Fortuitamente suicida | Sarah Liberti | TEDxAdelphiUniversity

Las redes sociales son una manera confiable de interactuar con otros y expresarse uno mismo en el siglo XXI. Parece que escribir o bromear sobre querer morir se ha convertido en algo normal como hablar sobre tu día.

Ya sea como maestra de música o con algún otro talento, Liberti quiere dedicarse a ayudar a otros a expresarse, a sentirse seguros y encontrar soluciones a sus luchas internas y externas. Para su presentación TEDx, "Casualmente suicida: ¿Qué sigue?" se inspiró simplemente viendo las redes sociales. "Me rompía el corazón el darme cuenta de cuántas personas pasivamente o activamente hablan sobre la muerte," dice. "Las redes sociales son una manera confiable de interactuar con otros y expresarse uno mismo en el siglo XXI. Parece que escribir o bromear sobre querer morir se ha convertido en algo normal como hablar sobre tu día."

Esta charla se presentó en un evento TEDx utilizando el formato de conferencia TED pero organizado de manera independiente por una comunidad local. Aprende más en http://ted.com/tedx

Me gustaría comenzar con un chiste.

(Risas)

¿Cómo llaman a un estudiante
de música con 4.0?

Suicida.

(Risas)

Ay por dios, se ríen.

Pero estoy segura de que muchos
ahora se sienten incómodos.

Vivamos en esta incomodidad
por un momento.

(Risas)

Estoy segura que los escuché reír,

entonces encontraron humor en eso.

Pero puede que algunos de Uds. se sientan
relacionados con ella de alguna manera.

Incomodidad, humor, conexión,
usualmente van de la mano

cuando hablamos de la gran palabra con s:

suicidio.

Mi nombre es Sarah,

y todo lo relacionado con ese "chiste"
forma parte de mí.

Actualmente estoy en mi cuarto año
de música aquí.

Realmente tengo un 4.0,

y he tenido depresión y esos
pensamientos oscuros e invasivos

que acompaña la depresión.

Revisando en las redes sociales
y viendo conversaciones de personas,

me doy cuenta de que el suicidio
es algo sobre lo que la gente bromea

y sobre lo que además se ríen.

Me pregunto qué pasó para que sea tan
fortuito como para burlarse de ello.

Bueno.

Les he traído unos ejemplos.

Demos un paseo por las redes sociales.

Facebook.

"Estoy pre-perado para morir."

"Quiero cortarme como un pepino."

"Toma-te el veneno."

"Pasas a mejor vida."

"Me ahogaré con la semilla del aguacate."

"No tengo maíz razones para vivir."

Muy bien.

Vamos a Yik Yak - una aplicación en la que
puedes hacer confesiones anónimamente.

Se puede buscar por región,
y revisé la etiqueta de Adelphi.

"Esta clase será mi muerte."

Emojis de carita sonriente y la pistola,
esa es muy popular.

"Me siento solo."

"En ese punto del semestre
donde no me fijo al cruzar la calle."

"A veces me corto en los brazos

pero últimamente he pensado
en cortarme en las muñecas."

En Twitter.

"Cada día tiene 24 horas
en las que no he acabado con mi vida."

"Si me suicido, dejaré de desear morir."

"No me estresará el futuro,
si me suicido."

"Ya no seré suicida,
si simplemente me mato."

"Buenos días. Quiero morir
en diciembre de este año."

"Sólo les recuerdo a todos que realmente
quiero morir en octubre de este año."

"Tal vez no quieras morir,
pero no te importa si vives."

"Ya ni siquiera son insinuaciones
de que quiero morir.

En serio, alguien por favor que
me atropelle o apuñale de una vez."

"A veces quisiera morir por un día,
para ver si a alguien le importa."

Bueno ...

Tumblr. Bob Esponja.

"Mataré a la primera persona
que se mueva."

Otra vez Bob Esponja.

"Decidiendo si quiero
ir a la escuela o suicidarme."

Vaya.

Quédate colgado.

Un chiste de lazos.

Oh.

Un nudo en la garganta.

