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Realmente debemos aprovechar
el momento actual,
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en el que tenemos las vacunas.
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Están disponibles de forma gratuita
para que todo el mundo se vacune
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y para poder detener la propagación
de la variante delta.
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Pero también para poder impedir
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que se desarrollen nuevas variantes.
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En este momento,
no se puede pasar por alto
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la situación con la variante delta.
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Nos encontramos en un momento crucial
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en la pandemia ahora mismo.
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En los Estados Unidos,
la tendencia era a la baja,
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conforme subían las tasas de vacunación
y descendían los casos nuevos,
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y lo que ha sucedido
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es que hemos pasado
de tener nuestro primer caso
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de la variante delta
en Estados Unidos en marzo
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a que ahora sea la inmensa mayoría
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de nuestros casos secuenciados.
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La variante delta, que se vio
por primera vez en diciembre, en la India,
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es más contagiosa que las anteriores cepas
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que hemos tenido en los Estados Unidos,
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pero también provoca
una enfermedad más grave.
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Y eso, entonces, provoca un aumento
en las hospitalizaciones,
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en los ingresos en la UCI
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y estamos ante una nueva ola
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de la pandemia.
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Entonces, es más contagiosa,
lo cual es preocupante,
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es más grave, lo cual es preocupante.
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Las vacunas de ARN mensajero
son muy efectivas contra esta variante.
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Tenemos esta información
gracias a los ensayos clínicos,
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además de las pruebas de laboratorio
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de lo que creemos
que debe ser la respuesta inmune.
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Así, se está demostrando clínicamente
en el Reino Unido,
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donde la variante delta
lleva afianzada muchos meses,
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que esas vacunas de ARNm
siguen siendo muy eficientes.
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Más de un 80 %
de efectividad para la infección
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y un 90 % o así para la enfermedad grave.
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Por tanto, sigue siendo
muy importante vacunarse.
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La de Johnson & Johnson
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seguramente también será muy efectiva.
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Hay algunos estudios iniciales
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que examinan la analítica
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de nuestra respuesta inmune
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y son muy prometedores
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porque muestran una buena
ante la variante delta.
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Aunque aún no tenemos
muchas personas en ensayos clínicos
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para ver el impacto
de la vacuna de Johnson & Johnson
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en la variante delta,
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nos sentimos muy confiados
de que también será positiva.
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Queremos que todo el mundo
que pueda vacunarse
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se vacune.
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En los Estados Unidos,
nos hemos estancado un poco
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con nuestros índices de vacunación.
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Y a nivel nacional,
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solo la mitad de la población
tiene la pauta completa.
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Algo menos de la mitad.
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Y hay algunos estados que van mejor
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y otros estados
que se están quedando atrás.
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Y vemos que en esos estados
con índices de vacunación más bajos
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es donde la variante delta
se está propagando más.
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A menudo,
la gente ha querido esperar para ver
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cómo respondían los demás a las vacunas
y qué efectos secundarios tenían.
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Si las personas
han esperado para comprobarlo,
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ahora es su oportunidad
para ir a vacunarse,
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porque hemos visto
que la gente responde muy, muy bien.
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Los efectos secundarios son leves:
son autolimitados.
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Estas vacunas son tremendamente seguras.
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Ahora es el momento
de que la gente se vacune.
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Esa es la única manera
en que podremos prevenir
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lo que podría ser
otra ola devastadora de esta pandemia.
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Ha habido un par de eventos adversos
más graves
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que fueron tan poco comunes
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que no se dieron
en esos grandes ensayos clínicos
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de más de 40,000 personas.
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Así que, cuando hablamos
de cosas poco frecuentes...
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son unas cuantas entre un millón...
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no se pueden detectar
ni en grandes ensayos clínicos.
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Así que, lo que hemos hecho
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es establecer
unos sistemas de vigilancia muy sólidos
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para detectar más problemas
poco frecuentes.
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Y ya hemos detectado unos cuantos.
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El primero era el problema
de la hemorragia y coagulación
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asociado a la vacuna de Johnson & Johnson,
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que también se vio con otras vacunas
de esa misma plataforma,
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la vacuna de AstraZeneca,
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y que sobre todo afecta
a mujeres menores de 50 años.
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Sigue siendo increíblemente infrecuente
y sigue siendo seguro
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para las mujeres
ponerse cualquier tipo de vacuna.
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El siguiente problema que encontramos
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a través de este sistema
de vigilancia de las vacunas
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fue la miocarditis,
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asociada a las vacunas de RNAm,
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sobre todo en varones,
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y parece ser más común
en los varones más jóvenes.
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Pero hay adultos,
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incluidos los adultos de más edad,
que también lo han experimentado.
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La miocarditis
es una inflamación del corazón
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muy poco frecuente.
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La gente no habla de ella a menudo
o no la conoce,
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pero de hecho, es una complicación
de la infección por la COVID.
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También es una complicación
de otras infecciones víricas
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y, cuando la gente la tiene,
a menudo no saben la causa.
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Pero al contrario que ese trastorno
hemorrágico y de coagulación
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asociado a la vacuna de Johnson & Johnson
en mujeres,
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este problema
es bastante sencillo de identificar.
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El tratamiento convencional
es un tratamiento conservador
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con algunos medicamentos,
como antiinflamatorios,
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y a la gente le va muy bien
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y se van a casa del hospital
y se recuperan por completo.
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Diría que sigue siendo
seguro y recomendable
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que todo el mundo se vacune,
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incluso con estos problemas
poco frecuentes
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que se han asociado a las vacunas,
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porque que las ventajas de la vacunación
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superan con creces los riesgos.
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No hemos visto motivos de preocupación
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de efectos secundarios
de tipo reproductivo
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de ninguna de las vacunas de la COVID,
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y eso incluye tanto fertilidad
como resultados de nacimientos.
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Esas preocupaciones surgieron
por un rumor en internet
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que de hecho es una completa invención.
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No existe una preocupación
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por la seguridad
de las mujeres embarazadas,
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por las mujeres que intentan concebir
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o para un desarrollo reproductivo futuro.