-
Hoy les hablaré
-
sobre los últimos 30 años
de la historia de la arquitectura.
-
Es mucho para cubrir en 18 minutos.
-
Es un tema complejo,
-
así que solo nos meteremos
en un lugar complejo:
-
Nueva Jersey.
-
Porque hace 30 años,
soy de N. Jersey,
-
yo tenía seis años y vivía allí
en casa de mis padres
-
en un pueblo llamado Livingston,
-
y éste era mi dormitorio de niño.
-
En la esquina
-
estaba el baño
que compartía con mi hermana.
-
Y en el medio, entre mi dormitorio
y el baño,
-
había un balcón que daba
a la sala de estar.
-
Y ahí es donde todos pasaban
el rato viendo la tele.
-
Así que cada vez que iba de
mi habitación al baño,
-
todos me veían.
-
Y cada vez que me duchaba
y volvía envuelto en una toalla,
-
todos me miraban.
-
Y yo era así.
-
Yo era torpe,
-
inseguro y lo odiaba.
-
Odiaba ese paseillo, odiaba ese balcón,
-
odiaba esa habitación y esa casa.
-
Y así es la arquitectura.
-
(Risas)
-
Listo.
-
Esos sentimientos,
con las emociones que sentía;
-
ese es el poder de la arquitectura.
-
Porque la arquitectura no se trata de
matemáticas, ni de división de zonas,
-
sino de esas conexiones
viscerales, emocionales
-
que sentimos en los lugares
que ocupamos.
-
Y no es de extrañar
que nos sintamos de esa manera,
-
porque de acuerdo con la
Agencia de Protección Ambiental (EPA)
-
los estadounidenses gastan el 90 %
de su tiempo bajo techo.
-
O sea, el 90 % de nuestro tiempo
estamos rodeados de arquitectura.
-
Eso es muchísimo.
-
La arquitectura nos determina en formas
que ni siquiera nos damos cuenta.
-
Eso nos hace un poco ingenuos
y muy, muy predecibles.
-
Esto significa que cuando
les muestro un edificio como éste,
-
sé lo que traen a la mente:
-
piensan en "poder", "estabilidad"
y "democracia".
-
Y sé que lo piensan así
por basarse en un edificio
-
construido hace 2500 años
por los griegos.
-
Este es un truco.
-
Es un desencadenante
que los arquitectos utilizan
-
para crear una conexión emocional
-
con las formas que construimos
nuestros edificios.
-
Es una conexión emocional predecible;
-
hemos estado usando este truco
desde hace mucho, mucho tiempo.
-
Lo usamos hace 200 años
para construir bancos.
-
Lo usamos en el siglo XIX
para construir museos de arte.
-
Y en el siglo XX en EE.UU.,
-
lo usamos para construir casas.
-
Miren, estos soldaditos estables sólidos
-
frente al mar,
alejados de los elementos.
-
Esto es muy, muy útil,
-
porque construir cosas es aterrador.
-
Es costoso, toma mucho tiempo
y es muy complicado.
-
Las personas que construyen.
-
los urbanizadores y los gobiernos,
-
siempre tienen miedo a la innovación,
-
y prefieren utilizar formas
que saben que van a funcionar.
-
Por eso nos encontramos
con edificios como éste.
-
Es una bonita edificación.
-
Es la Biblioteca Pública de Livingston
-
que se terminó en 2004 en mi ciudad natal,
-
y, ya saben, tiene una cúpula,
-
tiene esta cosa redonda,
columnas, ladrillo rojo,
-
que dejan adivinar lo que Livingston
trata de comunicar con este edificio:
-
los niños, los valores de propiedad,
la historia.
-
Pero no tiene mucho que ver con lo que
una biblioteca es hoy en día.
-
Ese mismo año, en 2004,
al otro lado del país,
-
se terminó otra biblioteca,
-
que luce así.
-
Está en Seattle.
-
Esta biblioteca muestra cómo usamos
-
los medios de comunicación
en la era digital.
-
Se trata de un nuevo tipo de equipamiento
público para la ciudad,
-
un lugar para reunirse y leer y compartir.
-
Entonces, ¿cómo es posible
-
que en el mismo año, en el mismo país,
-
dos edificios,
ambos denominados bibliotecas,
-
sean tan completamente diferentes?
-
Y la respuesta es que la arquitectura
funciona según el principio del péndulo.
-
En un lado está la innovación;
-
los arquitectos que constantemente
impulsan nuevas tecnologías,
-
nuevas tipologías, nuevas soluciones
para las formas cómo vivimos hoy.
