¿Eres parcial? Yo sí | Kristen Pressner | TEDxBasel

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

¿Qué hacer cuando te das cuenta de que eres parcial, incluso contra ti mismo? Kristen Pressner es directora global de recursos humanos en una multinacional, y defensora y promotora incansable de la mujer en el mundo laboral. En esta reveladora charla, Kristen explora cómo podemos reconocer nuestras propios sesgos ocultos e irracionales... y evitar que nos limiten.

Les contaré algo.

Soy parcial contra las mujeres directivas.

Nadie puede sorprenderse tanto como yo.

Yo soy directiva.

Y además, trabajo en recursos humanos,

por lo que es mi trabajo ser imparcial.

De hecho, animo fervientemente a que
las mujeres ocupen puestos directivos.

Mis pobres hijos dirían que
siempre estoy hablando de ello.

Pero a pesar de mi fuerte creencia de
que las mujeres son grandes directivos,

me he dado cuenta de que
no siempre actúo conforme a ella.

Hace poco, en la misma semana,

dos miembros de mi equipo me pidieron
que revisara su retribución.

Mi primera reacción al pedido del hombre
fue algo como: "Sí, echaré un vistazo".

Mi primera reacción a la petición
de la mujer fue algo así como:

"Estoy segura de que está todo bien".

Unos días después estoy en mi despacho,
trabajando arduamente, cuando enlazo

lo que hasta ahora me habían parecido
dos sucesos diferentes:

Había tenido reacciones opuestas
a básicamente la misma petición,

y pensé: "¿Qué me está pasando?

¿Puede que esté siendo parcial
sin siquiera saberlo?"

Sé lo que están pensando.

Estamos en el 2016,
no es un tema de interés.

Hay mujeres líderes en todas partes.

Quizás, como yo, hayan contratado
o promocionado a muchas directivas.

Pero con todo esto de poder estar
siendo imparcial sin saberlo, pensé:

¿Puede que haya algo de lo que
no me esté enterando?

Algo que pueda ser involuntario...

Para quienes quizás
no estén saturados con esto

en el mundo corporativo,

es un concepto sencillo
avalado por la neurociencia:

El cerebro tiene que lidiar
con muchísima información,

así que para poder hacerlo,

se toma la libertad de buscar patrones

y filtrarnos lo que ve como
las partes más importantes,

como en piloto automático.

El cerebro toma atajos.

Sin estos atajos,

tendríamos que sentarnos a analizar
detalladamente demasiada información.

Imaginen si siempre tuvieran
que analizarlo todo a fondo,

desde cómo abrir una puerta,
a cómo estrechar la mano,

a cómo cantar "Cumpleaños feliz".

Pero esos atajos tienen un inconveniente.

Porque ven patrones que están basados
en el efecto acumulado

de todo a lo que hemos estado
expuestos en la vida,

lo que significa que todo esto
ocurre en la mente,

por lo que no somos ni siquiera
conscientes de lo que sucede.

Esto puede causar que nos comportemos
de forma diferente a como queremos ser,

o a como sentimos que somos,
sin siquiera saberlo.

Parcial inconsciente suena algo clínico,

pero lo busqué, y otras palabras
para inconsciente son:

comatoso, paralizado o sin sentido.

Y sinónimos de parcialidad son:
prejuicio, intolerancia e injusticia.

Eso significaría no solo que
somos parciales involuntarios,

sino también que somos prejuicios
intolerantes sin sentido.

(Risas)

Esto es algo que no quiero ser,
ya sea consciente o inconscientemente.

Y aquí viene lo peligroso: muchos
piensan que pueden ser más astutos.

Nos lo creemos cuando decimos cosas como:

"Yo no me fijo en la raza" o:
"Contraté a la persona más adecuada".

Ocurrió que en la época de
las dos solicitudes de aumento

estudiaba la parcialidad involuntaria.

Y el estudio decía que estas son
las expectativas sobre los hombres:

Que son asertivos, fuertes
y orientados a resultados.

