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Esa tranquilidad, esa amplitud,
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esa unidad, ese momento presente.
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Esa capacidad
de sostener y de amar.
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Nos llamamos a nosotros mismos:
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seres...
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humanos,
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para simplemente ser.
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Por los últimos 37 años de su vida,
solo se volvió silencio.
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Nirvana está en nosotros.
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Tambien quisiera introducir a ustedes
el cerebro izquierdo y el derecho,
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porque también nos ayuda a nosotros,
como practicantes, de la vida espiritual.
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Descubro, ¡wow!,
Toda la sabiduría está ahí.
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Pero si nosotros entendemos
un poco más,
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un poquito más acerca de neurociencia,
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entendemos por qué
practicamos en cierta forma.
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Tenemos el cerebro izquierdo
y el cerebro derecho.
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Así que, parándonos así, este es el
cerebro derecho y este es el izquierdo.
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Con todos los surcos.
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Una neuroanatomista,
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su nombre es
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Jill Bolte Taylor.
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Escribió un libro:
"Un ataque de entendimiento".
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Es muy asombroso.
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Les recomiendo que...
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...lo lean, si no lo han hecho.
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Así que ella estudia,
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estudió el cerebro
por muchos años.
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Y un día, ella misma tuvo
un derrame cerebral.
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Un vaso sanguíneo estalló
en su cerebro izquierdo,
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y lentamente descubrió
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que...
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...al principio no podía moverse.
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Luego, ella no podía hablar, porque
afectó su cerebro izquierdo,
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que es sobre el
lenguaje, lenguaje.
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Y luego ella se dio cuenta de que,
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en algún momento, entrando y
saliendo de la consciencia,
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no podía sentir más el límite entre
su cuerpo y el entorno.
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Es como...
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Volverse uno, volverse
enorme y espacioso.
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Es como, una parte de ella diciendo:
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"Hey, estás teniendo un derrame,
tienes que hacer algo"
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"Tienes que llamar por ayuda"
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Pero el otro lado:
"¡Wow! Estoy tan pacífica"
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"Estoy en tanta
unidad con todo"
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"No tengo bagaje emocional"
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"Todo simplemente se ha ido,
todas las formaciones mentales"
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Los sentimientos fuertes de amor
o de odio simplemente se esfumaron.
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Solo está la amplitud y paz,
debido a que su cerebro derecho,
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en ese momento, se volvió dominante.
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Así que, vemos que justo en nuestro
cerebro, el izquierdo y el derecho ,
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ambos son necesarios
para nuestra supervivencia,
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pero tienen diferentes enfoques.
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Es como si, mientras el cerebro izquierdo
piensa acerca del pasado, del futuro,
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queda atrapado en detalles y más detalles
y detalles de los detalles.
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Se enfoca en el producto.
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¿Qué puedo terminar?
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Si, juzga.
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Analiza, juzga, discrimina,
este cerebro izquierdo.
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Habla todo el tiempo.
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Lenguaje, todo el tiempo.
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Es como,
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se enfoca en el lenguaje, en la lógica,
en la linealidad,
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donde A lleva a B,
que lleva a C, que lleva a D.
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Así es el cerebro izquierdo.
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Y, en nuestra sociedad,
nos hemos vuelto
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muy dominados por
el cerebro izquierdo.
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Todo el día.
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Estamos enganchados, saben,
a la información, a la tecnología,
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al internet, a nuestro trabajo,
a los detalles.
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Y nos hemos vuelto una
sociedad muy de cerebro izquierdo.
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Y es por eso que, inevitablemente,
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regamos las semillas de la
discriminación y preferencias.
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La cisma.
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En nosotros,
en nosotros mismos.
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Cuerpo contra mente.
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Yo contra...
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Yo contra otros.
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Mientras que, el cerebro
izquierdo se enfoca
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en detalles y discriminación
y preferencias,
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el cerebro derecho, de hecho,
experimenta esta tranquilidad.
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No... no...
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...usa lenguaje.
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Así que, cuando esta neuroanatomista,
cuando ella tuvo el derrame,
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dijo que ella experimentó este
completo silencio, tranquilidad.
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Ella dijo: esto es Nirvana.
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Porque no había voz, no había angustia,
ni tristeza, ni enojo, ni dramas.