-
Impulsamos, impulsamos
e impulsamos tanto,
-
que nos alejamos
completamente de toda la gente.
-
Todos de negro,
esto nos deprime.
-
Uds. creen que nos sentimos muy bien,
-
pero estamos muertos por dentro
porque no tenemos otra opción.
-
Tenemos que ir al otro lado
-
y volver a conectarnos con esos símbolos
que son apreciados.
-
Así lo hacemos, y estamos todos felices,
-
pero nos sentimos como traidores,
-
Así que empezamos
a experimentar de nuevo;
-
hacemos oscilar el péndulo
de atrás a adelante, una y otra vez.
-
Así lo hemos hecho
en los últimos 300 años,
-
y claro está, en los últimos 30 años.
-
Bueno, hace 30 años
salíamos de la década de los 70.
-
Los arquitectos estaban ocupados
-
experimentando
con el denominado "brutalismo".
-
Se trata de hormigón.
-
(Risas)
-
Se puede adivinar esto.
-
Ventanas pequeñas,
a una escala deshumanizante.
-
Algo realmente muy duro.
-
Así, nos acercamos a los 80,
-
y comenzamos a incorporar esos símbolos.
-
Empujamos el péndulo de nuevo
en la otra dirección.
-
Tomamos esas formas que
sabemos que gustan
-
y las actualizamos.
-
Añadimos neón
-
y añadimos pasteles
-
y utilizamos nuevos materiales.
-
Les encanta.
-
No damos abasto.
-
Tomamos armarios Chippendale
-
y los convertimos en rascacielos,
-
que pueden ser
castillos medievales hechos de vidrio.
-
Las formas se agrandaron,
-
obtuvieron audacia y colorido.
-
Los enanos se convirtieron en columnas.
-
(Risas)
-
Los cisnes crecieron
hasta el tamaño de los edificios.
-
Una locura.
-
Pero eran los 80, eso era genial.
-
(Risas)
-
Todos pasamos el rato
en centros comerciales,
-
nos mudamos a los barrios,
-
y ahí, en los suburbios,
-
podíamos crear nuestras propias
fantasías arquitectónicas.
-
Esas fantasías
-
podían ser a la mediterránea,
-
a la francesa,
-
o a la italiana.
-
(Risas)
-
Posiblemente con un sinfin
de palitos de pan.
-
Esto es lo que pasa
con el postmodernismo.
-
Esto es lo que pasa con los símbolos.
-
Son fáciles, son baratos,
-
porque en vez de crear nuevos espacios,
-
recreábamos recuerdos de otros lugares.
-
Yo sé muy bien, y todos Uds. saben,
-
que esto no es la Toscana.
-
Esto es Ohio.
-
(Risas)
-
Los arquitectos
se sienten frustrados
-
y empezamos a hacer oscilar el péndulo
de nuevo en la otra dirección.
-
En los años 80 y a principios de los 90,
-
empezamos a experimentar con
el denominado desconstructivismo.
-
Descartamos los símbolos históricos;
-
ahora contamos con nuevas técnicas
de diseño asistido por computadora,
-
y nos encontramos
con nuevas composiciones;
-
unas formas que se estrellan
contra otras formas.
-
Esto es académico y embriagador,
-
y es súper impopular;
-
Uds. quedan totalmente excluidos.
-
Normalmente, el péndulo oscilaría
de nuevo en dirección opuesta.
-
Pero entonces, algo sorprendente sucedió:
-
En 1997, se inauguró este edificio.
-
Es el Guggenheim de Bilbao,
de Frank Gehry.
-
Este edificio
-
cambió fundamentalmente la relación
del mundo con la arquitectura.
-
Paul Goldberger dijo que Bilbao
fue uno de esos raros momentos
-
cuando críticos, académicos
y público en general,
-
estuvieron completamente de acuerdo
sobre un edificio.
-
El diario New York Times calificó
esta construcción de milagrosa.
-
El turismo en Bilbao aumentó
en un 2500 %
-
cuando terminaron el edificio.
-
Así, de repente, todo el mundo
quería uno de esos edificios:
-
Los Ángeles,
-
Seattle,
-
Chicago,
-
Nueva York,
-
Cleveland,
-
Springfield.
-
(Risas)
-
Todo el mundo quería uno,
y Gehry estaba en todas partes.
-
Él fue nuestro primer arquitecto estrella.
-
Pero , ¿cómo es posible que estas formas,
-
salvajes y radicales,
-
cómo es posible que se conviertan
en omnipresentes en todo el mundo?
