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Hay un texto llamado
'La plena consciencia de la respiración'
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en el que Buda propone
16 ejercicios de respiración consciente.
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Es muy práctico.
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Y todo el mundo puede hacerlo.
No es complicado.
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Ya puedes notar el efecto de la práctica
en una o dos horas.
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El primer ejercicio es muy sencillo.
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Ser consciente de la inspiración
y de la espiración.
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Es lo que hemos practicado esta mañana.
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Al inspirar,
sé que esto es una inspiración.
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Identificar la inspiración
como inspiración,
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identificar la espiración
como una espiración.
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Al inspirar, sé que estoy inspirando.
Así de sencillo.
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Y sin embargo, suefecto puede ser grande.
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Consciente de...
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Consciente de la inhalación
y la exhalación.
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[1. Consciente de I + E]
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Al inspirar, presta atención
solo a la inspiración.
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La inspiración se convierte
en el único objeto de tu mente.
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Y si estás concentrado de verdad,
consciente de tu inhalación,
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sueltas todo lo demás.
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Sueltas el pasado, sueltas el futuro,
tus proyectos, tu miedo,
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tu ira, porque la mente
solo tiene un objeto a la vez.
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Y el objeto de la mente ahora
es la inspiración.
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Al inspirar, sé que estoy inspirando.
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Concentras la mente en la inspiración
y sueltas todo lo demás
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y te liberas.
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Hay arrepentimiento acerca del pasado,
tristeza por el pasado.
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Hay miedo e incertidumbre
sobre el futuro.
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Todo eso lo liberas en sólo 1 o 2
segundos porque concentras
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toda tu mente en la inspiración.
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Respirar con consciencia te libera.
Tienes libertad.
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Si vas a tomar una decisión, es mejor
tener la libertad suficiente para tomarla.
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No estás bajo la influencia
de la ira o del miedo,
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y tu decisión es mucho mejor
que si no eres libre.
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Así que el simple hecho de respirar
te hace libre.
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Y también es agradable,
es agradable respirar.
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Así que el ejercicio es muy simple,
pero el efecto puede ser grande.
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El segundo ejercicio consiste
en seguir tu inspiración hasta el final
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y seguir la espiración hasta el final.
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Y puedes disfrutar de estos dos ejercicios
en cualquier momento, en cualquier lugar.
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Al inspirar, sigo mi inspiración
desde el principio hasta el final.
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Imagina que este rotulador
representa mi inhalación.
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Comienza aquí,
y este dedo es mi mente.
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Inspirando, sigo la inspiración
hasta el final.
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No hay ninguna interrupción,
ni un milisegundo de interrupción.
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En el tiempo que inspiras con atención,
cultivas la concentración.
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No solo eres consciente de la inspiración
sino que te concentras en la inspiración.
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La energía de la plena consciencia
contiene la energía de la concentración.
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Y también es agradable,
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porque ser consciente y concentrarse
en la inspiración puede ser muy agradable.
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No hay que sufrir.
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De hecho, puedes sentirte de maravilla
simplemente inspirando,
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especialmente cuando el aire es fresco
y si la nariz está libre.
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El segundo ejercicio es...
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[2. seguir I + E]
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seguir la inspiración
y la espiración hasta el final.
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Sabemos que podemos hacer
estos dos ejercicios
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cuando queramos.
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El tercer ejercicio es
ser consciente del cuerpo.
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[3. ser consciente del cuerpo]
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Inspirando, soy consciente de mi cuerpo.
Llevas la mente a al cuerpo.
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Y tu mente se convierte
en una mente encarnada.
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Eso te ayudará a establecerte
en el aquí y el ahora,
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estás plenamente presente,
estás plenamente vivo.
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Y puedes vivir ese momento
de tu vida cotidiana más a fondo
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si el cuerpo y la mente están juntos.
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La unidad del cuerpo y la mente es
lo que realizas con el tercer ejercicio.
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Cuando pasas 2 horas con tu ordenador,
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te olvidas por completo
de que tienes un cuerpo.
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En ese momento
no estás verdaderamente vivo.
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Solo estás realmente vivo
cuando la mente está con el cuerpo.
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Estás plenamente en el aquí y el ahora
y tocas las maravillas de la vida
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en ti y a tu alrededor.
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Muchos de nuestros hermanos
y hermanas de Plum Village
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programan una campana de plena consciencia
en su ordenador.
