Cómo transformar la fatiga apocalíptica en acción contra el calentamiento global

El mayor obstáculo para lidiar con las alteraciones climáticas se encuentra entre los oídos, dice el psicólogo y economista Per Espen Stokes. Lleva años estudiando las defensas que usamos para evitar pensar en la desaparición de nuestro planeta, e investigando nuevas formas de comunicar el calentamiento global que impidan la apatía. Una charla divertida e informativa que contribuye a alejarse de las narraciones del día del juicio final y aprender cómo el cuidado de la Tierra puede ser agradable, posible y empoderador.

¿Cómo hacer para que la gente
se comprometa más

en resolver el calentamiento global?

Me gustaría comenzar con la ejecución
de dos experimentos con todos Uds.

Su tarea consiste en notar si sienten
alguna diferencia mientras hablo.

¿De acuerdo?

Ahí vamos.

Estamos viendo un aumento
en los niveles de dióxido de carbono

ahora alrededor de 410 ppms.

Para evitar el escenario de RCP 8,5,

necesitamos una descarbonización rápida.

El presupuesto global de carbono

para una probabilidad del 66 %
de alcanzar el objetivo de dos grados

es aproximadamente 800 gigatoneladas.

(Risas)

Bien, ahora déjame probar otra cosa.

Nos dirigimos a una Tierra inhabitable:

tormentas monstruosas,

inundaciones asesinas,

devastadores incendios forestales,

olas de calor locas que
nos cocinarán bajo un sol abrasador.

2017 ya es tan inesperadamente cálido,

que está volviendo locos
a los científicos del clima.

Tenemos un lapso de tres años
para reducir las emisiones, tres años.

Si no, pronto viviremos
en una Tierra hirviente, un infierno.

Bien. Así que...

(Aplausos)

Ahora su tarea:

¿Cómo les hizo sentir
estas formas de hablar?

la primera, ¿distanciados tal vez
o simplemente confundidos?

¿De qué está hablando este tipo?

La otra, temerosos o
simplemente aburridos?

Entonces, de nuevo, la pregunta que hice:

¿Cómo hacer para que la gente
se comprometa

a resolver el calentamiento global?

¿Y por qué no funcionan
estas dos formas de comunicación?

Ya ven, el mayor obstáculo para
encarar los problemas del clima

se encuentra entre nuestros oídos.

Basado en una creciente literatura
de psicología y ciencias sociales,

pasé años investigando
las cinco defensas internas

que impiden que la gente se comprometa.

Cuando las personas escuchan noticias
sobre el clima que les llega directamente,

la primera defensa aparece rápidamente:

distancia.

Cuando escuchamos sobre el clima,

escuchamos algo muy lejano en el espacio,

al pensar en hielo ártico, osos polares,

y muy lejos en el tiempo, en el 2100.

Es enorme y es lento:
pensamos en gigatones y siglos.

Entonces no está aquí. No es ahora.

Como se percibe tan lejos de mí,

parece estar fuera
de mi círculo de influencia,

así que me siento impotente al respecto.

No hay nada que pueda hacer.

En nuestra vida cotidiana,

la mayoría de nosotros preferimos
pensar en cosas más cercanas,

como nuestros trabajos, nuestros hijos,

Cuantos "Me gusta" tenemos en Facebook.

Ahora, eso, eso es real.

La siguiente defensa es fatalidad.

El cambio climático
generalmente se enmarca

como desastre inminente,

trayendo pérdidas, costo y sacrificio.

Eso nos hace ser temerosos.

Pero después de que
el primer miedo desaparece,

mi cerebro quiere evitar pronto
este tema por completo.

Después de 30 años de aterradoras
comunicaciones sobre el cambio climático,

más del 80 % de los artículos de los
medios aún usan encuadres de desastres,

pero la gente se habitúa a todo y luego,

se desensibiliza

por la saturación del uso excesivo.

Muchos de nosotros ahora sufrimos
una especie de fatiga apocalíptica,

un adormecimiento
por demasiada pornografía del colapso.

La tercera defensa es la disonancia.

Ahora, si lo que sabemos,

que el uso de combustibles fósiles
contribuye al calentamiento global,

a contradicciones con lo que hacemos:
conducir, volar, comer carne de res,

entonces activamos
la llamada disonancia cognitiva.

Esto se percibe
como una incomodidad interna.

Podemos sentirnos hipócritas.

Para deshacernos de esta incomodidad,

nuestro cerebro comienza a justificarse.

