Por qué dejé de ver porno | Ran Gavrieli | TEDxJaffa

(Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED).

Ran Gavrieli vive en Tel Aviv y cursa estudios de género en la Universidad de Tel Aviv. Trabaja con jóvenes y adultos de todo el país en estudios sexuales y de género, y en la construcción de la imagen positiva de uno mismo en un mundo inundado por imágenes sexuales con connotaciones negativas. Ran escribe y da conferencias sobre sexo seguro emocional y físico; sobre el porno y sus influencias culturales dañinas; sobre relaciones de género y poder; y sobre sexo e intimidad.

Dejé de ver porno básicamente
por 2 razones.

La primera,

el porno generaba ira y violencia
en mis fantasías privadas.

Ira y violencia que no estaban allí,
para empezar.

Y ya no quería eso.

No era yo, y decidí ponerle fin.

Es más fácil decirlo que hacerlo...
Lo entendí después, pero...

La segunda razón fue que
empecé a darme cuenta...

me di cuenta de que
con solo mirar porno

creo una demanda de
prostitución filmada

porque eso es el porno:
prostitución filmada.

"Pornē" significa prostituto/a,
"grafía" significa documentación.

En la infancia nadie soñó
con la prostitución,

siempre es el resultado
de problemas y sufrimiento.

Me di cuenta poco a poco,
cuando trabajaba como voluntario

con hombres y mujeres en prostitución,
a veces víctimas de tráfico de personas,

que prestan servicio en burdeles,
bajo los puentes y en las esquinas.

Pero no hace falta hacer
todo eso para entender

cómo funciona este mecanismo
del porno y la prostitución.

Porque el porno es un género, no es una
comunicación sexual erótica o saludable.

Es la dominación masculina de la mujer,
la subordinación de la mujer.

No es solo la práctica sexual,
sino una forma de ser,

una jerarquía de género
en este mundo.

Si preguntásemos: ¿cómo caracteriza

algo como sexual el porno?

¿Qué califica, qué define
a algo como sexual?

El porno se reiría en nuestra cara.

¿Qué define lo sexual?
Lo que el hombre encuentra excitante...

¿Al hombre le resulta excitante
asfixiar a la mujer?

¿Tener sexo brutal sin contacto,
abrazos, besos, caricias tiernas?

Bueno, eso es sexual.

¿Excita al hombre ver llorar
a la mujer o a los niños?

Eso es sexual.

Excita al hombre violar a una mujer,
bueno, eso es sexual.

En cada galería porno convencional de la web

podemos encontrar la categoría violación
al lado de la categoría humillación,

la categoría abuso,
la categoría delito, etc.

Y todo como si este porno normal
no estuviese lleno de estos motivos.

Incluso en su versión más leve,
la versión más suave de pornografía,

lo que el porno nos muestra,
el 80 %, quizá el 90 % del tiempo,

es sexo sin intervención de manos,
algo que no representa el auténtico deseo...

Lo siento, lo repetiré, veo sus miradas.
Sexo sin intervención de manos, bien.

Si Uds. y yo no dejamos de ver porno

lo siguiente que uno ve es que

a las cámaras de porno
no les interesa capturar

actividades sensuales normales
como mimos, caricias,

besos, abrazos... no.

A las cámaras de porno
le interesa la penetración.

Normalmente la composición
será un hombre y una mujer,

esperemos que solo uno, bueno...
así, un hombre y una mujer.

Su pene está dentro de ella.

No importa en qué parte.
En algún lado, dentro.

Su pene está en algún lado,
dentro, ¿sí?

Y para no obstaculizar a la cámara

para hacer un primer plano
de la penetración,

él pone las manos en su espalda
la mayor parte del tiempo.

Y la mujer está en esa
posición incómoda

y ella tiene que manipular
el pene dentro de sí

sin dañarse o desacomodarse el cabello

porque es dinero y tiempo invertido en ella.

Sin perturbar su movimiento agresivo
y principalmente sin obstaculizar las cámaras.

Como resultado tenemos
2 personas que tienen sexo

y hacen figuras y acrobacias...
pero teniendo sexo

en la que las únicas
partes de contacto

son el pene y la parte penetrada.

No intervienen las manos.

Hablo, no sé, 250 o 300 veces al año,
a soldados, estudiantes, alumnos...

Nadie nunca me vino a decir:

"Ran, sobre eso del sexo
sin intervención de las manos,

ese era mi deseo auténtico
cuando tenía 11 o 12 años,

nunca quise besar
o acariciar a nadie.

No me daba curiosidad. Solo quería
empezar por la penetración".

Nadie nunca me dijo eso...
antes del porno.

Después del porno...

en mis fantasías privadas
antes de ver porno,

había siempre una
narrativa muy fuerte

y la narrativa era de
sensualidad y mutualidad.

O sea, siempre imaginaba
qué le diría.

¿Qué me respondería ella?

¿Qué opciones de respuesta tenía yo?