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Y cada quince minutos,
escuchan la campana, dejan de trabajar,
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regresan y disfrutan
su inhalación y exhalación,
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sonríen y disfrutan de su cuerpo.
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Y liberan la tensión del cuerpo.
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Esto es lo que recomendó Buda
hace 2600 años.
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Este es el cuarto ejercicio.
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Inspirando, calmo mi cuerpo,
libero la tensión...
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en el cuerpo.
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[4. calmar el cuerpo]
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Cuando regresas a tu cuerpo,
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quizá notes que
hay mucha tensión en tu cuerpo.
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Entonces puede que quieras hacer algo
para ayudar a tu cuerpo a tener más paz,
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a sufrir menos, y con la espiración
permites que la tensión se libere.
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Estos son los cuatro primeros ejercicios
de respiración consciente
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recomendados por Buda
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para poder cuidar bien nuestro cuerpo.
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Y con el quinto ejercicio
vamos al reino de las sensaciones.
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El quinto ejercicio consiste en generar
un sensación de alegría. Generar alegría.
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[5. Generar alegría]
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Un buen practicante sabe
cómo generar una sensación de alegría,
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porque sabe que la plena consciencia
le permite reconocer
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todas las condiciones de felicidad
que ya están disponibles.
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Podemos recordarnos a nosotros y a los
seres queridos que somos muy afortunados.
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Podemos ser felices aquí y ahora,
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no tenemos que correr hacia el futuro
para buscar la felicidad.
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Hay una enseñanza dada por Buda.
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Es la enseñanza de
"vivir felizmente en el momento presente".
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La vida solo está disponible
en el momento presente.
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Y si vuelves al momento presente
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te darás cuenta de que hay
muchas condiciones de felicidad
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ya disponibles.
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Por eso la alegría y la felicidad
pueden nacer de inmediato.
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La expresión vivir felizmente
en el momento presente
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se encuentra en un sutra...
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cinco veces.
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Buda le estaba enseñando a Anathapindika,
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un hombre de negocios,
en la ciudad de Sravasti.
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Ese día Anathapindika,
el hombre de negocios,
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vino con cientos de hombres de negocios
para visitar a Buda.
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Y Buda les dio esa enseñanza.
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"Señores", dijo, "pueden ser felices
aquí y ahora.
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No hay que correr hacia el futuro,
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no hay que buscar el éxito
en el futuro para ser feliz".
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Creo que Buda sabía muy bien
que los hombres de negocios
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piensan demasiado
en el futuro y en sus éxitos.
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Y por eso
la expresión vivir profundamente,
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"vivir felizmente en el momento presente"
fue utilizada por Buda cinco veces
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en el mismo sutra, en la misma escritura.
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Drstādharmasukhavihara.
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[drstādharmasukhavihara]
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"Vihara" significa morar o vivir,
"sukha" significa felizmente,
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y "drstā-dharma"
es el momento presente.
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(Chino: 現法樂住)
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Así que un buen practicante
no busca la felicidad en el futuro.
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Sabe volver a casa,
al momento presente
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y reconocer todas las condiciones
para la felicidad que están disponibles
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y hacer que la alegría y la felicidad
estén disponibles de inmediato.
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Y lo hace para sí misma
y lo hace para la otra persona.
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Crear felicidad es un arte.
El arte de la felicidad.
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Así que el quinto ejercicio es generar
alegría y el sexto es generar felicidad.
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[6. Generar felicidad]
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El séptimo es...
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ser consciente
de una sensación o emoción dolorosa.
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Al inspirar, sé que hay una sensación,
una emoción dolorosa
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que está surgiendo en mí.
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[7. Consciente del dolor]
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El practicante no intenta luchar contra
el dolor, de encubrir el dolor interior
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o intentar huir del dolor.
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De hecho, como es practicante
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sabe cómo generar
la energía de la plena consciencia.
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Con esa energía reconoce el dolor
y abraza el dolor con ternura.
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"Hola, mi pequeño dolor.
Sé que estás ahí. Te cuidaré bien".
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Ya sea la ira o el miedo
o los celos o la desesperación".
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Ya sea la ira o el miedo
o los celos o la desesperación.
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No hay que luchar.
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No se ejerce violencia
contra nuestro sufrimiento.
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Ayer hablamos de una madre
que sostiene al bebé que llora.
