¿Podemos detener el cambio climático eliminando CO2 del aire?

¿Podríamos corregir el cambio climático? Eso quiere Tim Kruger, investigador en ingeniería geológica, quien nos comparte una promisoria posibilidad: usar gas natural para generar electricidad, mediante un procedimiento que extrae dióxido de carbono del aire. Conozca más sobre el potencial y los riesgos de esta controvertida idea, mediante la cual se busca una intervención creativa, deliberada y a gran escala para detener las ya catastróficas consecuencias del calentamiento de nuestro planeta.

Para evitar el peligroso cambio climático,

tendremos que disminuir
las emisiones rápidamente.

Eso debería ser una afirmación
indiscutible,

sin lugar a dudas en esta audiencia.

Pero hay algo un poco más polémico:

no va a ser suficiente.

Agotaremos lo que queda
del presupuesto de carbono

para un grado y medio

en unos años

y el presupuesto para dos grados

en unas dos décadas.

No solo tenemos que reducir emisiones
con extrema rapidez,

sino también extraer dióxido de carbono
de la atmósfera.

Gracias.

(Risas)

Trabajo evaluando una gama
de propuestas técnicas

para ver si pudieran funcionar.

Podríamos usar plantas para extraer CO2,

y luego almacenarlo en los árboles,

en el suelo, bajo tierra
o en los océanos.

Podríamos construir grandes máquinas,
llamadas árboles artificiales,

que eliminaran el CO2 del aire.

Para que estas ideas sean factibles,

necesitamos entender
si pueden ser aplicadas

a gran escala de manera segura,
económica y socialmente aceptable.

Estas ideas son soluciones intermedias.

Ninguna es perfecta,

pero muchas tienen potencial.

Es poco probable que una sola
lo resuelva todo.

No hay solución infalible,

pero potencialmente, en conjunto,
pueden acercarse a la solución

que necesitamos para detener
el cambio climático y sus consecuencias.

Estoy trabajando de forma independiente
en una idea

para usar gas natural
en la generación de electricidad

de modo que se extraiga
dióxido de carbono del aire.

¿Cómo funciona?

En el proceso Origen Power, se alimenta
una celda de combustible con gas natural.

Cerca de la mitad de la energía química
se convierte en electricidad

y el resto en calor,

usado para descomponer la piedra caliza

en cal y dióxido de carbono.

En este momento, probablemente
estén pensando que estoy loco.

Está generando dióxido de carbono.

Pero el punto clave es que todo
el dióxido de carbono generado,

tanto desde la celda de combustible
como desde el horno de cal, es puro,

y eso es realmente importante,

porque significa que puede usarse
ese dióxido de carbono

o almacenarlo a gran profundidad
bajo tierra a bajo costo.

La cal que se produce
puede usarse en procesos industriales,

y al usarse, extrae el CO2 del aire.

En general, el proceso es carbono negativo.

Elimina el dióxido de carbono del aire.

Si se genera electricidad
a partir del gas natural,

se emiten unos 400 gramos de CO2 al aire

por cada kilovatio-hora.

Con este proceso, esa cifra es menos 600.

Actualmente, la generación eléctrica
es la fuente

de un cuarto de las emisiones
de dióxido de carbono.

Hipotéticamente, si se sustituye
la generación de energía por este proceso,

no solo se eliminarían todas
las emisiones de la generación de energía,

sino que se irían eliminando
emisiones de otros sectores también,

para una reducción potencial de 60 %
de las emisiones de carbono.

Incluso podría usarse la cal

para verterla directamente al mar
y contrarrestar su acidificación,

otro de los problemas que causa
el CO2 en la atmósfera.

De hecho, se obtiene más por igual dinero.

Se absorbe aproximadamente el doble
de CO2 cuando se vierte al mar

que cuando se usa industrialmente.

Pero aquí es donde se complican las cosas.

Mientras que contrarrestar
la acidificación del mar es algo positivo,

no entendemos totalmente
las consecuencias ambientales,

por lo que tenemos que evaluar
si el tratamiento

es realmente mejor que la enfermedad
que está tratando de curar.

Tenemos que implementar
un control estricto de los experimentos

para hacer evaluaciones seguras.

