-
Estás viajando a otra dimensión.
-
Una dimensión no sólo de vista y sonido, también de mente.
-
Un viaje a una tierra asombrosa
-
cuyos límites son los de la imaginación.
-
Tu siguiente parada: la dimensión desconocida.
-
¿Sr. Chambers? ¿Sr. Chambers?
-
Hora del almuerzo.
-
Si es tan amable diga cuáles son sus preferencias, por favor.
-
¿Sr. Chambers?
-
Hora del almuerzo.
-
Si es tan amable diga cuáles son sus preferencias.
-
Por favor, deposite los cigarrillos en el recipiente apropiado.
-
Es una medida de seguridad.
-
.¿Por qué no vas a ver si llueve en la luna?
-
Si es tan amable, repita su petición
-
Aw, ya está, dejame en paz.
-
¿No le interesa comer a esta hora?
-
Si, no me interesa comer a esta hora.
-
Muy bien.
-
Muy bien... muy, muy bien.
-
Por favor, cuide el agua.
-
¿Qué hora es?
-
No hay tiempo en el espacio.
-
Es decir
-
no hay una cronología que pueda calibrarse.
-
Dije qué hora es, ¿qué hora es en la Tierra?
-
¿Podés decirme eso
-
sin un ejercicio de geometría euclidiana?
-
Ahora, nada más decime qué hora es en la Tierra.
-
En la Tierra serían las doce del mediodía.
-
Las doce del mediodía, las doce del mediodía.
-
Esta es la manera en que las pesadillas comienzan...
-
o, tal vez, terminan.
-
De manera muy simple, directa, sin adornos.
-
Increíbles, y a su vez tan reales y terribles
-
que incluso cuando están sucediendo
-
convivimos con ellas y las digerimos
-
y las asimilamos.
-
Y si son las doce del mediodía
-
es eso lo que te preocupa.
-
No pensás en las doce del mediodía
-
de mañana o pasado mañana.
-
Pero eso es lo que deberíamos haber estado pensando:
-
mañana y pasado mañana.
-
Estábamos preocupados por las manecillas de un reloj
-
cuando deberíamos haber puesto nuestra atención en un calendario.
-
Era un día de abril, y también era medio día encontes.
-
Y la gente caminaba y manejaba.
-
y compraba y vendía
y se preocupaban y reían
-
El mundo seguía
igual que había seguido siempre
-
con una tentativa
de puntillas
-
junto aun precipicio de crisis
-
Estaba Berlín para preocuparse,
-
e Indochina y Algeria
-
y todos los otros miles de
problemas, mayores y menores
-
que de algúna manera habían
perdido su insicivo margen de terror
-
porque estabamos tan familiarizados
con ellos.
-
Y entonces...
-
es cuando sucedió
-
Fue cuando por primera vez
escuchamos que habían venido.
-
Fue cuando debimos prepararnos
-
para cualquier eventualidad, pero no lo hicimos.
-
En vez, corrimos como animales asustados
-
buscando fórmulas y más
imágenes
-
mientras que la Secretaría General de las
Naciones Unidas
-
hacía el primer anuncio oficial
-
sobre la llegada de creaturas
del espacio exterior.
-
Se llamaron a si mismos
Kanamitas
-
y anunciaron bajo corto saludo
-
que en esa tarde,
ellos llegarían a la Tierra.
-
A las 11:00 de esa mañana
tiempo del este
-
el primero de los aterrizajes
-
se llevó acabo en un área
justo a las afueras de Newark, New Jersey
-
Subsequentemente, tuvimos reportes de otros
aterrizajes
-
En la Union Sovietica, en Noruega, la costa
este de Francia
-
justo a las afueras de Río de Janeiro
y en muchos otros.
-
Hablando a nombre de las Naciones Unidas
-
Solamente puedo decirles por el momento
-
que sería prematuro asumir un
intento hostil
-
de parte de estos...
estos kanamitas.
-
Por lo que, es la posición de las Naciones Unidas
-
que la población del mundo se mantenga en
calma,
-
no tomar medidas hostiles,
-
que tengan en cuenta
-
que todos los gobiernos están siendo
notificados
-
de los eventos en cuando suceden
-
y que tienen la situación controlada.
-
¿Cómo son?
Si, ¿cómo son?
-
Por favor caballeros, por favor...
-
¿Quénes son, Sr. Secretario General?
¿Puede darnos
-
una decraración más específica?
No sabemos como son.
-
Solo sabemos que varias de sus naves han
atterizado
-
y que ellos...
-
¿Cuál es el secreto?
-
¿Por qué no puede darnos una declaración?
-
¿Qué está pasando?
¿Qué sucede aquí?
-
Por favor,
Sr. Secretario General...
-
parece... parece que una de las naves
-
aterrizó a unas cuadras de aquí.
-
¿Tan cerca?
¿Sabe el departamento de defensa que...?
-
Uno de sus representantes está en camino
a éste edificio.
-
¡Fantástico!
¡Increíble!
-
Respetuosamente submitido para su escrutinio...
un kanamita.
-
Un poco más de 2.7 metros.
-
Peso: en el vecindario
de 158 kilos.
-
Origen: desconocido.
-
¿Motivos?
-
Ahí queda la historia suspendida,
solo por un momento
-
vamos a pedirte que se den un apretón de manos,
figurativamente
-
con un Cristóbal Colón
-
de otra galaxia y de otro tiempo.
