Susan Rothenberg: Emociones | Art21 "Exclusivo"

Episode #099: Filmed at her home and studio in New Mexico, artist Susan Rothenberg explains how she transforms personal experiences and feelings into works that can become an "emotional moment" for the viewer. While discussing the loss of her dog, Rothenberg describes the process of recovering a memory of her pet through the act of painting.

Susan Rothenberg's early work—large acrylic, figurative paintings—came to prominence in the 1970s New York art world, a time and place almost completely dominated and defined by Minimalist aesthetics and theories. The first body of work for which she became known centered on life-sized images of horses. Glyph-like and iconic, these images are not so much abstracted as pared down to their most essential elements. The horses, along with fragmented body parts (heads, eyes, and hands) are almost totemic, like primitive symbols, and serve as formal elements through which Rothenberg investigated the meaning, mechanics, and essence of painting. Rothenbergs paintings since the 1990s reflect her move from New York to New Mexico, her adoption of oil painting, and her new-found interest in using the memory of observed and experienced events (a riding accident, a near-fatal bee sting, walking the dog, a game of poker or dominoes) as an armature for creating a painting. These scenes excerpted from daily life, whether highlighting an untoward event or a moment of remembrance, come to life through Rothenbergs thickly layered and nervous brushwork. A distinctive characteristic of these paintings is a tilted perspective in which the vantage point is located high above the ground. A common experience in the New Mexico landscape, this unexpected perspective invests the work with an eerily objective psychological edge.

Learn more about Susan Rothenberg at: http://www.art21.org/artists/susan-rothenberg

VIDEO | Producer: Wesley Miller & Nick Ravich. Interview: Susan Sollins. Camera: Dyanna Taylor. Sound: Jim Gallup. Editor: Paulo Padilha. Artwork Courtesy: Susan Rothenberg.

Susan Rothenberg: Emociones

Creo que me interesa la belleza, pero no la busco.

Espero que algunas veces pueda estar ahí.

Pienso quizas más en términos de un momento hermoso que en tratar de encontar lo que es la belleza.

Espero que mis pinturas puedan ser momentos emocionales para las personas.

Sólo sé que se necesita un cierto bloqueo emocional para que me comprometa a una pintura,

Y una cierta timidez al principio, y luego la segunda pintura, y entonces puede que volva a la primera pintura,

Y entonces fuerzo un poco más de valentía en ella,

Y digo, "Oh, esto esta bien. Puedes manejar esto."

Me he dado gama completa sobre la pintura.

No me limito de ninguna manera. Yo sé que no soy una pintura paisajista. Yo sé eso. Yo sé que ese es el trabajo de otra persona.

Y yo no creo que todavía sea una pintora de bodegones.

Pero me gusta pensar que puedo pintar retratos, que no he hecho exitosamente.

Me gustaría pensar que todo está muy abierto y que no tengo que cumplir con ningunas reglas, nunca más.

Pero era feliz cuando era joven porque se veía como un mundo muy radical.

Y yo realmente quería ser parte de él.

Tuvimos que poner a dormir ese perro porque tenía insuficiencia renal.

Y yo la estaba abrazando antes de que el doctor hiciera eso, y quería hacer una pintura sobre eso.

Como se sentía, para recordala.

Y he tenido el brazo... En todas partes puedes ver este tono más oscuro, tenía el brazo allí. [se ríe]

Lo tenía así, así, luego no podía descifrar donde deberían estar los pies,

Luego, no podía descifrar de donde salía el brazo del cuerpo.

Y finalmente, decidí dejar de preocuparme de ello. Todo lo que quería era el perro abrazado, allí,

Y mis tenis haciendo conexión a tierra en la parte baja de la pintura.

Me sentía tan triste y tan ... Sentí bastante la pérdida de este perro. Así que simplemente trate de recuperarla por un momento en la pintura.

Es completamente personal.

Y podía ver que la mano no esta muy bien pintada... Esa si es, pero esa no.

[MUJER, FUERA DE CAMARA] Cúal?

[ROTHENBERG] La mano izquierda esta bien. Esta haciendo lo que tiene que hacer.

Esta es ... [se ríe]

Necesita un poco de huesos en la muñeca, y algunas uñas, y un poco de definición.

En las pinturas en las que está -la ternura- yo trabajo para eso.

No tengo miedo de ella. Si yo pudiera poner allí mi jodido corazón sangrando, lo haría. [risas]

Pero como esta ahora, es ella y mis brazos y mis zapatos

Tu sabes, es la despedida más completa que yo podía darle.