En la vida real nunca ocurría
lo que yo planeaba,

pero era muy importante en mi mente
en materia de excitación,

la ubicación, los preparativos,
¿dónde será?

¿En qué circunstancias estaremos
ella y yo solos de repente?

¿Cómo será esa inflamación corporal
que se dará entre nosotros?

Era súper importante antes del porno.

Después de hacer
del porno un hábito...

este conquista la mente
e invade el cerebro.

Y perdí mi capacidad de imaginación.

O sea, me encontré a mí mismo...
y no seré demasiado explícito,

pero al tratar de masturbarme,
cerraba los ojos

tratando de fantasear desesperadamente
sobre algo humano

y no lo conseguía, porque
mi cabeza era bombardeada

con todas esas imágenes de mujeres
violadas y subordinadas,

forzadas a fingir que disfrutan
rituales diabólicos de esperma.

Este es más o menos el resultado.

Todos somos vulnerables a la pornografía.
No son solo los jóvenes...

Debemos ser muy cuidadosos.

No solo con lo que introducimos en el cuerpo
en materia de alimentos y nutrición,

sino en la nutrición de la mente.

Todo lo que vemos nos invade.

Les daré un ejemplo breve
de áreas no sexuales.

La otra noche, volví a casa

y mi amada estaba viendo
un poco de chatarra cultural.

Estaba viendo una audición de karaoke
en esas que giran sillas.

No tenemos TV en casa,

pero solo para presentarnos

como personas profundas.
(Risas)

Nunca había oído eso.

¿Mastectomía, quién? ¿Angelina?
No, no tenemos TV.

Vemos toda la chatarra
cultural posible, ¿sí?

Ni ella ni yo pensamos
en la existencia.

Descargamos cosas.
Toda la chatarra cultural.

Estaba viendo ese programa
de karaoke de 20 minutos.

Era muy aburrido y tedioso.

2 minutos hablando,
4 minutos de lloriqueos.

Perdí la paciencia después de 20 minutos,
fui a tomar una ducha

y la parte más interesante
ocurrió en la ducha.

Porque me encontré allí
en mi estado más patético...

lo compartiré con Uds.

Quiero que me acepten y me amen,

así que compartiré mi parte más patética
y tienen que aceptarla ahora.

No sé si hasta que me recuperé
pasaron 5, 7, 10 minutos

hasta darme cuenta de que estaba
de pie bajo la ducha

pensando seriamente cuál habría sido
mi canción para la audición.

Profundo, ¡figúrense!

No haría la de Rihanna o Lady Gaga.

Haría "Como un pájaro libre"
de Mercedes Sosa.

Haría un cover de Blind Willie McTell
de Bob Dylan.

¿No es profundo?

Tuve que darme cuenta de que soy un idiota
porque no tengo talento para la música.

Más que eso, nunca quise ser

ni músico, ni cantante, ni compositor.

Esto nunca fue parte de
mi mundo interior de deseos, ¿sí?

Pero soy un ser humano,
¿qué puedo hacer?

Escuché eso 20 minutos.
Entró en mi mente durante un tiempo.

Si tomamos este ejemplo
podemos tratar de estimar

el impacto de 20 minutos
de ver no importa qué,

la forma en que invade nuestra mente
y conquista nuestros deseos.

Tratemos de imaginar, o puedo
compartir con Uds. oralmente,

cuál es el impacto de
20 minutos de mirar porno

una o dos veces por semana,
nada desmesurado.

Te supera.

El porno está en nuestra casa,
lo queramos o no

y creo que eso no concuerda
con nuestro bienestar.

Como tenemos Internet

en el mundo occidental en todos lados
ahora en casi todo móvil

tenemos al 90 % de los niños de 12 años
viendo porno regularmente.

Y esto tiene un efecto
adictivo y paralizante.

Es adictivo porque desarrolla
la dependencia al porno.

Y paralizante principalmente
para jóvenes y hombres

porque el porno nos enseña que
como hombre uno vale en el sexo

si tiene un pene grande
y una erección eterna.

Según la pornografía,
ser valioso en el sexo

no tiene que ver con lo
sensual, pasional, atento,

generoso, bien coordinado.
Ninguna de las anteriores.

Todo se reduce a un pene grande
y a un eterno resplandor,

que no tenemos.

Eso paraliza a los chicos.

Y si no se paralizan viendo porno

muy a menudo se vuelven
imitadores de lo que vieron,

o sea que se vuelven agresores.

Agresores, incluso si hay emociones.

Hay mucho abuso sexual hoy en día

dentro de lo que percibimos desde afuera

como bellas historias de amor adolescente,
o relaciones adultas sanas.

Como no hablamos de sexo,

lo vemos por todas partes,
no hablamos de ello.

Ocurre en los confines
de un cierto margen,

son mutaciones sexuales
que ocurren.

Si hablamos de las mujeres,
no es solo eso;

las jóvenes no solo reciben
el mensaje del porno duro

sino del porno que influye
en la cultura dominante.

¿Han visto comerciales de
Miley Cirus o Lady Gaga?