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Nuestro dolor, nuestro sufrimiento
es nuestro bebé
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y la energía de la plena consciencia que
genera la práctica es la madre amorosa.
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La madre debe reconocer
que el bebé sufre.
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Ella toma al bebé y lo sostiene
en sus brazos con ternura.
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Esto es exactamente
lo que hace un buen practicante
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cuando surge una sensación de dolor.
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Tienes que estar ahí
para tu sensación o emoción dolorosa.
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Sigue respirando
y caminando de tal manera,
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que se siga produciendo
energía de plena consciencia.
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Con esa energía de la plena consciencia
reconoces el dolor
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y abrazas el dolor con ternura.
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En el budismo hablamos de la conciencia
en términos de "depósito" y "mente".
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Hay al menos
dos niveles de consciencia.
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El nivel inferior
se llama "depósito de conciencia".
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El miedo, la ira y la desesperación están
allí, en el fondo de nuestra conciencia,
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en forma de semillas.
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Hay una semilla de ira,
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y si la semilla de la ira acepta
dormir tranquilamente ahí abajo
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estaremos en paz.
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Podemos reír, podemos pasarlo bien.
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Pero si alguien viene y dice o hace algo
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y toca esa semilla de ira,
surgirá como una fuente de energía.
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Abajo se le llama semilla.
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[semilla]
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(Chino: 種子)
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Bija.
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[bija]
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Y cuando surge arriba
en el nivel del depósito de consciencia,
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se convierte en cierta energía
llamada formación mental.
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[formación mental]
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Es la formación mental llamada ira.
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[F.M.]
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Así que cuando un practicante nota
que surge la ira,
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al instante, respira
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e invita a la semilla de la plena
consciencia a surgir como energía.
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La plena consciencia es otra semilla
que está aquí abajo.
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Si practicamos bien, la semilla de la
plena consciencia en nosotros ha crecido
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hasta convertirse
en una semilla muy grande.
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Solo necesita un toque ligero,
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para que surja mucha de esa energía
y la utilicemos.
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Si no practicamos, la semilla
de la plena consciencia será muy pequeña.
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Si practicas la respiración consciente
y el caminar consciente cada día,
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la semilla seguirá creciendo.
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Siempre que necesites esa energía
te basta con tocarla
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y tendrás una poderosa fuente de energía
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para ayudarte a lidiar con
todo lo que está sucediendo ahí arriba.
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El practicante comienza
a respirar o a caminar conscientemente.
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La segunda formación mental
se manifiesta en este nivel.
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Otra formación mental...
Y esta es la plena consciencia.
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La energía de la plena consciencia
se encargará de la energía de la ira.
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No hay lucha.
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La plena consciencia hace dos cosas.
En primer lugar, reconocer,
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un simple reconocimiento del dolor.
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Y este es el séptimo ejercicio.
Inspirando, sé que la ira está en mí.
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O la desesperación, o los celos.
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Mero reconocimiento, no lucha.
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Lo segundo que hará
la plena consciencia es abrazar.
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Eso se practica en el octavo ejercicio:
calmar el dolor.
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[Calmar el dolor]
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Como una madre que abraza al bebé.
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La madre no sabe
qué le pasa al bebé.
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Pero el hecho de que
ella abrace al bebé con dulzura
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puede ayudar al bebé
a sufrir menos de inmediato.
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Lo mismo ocurre
con un practicante.
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No conoce la causa de esa ira o miedo.
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Pero el hecho de que reconozca
y sostenga esa energía de miedo e ira
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puede ayudarle a sufrir menos
tras un minuto o o dos.
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Así que este es...
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el arte del sufrimiento.
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Este es el arte de la felicidad.
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Cómo generar una sensación
de alegría y felicidad.
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Cómo cuidar de una sensación
y emoción dolorosa.
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Cómo calmarla, cómo aliviarla.
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Y con los ejercicios que siguen
puedes ir más allá
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y transformar el dolor, la pena, el miedo
en algo más positivo,
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igual que aprovechar el barro
para cultivar flores de loto.
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Así que un buen practicante
no tiene miedo al dolor.
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No intenta huir del dolor.
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De hecho, intenta estar con el dolor.
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Sabe cómo manejar la sensación de dolor,
-
una emoción fuerte.
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Y sabe hacer buen uso de ese barro
-
para crear comprensión y compasión,
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que son factores
de la verdadera felicidad.