-
Y sucedió, porque los medios
se galvanizaron en torno a ellos
-
y rápidamente aprendimos que esas formas
significaban cultura y turismo.
-
Hemos creado una reacción emocional
con estas formas.
-
Lo mismo hicieron los principales
alcaldes de todo el mundo.
-
Así todos creían que
si tenían estas formas,
-
tenían cultura y turismo.
-
Este fenómeno de comienzos
del nuevo milenio
-
pasó con otros arquitectos estrella.
-
Le pasó a Zaha
-
y le sucedió a Libeskind,
-
y lo que pasó con
estos pocos arquitectos de élite
-
en el umbral del nuevo milenio,
-
en realidad empezó a pasar
con toda la arquitectura.
-
Los medios digitales comenzaron
a aumentar la velocidad
-
del consumo de información.
-
Piensen por ejemplo en cómo
Uds. consumen arquitectura.
-
Hace mil años,
-
tendrían que haber caminado hasta
el próximo pueblo para ver un edificio.
-
El transporte se acelera:
-
Uds. pueden tomar un barco, un avión,
pueden ser turistas.
-
La tecnología acelera.
-
Se puede ver
en los periódicos, en la tele,
-
y al final, todos somos
fotógrafos de arquitectura,
-
y el edificio se transporta
más allá de su ubicación física.
-
La arquitectura está
en todas partes ahora;
-
eso significa que la velocidad
de las comunicaciones
-
finalmente ha alcanzado
la velocidad de la arquitectura.
-
Debido a que la arquitectura
se mueve tan rápido,
-
no se precisa de mucho tiempo
para pensar en un edificio.
-
Se necesita mucho tiempo
para construir un edificio,
-
tres o cuatro años,
-
y en ese tiempo, un arquitecto
puede diseñar dos, ocho
-
o cien edificios más,
-
antes de saber
si el que diseñó hace cuatro años
-
fue un éxito o no.
-
Porque nunca ha habido buena
retroalimentación en la arquitectura.
-
Así es como nos encontramos
con edificios como éste.
-
El brutalismo no fue un movimiento
de dos años,
-
sino de 20 años.
-
Durante 20 años, estuvimos construyendo
edificios como éste
-
porque no teníamos ni idea
de cuánto los detestaban.
-
Eso nunca va a volver a suceder.
-
Creo.
-
Porque estamos en el umbral
de la mayor revolución en la arquitectura
-
desde la invención del hormigón,
-
del acero o del ascensor,
-
y es la revolución de los medios.
-
Mi teoría es que cuando se aplica
el péndulo a los medios de comunicación,
-
comienza a oscilar más y más rápido,
-
hasta llegar a estar
en ambos extremos casi simultáneamente,
-
y se desdibuja efectivamente
la diferencia entre innovación y símbolo,
-
entre nosotros, los arquitectos
y Uds. el público.
-
Ahora podemos hacer símbolos
casi instantáneos, con carga emocional,
-
de algo completamente nuevo.
-
Les enseñaré cómo funciona el sistema
-
en un proyecto que mi empresa
recientemente terminó.
-
Fuimos contratados para sustituir
este edificio que se incendió.
-
Este es el centro de un pueblo
llamado los Pinos
-
en Fire Island en el estado de Nueva York.
-
Es una comunidad de vacaciones.
-
Propusimos un edificio audaz,
-
diferente a cualquiera de las formas a
las que la comunidad estaba acostumbrada.
-
Teníamos miedo y
también nuestro cliente.
-
La comunidad estaba asustada.
-
Así que creamos una serie de
representaciones fotorrealistas
-
y las pusimos en Facebook
-
y en Instagram,
-
y dejamos que la gente empezara
a hacer lo que hacen:
-
compartir, comentar, "me gusta",
"lo detesto".
-
Pero eso significó que dos años antes
de que el edificio se terminara,
-
ya era parte de la comunidad.
-
Y como los dibujos parecían exactamente
como el producto acabado,
-
no hubo sorpresas.
-
El edificio llegó a ser
parte de la comunidad.
-
Ese primer verano,
-
cuando la gente comenzó a llegar y
lo compartía en los medios sociales,
-
el edificio dejó de ser solo un edificio,
se convirtió en un medio de comunicación,
-
porque éstas no son solo
imágenes de un edificio,
-
son sus imágenes del edificio.
-
Y a medida que se manejan
para contar su historia,
-
se convierten
en parte de su narrativa personal,
-
y lo que hicieron fue
producir cortos circuitos
-
con toda la memoria colectiva.
-
Hacemos que estos símbolos se llenen
para entender mejor.
