La Reserva Federal como prestamista de último recurso

♪ [música] ♪

En nuestros videos anteriores,

explicamos cómo la Reserva Federal utiliza
su control sobre la oferta monetaria

para aumentar o disminuir
la demanda agregada.

Sin embargo, la Reserva Federal
posee otra herramienta a su alcance.

Durante un pánico,

cuando los depositantes
corren al banco

para retirar su dinero,

cuando los prestamistas
se niegan a prestar dinero,

cuando las liquidaciones
están destruyendo todo,

cuando nadie sabe adónde ir,

van a la Reserva Federal,
el prestamista de último recurso.

El pánico puede ser
especialmente peligroso

porque, en las circunstancias correctas,
se puede poner en marcha

por medio de los temblores más pequeños,

y aun así, pueden crecer rápidamente
y extenderse

de modo que se autocumplen.

Un pánico, por ejemplo,

podría comenzar con el simple rumor

de que una institución financiera,
como un banco, es insolvente.

Una institución insolvente tiene
más deudas que activos.

Si los depositantes y los prestamistas
temen que su banco sea insolvente,

irán rápidamente a retirar su dinero,

porque saben que la última persona
que lo retire

se quedará con las manos vacías.

El rumor podría ser falso.

Quizás el banco tenga muchos activos,

pero estos activos sean ilíquidos.

Un activo ilíquido es el que vale
mucho en el futuro,

pero solo se puede vender a un precio
mucho más bajo en la actualidad;

quizás porque el activo
es difícil de tasar,

y lleva tiempo encontrar
el comprador indicado.

Pensemos en los bancos.

Los principales activos que tienen
los bancos son préstamos,

préstamos que son difíciles de tasar,

y que no se pagarán hasta el futuro.

Entonces, los bancos tienen
muchos activos ilíquidos.

Y si se obliga al banco a liquidar
demasiado pronto

para pagarle a sus depositantes
o prestamistas,

puede crear mucho despilfarro.

Los bancos establecen relaciones
de larga duración

con sus clientes.

Tomemos el ejemplo
de un proyecto de software.

El desarrollador le ha explicado
el proyecto al banco

y recibieron la financiación.

Terminan la mitad del código
y necesitan otro préstamo.

Es lógico volver al mismo banco.

Nadie más comprenderá
el proyecto igual de bien.

Si ese banco no puede
financiar el proyecto,

¡es probable que todo muera!

No sólo será difícil explicar
la idea a otros inversores,

estos podrían temer
un problema de selección adversa.

¿Por qué el banco que conoce
mejor el proyecto

no presta el dinero?

Es sospechoso.

Una corrida bancaria
puede romper la continuidad

que es necesaria para financiar
los proyectos de largo plazo y de valor elevado.

Los depositantes, sin embargo,

no pueden saber si el banco
es insolvente de verdad

o solamente ilíquido.

Ante cualquier señal
de que el banco no está preparado

para pagarle a todos a voluntad,

podría extender el pánico.

Aquí es donde entran el seguro
de depósito y la Reserva Federal.

El seguro de depósito dice
a los depositantes: "¡No se preocupen!

Incluso si el banco es insolvente,
igual se les pagará".

Debido a esta garantía,
no existen corridas,

y el banco no está obligado a dejar
de financiar el proyecto de software

hasta que esté terminado.

Cuando el seguro de depósito
no es suficiente,

o cuando la institución financiera
no está cubierta por este seguro,

entonces la Reserva Federal puede
interponerse como prestamista de última recurso

y proveer al banco suficiente efectivo

para pagarle a cualquier depositante
que quiera su dinero,

sin la necesidad de que el banco liquide
sus activos demasiado temprano.

Tradicionalmente, la Reserva Federal
prestaba a bancos solventes pero ilíquidos

para ayudarlos en un aprieto temporario

y rechazaba a los bancos insolventes.

Pero en un pánico, la Reserva Federal
también prestaba a los bancos insolventes.

Tenía que rescatarlos.

El problema durante un pánico
es el problema del riesgo sistémico.

