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Las diferencias neurológicas
como el autismo o el TDAH
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son consideradas disfunciones,
desórdenes y discapacidades
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según el modelo médico de salud mental.
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Se le presta muy poca atención
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a posibilitar que las personas
con mentes neurológicamente diferentes
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sean aceptadas tal como son,
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a descubrir y celebrar sus fortalezas,
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y encontrar un lugar en la sociedad
que valora sus diferencias.
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Cuando la mayoría de nosotros
piensa en diversidad
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pensamos en cosas como la raza
o la orientación sexual,
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pero hay otro tipo de diversidad
que quizás no conozcas:
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la neurodiversidad.
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Neurodiversidad es el concepto
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de que las diferencias neurológicas
debes ser reconocidas y respetadas.
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Creo que es hora
de que este nuevo movimiento social,
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el movimiento de la neurodiversidad,
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levante vuelo.
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[6,1 millones de niños entre 2 y 17 años
se diagnosticaron con TDAH en E.E.U.U.]
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[1 de cada 59 se diagnosticaron
con desorden del espectro autista]
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La neurodiversidad es parte de la genética
y de nuestra evolución como especie.
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Los genes del autismo
y del TDAH no son errores,
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sino el resultado de variaciones
en el genoma humano
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que tienen y seguirán brindando
ventajas para la sociedad.
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Uno de los genes asociados al TDAH,
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el gen DRD4, es considerado como
el gen de la búsqueda de la novedad.
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Surge en la evolución humana
hace más de 10000 años.
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Los genes asociados con el autismo,
también hace más de 10000 años.
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Las investigaciones indican que
variaciones genéticas ligada al autismo
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pueden haber sido seleccionadas
durante la evolución humana
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porque contribuyeron
a extraordinarias habilidades de memoria,
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incrementaron la percepción
visual, gustativa y olfativa,
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una atención al detalle,
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y una mejor comprensión de sistemas
como la conducta animal.
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Estas características quizás
permanecen en el acervo genético
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porque aún son beneficiosas.
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Como psicóloga que aconseja
a padres de niños atípicos,
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les digo que deben elegir
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entre intentar cambiar al niño
para que se adapte a su ambiente
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o cambiar el ambiente
para que se adapte al niño.
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Existen muchos microhábitats diferentes
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y subculturas en nuestro mundo.
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Para alguien con autismo o TDAH,
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tener éxito a su modo
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puede ser descubrir
lo que mejor se le adapte.
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Lo que permite
que desarrolle sus habilidades
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y que se minimicen sus obstáculos.
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Las personas con TDAH prosperan
en situaciones que cambian, son diversas,
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que recompensan la creatividad
y tener ideas fuera de lo común.
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Una carrera como comediante,
detective, empresario, periodista,
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actor, técnico en emergencias médicas
o fotógrafo podría ser.
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No digo que tener
autismo o TDAH sea fácil.
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No trato de minimizar el verdadero dolor
que puede causar
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tener un trastorno del neurodesarrollo,
una discapacidad o diferencia.
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Es hora de que el mundo vea
la belleza y el valor
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de las deferencias cerebrales.
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La neurodiversidad podría ser
tan crucial para la raza humana
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como la biodiversidad
para la vida en general.
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Mi visión
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es de una sociedad tolerante
a la neurodiversidad,
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que celebra las diferencias
por la profundidad y dimensión
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que proporcionan a la condición humana.
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Quiero que los niños con cerebros atípicos
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sean alentados a encontrar su espacio
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y no a cambiar para adaptarse
a la idea de normalidad de los demás.
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La diversidad en todo sentido
hace de nuestro mundo un lugar mejor,
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y quienes piensan diferente
son una gran parte de ello.
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