Usted preguntará por qué dormimos | Diego Golombek | TEDxRiodelaPlata

¿Por qué, cuándo, cuánto y cómo dormimos? Una epidemia recorre el mundo: la adicción a la vigilia, esa propensión a dormir cada vez menos que, además de volvernos zombies somnolientos, nos enferma, engorda y pone de mal humor. El sueño no es una comodidad sino una necesidad. Diego Golombek nos muestra que para soñar, primero... hay que dormir. Diego Golombek es Doctor en Ciencias Biológicas (UBA), profesor titular de la Universidad Nacional de Quilmes e investigador principal del CONICET. Además de su investigación científica en el área de cronobiología y neurociencias, realiza una amplia labor en divulgación científica en medios gráficos y televisivos. Dirige la colección “Ciencia que Ladra” y conduce el programa “Proyecto G” en canal Encuentro. Recibió, entre otros, el premio nacional de ciencias “Bernardo Houssay”, el premio Konex y la beca Guggenheim.

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en http://ted.com/tedx

Usted preguntará por qué dormimos,

o cuándo dormimos, o cuánto dormimos,

o cómo dormimos.

Lo bueno es que la ciencia tiene
respuestas a todas estas preguntas

y es sorprendentemente simple.

La respuesta de la ciencia a por qué,
cómo, cuándo, cuánto dormimos

es muy fácil:

Ni idea.

(Risas)

Momentito.

¿Los científicos no saben algo tan obvio

como lo que nos pasa todas las noches
o nos debiera pasar todas las noches?

No, no lo sabemos.

Eso es maravilloso.

En cierta forma nos convierte
a todos nosotros en científicos.

Todos podemos hacer
experimentos con nuestro sueño,

el de la persona que tenemos al lado,
el de nuestros amigos, nuestra familia...

Eso también es hacer ciencia.

Bueno, no es tan "ni idea",
algunas cosas sabemos.

Por ejemplo, por qué dormimos.

Bueno, eso parece bastante obvio:
uno duerme porque tiene sueño,

porque está cansado.

¿Es tan obvio?

A ver, piensen un cachito:

cuando están de vacaciones,
que no están cansados, no hacen nada...

¿Duermen muchos menos?

No.

Y cuando hacen mucho ejercicio tienen
una tarea muy demandante desde lo físico,

¿duermen mucho más?

No.

Con lo cual no es solamente
estar cansado, algo de eso hay.

Pero debe haber más cosas
al por qué dormirmos.

Algo sabemos: dormir es importante.

Hace muchos años, se hacían experimentos

en los cuales se deprivaba a animales
de sueño, no se los dejaba dormir.

¿Y saben lo que les pasaba?

Se morían.

Y se morían en dos semanas,
como si no comieran.

Dormir es vital,
es tan importante como comer.

¿Y qué más pasa en el sueño?

Un montón de cosas:

crecemos, el cuerpo se repara,
se recuperan energías.

Un montón de cosas que,
si no durmiéramos, no ocurrirían.

Se consolidan las memorias.

Lo peor que pueden hacer
si tienen un examen muy importante,

es no dormir [por estudiar]
porque seguro les va a ir mal.

Así que del por qué
sabemos algo, pero no del todo.

¿Qué pasa con el "cuándo"?

¿Cuándo dormimos?

Nosotros evolucionamos
como bichos diurnos,

tenemos que estar activos de día
y dormir de noche,

guardarnos en la cueva,
alejados de los peligros,

alejados de eso que
está pasando allí afuera.

¿Y por qué es eso?

Porque tenemos un pedacito de cerebro

que mide el tiempo y le dice
al cuerpo qué hora es.

Es el reloj biológico.

En cierta forma, somos relojes con patas.

Todo lo que hacemos ocurre en el tiempo,
no solamente en el espacio.

Dormir también ocurre en el tiempo.

Ocurre o debiera ocurrir de noche.

Pero cada vez está pasando menos eso,
estamos robándole horas a la noche

para ganar en la vigilia.

Desde la invención de la luz eléctrica,
ese gran ladrón de sueño,

cada vez nos vamos más y más tarde.

Nuestro cuerpo no está preparado para eso.

De hecho, es cierto que hay gente
con más necesidades o menos de dormir,

o dormir más temprano o más tarde.

Hay gente más matutina,

en la jerga los llamamos "alondras".