Una de este año, de hecho de este mes.

"Me voy a suicidar. Adiós."

Ahora uno de Instagram.

No estoy segura
de si es la letra de una canción.

"Si te dicen que te quites la vida
entonces lo harás."

Lo que más me intrigó de la de Instagram
fueron las etiquetas:

suicida, cortándome, frases de depresión,
bulimia, fenómeno, muere, monstruo.

Y había tres palabras
en alemán que traduje:

navaja, cortar, rasguños.

Soy una persona callada,
así que escucho todo.

En clase se sentaban
dos chicas detrás de mí

y el maestro siempre llegaba
cinco minutos tarde.

A le dice a B, "Preferiría saltar
por la ventana que estar aquí."

B le contesta,
"Estamos en el segundo piso.

Tendrías que caer cabeza primero
y que sea lo primero que toque el suelo,

y así morirías."

En mi clase de estadísticas este semestre,

en la segunda semana
dos chicos se sientan detrás de mí,

y uno le dice al otro,

"Esta clase realmente
hace que quiera suicidarme."

El otro se ríe.

Cometí el error de asumir

que en todas estas situaciones
las personas estaban bien.

Ya por hablar de dolor con humor
entonces estaba bien.

Lo hicieron por un chiste;
para sentirse conectados.

Pero me hizo pensar:
¿y si pedían ayuda?

¿Y si en lugar de reír
realmente están gritando?

¿Por qué presentaban
su dolor a través del humor?

Creo que es porque se sentían incómodos

de hablar sobre estos sentimientos
que no son fáciles de discutir.

Y qué hacemos si alguien directamente
nos dice, "Quiero suicidarme."

Nos sentimos incómodos y nos retraemos,

y no sabemos qué hacer.

Esa incomodidad nos separó
a mí y a mi mejor amiga.

Hace unos años fui en auto a emergencias

por un ataque de pánico que tuve.

Aprendí dos cosas ese día.

Nunca conduzcas
durante un ataque de pánico.

(Risas)

No es bueno.

Y número dos:
se siente muy bien al recibir ayuda.

Es un alivio
y maravilloso decirle a alguien:

"¡Estoy herido, míreme, ayúdeme!"

A las 6:30 am me dieron de alta
de emergencias psiquiátricas,

y estaba sentada
en este feo cuarto de espera verde,

esperaba a mis padres a que me recogieran
porque no quería conducir.

Y me di cuenta que había personas
que entraban a emergencias,

el sol salía,

y las personas continuaban con su día.

Y porque eran las 6:30 de la mañana,

mi mejor amiga se preparaba
para ir a la escuela a las 7:00.

La llamé, y para mi sorpresa contesta,

porque no era alguien
que le gustaran de las mañanas.

Lo primero que salió de mi boca es:

"No creerás la noche que tuve.
¿Puedo verte en 12 horas?"

Pasan las 12 horas,
estoy sentada en su habitación,

que era uno de mis lugares favoritos
en esos tiempos.

Era su habitación;
donde tuvimos grandes recuerdos.

Con una cama cómoda, una computadora,
un piano y un acuario con peces.

y lo más importante:
mi amiga y nuestra amistad.

Le dije todo lo que sucedió.

Que conduje,

todo lo que me llevó a tener
esos pensamientos, y hablar de ellos,

y lo que sucedió en el hospital.

Por 20 minutos hubo un silencio.

Mi amiga me miraba a los ojos;
podía ver cierta confusión,

y me dijo, "Sarah,

tú sabes lo que pienso de las personas
que quieren suicidarse:

déjalas; son débiles,
estamos mejor sin ellas."

Ya no hablo con mi mejor amiga.

Ya no sé dónde está
o lo que pasa en su vida.

Y no creo que sea una mala persona.

Éramos muy jóvenes.

Y si no han lidiado
con una enfermedad mental directamente,

no lo saben.

Si no fueron educados apropiadamente,

¿cómo pueden saber qué hacer,
qué decir, qué sentir?

La incomodidad nos separó.