-
Eso significa que ya no necesitamos
a los griegos
-
para decirnos qué pensar
sobre la arquitectura.
-
Podemos decir lo que pensamos
acerca de la arquitectura,
-
porque los medios digitales no solo han
cambiado la relación entre nosotros,
-
sino que han cambiado la relación
entre nosotros y los edificios.
-
Piensen por un segundo en
esos bibliotecarios en Livingston.
-
Si ese edificio se fuera a construir hoy,
-
lo primero sería ir a internet
y buscar "nuevas bibliotecas".
-
Y uno quedaría bombardeado con ejemplos
de experimentación, de innovación,
-
sobre lo que una biblioteca puede ser.
-
Eso son municiones.
-
Son municiones que se pueden llevar
-
al alcalde de Livingston,
a la gente de Livingston,
-
y decirles que no hay respuesta única
a lo que una biblioteca puede ser hoy.
-
Seamos parte de ésta.
-
Esta abundancia de soluciones
-
da la libertad de ejecutar experimentos.
-
Todo es diferente ahora.
-
Los arquitectos ya no son
esas misteriosas criaturas
-
que utilizan grandes palabras
y dibujos complicados,
-
y Uds. ya no son un público desinformado.
-
Los consumidores ya no aceptan
nada que no hayan visto nunca antes.
-
Los arquitectos pueden escuchar,
-
y Uds. ya no están
intimidados por la arquitectura.
-
Eso significa que el péndulo oscilante
-
de un estilo a otro,
de un movimiento a otro,
-
es irrelevante.
-
De hecho, podemos seguir adelante
-
y encontrar soluciones adecuadas a los
problemas que enfrenta la sociedad.
-
Este es el final
de la historia de la arquitectura.
-
Y significa que los edificios del mañana
-
serán muy diferente
a los edificios de hoy.
-
Esto significa que un espacio público
en la antigua ciudad de Sevilla
-
puede ser único y adaptado a la medida
como funciona una ciudad moderna.
-
Esto significa que un estadio en Brooklyn
puede ser eso, un estadio en Brooklyn,
-
y no una mala imitación histórica
de ladrillo rojo
-
basada en las ideas de lo que
debe ser un estadio.
-
Esto significa que unos robots
podrán construir nuestros edificios,
-
porque finalmente estaremos listos
para las formas que van a producir.
-
Eso significa que los edificios se amoldan
a los caprichos de la naturaleza
-
y no al contrario.
-
Esto significa que un garaje de
estacionamiento en Miami Beach, Florida,
-
también puede servir para hacer deporte
-
o para yoga,
-
o incluso uno puede
casarse allí en la noche.
-
(Risas)
-
Esto significa que tres arquitectos
pueden soñar con natación
-
en el East River de Nueva York,
-
y levantar medio millón de dólares
-
de la comunidad unida
alrededor de esa causa,
-
ya no es un cliente solo.
-
Significa que ningún edificio es
demasiado pequeño para innovación,
-
como este pequeño pabellón de renos,
-
tan musculoso y fibroso
como los animales que se van a observar.
-
Esto significa que un edificio
no tiene que ser bello
-
para ser amable,
-
como este pequeño
y feo edificio en España,
-
donde los arquitectos cavaron un agujero,
-
lo llenaron de heno,
-
y luego vertieron hormigón alrededor
-
y cuando el hormigón se secó,
-
invitaron a alguien a que viniera
y limpiara el heno restante.
-
Finalmente, todo lo que quedó
-
es esta pequeña y horrible habitación
-
con todas las huellas y arañazos
de cómo se construyó,
-
para convertirse en el lugar más sublime
para observar una puesta de sol español.
-
Porque ya no importa
si es una vaca o un robot
-
quien construye nuestros edificios.
-
No importa cómo construimos,
lo que importa es lo que construimos.
-
Los arquitectos ya saben cómo hacer
edificios más verdes,
-
más inteligentes y más amables.
-
Hemos estado esperando
a que todos Uds. los deseen.
-
Finalmente, ya no estamos
en lados opuestos.
-
Encuentren un arquitecto, contrátenlo
y trabajemos juntos
-
para hacer mejores edificios,
mejores ciudades, para un mundo mejor,
-
porque hay mucho en juego.
-
Los edificios no solo
reflejan nuestra sociedad,
-
sino que le dan forma
hasta a los espacios más pequeños:
-
las bibliotecas locales,
-
los hogares donde
formamos a nuestros hijos,
-
y el paso del dormitorio al baño.
-
Muchas gracias.
-
(Aplausos)