Problemas en la escuela | Santiago Aranguri | TEDxRíodelaPlataED

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED.

¿Qué pasaría si en la escuela en lugar de aprender lo que tenemos que aprender, aprendiéramos lo que queremos aprender? Santiago Aranguri, con solo 14 años, nos cuenta todo lo que aprendió haciendo una aplicación para encontrar gente perdida. Desarrolló, en cooperación con la ONG Personas Perdidas, una plataforma para ayudar en la búsqueda de gente extraviada, generando las herramientas necesarias para lograr su pronta identificación. Es un entusiasta de los problemas matemáticos y un activo participante de las olimpiadas matemáticas nacionales e internacionales.

De chiquito, me gustaba la programación
y quería aprender mucho de eso.

En el colegio estaba aprendiendo un poco
pero yo tenía ganas de aprender

más cosas y más rápido.

Medio de casualidad, me encontré
con una experiencia

que me hizo acelerar mi aprendizaje
de una manera increíble.

Déjenme que les cuente una historia.

Mi papá es bombero.

En casa hablamos de solidaridad
y de cómo ayudar a otros.

Un día, vino mi papá
un poco impactado por el tema,

y me contó que se había enterado
de que en la Argentina

se pierde una persona cada día.

"¿Cómo que se pierde
una persona por día?"

"Sí, se pierde una persona,
y sus familiares no la encuentran,

y están desesperados
y se angustia toda la familia".

Ahí pensé que, quizás, podía hacer algo
con mi pasión, que es la programación,

para ayudar a resolver este problema.

Y, entonces, se me ocurrió hacer
una aplicación para los celulares,

que ahora tenemos casi todos,
y así formar una red

de personas conectadas
con esta aplicación,

que ayuden a encontrar
a la gente que se pierde.

Entonces, cuando alguien se pierde,
le avisamos a toda la red

y tenemos a un montón de gente
por todos lados buscándolo.

Y así es mucho más fácil
y rápido encontrarlo.

Para hacer esto estuve programando
durante muchos meses.

No es tan fácil porque hay
un montón de problemas que resolver,

y hay cosas que al principio
no sabía cómo hacer.

También fui a un taller
por fuera del colegio

que me ayudó un montón
en el comienzo con la programación.

Y, hace unos meses, empecé a hablar
con una ONG que se dedica a esto.

Justamente, se llama
"Personas Perdidas".

Y les mostré esta aplicación
que había hecho ¡y les encantó!

Juntos, vimos qué cosas mejorar
y qué cosas cambiar.

De hecho, tengo el gusto de contarles
que, desde la semana pasada,

ya está online como la aplicación oficial
para buscar gente perdida en Argentina.

La aplicación que pude desarrollar
en mi tiempo libre.

(Aplausos)

En estos últimos meses, aprendí
un montón de programación.

Tal vez lo mismo que hubiese aprendido
durante varios años en la escuela.

Y no solo eso: también aprendí
sobre el tema de las personas perdidas,

sobre cómo trabajar con una ONG,
y cómo pedir ayuda.

Y me doy cuenta de que aprendí todo esto
porque tenía metido en la cabeza

que quería resolver este problema.

Pero animarse no fue tan fácil.

Al principio, surgieron
un montón de prejuicios,

como que era muy chico,
que era algo muy difícil,

o que iba a perder el tiempo.

En síntesis, que no iba a poder hacerlo.

Entonces, ¿qué necesité yo
para arrancar?

Primero, necesité un problema
que me motivara mucho.

Por ejemplo, antes de esto
estaba haciendo una aplicación

para organizar partidos
de fútbol entre amigos.

Pero la verdad es que organizar
partidos de fútbol no es algo

que me motivara tanto.

Después, encontré el problema
de las personas perdidas.

Ahí no me daba lo mismo
resolverlo que no resolverlo.

Ya era algo que necesitaba solucionar.

Entonces, sin pensarlo mucho,
comencé a meterme

en el mundo de aprender haciendo.

En esto de que vos no sabés
cómo hacer lo que querés hacer.

Nunca lo aprendiste ni te lo enseñaron,
pero vos lo querés hacer.

Entonces, usás todas las herramientas
que tenés para tratar de hacerlo.

Y si esto todavía no funciona,
vos seguís intentando,

porque lo querés hacer.

Esto me llevó a lo segundo que necesité,
y fue el acceso a información.

Y hoy eso está:
solo hace falta tener Internet.

Yo, por ejemplo, vi horas y horas
de videos tutoriales

para poder aprender lo que necesitaba.

Y también entré a miles de páginas
sobre programación

para sacarme las dudas.

Y por último: parece que, cuando uno
habla de aprender de esta manera,

habla de aprender solo,
pero no es así.

De hecho, en este proceso
hubo gente que me ayudó un montón.

Cada vez que tenía una pregunta
o no sabía cómo hacer algo,

ellos me ayudaban a resolverlo.

También me dieron una mano
en cosas como contactarme con gente,

organizarme y entender que equivocarse
es parte del proceso de aprendizaje.

Esto me pasó durante un año.

Al principio, no sabía casi nada,
y tenía que hacer

cosas bastante complicadas
para este proyecto.

Y ahora, después de haber pasado
por esta experiencia

de tratar de hacer algo
y no saber cómo,

puedo ver que casi todo lo que sé
sobre el tema lo aprendí de esta manera.

Y lo hice por fuera
de lo que el colegio me pedía.

Yo me pregunto si esto
tiene que ser así.

A mí desde chico... desde más chico
me interesa la programación,

y en mi familia siempre circula
y nos interesa el ayudar a otros.

Para mí fue natural hacer
esta aplicación en mi tiempo libre,

pero hay un montón
de chicos a los que tal vez

les interesan otras cosas.

¿Qué pasaría si les damos un espacio
en nuestras escuelas

para intentar que cada uno
resuelva un problema

que le importe y le interese mucho?

Y así, casi sin darnos cuenta,
aprender un montón en el medio.

Muchas gracias.

(Aplausos)