Algunos de ustedes la están pasando
muy bien en este horario,

otros son los "búhos", más vespertinos,
que todavía están bastante somnolientos:

"¿de qué se trata?, ¿dónde estoy?".

(Risas)

De hecho, hasta hay personas muy
pero muy matutinas, los alondras extremos,

y personas muy pero muy
vespertinas, búhos extremos.

Puede legar a pasar, cada tanto,

que un alondra extremo conozca
a un búho extremo y se casen.

(Risas)

En ese caso, los hijos son un milagro.

(Risas)

Pero hay que escuchar a ese reloj
que nos dice cuándo hacer las cosas:

cuándo estar despiertos, cuándo dormir.

A veces entra en conflicto
con la realidad, con la sociedad,

con el horario del trabajo o del colegio.

Por ejemplo, los adolescentes
son típicos búhos

y hacen todo más tarde.

Uno piensa que es cultural,
claro, se van a cualquier hora,

chatean hasta cualquier hora
con sus amigos, salen muy tarde.

Hay mucho de cultural,
pero esa cultura se monta

sobre la necesidad biológica de que
el reloj les dice "hace todo más tarde".

¿Cuál es el problema?

Al día siguiente,
¿el colegio a qué hora empieza?

A las siete y pico de la mañana,

lo cual es aburdo:
los pibes están dormidos,

literalmente dormidos
en las primeras horas.

Tenemos que trabajar sobre esto:

escuchar al reloj y también
que la sociedad escuche al reloj.

¿Y el "cuánto"?

¿Cuánto dormimos?

¿Cuánto tenemos que dormir?

Si llevo a cualquier de ustedes,

o a cualquier persona
al laboratorio del sueño

y les digo: "Duerman lo que tengan ganas",

el promedio de la gente adulta
es de ocho horas, 20 minutos,

ocho horas y media.

A ver, ¿dormimos ocho horas y media?

No.

Dormimos bastante menos.

Se calcula que estamos durmiendo
una hora menos que hace 50 años,

y unas dos horas menos que hace 100 años.

Eso es mucho, realmente es mucho.

De esas horas ya nos estamos robando
unas dos horas de sueño.

Es más, podríamos
hacer una proyección, ¿no?

Si dormimos dos horas menos
que hace 100 años

y una hora menos que hace 50 años,

si hacemos la recta y la seguimos,
más o menos para el año 2758

no dormimos más.

(Risas)

Eso no puede pasar
porque el sueño es una necesidad.

Pero la necesidad
también es de horas de sueño.

Y eso es para los adultos.

Los adolescentes debieran
dormir nueve horas o más;

los chicos, entre nueve y diez horas,
y tampoco las están durmiendo.

Por muchos motivos,
el principal es social.

La sociedad está comprimiendo las horas
de sueño y nos trae problemas eso.

Las pantallas también nos perjudican
porque la luz que sale de las pantallas...

Y nadie duerme solo últimamente,

todos dormimos con una pantalla
en la cama, por las dudas.

Es una luz que le dice
al reloj que es de día,

por lo tanto, le dice "despertate,
está todo bien, seguí de largo".

Claro, al día siguiente
hay que despertarse.

Dormimos menos,
dormimos mal, dormimos poco.

¿Cuál es el problema?, uno se preguntara.

Yo estoy fenómeno, en todo caso,
recupero el fin de semana.

¿Cuál es el problema de no dormir bien?

Un montón de problemas.

Uno de los problemas es
que vamos a estar somnolientos.

Claramente, vamos a estar
con mucho sueño durante el día.

Uno podría pensar: "No es grave,
me duermo una siesta".

Vamos a estar de mal humor.

El no dormir cambia el estado de ánimo,
y eso es lo menos grave.

El estar somnolientos o de mal humor
no es tan grave como enfermarnos.

No dormir es fenómeno de enfermedad.

En principio, nos vamos
a enfermar de más infecciones.

El sistema inmune necesita dormir para
protegernos de lo que está ahí afuera.

Pero también nos vamos
a enfermar de trastornos metabólicos

Nos vamos a enfermar de diabetes.

Cuando esto es crónico,

cuando la deprivación de sueño
es crónica,aparecen las enfermedades.

Por lo tanto, no dormir no es
solamente un problema individual,

empieza a ser un problema
de salud pública el sueño.

Y todos tenemos
que ser conscientes de esto.

Seguro que ustedes oyeron hablar
de un concepto que es el de "jet lag".