Así puedo decir, por ejemplo,

"Mi vecino, él tiene
un auto mucho más grande que yo".

O bien, "Cambiar mi dieta
no equivale a nada

si yo soy el único que lo hace".

O, podría incluso querer dudar
de la ciencia climática en sí.

Podría decir: "Sabes,
el clima siempre está cambiando".

Estas justificaciones
nos hacen sentir mejor,

pero a expensas

de descartar lo que sabemos.

Por lo tanto, el comportamiento
impulsa las actitudes.

Mi disonancia cognitiva personal aparece

cuando reconozco que he volado
desde Oslo a Nueva York

y de vuelta a Oslo

para hablar sobre el clima.

(Risas)

Por 14 minutos.

(Risas)

Entonces eso me hace
querer pasar a la negación.

(Risas)

Y, si nos mantenemos en silencio,

ignoramos o ridiculizamos
hechos sobre alteraciones climáticas,

entonces podríamos
encontrar refugio interior

de miedo y culpa.

La negación en realidad no proviene de
la falta de inteligencia o conocimiento.

No, la negación es un estado mental

donde puedo ser consciente
de algún conocimiento perturbador,

pero vivo y actúo como si no lo supiera.

Entonces podrías llamarlo
una especie de doble vida,

sabiendo y sin saber,

y a menudo esto es reforzado por otros,

mi familia o comunidad,

acordando no plantear
este tema complicado

Finalmente, identidad.

Activistas climáticos alarmados

exigen que el gobierno tome medidas,

ya sea con leyes o
impuestos sobre el carbono.

Pero piensen lo que sucede

cuando las personas
con valores conservadores, por ejemplo,

escuchan de un activista que
el gobierno debería comprometerse aún más.

Particularmente en
las democracias occidentales ricas,

entonces son menos propensos
a creer los resultados de esa ciencia.

¿Cómo es eso?

Bueno, si tengo valores conservadores,
por ejemplo,

probablemente prefiero autos grandes
y un gobierno pequeño

más que autos pequeños
con un gobierno grande.

Y si la ciencia del clima viene y dice

el gobierno debería
comprometerse aún más,

entonces probablemente
confiaré menos en esa ciencia.

De esta manera, la identidad cultural

comienza a anular los hechos.

Los valores se comen los hechos,

y mi identidad triunfa
sobre la verdad en cualquier momento.

Tras reconocer cómo estos cinco
mecanismos de defensa matan el compromiso,

¿cómo podemos superarlos?

Una nueva investigación muestra
cómo podemos cambiar estas cinco defensas

en los criterios de éxito clave

para una comunicación
climática más amigable con el cerebro.

Así que aquí es donde
se vuelve realmente emocionante

y donde encontramos las cinco soluciones.

Las cinco soluciones basadas
en evidencia para lo que funciona.

Primero, podemos intercambiar
distancia por lo social.

Podemos hacer que el clima
se perciba cerca, personal y urgente

trayéndolo a casa,

y podemos hacerlo
difundiendo normas sociales

que son positivas para las soluciones.

Si creo en mis amigos o vecinos,

Chicos, harán algo, ¿sí?,

entonces yo también lo haré.

Podemos ver esto, por ejemplo,
desde paneles solares en la azotea.

Se están propagando
de vecino a vecino como un virus.

Es contagioso.

Este es el poder de peer-to-peer
creando la nueva normalidad.

A continuación, podemos
cambiar a ser solidario.

En lugar de escenarios que acaban mal

como desastres y costos,

podemos replantear el clima
como salud humana,

por ejemplo, con deliciosas
hamburguesas a base de vegetales,

son buenas para ti y para el clima.

También podemos replantear el clima
como nuevas oportunidades tecnológicas,

sobre seguridad y sobre nuevos trabajos.

Los empleos solares, por ejemplo, están
experimentando un crecimiento asombroso.

Acaban de pasar el número
de los tres millones de empleos.

La psicología dice que
para crear compromiso,

debemos presentar, en equilibrio,

tres marcos positivos o de apoyo

para cada amenaza climática
ya mencionada.

Entonces podemos
cambiar la disonancia

en acciones más simples.

Esto a menudo se llama impulso.

La idea es, mediante una mejor
arquitectura de elección,

podemos tener
las conductas amigables con el clima

predeterminado y conveniente.

Déjenme ilustrar esto.
Tomemos los restos de comida.

El desperdicio de comida
en los bufets disminuye,

si el plato o el tamaño
de la caja se reduce un poco,

porque en el plato más pequeño
se ve lleno

pero la caja grande parece medio vacía,

así que ponemos más.

