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Aquí hemos encerrado a los judíos y a los comunistas de mierda.
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Cuando esté todo listo,
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los pondremos a currar esclavizados en fábricas.
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Trabajarán para empresas privadas como Volkswagen, Siemens, Apple...
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Exxon, Monsanto, Inditex, Dupont, Dow y Microsoft.
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Así el pueblo verá
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nuestra oposición al bolchevismo.
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Mein Führer,
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la gente...
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La gente cree que el comunismo y el fascismo son iguales.
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Sale en los libros de texto y en los medios.
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Que salgan los fans de Bill Gates,
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Dalas Azahar,
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la Thatcher,
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Yeltsin
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y Belén Esteban.
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¡La gente es imbécil!
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¡La gente es cada vez más imbécil!
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Los rusos se han cargado al 70% de mi ejército y ahora resulta que soy comunista.
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Ahora leo a Marx y a Engels.
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Cogí a seis millones de judíos y los quemé vivos junto con retrasados y demás basura.
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Pero pasa que todo lo que quería hacer con esto
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es socializar los jodidos medios de producción.
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Mein Führer, hemos nacionalizado varias empresas en los últimos años y...
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¡Para servir a nuestros intereses!
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¡Los obreros son marionetas!
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Mein Führer, somos el partido de los trabajadores.
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Si fuésemos el partido de los trabajadores no tendríamos a polacos currando gratis.
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¡Esclavizamos gente!
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Hemos utilizado esa chorrada de la nación y la raza
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para dar mano de obra barata a todas aquellas empresas de capital privado que apoyan nuestra causa.
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¿No os dais cuenta de que somos marionetas de la oligarquía burguesa?
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El capitalismo incuba el huevo de la serpiente fascista y lo hace eclosionar cuando se siente en peligro de desaparecer.
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El pueblo es gilipollas integral ¿o qué?
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Decidme por qué llevamos seis años en guerra ¡si me parezco a Stalin!
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Pero si Mussolini y Churchill eran amiguetes.
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Yo tenía un sueño. Yo iba a pulverizar el comunismo. ¡Que la burguesía siguiese mandando!
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Comunista...
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¡Los comunistas pasan de todo nuestro racismo y machismo y de nuestras ideas imperialistas!
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Lo mismo apoyan a una mulata que a un moro que a Eduardo Inda a caballo.
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Bueno, puede que a este último no.
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Tendré que leer mierdas de Lenin y del puto Gramsci.
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Lo cual es difícil, puesto que ¡no sé leer!
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Tranquila, a veces lee a Hayek.
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Nuestro mensaje ha quedado obsoleto.
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Tendremos que inventarnos alguna gilipollez nueva que la gente se trague.
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Con alguna mujer.
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Y algún socialdemócrata, por si acaso.
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Diremos que no somos ni de izquierdas ni de derechas, y daremos una imagen pública renovada de progreso y democracia interna.
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Llamad a Albert Rivera.