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PRESENTA
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EL ARTE EN EL SIGLO XXI
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Creo profundamente que las
pinturas pueden cambiar el mundo.
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No empecé creyéndolo al principio,
pero es lo que he llegado a entender.
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Son una linda manera
de contar una historia.
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Me considero una realista americana.
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Eso significa reconocer
mi americanidad primero,
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deseando que todas las obras se unan
a una gran conversación en curso.
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Edward Hopper y Andy Wyeth
contaban historias americanas,
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y yo también lo hago.
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La señorita Amy Sherald, retratista.
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La semana pasada,
Amy Sherald pasó de ser
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una desconocida a una de
las artistas más populares del mundo.
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GALERÍA NACIONAL DE RETRATOS
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El lunes pasado, una pintura
de Michelle Obama fue exhibida
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junto al retrato de Kehinde Wiley
del presidente Barack Obama.
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Tanto Sherald como Wiley
fueron entrevistadas
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y escogidas por los mismos Obama.
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Quería pintar un retrato
tranquilo y poderoso de ella,
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y que le ofreciera
al espectador un momento distinto.
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Quise hacerlo realmente sobre ella,
y no sobre la "primera dama".
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Que todos se sintieran
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de la misma forma en que ella
hace sentir al resto en persona.
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Ella inspira confianza.
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Cuando miran a Michelle
pueden verse a sí mismos.
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Cuando ella es sí misma,
ello nos motiva a que todos
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seamos nosotros mismos.
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Hoy se considera que pintar
a gente negra es un tema político,
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pero estas figuras colgadas
en las paredes del museo
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son mucho más que eso.
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Van más allá
de una "narrativa correcta".
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Ante todo,
se trata sobre nuestra humanidad,
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y todo lo demás vendrá después.
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Cuando comencé a trabajar
en este proyecto
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y decidir pintar
la piel de color gris,
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creo que me preocupaba
que el trabajo fuese marginado,
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y que la discusión
se limitara solo al tema identitario.
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No necesariamente
intentaba escapar de ello,
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pero quería que el trabajo
fuese más grande que eso.
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Comencé a considerarlo
como una forma que le permitiera
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al espectador no verlo
meramente como un tema racial.
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Para mí, estas pinturas
hablan sobre nuestra vida interior.
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LOS SHERALD
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Esta es Amy.
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No es una foto muy grande,
pero esa es Amy.
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Intento acordarme qué edad
tenía en ese momento.
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¿Seis, o siete?
Tal vez segundo grado.
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Estos son mis hermanos.
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Sí. Amy era la mandona del grupo.
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Qué divertido.
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Ella quería ser artista,
y yo siempre le decía
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"No quiero una artista hambrienta".
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Puedes ser doctora o abogada.
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Cualquier cosa es
mejor que ser artista.
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Haz arte como un pasatiempo, pero
ella estaba decidida a ser artista.
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Esta es mi mamá cuando tenía 19 años.
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En la secundaria.
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Tener todo esto aquí
me dio la oportunidad
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de entender mi historia,
y saber de dónde vengo.
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Después de usar
la pintura en escala de grises,
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comencé a pensar en estas
imágenes que veía mientras crecía.
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Siempre me gustó esta
fotografía de mi abuela Jewel.
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Creo que los ojos
en las fotografías de esos tiempos
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contaban una historia.
Se puede sentir
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quiénes fueron
esas personas en ese momento.
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Por eso me gusta
la fotografía en blanco y negro.
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Es especial,
y está saturada de energía emocional.
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Al mirar su foto veo
a una mujer dignificada,
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y que se representa a sí misma
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de la misma forma
en que yo quiero representarme.
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Me di cuenta que nunca había visto
a alguien como yo en obras de arte.
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Me di cuenta de ello cuando vi
una pintura de una persona negra,
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y era algo que
nunca había visto antes.
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Cuando fui al museo
por primera vez en sexto grado,
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vi esta pintura de Bo Bartlett,
y me sorprendió ver
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a un hombre negro
parado enfrente de una casa.
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Tenía un cinturón
con herramientas de mantenimiento.
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Recuerdo haberme
quedado parada por unos minutos,
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y me di cuenta que quería
hacer pinturas como esa.
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Pude ver mi futuro en ese momento.
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Este es mi dormitorio de la infancia.
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Está igual a como lo dejé
cuando me fui
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a la universidad de Clark en Atlanta.
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No tuve una madre que me
dejara pegar carteles en la pared.
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Todo tenía que estar así
tal cual antes de irme a la escuela.
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Trabajé como mesera
desde que tenía 25, hasta los 37.
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Seguí pintando.
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Intentaba averiguar dónde
podría encajar y expresarme.
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Pensaba "No veo simplemente
pinturas de gente negra".
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Estamos aquí,
viviendo nuestras vidas,
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pasando el rato
y siendo nosotros mismos.