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Por lo últimos 37 años de su vida,
simplemente se volvió silencio.
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Nirvana está en nosotros.
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Si buscamos al Buddha...
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...está justo en nosotros,
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en nuestro cuerpo,
en nuestra capacidad.
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Lo tenemos.
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En el Sutra del Diamante,
el Buddha también dijo:
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"Si me buscas en las formas"
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"Si me buscas a través de los sonidos,
entonces estás en el camino incorrecto"
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"No puedes encontrar
al Tathagata"
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"No puedes tocar la talidad"
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Y este cerebro derecho no
se basa en la ciencia.
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En colores, preferencias de género.
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En estatus social, niveles educativos,
lo que sea, se siente espacioso,
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enorme, todo
está en unidad.
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Este cerebro derecho experimenta
el aquí y el ahora.
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El momento presente.
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Está interesado en todo lo que sucede,
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sin ponerlo dentro de ciertas
categorías o nombre, o etiquetas.
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Solo experimenta.
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El cerebro derecho
nos permite simplemente SER.
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Y es por eso que nos llamamos
a nosotros mismos SERES humanos.
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Para simplemente SER.
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Aún así, porque como sociedad, nos hemos
permitido ser tan de cerebro izquierdo,
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que ya no somos seres humanos.
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Somos hacedores humanos,
pensadores humanos,
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juzgadores humanos,
destructores humanos.
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No seres humanos.
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Pero tenemos esta capacidad inherente.
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En nuestro cerebro,
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en cada célula de nuestro cuerpo,
tenemos la capacidad de ser.
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De ser.
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De tocar la talidad,
de experimentar la talidad,
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de experimentar ese nivel
superior de consciencia.
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Usa este cerebro derecho que tiene la
capacidad de entendimiento y compasión.
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Y primero y principalmente,
para la autoconciencia.
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Y nuestra práctica
es toda acerca de eso,
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¿no lo es?
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Practicamos para silenciar
nuestra mente.
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Mientras reflexiono sobre esto,
me siento tan asombrada.
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Estoy tan increíblemente agradecida
por las enseñanzas del Buddha,
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por todos nuestros ancestros espirituales,
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y, en particular, por nuestro Thầy,
nuestro maestro.
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En nuestras prácticas,
si miramos profundamente,
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todo lo que hacemos puede
cultivar ese cerebro derecho.
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Ser.
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Como cuando practicamos el silencio noble,
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¿no es silenciar el cerebro
izquierdo, el lenguaje?
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Y cuando prestamos atención a nuestra
respiración, a nuestros pasos,
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la mente está silenciosa.
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Realmente experimentamos nuestro
cuerpo en nuestro cuerpo.
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Y, al mismo tiempo, como esta mañana,
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cuando tuvimos la meditación guiada,
no hay respirador, solo hay respiración.
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Y experimentamos eso.
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Quiero decir, en mi vida he pasado por
muchos traumas y dramas.
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Pero la práctica realmente
ha salvado mi vida.
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Y cuando reconozco esto
en mi vida diaria,
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mayormente,
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mi mente no está ocupada
pensando acerca del pasado,
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acerca de lo que me ha pasado en la vida.
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Incluso lo que pasó ayer,
que fue muy desagradable.
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No piensa mucho
acerca del pasado.
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Tampoco piensa mucho
acerca del futuro.
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¿Qué pasará con la comunidad
durante esta pandemia?
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¿Qué pasará con nosotros
cuando Thầy fallezca?
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¿En veinte años, en diez años,
en un mes?
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No piensa mucho acerca de esas cosas,
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pero tiene mucha fe en el
aquí y en el ahora.
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Y si cuidamos bien
el aquí y el ahora,
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lo que sea que pase en el futuro,
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seremos capaces de cuidarlo,
de atenderlo apropiadamente.
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Así que, cada práctica
que nosotros hacemos,
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es todo acerca de cultivar el cerebro
derecho, esa quietud, esa espaciosidad,
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esa unidad,
ese momento presente.
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Esa capacidad de sostener y de amar.
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Gracias, queridos
hermanos y hermanas.
-
Gracias, queridos amigos.
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Sabemos que están ahí
y estamos muy felices.
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Bendiciones.
