La verdad sobre la depresión juvenil | Megan Shinnick | TEDxYouth@BeaconStreet

Esta charla se realizó en un evento TEDx local, producido de forma independeinte de las Conferencias TED.

A través de su propia historia, la activista social Megan Shinnick nos señala los conceptos erróneos y la importancia real de la depresión, así como de las fallas sociales responsables por el incremento de la enfermedad entre los adoslescentes, además que la mayoría de las escuelas no cuentan con los recursos necesarios para ayudar a los estudiantes que sufren de depresión o ansiedad. Megan nos pide a cada uno de nosotros que cambiemos la forma en que la depresión es vista y tratada en la sociedad.

Hace un mes, me senté al borde
de la cama de un hospital

y me pregunté,
un pregunta sencilla, ¿por qué?

Había trabajado años
para estar donde estaba,

una joven activista social, cocreadora

de dos exitosas organizaciones
sin fines de lucro,

una buena estudiante,
además una gran amiga

y una chica que nunca carecía
de energía positiva.

Me pregunté por qué había ignorado
lo que estaba pasando

en mi cabeza por tanto tiempo

por el simple hecho de
mantener esa reputación.

Ya había logrando tanto en mi vida,

cuando me empezaron
a suceder cosas extrañas.

Aun cuando en el pasado estaba
altamente motivada académicamente,

no parecía que pudiera hacer mi tarea,

me alejé de mis amigos,
no contesté el teléfono por una semana,

me negué ir a la escuela

y levantarme en las mañanas,
me parecía imposible.

Ahora, cuando miro hacia atrás,

me doy cuenta que debía
redefinir qué era el éxito.

Porque si todo lo que había hecho
en mi vida, me llevó a ese punto

de considerarme exitosa,
¿por qué estaba en el hospital?

Me di cuenta que mi capacidad
de encontrar esta nueva normalidad,

de adaptarme a esta
nueva empatía encontrada,

es lo que me hace exitosa,

El diagnóstico de depresión clínica

es lo que necesité para
darme cuenta qué era el éxito.

Podría seguir pero no estoy aquí
sólo para contarles mi historia,

sino para decirles por qué creo
que esto no sólo me pasó a mí,

sino que le pasa a un peligroso número
de jóvenes en este país.

Las estadísticas aumentan cada año

y por qué cada uno necesita
abocarse a programas y escuelas

para jóvenes que sufren
de depresión y ansiedad.

La depresión en nuestra sociedad
no es algo evidente,

cuando va uno
por la calle o los pasillos,

pero si solo abren su laptop,
smartphone o tabletas

y hacen una búsqueda en Google,
se quedarán estupefactos.

En mi búsqueda encontré

un estudio realizado esta primavera,

donde 1.6 millones de blogs
en Tumblr se examinaron

y de estos, 200 000 contenían
imágenes, videos y mensajes

de jóvenes que se lastimaban
debido a la depresión.

¿Se debe esto acaso a que
con la tecnología expresan

su sentimiento real o es algo mayor?

Es sólo coincidencia,

que los sistemas escolares
y los tests estandarizados

sean cada vez más difíciles

y estén bajando sus tasas
de aceptación escolar,

que la presión de los estereotipos
de ser mujer o hombre

¿estén en todos lados?

¿Es posible que nosotros,
esta sociedad, seamos responsables

de incrementar esta enfermedad
que es capaz de asesinar?

Y aún así no hablamos mucho de esto,

porque esto se considera como
un fase hormonal o sobremocional.

A veces, las charlas sobre los males
mentales como la depresión

resultan en pocas palabras
casi irrelevantes.

La depresión no es
una emoción de tristeza,

la depresión es un estado
que está por debajo de lo neutral.

La tristeza es una emoción
que va y viene como la felicidad.

Lo que más me fastidia es que alguien
se me acerque y me diga entre líneas:

"Lo siento, es que me entró
la depresión, estoy deprimido".

La depresión no va y viene.
Permanece ahí.

Y es la tercera gran causa de muertes
entre los jóvenes de este país.

4400 niños se suicidan al año,

y cada uno de ellos,
lo intentó al menos 100 veces.

Y ahora, de pie frente a Uds,
les pregunto y me hago

la misma pregunta, cuando terminé
en el hospital: ¿por qué?

Pero esta vez: ¿por qué
no hacemos nada para prevenirlo?

Mi escuela tiene
un programa Bridge para niños

que se encuentran en transición
de auto aislamiento.

Muchos de los que hemos sufrido
de una fuerte depresión y ansiedad

hemos dicho que
el programa salvó nuestras vidas,

porque pone primero
nuestra salud mental.

Cómo podemos esperar
tener una vida exitosa

yendo a una buena universidad,
tener una buena carrera,

si la presión es demasiado abrumadora
y aún no hemos acabado la secundaria.

El centro Bridge, se comunica
con padres, profesores

o quienes necesitemos
que nos ayude a enfrentarlo.

El equipo Bridge está formado
por un coordinador académico,

que tiene el gusto musical más extraño

como este chico que escucha
a Bob Marley o música tribial,

y nada más.

Tenemos un especialista en salud mental

que está obsesionado con las chocolatinas,

un interno que es increíblemente
bueno con los bananagramas

y otro interno que aunque es
muy inteligente y va a Harvard,

aún tiene que aprobar dos canciones
en guitarra este año,

Pero aún así, estas cuatro personas
se han vuelto necesarias

y han cambiado activamente
nuestras vidas,

la mía y la de otros
estudiantes de Bridge.

Estoy aquí para pedirles
un pequeño favor:

que defiendan en nuestras escuelas,

que apoyen estos programans
en sus consejos escolares.

Porque cuando estuve
en el hospital mental,

conocí a una joven, que llamamos Jane

y ella había estado ahí por semanas;

nunca había conocido a alguien
que entendiera lo que me pasaba,

y ahora sé que ella sentía
el mismo dolor y miedo que yo sentía.

Ella ha permanecido
ahí por varias semanas,

esta es su tercera vez
que la hospitalizan

y su universidad no la apoya.

Le hablé sobre el centro Bridge,
y ella se asombró al saber

de que algo así existiera.

No debemos esperar a
que las estadísticas aumenten

y el número de adolescentes se eleve,

ya que si tenemos el poder de
recaudar 100 millones de dólares

al mes para la esclerosis ELA,

tenemos el poder de defender
estos programas en las escuelas.

Estoy en proceso de crear
otra organización sin fines de lucro,

el cual preste a las escuelas
fondos necesarios

para crear estos programas para jóvenes

Así que por favor, estén atentos a esto.

Pero por el momento,

si no sufren de depresión
y no conocen a alguien que lo tenga,

apoyen al 10%, 15% de nuestra
sociedad que sufre de esta enfermedad.

Tenemos la bendición de vivir
en un país donde nuestras voces

están destinadas a ser escuchadas

y realmente signifiquen algo.

Así que, si algunos de Uds,
que haya oído mi charla

defiendan, rueguen, exigan
a sus consejos escolares

para que los programas se instalen

o bien hagan una petición

para apoyar los fondos escolares;

sea lo que hagan,
simplemente hagan algo,

el impacto cambiará la vida.

Juntos, podemos luchar
contra esta enfermedad,

que está controlando
a muchos de nosotros.

Si están por ahí
y se enfrentan a la depresión,

cambien esa energía de odio
que tienen por esta atrocidad

en energía para el cambio.

Porque juntos podemos contra atacarlo.

no podemos dejar que ganar,

que la depresión le gane a alguien más.

Es hora de dar la pelea.

Gracias. (Aplausos)