Y nuestras ideas sobre las mujeres:

Que son serviciales,
sensibles y comprensivas.

Si fuéramos a definirlo
en un concepto,

vemos a los hombres encargándose,
y a las mujeres cuidando.

No, no es que todos seamos misóginos.

Es solo porque encargarse los hombres
y cuidar las mujeres

es lo que hemos visto toda nuestra vida.

Y el cerebro hace el resto,

nos redirige inconscientemente
a esos patrones que reconoce.

Aun sintiendo que estos prejuicios
no podían ir conmigo,

una de las palabras me llamó la atención.

Espera un momento.

¿Es que veo al hombre como el proveedor,

y por eso puse más atención
a su solicitud de aumento?

¿Es que no veo a la mujer como proveedora
y por eso he desestimado su petición?

En aquel momento me di cuenta: en efecto.

Veo a los hombres como proveedores,
pero no a las mujeres, algo muy curioso,

porque soy la proveedora material única
de mi familia de seis miembros.

Mi marido es un padre que se queda
en casa por nuestros cuatro hijos.

Yo me hago cargo y él cuida.

Soy la última persona que pensaría

podría tener prejuicios
contra las mujeres líder,

y sin embargo tuve que reconocer que
tenía esos prejuicios contra ellas.

Soy parcial contra mí misma.

Y si están pensando: "Uf, qué mal"

(Risas)

por desgracia, no soy la única
con estos prejuicios.

Las investigaciones dicen que todos
tenemos prejuicios en su contra.

solo que no lo sabemos.

Un hombre y una mujer me pidieron
a la vez que les subiera el sueldo,

y me enfrenté a dos reacciones
muy distintas, en tiempo real.

Y me di cuenta cuando estaba tratando
a dos personas de forma diferente.

Por suerte pasó
y lo detecté a tiempo,

pero ¿cuántas veces no me he dado cuenta?

¿Cuántas veces
no se han dado cuenta Uds.?

¿Cuál es el antídoto contra la
parcialidad intolerante sin razón

hacia las mujeres directivas
o hacia cualquiera?

Es una exageración imaginar que
siempre tendremos la oportunidad

de cotejar nuestras reacciones
hacia dos personas en la vida real.

Y me he dado cuenta de que
no necesitamos hacerlo.

Podemos comparar mentalmente
y es igual de revelador:

Solamente cambiar mentalmente
la persona en cuestión

por otra persona para ponernos a prueba.

Como aquí.

He cambiado un poco esta diapositiva.

Cambié las fotos.

¿Hay algo en ella que se vea raro?

Denle la vuelta para comprobarlo.

Si nos suena raro, tendremos
que revisar nuestros esquemas.

Cuanto más lo hice,
más valor vi en ello.

De hecho, hay una cuenta de Twitter
que cambia el género

de cosas habituales y
estás se vuelven graciosas:

"Llamarme policía no me preocupa,

porque sé que engloba tanto
a mujeres como a hombres".

Andrés, mujer policía, 40 años.

(Risas)

O tomemos el ejemplo de mi equipo
de béisbol, los Indios de Cleveland.

Cámbienlo para comprobarlo.

¿Cómo se sentirían animando en la grada
a los Caucásicos de Cleveland?

(Risas)

Quizás estén pensando:
"Esto a mí no me pasa".

Y puede que tengan razón.

Quizás Uds. son súper humanos
que pueden interceptar

esos atajos cerebrales
en el momento exacto

y asegurarse de que son imparciales
y coherentes con sus valores,

creencias y todas sus acciones.

Podría ser perfectamente.

Pero ¿qué pueden perder
si se prueban a sí mismos?

Si todos empezáramos a darle la vuelta
para comprobarlo, nos sorprenderíamos

de las veces que elegiríamos
comportarnos de forma diferente.

Porque, ¿qué pasa si se están
perdiendo la oportunidad

de ver el mundo de forma diferente?

Gracias.

(Aplausos)