y zoólogos pueden decirle.

Pero los animales también tienen otras y mayores capacidades.

Por ejemplo los animales, a diferencia de las plantas,

puede moverse en el espacio.

Los animales que no pueden hacerlo,

ya sea a causa de un defecto de nacimiento o porque están enjauladas,

no se puede decir que están bien.

Esta es la razón por la cual activistas de derechos de los animales

hacen campaña de jaulas más grandes o intervalos libres para los animales,

porque es obvio que es mejor para los animales

si son capaces

de ejercer su capacidad de auto-movimiento totalmente.

Más importante,

los animales tienen la capacidad de percepción.

Pueden sentir

calor y frío, oler, probar, oír y ver.

Y algunos de ellos pueden hacer todas estas cosas.

Los animales que son incapaces de ver,

a pesar de que los miembros de sus especies son normalmente

capaces de hacerlo,

se cree que no debe estar haciéndose

así como sus familiares que pueden.

Con la capacidad de percibir

viene la capacidad de sentir dolor y placer,

y por lo tanto el apetito y aversión.

Estas capacidades están relacionadas con

la capacidad de un animal para el auto-movimiento,

dado que persiguen por lo que

tienen un apetito

y evitan cosas

que puedan interferir con sus actividades naturales.

Ahora un animal no puede hacer bien si es deficiente

con respecto a sus capacidades similares a las plantas o vegetales.

Pero incluso si se trata bien con respecto a esas capacidades,

no se puede decir que florezca si se bloqueó

con respecto a el libre movimiento y la sensación.

Por ejemplo,

si un animal tiene mucho dolor

o no es capaz de satisfacer su deseo de tener comida

debido a una lesión de sus órganos de movimiento,

no se puede decir que ese animal lo esta haciendo bien.

Para que un animal florezca,

tiene que ser capaz de moverse

y de percibir el mundo de una manera tal

que produce, por ello, placer

o al menos más placer que dolor.

Ahora pasemos a los seres humanos.

A menudo se ha señalado que los seres humanos son animales ,

animales con súper poderes.

Pero se señala con menos frecuencia que

también somos plantas.

Es decir, que, al igual que otros animales,

tenemos las capacidades de las plantas:

crecimiento, nutrición y reproducción.

Y tenemos que ejercitar estas capacidades

si queremos vivir.

Y al igual que los otros animales,

tenemos la capacidad de auto-movimiento y sensibilidad.

Y con ellas, el placer y el dolor,

el apetito y la aversión.

Toda la vida está conectada profundamente de esta manera.

Pero los humanos también tienen capacidades únicas

que no tienen otros animales,

más importante la capacidad de razonar y de usar el lenguaje .

Estas capacidades nos permiten cultivar amistades

y relaciones sociales,

desarrollando y haciendo contribuciones a las estructuras políticas,

planificar para el futuro,

modificamos nuestros apetitos y deseos,

educar a nuestros jóvenes,

desarrollar la música y las matemáticas,

e incluso a contemplar la naturaleza del universo

y el propósito de la vida humana.

Si un ser humano no tiene estas capacidades,

está perdiendo parte de lo que es ser humano.

Y si, además, carecen incluso de las capacidades de los animales

podríamos considerarlos menos que los animales,

al menos mientras que están en lo que,

por estas mismas razones,

llamamos un "estado vegetativo persistente".

Por lo tanto, podemos determinar lo que es bueno para nosotros

de una manera paralela a la forma de determinar

lo que es bueno con respecto a los

otros tipos de seres vivos.

Esas cosas que nos permiten realizar las actividades

que ejercitan nuestras capacidades son buenas,

y las que impiden o prevenir estas son malas.

Ahora que tenemos ese fondo en su lugar,

deberíamos estar en una buena posición para responder a

"¿Cuál es, para Aristóteles,

"el érgon de un ser humano?"

Sería extraño si el propósito de la vida humana

se relacionara con nuestras capacidades vegetativas más bajas,

a menos que aspiráramos a ser una buena planta.

por lo tanto, el ejercicio de nuestras capacidades para la reproducción,

el crecimiento y la estatura, e incluso la nutrición ,

por muy importante que sea para nosotros,

no puede ser el fin último de nuestra vida

más de lo que podría ser para un animal irracional.

Del mismo modo, la mera sensación, el placer

y la satisfacción de nuestros apetitos corporales

no puede, como lo son para los animales irracionales,

ser el propósito de nuestra vida.

Lo que hace que las vacas y los cerdos florezcan

no puede hacer florecer a un humano mas de lo

que lo hace florecer la vid y los robles

puede hacerlo para las vacas y cerdos.

Incluso si esas capacidades vegetativos bajas

deben estar en un buen estado

a fin de que las superiores hagan su trabajo.

De este modo, mediante un proceso de eliminación,

se llega a la capacidad de usar la razón y el lenguaje.

Estas son las capacidades que nos definen,

por lo que Aristóteles define al ser humano

como un animal racional,

que se refleja en el nombre moderno de nuestra especie,

"Homo sapiens".

Por lo tanto, la formación de amistades y relaciones sociales,

el control de nuestros apetitos y emociones,

el cultivo de las virtudes morales e intelectuales,

y la observación del cosmos

y nuestro lugar en él

son las actividades que,

debido a que corresponden con nuestras más altas

y únicas capacidades,

dan sentido a la vida humana

y representan el florecimiento de nuestro tipo de ser vivo.

Las cosas que son buenas para nosotros

sigue de esto,

y por lo tanto se pueden determinar

con el mismo grado de objetividad que los jardineros

y botánicos pueden, por las plantas,

y los veterinarios y zoólogos pueden por los animales.

Estas artes y ciencias pueden determinar objetivamente

lo que es bueno y malo para ese tipo de seres vivos,

por lo que la antropología y la filosofía pueden determinar

lo que es bueno y malo para nuestro tipo de ser vivo .

De hecho,

la actividad más alta,

la que Aristóteles llama divina ,

es la filosofía,

porque esto implica

el ejercicio puro de la razón y el pensamiento,

al igual que los dioses constantemente realizan,

según Aristóteles.

Y la filosofía se dedica a la razón y el pensamiento

no sólo con el fin de servir a nuestras necesidades vegetativas y animales,

pero sólo por su propio bien,

por el bien de vivir una vida humana .

Por esta razón , Aristóteles pensaba que hacer filosofía

era el fin último de la existencia humana.

En conclusión,

usted debe estar feliz de que está viendo este vídeo,

porque acabo de mostrar la forma en que está ahora involucrado

en el ejercicio de sus capacidades más

altas y divinas .

Buen trabajo.