Y la magnitud es esta:

para evitar el cambio climático,

tendremos que eliminar billones...

sí, billones con B mayúscula...

billones de toneladas de CO2
de la atmósfera en las próximas décadas.

Costará un pequeño porcentaje del PIB.
Pienso en el cuantioso gasto de defensa,

en mucha de la actividad industrial,

y en los nocivos efectos secundarios.

Pero si la magnitud parece enorme,

se debe a que la escala del problema

que estamos tratando de resolver,

también lo es.

Ya no podemos evitar
estos asuntos espinosos.

Enfrentamos riesgos de cualquier forma:

un mundo alterado por el cambio climático

o alterado por el cambio climático
y por nuestros esfuerzos para evitarlo.

Ojalá no fuera así,

pero ya no podemos permitirnos
cerrar los ojos, taparnos los oídos,

y bla, bla, bla.

Necesitamos crecer y enfrentar
las consecuencias de nuestras acciones.

(Aplausos)

¿Hablar de corregir el cambio climático
socava la voluntad de reducir emisiones?

Esta es una preocupación real,

así que tenemos que enfatizar
en la importancia de reducir las emisiones

y cuán especulativas son estas ideas.

Pero incluso haciéndolo,
tenemos que examinarlas.

¿Podemos corregir el cambio climático?

No lo sé, pero ciertamente
no podemos si no lo intentamos.

Necesitamos ambición sin arrogancia.

Necesitamos ambición
para restaurar la atmósfera,

para extraer dióxido de carbono

y volver a un nivel compatible
con un clima estable y océanos saludables.

Esta será una tarea enorme.

Podría describirse
como el proyecto de una catedral.

Los involucrados al principio

pueden hacer los planos
y preparar los cimientos,

pero no levantarán la aguja
hasta su altura total.

Esa tarea, ese privilegio,

pertenece a nuestros descendientes.

Ninguno de nosotros verá ese día,
pero debemos comenzar con la esperanza

de que las generaciones futuras
podrán terminar el trabajo.

¿Quieren Uds. cambiar el mundo?

Yo no.

No trato de cambiar el mundo,

sino más bien de mantenerlo como debe ser.

Muchas gracias.

(Aplausos)

Chris Anderson: Gracias. Solo quiero
hacerle un par de preguntas.

Cuéntenos un poco más sobre esta idea
de verter cal al mar.

A primera vista, es bastante convincente...

evita la acidificación de los océanos

y absorbe más CO2.

Dijo que tenemos
que hacer experimentos para ello.

¿Cómo describiría
un experimento responsable?

Tim Kruger: Creo que debemos hacer
una serie de experimentos,

pero a pequeña escala, paso a paso.

Del mismo modo,
cuando se prueba un medicamento,

las pruebas no se hacen
directamente en humanos.

Se hace un pequeño experimento.

Lo primero que hay que hacer
son experimentos en tierra,

en contenedores especiales,
sin contacto con el medio ambiente.

Y luego, con la confianza de que
pueden hacerse de forma segura,

se va a la etapa siguiente.

Sin confianza, no se hace.

Y paso a paso.

CA: ¿Y quién los financiaría?

Porque tienen un impacto
en todo el planeta de alguna forma.

¿Es por eso que no se hace nada?

TK: Pudieran hacerse a pequeña escala
en aguas nacionales

y luego requerirse
financiamiento nacional para hacerlos.

Pero en última instancia, si se quisiera
detener así la acidificación del mar

a escala global,

tendrían que hacerse
en aguas internacionales,

y se necesitaría una comunidad
internacional trabajando en ello.

CA: Incluso en aguas nacionales,
porque están conectadas.

Esa cal va a estar ahí.

Y la gente se indigna acerca
de experimentar en el planeta,

como ya sabemos.

¿Cómo se contrarresta eso?

TK: Creo que toca algo
realmente importante.

Sería una licencia social para operar.

Y podría ser imposible,

pero tenemos que intentar

para avanzar en esto,

para ver qué podemos hacer

y comprometernos.

Tenemos que hablar con las personas
de manera transparente.

Tenemos que preguntarles antes.

Y creo que si les preguntamos,

podemos esperar que la respuesta sea:

"No, no lo hagan".

CA: Tim, muchas gracias.
Es realmente fascinante.

TK: Gracias. (Aplausos)