Así los platos más pequeños marcan
una diferencia en los restos de alimentos.

Y hay cientos de
impulsos inteligentes como este.

La disonancia disminuye a medida que
se impulsan más comportamientos.

Así podemos dar la vuelta
a la negación

adaptando señales
que visualicen nuestro progreso.

Podemos proporcionar
comentarios motivadores

sobre qué bien lo hacemos
con nuestra resolución de problemas.

Digamos que mejoró su huella de transporte

o se cortó el desperdicio
de energía en sus edificios.

Y una aplicación que puede compartir
este pozo se llama Ducky.

La idea es que cada uno
registre sus acciones allí,

y luego cada uno pueda ver lo bien que
lo hace su grupo, equipo o empresa,

y se obtienen señales en tiempo real.

Finalmente, identidad.

Podemos voltear
la identidad con mejores historias.

Nuestro cerebro ama las historias.

Por eso, necesitamos mejores historias
sobre a dónde queremos ir todos,

y necesitamos más historias
de los héroes y heroínas

de toda índole que
están haciendo un cambio real.

Estoy orgulloso de que
mi ciudad natal Oslo

ahora se embarque en un audaz viaje
de electrificación de todo el transporte,

ya sea en automóviles,
bicicletas o autobuses.

Una de las personas
que encabeza esto es Christina Bu.

Ella dirige desde hace años
la asociación de vehículos eléctricos

y lucha todos los días.

También el Reino Unido, Francia, India
y China han anunciado planes

para terminar las ventas
de autos de combustibles fósiles.

Ahora eso es masivo.

Y en Oslo, podemos ver cómo propietarios
entusiastas de vehículos eléctricos

cuentan sus historias eléctricas
a amigos y vecinos

y los convencen.

Así damos un giro completo
de la historia a la vida social.

Así que miles de comunicadores climáticos

están empezando ahora
a usar estas soluciones

por todo el mundo.

Sin embargo, está claro
que las soluciones individuales

no son suficientes
para resolver el clima,

pero construyen
un soporte ascendente más fuerte

para políticas y soluciones que sí pueden.

Por eso involucrar
a la gente es tan crucial.

Empecé esta charla

probando dos formas
de comunicar el clima con Uds.

Hay otra manera, también,

que me gustaría compartir con Uds.

Comienza con reinventar
el clima en sí mismo

como el aire viviente.

El clima no es realmente
algo abstracto y distante

muy lejos de nosotros.

Es este aire que nos rodea.

Se puede sentir este aire
en esta sala también,

el aire que se mueve ahora en la nariz.

Este aire es la piel de nuestra Tierra.

Es increíblemente delgado,

comparado con el tamaño de la Tierra
y el cosmos del que nos protege,

mucho más delgado
que la piel de una manzana

en comparación con su diámetro.

Puede parecer infinito
cuando miramos hacia arriba,

pero el aire hermoso y respirable
tiene de 8 a 11 km de espesor,

un frágil envoltorio
alrededor de una bola masiva.

Dentro de esta piel,

todos estamos estrechamente conectados.

El aire de la respiración
que Uds. acaban de tomar

contenía alrededor de 400 000
de los mismos átomos de argón

que Gandhi respiró durante su vida.

Dentro de esta película delgada,
fluctuante e inestable,

toda la vida se nutre, protege y sostiene.

Aísla y regula las temperaturas

en un rango perfecto para el agua
y la vida tal como la conocemos,

y para mediar entre el océano azul
y la eternidad negra,

las nubes llevan miles de millones
de toneladas de agua

necesaria para los suelos.

El aire llena los ríos,

agita las aguas,

riega los bosques.

Con el extrañamiento global ante el clima,

hay buenas razones
para sentir miedo y desesperación,

sin embargo, podemos entristecernos por
el lamentable estado y las pérdidas de hoy

para luego mirar hacia el futuro
con ojos sobrios y determinación.

La nueva psicología de la acción climática

radica en alejarse, no de la ciencia,

sino de las muletas de
abstracciones y fatalidad,

para luego elegir
contar las nuevas historias.

Estas son las historias

de cómo logramos la reducción,
la reversión del calentamiento global.

Estas son las historias
de los pasos que

pueblos, ciudades, empresas

y organismos públicos

toman para cuidar el aire

a pesar de los fuertes vientos en contra.

Estas son las historias
de los pasos que damos

porque cimientan
lo que somos como humanos:

terrícolas dentro de este aire viviente.

Gracias.

(Aplausos)