En un pánico,
si una institución financiera cae,

es probable que arrastre a otras
con ella, como un efecto dominó.

La quiebra de un intermediario
financiero insolvente

podría arrastrar a instituciones
ilíquidas pero solventes.

*

Entonces, la Reserva Federal a veces
debe rescatar a algunos bancos insolventes

para proteger a todo el sistema.

Durante la crisis financiera
de 2008-2009, por ejemplo,

la Reserva Federal, la Corporación Federal
de Seguro de Depósitos

y el Departamento del Tesoro
de los Estados Unidos

intervinieron a una escala sin precedentes
para respaldar el sistema financiero.

El seguro de depósito,
que tradicionalmente se limitaba

a USD 100.000 por cada cuenta bancaria,

en efecto, se extendió a todas las cuentas,

y aumentó la cantidad asegurada
en unos USD 8 billones.

Además, el Departamento del Tesoro
garantizó billones de dólares

en los fondos del mercado monetario,

y la Reserva Federal también se volvió
el prestamista de último recurso

para el mercado de papel comercial.

Además, la Reserva Federal
fue el prestamista de último recurso

para propietario de último recurso

cuando obtuvo la mayoría
de interés de propiedad

en la compañía de seguros AIG.

¿Por qué?

Porque la quiebra de AIG
habría amenazado

a muchos otros intermediarios financieros,

y la Reserva Federal quería crear
un salto de línea

para detener el efecto dominó.

Finalmente, el gobierno estadounidense
intervino

como prestamista de último recurso

y propietario parcial de General Motors

cuando este no podía obtener
financiación de los bancos.

Pero hay un problema.
¿Qué haría

si se le dijera que puede
invertir en cualquier cosa,

y el gobierno lo rescataría
si fracasa?

Está bastante claro:
tomaría más riesgos,

debido que se beneficiaría
del aspecto positivo,

y el gobierno se quedaría
con el negativo.

Este es el problema esencial
que enfrenta la Reserva Federal.

Cuando los individuos o las instituciones
están asegurados,

tienden a tomar muchos más riesgos,

es el problema del riesgo moral.

Las grandes instituciones financieras:
¿son demasiado grandes como para fracasar?

Tienen muy poco incentivo

para hacer inversiones financieras
responsables.

En parte, esta es la razón
por la que la Reserva Federal

cumple la función de regular a los bancos.

Para minimizar
este comportamiento imprudente,

la Reserva Federal impone condiciones

sobre qué activos el banco
puede y debe poseer.

Sin embargo, estas regulaciones
tienen costos propios,

incluido un sistema bancario
más burocrático y menos flexible.

Limitar el riesgo sistémico
mientras se ve el riesgo moral,

es el problema esencial que enfrenta
la Reserva Federal como regulador bancario.

Y en la actualidad,
la sombra del sistema bancario

realiza más préstamos
que los bancos tradicionales.

Además, el sistema financiero
se ha vuelvo más complejo y entrelazado

*

a medida que los activos se empaquetan,
subdividen, compran y venden

más que antes.

Como resultado, las funciones regulatorias
y de prestamista de último recurso

de la Reserva Federal

se han vuelto mucho más importantes
y complejas.

La Reserva Federal intenta guiar un curso
entre estos dos problemas.

Si ocurre un pánico,

puede que sea mejor
rescatar a algunas compañías.

incluso a las malas,

para proteger al sistema.

Aun así, la promesa de rescatar
a las compañías en un pánico futuro,

estimula la toma de riesgos

y aumenta la probabilidad
de que ocurra un pánico en primer lugar.

*

No es obvio que la Reserva Federal
posee las herramientas

para alejarse de los dos problemas.

Este es el gran dilema
de la política monetaria moderna.

Está en camino a entender la economía.

Asegúrese de no olvidar este video
respondiendo estas preguntas de práctica.

Si está listo para más conceptos
de macroeconomía,

haga clic para el próximo video.

¿Sigue aquí?

Revise los demás videos populares
de Marginal Revolution University.

♪ [música] ♪