-
Esta es la Zona Fantasma.
-
Damas y caballeros de la tierra,
-
los saludamos en paz y con amistad.
-
Venimos de un planeta más allá de esta
galaxia,
-
un planeta más desarollado que la tierra,
-
pero venimos cómo amigos.
-
Aunque hablamos su idioma,
-
nuestros métodos de comunicación son mentales en lugar
de verbales.
-
Por lo que, la voz con la que me escuchan hablar
-
es totalmente mecánica.
-
Nuestras intenciones son honorables.
-
Deseamos, sobre todas las cosas
ayudar a la gente de la Tierra...
-
... a establecer embajadas aquí,
-
y, en un futuro cercano, a establecer
visitas recíprocas
-
entre la gente de la tierra y los kanamitas.
-
Tal vez han visto este interrogatorio inicial
-
la mayoría de la gente en la tierra lo hizo
-
en sets de televisión, radios, aparatos de onda corta.
-
Seguramente, algunas de las preguntas hechas por
sus representantes
-
eran identicas a algunas de las suyas
-
porque como raza estamos desacostumbrados a la caridad
-
La brutalidad es más un idioma univerasal para nosotros
-
que la expresión de amistad del espacio exterior.
-
¿Estarían dispuestos a ser questionados aquí
-
y en este momento?
-
Hay delegados de la ONU presentes
-
de las naciónes más importantes
-
ylas cámaras de televisión
-
están transmitiendo nuestro encuento por el mundo.
-
Con mucho gusto.
-
Señor Valdéz de Argentina es reconocido.
-
Gracias, Sr. Secretario.
-
Señor, ¿podría por favor informarnos
-
con presición, por qué escogió este país para su visita?
-
Llamó nuestra atención
-
que la tierra ha estado plagada
-
por ambas, catastrofes naturales y no naturales
-
de las que podría tomarse acción y podrían prevenirse con facilidad.
-
Estamos aquí para ayudarlos.
-
Reconociendo al Dr. Denis Leveque,
represenante de Francia.
-
Monsieur, mi gobierno desea que le pregunte
-
por la naturaleza de su ayuda.
-
¿Qué formas va a tomar?
-
Ciertamente, si prefirieramos no servirles nosotros
-
de las varias ayudas que has mencionado,
-
¿cuál sería tu respuesta?
-
No forzaremos nada sobre ustedes.
-
Tomarán únicamente lo que elijan tomar
-
Por ejemplo, mañana les demostraremos
-
a todos los interesados
-
una nueva y extremadamente intesante
fuente de poder
-
la que es de naturaleza atómica
-
y la cual puede suministrar una forma de
energía eléctrica
-
para países enteros
-
por el costo de unos pocos dólares.
-
Es extremadamente económica.
-
Mr. Gregori,
representante de
-
la Union Soviética, se le reconoce.
-
La gente de la union apreciaría que preguntara
a los kanamitas
-
precisamente,
se lo repito a él
-
¿Cuáles son, precisamente, sus motivos
-
para vener aquí sin invitación?
-
¿Debemos asumir que no hay ninguna
intención oculta
-
detrás de esta vasta humanidad
de la que hablas?
-
No hay nada oculto en nuestros motivos.
-
En lo absoluto.
-
Lo descubirán por su cuenta
en poco tiempo
-
simplemente al probar los
diversos artefactos
-
que vamos a poner a su
disposicíon
-
Podemos enseñarles,
por ejemplo,
-
como agragar cierta cantidad de
nitrato barato al suelo
-
y terminar con el hambre en
la tierra de una vez por todas.
-
Podemos enseñarles,
muy práctico,
-
los principios del campo de fuerza
-
con los que podrían cubrir cada
nación
-
con un muro invisible
-
absolutamente impenetrable
por bombas, misiles
-
o cualquier otra cosa.
-
Lo único que pedimos es que
confien en nosotros.
-
Nada más que simplemente
confien en nosotros.
-
Eso fue lo que todos pensamos.
-
Que era la época de Santa Claus.
-
Solo que éstos kriss kringles
venian sin bigotes blancos
-
o mejillas rosadas
y ojos brillantes.
-
Eran enigmas de 2.7 mts de altura
-
que descendieron sobre nosotros como
langostas.
-
Pero nadie estaba contando o
preocupandose.
-
Excepto tal vez unos cuantos profesionales
-
cuyo trabajo era dudar.
-
De algún modo, yo era
uno de ellos
-
un especialista en decodificación para
el gobierno de los Estados Unidos,
-
y es aquí en donde entro en acción.
-
Bueno, Chambers,
¿qué es lo que tienes?
-
Una migraña a flor de piel y presión
ocular.
-
¿Puedes decifrarlo?
-
No, no en ocho horas,
no puedo.
-
Coronel, nos tomó casi un año
-
decifrar el código japonés
-
teníamos un ejército de hombres
trabajando en ello.
-
Pero esto es un idioma de gente
del espacio exterior,
-
probablemente unas 500 veces
tan inteligentes como nosotros
-
y unas mil veces más complejos.
-
¿Necesitas más ayuda?
-
Todas las donaciónes son
aceptadas.
-
Le mostré esto a cada hombre
de nuestro staff.
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-
-