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Estoy aquí para hablar a
las próximas generaciones.
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Estoy aquí para hablar
en nombre de los niños hambrientos
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de todo el mundo cuyos llantos
permanecen ignorados.
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Estoy aquí para abogar
por incontables animales
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que agonizan en todo el mundo
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porque ya no tienen lugar adonde ir.
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Me preocupa salir al sol
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por los agujeros en el ozono.
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Me preocupa respirar el aire
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porque no sé qué químicos hay ahí.
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Acostumbraba ir a pescar en
Vancouver, mi hogar, con mi padre
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hasta que hace pocos años,
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encontramos peces llenos de cánceres.
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Hace una generación yo era
una niña de 12 años de edad.
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En 1992 tuve cinco minutos para hablar
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en la Cumbre de la Tierra
de la ONU en Río de Janeiro.
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Mis amigos y yo hemos
creado un club ambiental
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y hemos viajado a este enorme
encuentro internacional
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sobre medio ambiente y desarrollo
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para decir a los adultos que tienen
que cambiar en sus formas.
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El mismo año 1700 científicos emitieron
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a la humanidad la advertencia
mundial de científicos
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para decirnos que los humanos
y el mundo natural
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estamos en proceso de colisión.
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Así como hoy Gretta Turnberg
y sus compañeros,
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creemos que los que toman decisiones
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deberían basarse en la ciencia y hechos.
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Y los hechos nos han ido indicando
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que hemos encabezado un colapso ecológico.
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Todo esta está sucediendo
ante nuestros ojos
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y aún actuamos como si tuvieramos
todo el tiempo del mundo
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y todas las soluciones.
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El cambio climático ha sido identificado
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pero aún no lo hemos interiorizado
realmente.
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Hoy, casi 30 años después,
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el cambio climático ha dejado
de ser una predicción.
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Está aquí y ha sucedido más
rápido de lo previsto por los expertos.
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No lo hemos detenido.
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Hoy nuestro trabajo es el de mitigar,
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es decir, restringir
la magnitud de los daños.
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En 2015, en París, el mundo acordó reducir
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el calentamiento del planeta a 1.5 °C.
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De otra manera pondríamos
aún en mayor riesgo la vida humana.
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Para alcanzarlo, debemos
reducir nuestras emisiones globales
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a la mitad en los próximos 10 años.
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Soy solo una niña y no tengo
todas las soluciones,
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pero sé y quiero que Uds. se den cuenta
y tampoco lo hacen.
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La gente joven siempre está
en primera línea
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de cualquier revolución.
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Y es esa gente joven la que me pregunta,
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¿Qué ha logrado en realidad tu discurso?
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¿Por qué, de hecho,
los delegados no hicieron caso?
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Al echar la vista atrás, pienso
que los delegados de la conferencia
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realmente sí que me escucharon,
pero solo a mí,
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sino a las miles de
voces pidiendo un cambio.
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Si consultan las declaraciones,
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los documentos que salieron
de Río, verán que son radicales.
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Incluyeron el marco de la Convención
de la ONU sobre el climático
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para estabilizar las concentraciones de
gas invernadero en la atmósfera
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y prevenir interferencia perjudicial
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con el sistema climático.
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Hace 23 años antes del
Acuerdo de París, 154 países firmaron
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este convenio internacional
otorgándole obligación legal.
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Soy una niña aún y sé que
estamos en esto juntos
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y deberíamos actuar como un solo mundo
hacia una sola meta.
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¿Por qué el mundo no tomó medidas?
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En vez de eso, los gobiernos se centraron
en el crecimiento de la economía,
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en intereses comerciales
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y, por supuesto, en ganar
las siguientes elecciones.
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Eso muestra una crisis
en el gobierno humano
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Donde nuestro sistema político
lo hace imposible de actuar
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en intereses a largo plazo
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para la gente y generaciones futuras.
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Hoy estamos en 2020, otra vez
tenemos el empuje.
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Tenemos el Acuerdo de París para limitar
el calentamiento de la tierra.
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Tenemos juventud y demandas
de justicia social.
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Tenemos llamadas a la desinversión.
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Tenemos llamadas para
emergencias climáticas.
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Tenemos la ciencia, tenemos las soluciones
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y todos hemos experimentado
el cambio climático.
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Estamos en un momento paralelo a Río.
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Ahora es el momento de tomar acciones.
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Sí no sabes como arreglarlas,
por favor deja de romperlas.
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¿Cómo asegurar que es momento
de actuar nuestras palabras?
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La historia nos ha mostrado
que en momentos de crisis,
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la sociedad puede
verdaderamente transformarse.
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Lo hemos visto en tiempos de guerra,
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en tiempos de colapso económico
y en tiempos de enfermedad.
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Ahora vivimos en el tiempo del COVID-19.
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Hemos visto gobiernos e
instituciones de todos los sectores
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trabajando rápidamente, trabajando juntos.
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Los humanos quieren pensar que
estamos en control de todo,
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pero hemos sido recordados
hoy que las leyes
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de la naturaleza están en la
línea del verdadero fondo.
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Hemos sido recordados que la ciencia
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y experiencia es crucial
para nuestra supervivencia.
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El COVID-19 ha mostrado
una luz de inequidad
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y nos reveló infraestructuras
perjudiciales.
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Es una advertencia, sí no escuchamos,
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sí no cambiamos, la siguiente
pudiera ser mucho peor.
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Mi padre siempre dice: eres
lo que haces, no lo que dices.
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Bien, ¿Que es lo que me
hace llorar en la noche?
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Crecieron diciendo que nos
aman, pero los desafío,
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por favor hagan que sus
acciones reflejen sus palabras.
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Esta última sentencia resume
mi discurso entero en Río.
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Por favor hagan que sus
acciones reflejen sus palabras.
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Hoy soy madre, y tengo dos pequeños hijos.
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Padres, les estoy hablando
a ustedes. Nuestra
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generación está determinando
las vidas de nuestros pequeños.
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Tenemos 10 años donde podemos
todavía hacer una diferencia.
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Tenemos 10 años para cortar a
la mitad nuestras emisiones.
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La manera de verdaderamente
amar a nuestros niños
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es hacer que nuestras acciones
reflejen nuestras palabras.
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Ahora es el momento de
ponerse a trabajar, Gracias.