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MUSEO DE COLÓN
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[charla indistinta]
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En la universidad conocí
a una joven modelo.
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Una modelo de 183 cm
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y le pregunté
si podía tomarle una foto.
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Vestía una camisa rosada con
lunares blancos y un gran corbatín.
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Está de pie
con sus brazos caídos a los lados
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mirando al espectador,
y se nota que está un poco incómoda.
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Ella era todo lo que yo
quería representar en ese momento.
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Ella estaba siendo sí misma
de manera no convencional.
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Esa pintura fue importante
para mí porque me hizo estar
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segura de lo que estaba haciendo.
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Quería pintar imágenes
que contaran una historia.
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Empecé a encontrar
los modelos que quería,
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y crear las distintas
narrativas y escenarios
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que quería ver en el mundo real.
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Hola, muchachos.
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-¿Cómo estás?
-Ella es Amy.
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-Mucho gusto.
-Igualmente.
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-Hola. Mucho gusto.
-Hola.
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Gracias por hacer esto.
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¿Eres tamaño mediano?
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Sí.
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Bajemos. Necesito visualizar
cómo se verá todo esto.
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Mi proceso consta en realizar
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diferentes poses
para hacer la pintura.
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Genial.
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Intentémoslo, y veamos cómo nos va.
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Así.
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Y después así.
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Sí. Mueve tu pie un par de pulgadas.
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Eso.
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Míralo a los ojos, Raj.
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La fotografía es
el comienzo de la pintura.
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Así es como empiezo
a buscar lo que quiero.
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Dejo que los modelos
hagan poses libremente,
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y luego voy ajustando cada pose
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hasta encontrar lo que busco
y determinar el tono de la pintura.
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¿Cómo se va a sentir?
¿Los colores están bien?
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¿La posición está bien?
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Rodando.
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Mi trabajo depende de lo orgánico.
Intento no planificar tanto.
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Simplemente utilizo mis sentidos,
esperando por el momento
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justo hasta que la sinergia
entre los modelos sea perfecta.
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Termino la sesión
de fotos con la fotografía
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que voy a utilizar para trabajar.
Es como un cuaderno de bocetos.
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Eso es increíble.
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Esta es perfecta
por como lucen sus narices.
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Todo luce genial.
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Miro muchas fotografías
de icónicos momentos americanos.
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Los reconsidero y reimagino.
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Me topé con la fotografía
del beso del día V,
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y pensé que sería maravilloso
recrearla con dos hombres.
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Cuando pienso sobre en quién
va a ser representado en mi trabajo,
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lo determino en el momento.
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Esta mañana, la familia
de una mujer de Kentucky
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baleada y asesinada
por la policía busca respuestas,
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y ha presentado
una demanda por homicidio
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contra tres oficiales de policía.
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La familia de Breonna Taylor
señala que los oficiales dispararon
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más de 20 tiros a ciegas
a su departamento hace dos meses.
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El 13 de marzo, tres oficiales…
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Breonna Taylor era
una muchacha americana
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proveniente de una familia americana.
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Su madre me contaba
que era muy femenina,
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y que le gustaba vestirse bien.
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Fue triste enterarme que
también había una historia de amor
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de por medio,
ya que su novio de ese entonces
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iba a proponerle matrimonio a
las pocas semanas que eso ocurriera.
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Por eso pinté
un anillo de compromiso.
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Todo esto me hizo pensar sobre
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cómo le hubiese gustado
a ella ser representada
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en la portada de una revista.
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BREONNA TAYLOR
UNA HERMOSA VIDA
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La pinté para su familia,
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y al mirarla pueden
ver toda la historia.
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Creo que merecemos
una imagen completa sobre su vida.
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Después de que
la portada fuese publicada,
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la obra fue coadquirida
por el museo de su ciudad.
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El museo Speed.
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Y también por el Museo Nacional
de Arte y Cultura Afroamericana.
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Consideré importante que estuviera
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cerca y a la vista del gobierno
en Washington D.C.
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Comencé a tener este espacio
para hacer estas enormes pinturas.
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Es un sueño hecho realidad.
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Es el sueño que tenía
en la secundaria,
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cuando me di cuenta
que los artistas tienen
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grandes estudios
y hacen pinturas enormes.
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A veces se siente
surreal caminar por aquí,
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y ver el trabajo que he
hecho y que estoy haciendo.
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Me esforcé por ello
durante toda mi vida.
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Cuando miro mi vida
hacia atrás pareciera
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que todo hubiese sido planificado.
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Todos esos momentos
que te empujan hacia adelante.
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Me siento afortunada
de haber escuchado a mi corazón
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y a mi intuición al haber pensado
"Esto es lo que quiero hacer".
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Alguien me dijo alguna vez
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"No escuches
las críticas ni las alabanzas.
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Solo haz lo que tengas que hacer".
Art21