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Tenemos más comida de la
que la gente puede comer.
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Tenemos más casas, que gente
en la calle sin hogar.
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Más ropa de la que la
gente puede vestir.
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Más dispositivos de los que
la gente puede usar.
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Tenemos una abundancia de
conocimientos y cosas.
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Pero a pesar de todo esto, toda la especie humana
tiene que comerciar para obtenerlos.
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Intercambiando su energía, habilidades, datos,
tiempo, etc. ¡No tiene sentido!
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Si tenemos suficiente para todos nosotros, ¿por qué
jugar a este antiguo juego del comercio?
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Este juego de "hago algo para
conseguir algo más a cambio"
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crea un desequilibrio de poder que incentiva
los comportamientos egoístas y perversos;
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y que conduce a los muchos problemas
que vemos en el mundo actualmente:
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Hambruna,
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corrupción,
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investigación científica deficiente,
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malos productos,
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falta de atención médica,
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estratificación social y desigualdad,
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valores humanos distorsionados,
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destrucción del medioambiente,
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etcétera.
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Mientras sigamos jugando al Juego del Comercio,
veremos miles de millones de problemas,
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para miles de millones
de seres humanos,
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y ningún grupo de personas o leyes creadas por
los humanos será capaz de prevenir o solucionar
la mayoría (o ninguno) de estos problemas.
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Para solucionar estos problemas tenemos que
deshacernos del juego en sí y migrar, en pequeños pero
muchos pasos, hacia una sociedad post-comercio.
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Para ello debemos reconocer cuál es el problema
(el comercio) ¡y hacerlo obsoleto!
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¡Necesitamos crear bienes y servicios
libres de comercio!
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Videos,
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libros,
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alimentos,
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salud, ciencia
y conocimiento,
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casas y barcos,
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aparatos y documentales,
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y todo lo demás.
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¿Cómo podemos hacer eso?
No lo sabemos exactamente.
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Pero sí sabemos que la única forma de avanzar
es hacer que el comercio quede obsoleto,
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de lo contrario continuaremos durante cientos sino miles
de años estafándonos unos a otros hasta el olvido.
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Si los seres humanos tuvieran acceso a la mayor parte de
lo que necesitan y desean “libre de comercio”,
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surgiría una explosión de conductas cooperativas,
inteligentes y relajadas,
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dando lugar a un mundo abundante y diverso
que solo puede propulsar a la humanidad hacia
una dirección más sensata.