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No es un secreto que a los anarquistas
no les gustan los Estados.
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De hecho, nosotrxs, anarquistas, estamos
definidos en general por nuestro rechazo
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y nuestra oposición a las instituciones
del Estado, como los gobiernos,
la policía y las cárceles.
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Pero mientras que oponerse a estas
manifestaciones físicas del Estado
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es sin duda una parte importante
de la práctica anarquista,
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las críticas anarquistas del estado
van mucho más allá, e incluyen
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las relaciones sociales y las ideologías
que históricamente han sido utilizadas
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para crear Estados,
e imponer su autoridad.
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Uno de los más importantes de
estos conceptos es el nacionalismo.
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Así que ¿qué es exactamente?
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Y que tienen los anarquistas contra él?
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Bueno... básicamente, el nacionalismo
es una especie de aglutinante social
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que mantiene a personas
de diferentes grupos
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étnicos, tribales, lingüísticos,
religiosos y culturales
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definida como población unica ,
vinculada a una área geográfica específica.
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El problema con el nacionalismo
no es que sea un aglutinante;
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hay muchos ejemplos
de nacionalismo orgánico,
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basados en una cultura compartida,
un lenguaje y una historia,
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y muchos anarquistas han sido
muy influenciados,
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e incluso participaron en luchas
motivadas por el nacionalismo,
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como la resistencia liderada
por las naciones indígenas
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en contra de sus opresores coloniales,
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o el establecimiento en 1929
de la Zona Autónoma Shimmin
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por los anarquistas chinos, coreanos y japoneses,
luchando contra el imperialismo japonés.
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El problema con el nacionalismo es
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su tendencia en ocultar las contradicciones
sociales en la población,
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reproduciendo así las jerarquías,
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que a su vez terminan produciendo
una nueva estructura estatal.
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Lo que resulta decir que el
nacionalismo es una fuerza
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que une a las personas
con el fin de mantener la división
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de la especie humana
entre estados competidores.
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En países con instituciones estatales fuertes, el nacionalismo es mas comunmente llamado patritismo
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y todos están acondicionados desde
la niñez a creer que el amor del país
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es una de las cosas más importates
y naturales que se pueden tener .
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En la escuela, tenemos que levantarnos cada
mañana para el himno nacional
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y para aprender una versión muy aséptica
de la historia de nuestra nación.
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Celebramos incluso su cumpleaños cada año.
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... con grandes fuegos artificiales, además.
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Debido a que el nacionalismo está tan arraigado
en nuestras vidas, costumbres y creencias,
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muchas personas se sorprenderian al saber
que es un concepto relativamente nuevo.
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Mientras que algunos países,
como China, han existido
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como un territorio más o menos unificado
desde hace miles de años,
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otros, como Italia, se han establecido
por menos de 150 años.
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Y muchos estados son aún más jovenes.
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Durante la mayor parte de la historia humana,
los estados-nación simplemente no existían.
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En cambio, el mundo era dividido entre
ciudades-estado gobernadas por Reinos
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e Imperios, cuyas fronteras
estuvieron en constante cambio.
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En esos tiempos, la mayoría de la gente
vivía una vida sencilla como campesinos,
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y tenían muy poco contacto con lo que
nosotros entendemos como Estado.
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Y porque las lenguas se transmiten
sobre todo por vía oral,
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muchos dialectos diferentes florecieron
y existieron en paralelo.
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Aunque el nacionalismo surgió
en diferentes partes del mundo
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en diferentes momentos, el desarrollo
del Estado-nación moderno
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a menudo se asocia con el desarrollo
precoz del capitalismo
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y la expansión colonial europea
al principio del siglo 16.
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La carrera para saquear la tierra
y los recursos del mundo ha provocado
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una intensa competencia
entre los reinos de Europa,
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lo que conduce a la proliferación y
la consolidación gradual de los estados
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con fronteras claramente definidas.
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En el llamado "Nuevo Mundo", los colonos
de diversas naciones europeas
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forjaron una nueva identidad colectiva nacional
nacida de la experiencia compartida
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de la dominación racial sobre las naciones
indígenas y los esclavos africanos.
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A mediados del siglo 19, muchos países
han empezado a introducir
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los sistemas educativos centralizados, lo que
facilita el adoctrinamiento nacionalista,
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y ayudando a eliminar las últimas diferencias
de idioma y culturales.
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En casos extremos, como el sistema
de internados en Canadá,
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esta práctica equivale a un
genocidio en toda regla.
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No contentos con el botín de las Américas,
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los colonizadores europeos se repartieron
África y el antiguo Imperio Otomano
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en Estados arbitrariamente definidos,
que a su vez producieron
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líderes nacionalistas que han masacrado
brutalmente minorías
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lingüísticas y étnicas, como los armenios
y los kurdos en el Oriente Medio.
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El nacionalismo se basa en grandes relatos unificadores
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para unir a las personas
en un destino común.
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Y que tome la forma
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de la búsqueda individualista
del llamado sueño americano
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o del ojectivo de los nazis
del Tercer Reich;
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como en el proteccionismo etnoreligioso
altamente militarizado de Israel,
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o de la autosuficiencia totalitaria
del Juche de la Corea del Norte,
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el nacionalismo lleva un marco ideológico
para la manipulación y el control social
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de grandes grupos de personas.
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Proporciona un sentimiento de afiliacion
colectiva y unidad de propósito,
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mientras que ayuda a justificar el uso
masivo de la violencia del Estado
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hacia aquellos quienes
son percibidos como "otros".
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La historia humana está llena de sangre
derramada en nombre del nacionalismo,
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de la limpieza étnica y el genocidio,
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hasta las guerras agresivas lanzadas en el nombre
de conceptos abstractos, cargados de emociones,
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como la libertad o la gloria de la patria.
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En lugar de limitarse a la estrecha
perspectiva del nacionalismo,
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los anarquistas han propuesto el concepto
competidor de internacionalismo.
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Esto se deduce de la observación
de que las fronteras y las naciones
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son construcciones artificiales
diseñadas para dividirnos
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y las luchas por la libertad y la dignidad
llevadas en todas partes del mundo
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merecen nuestra solidaridad y apoyo.
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Y que en lugar de luchar y morir en guerras
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en beneficio de los ricos y poderosos,
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los pueblos oprimidos deberían unirse
para luchar contra nuestros opresores comunes.
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Porque, en definitiva,
para que la humanidad
alcanze su pleno potencial
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y se reúna para hacer frente
a los problemas que enfrentamos
como especie
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... necesitamos nada menos
que de una revolución mundial.
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