La incomodidad destruyó nuestra relación.

Siento lástima por ella.

Y siento lástima

por todo niño pequeño que no puede llorar
y cada niña pequeña que no puede enojarse.

Porque tienen que guardarlo dentro;

porque si lo sacan, harían
que las personas se sintieran incómodas,

y nos dicen que eso está mal.

La incomodidad es la raíz de la confusión
emocional que sienten las personas.

No queremos compartir
por temor a herir a alguien.

Y tememos preguntar porque
sentimos que no es nuestro lugar.

Dejemos que lidien
con su tristeza en soledad;

es un viaje que deben hacer solos.

Déjenme decirles,
se siente bien compartir;

se siente bien pedir ayuda.

Recientemente le dije a una amiga
que intentaría volver a terapia.

Y mi amiga,
una mujer bastante inteligente,

ya no me puede ver de la misma forma
desde que le dije esto.

Me la encontré hace unos días,

y la conversación fue más o menos así:

"Hola."

"Hola, Sarah."

"¿Cómo estás?"

"Bien. ¿Cómo te va con tu...

médico?"

(Risas)

Me le quedé mirando por un momento.

"Mi terapeuta es muy buena."

"Qué bueno."

Y no se quería ir,
como si quisiera ayudarme,

pero no sabía cómo,

me quedé ahí con esa incomodidad
un poco más, y quería decirle,

"Podemos ir a almorzar las tres
en alguna ocasión",

pero no lo hice, solo le dije adiós.

(Risas)

Me siento mal por ella.

Cuán incómoda se sentía por mí, su amiga.

También siento lástima
por una maestra de religión que tuve.

Durante secundaria, íbamos a una clase
de religión después de clases.

Era una mujer mayor.

Un día explicó a la clase que las personas
que se suicidan va directo al infierno

y no hay oportunidad de guiarlas al cielo

porque tomaron el regalo más preciado
que dios nos puede dar:

la vida.

Estoy de acuerdo con que la vida es bella,

pero siento lástima por ella

porque estaba incómoda de ver
el dolor de una persona

cuando quiere acabar con su vida.

Nunca entenderá que la gente se siente
tan mal que puede acabar con su vida.

No hay que compartir tanto en línea

y compartir más en la vida real,
acercarnos a los demás.

Acudan a otros que vean que sufren;

acércate a los demás; pide ayuda;

compartan sus sentimientos.

Porque hay algo tan bello de ser humano

que todos tenemos estos sentimientos.

Y sí, sentir felicidad, y alegría,
y amor son cosas maravillosas,

pero también hay algo maravilloso

sobre sentir la intensidad
de la desesperación y la desesperanza.

Es parte de la experiencia humana,

y ser humano es algo que debemos aceptar,

y eso incluye especialmente
la incomodidad.

Si ven a alguien que sufre,
sólo pregunten, "¿Estás bien?"

Les prometo que no lastiman a nadie.

Sólo sepan que una chica
con cabello rizado y lentes se lo pidió.

Es un mundo extraño en el que vivimos.

¿Por qué me siento cómoda compartiendo
en línea pero no en la vida real?

Quiero cambiar eso.

El Centro de Control
de Enfermedades reporta

que alrededor del mundo alguien
se suicida cada 40 segundos,

y la tasa de suicido ha aumentado
en EE. UU. desde 1999;

eso me asusta.

Me asusta que perdí a una amiga,

que el punto de vista de una amiga
que tenía sobre mí cambió.

Es increíble.

Creo que todo lo que intento decir
puede ser resumido por una frase

de mi maestro de historia
ficticio favorito, Cory Matthews

de Aprendiendo a Vivir
y El mundo de Riley.

(Risas)

Una vez le enseñó a sus estudiantes

que el secreto de la vida
es que la gente cambia a la gente.

Quisiera agregar algo
a lo que dijo el Sr. Matthews:

Creo que la gente cambia a la gente
porque la gente necesita a la gente;

debemos aceptar ser humanos

y toda la belleza y fealdad
que viene con ello.

Gracias.

(Aplausos)