Es porno con ropa.

Las chicas tienen esa idea
de que para valer en el amor

primero y principal tienen
que despertar deseo sexual.

La definición del deseo sexual
casi equivale a estrella de porno.

Trabajo en docenas y docenas
de secundarias y básicas.

En cada una de estas escuelas
encuentro chicas

que en determinado momento aceptan
filmarse en una situación íntima

porque quieren agradar a un chico
por el que sienten algo.

Y el tipo abusó de su confianza.
Siempre la misma historia.

La vende en WhatsApp
o en la web, en Internet.

Y normalmente nadie se dirige
a él en términos morales.

Pero siempre las chicas sufren
de vergüenza y mortificación.

Pueden cambiar de escuela...
normalmente abandonan.

Pueden mudarse a otra ciudad y aún así
ser perseguidas en las redes sociales.

Se desarrollan depresiones clínicos,
trastornos de alimentación graves,

como si no tuviésemos razones culturales
para desarrollar trastornos alimenticios.

Se aíslan mucho socialmente.

Algunas, como Amanda Todd,
descansan en paz...

algunas en realidad se suicidan.

Porque no encuentran más valor
en la vida o en ellas mismas.

El porno no está solo en nuestra casa.
Es un caso mayúsculo.

No es un caso menor en la sociedad.

A veces es cuestión de vida o muerte.

Sobre todo para las personas
que participan en el porno,

porque el porno no es la encarnación
de la libertad de expresión,

libertad de ocupación, bla-bla... No.
Es la encarnación del sexo-explotación,

lado a lado con el tráfico de personas,
la violación, el proxenetismo.

Por cada estrella de porno
con un contrato editorial

o una compañía de producción,

tenemos cientos de miles
de mujeres y chicas

que no sobreviven.
Literalmente, no lo logran.

La industria del sexo
las mastica y las escupe

en burdeles, enganchando en la calle,

como acompañantes, dando masajes
con finales felices y no felices,

depende a quién se pregunte.
Y no estoy bromeando.

Este es todo el espectro
de la prostitución.

Muchas no llegan a los 50 años.

Hablo de países en los
que la expectativa de vida

es de 75 o 76 años.

No llegan a los 50 años,
principalmente por 4 razones.

Drogas, enfermedades
de transmisión sexual,

son asesinadas por fulano,
un proxeneta, un novio,

y la cuarta razón es,
nuevamente, el suicidio.

Porque si eres prostituta,
en cámara o fuera de cámara,

estás en situación de muerte social.

Todos hemos compartido la mesa

con personas que probablemente
consumieron prostitución,

que han estado en un burdel,
una, dos veces al menos.

Nunca compartimos la mesa
con una prostituta.

No con una declarada.
Por eso lo de muerte social.

No es glamoroso, en absoluto.

Y en la privacidad de mi habitación
miro porno sin pagar...

no hace falta pagar, es gratis.

Espero que sepan,
que siempre que consumimos...

sin importar qué veamos,
creamos una demanda.

Y donde haya una demanda,
habrá una oferta.

Hay una correlación.

Si miro pornografía de
mujeres mayores negras,

algún proxeneta buscará
mujeres mayores negras.

¿Menores asiáticas? Alguien
ya trafica menores asiáticas

para filmarlas.

Mujeres israelíes, palestinas,
blancas, universitarias de EE.UU.

En los últimos años es
una categoría muy fuerte.

La escoria de la Tierra
está ahí fuera

tratando de prostituir
a estas mujeres en cámara.

Dejé de ver porno por
mi bienestar personal.

Mi comunicación íntima,
mi vida erótica privada.

Recuperar el control y la
responsabilidad de mi mente.

Pero, al hacerlo,

dejé de contribuir a esta
industria sexual horrible.

Es algo bueno, creo.

Realmente me gustaría
proponer esa noción

de sexo física y emocionalmente seguro.

Esto no quiere decir volver a ser
sexualmente conservador o no liberado.

Estoy a favor de la libertad sexual.

Significa que tenemos que dejar
de lado la jerarquía de género,

la subordinación.

Y volver, digamos, a la "risa"

como método crítico para la intimidad.

Dos almas, dos personas,
dos almas solas en privado,

¿pueden reírse juntas?

Se conozcan desde hace
una década o una hora...

si dos almas solas en una habitación
no logran reírse juntas,

¿qué cosa buena podría salir de allí?
Sexual o no sexual.

Eso es sexo emocionalmente seguro.

Tengo muchas cosas
para compartir con Uds.

pero siento que el tiempo
casi se acaba, así que...

quiero pedirles que hablemos
más de estos temas

porque siento que nuestra historia
de silencio nunca nos hizo bien,

porque el silencio perpetúa el silencio,

mientras que hablar generalmente
propicia más conversación,

más intercambio, más identificación,
más conciencia, más cambio.

Un pequeño cambio, tenemos
una pequeña y humilde vida.

Pero un cambio real, verdadero,
más seguro emocionalmente.

Gracias por escuchar.

(Aplausos)