A través de los ojos de un inmigrante ilegal | Erik Gomez | TEDxPSU

Erik, quien cruzó la frontera desde México con su familia cuando tenía solo seis años, nos guía por su vida como inmigrante ilegal siguiendo el sueño americano. A través de su historia podemos ver el debate contencioso que rodea la inmigración desde un punto de vista diferente. Morales nos deja con varias preguntas que podrían hacernos cambiar la manera cómo pensamos y hablamos de los inmigrantes.

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Los estadounidenses mantienen una
relación compleja con la inmigración.

La mayoría de estadounidenses reconocen

que EE.UU. es un país
fundado por inmigrantes,

y a los inmigrantes se les reconoce
con frecuencia

como uno de los fundamentos
que hacen de esta la nación única

que es hoy.

Pero algunos argumentarían que
EE.UU. no es sólo una nación única,

EE.UU. es la nación
mas grandiosa del mundo.

Esos mismos inmigrantes cuyas
historias han sido idealizadas

durante los últimos 150 años,
también son vilipendiados.

No es raro escuchar que los
inmigrantes son holgazanes,

son peligrosos,

vienen a este país a robar los puestos
a los estadounidenses trabajadores,

arruinan la economía
y traen enfermedades.

Pero tal evaluación negativa
no es nada nuevo

porque estas son prácticamente
las mismas cosas

que algunos estadounidenses han
expresado sobre los inmigrantes

y la inmigración durante
los últimos 130 años.

Cuando la gente habla de la inmigración
de una manera tan negativo y hostil,

suele existir algún tipo de miedo
que está conectado a ese odio.

En cuanto a la inmigración, creo
que este miedo se deriva de la creencia

que si vienen demasiados
inmigrantes al pais,

los estadounidenses perderán
su estilo de vida.

Lo cual es cabalmente comprensible.

Es uno de los motivos
o una de las cosas

que impulsa a esta mentalidad
de "solo inglés"

y las referencias a una cultura
cristiana, una nación cristiana.

Pero el inglés es el idioma de facto
y el cristianismo la religión dominante,

lo cual no va cambiar, ya sea ahora,
o en cualquier futuro.

¿Por qué el miedo extremo?

Creo que el miedo está directamente
conectado a la creencia de la gente

que este es el mejor país del mundo.

Piénsenlo.

¿Cuantas veces ha escuchado

alguien decir que este es
el mejor país en el mundo

de alguien que ni siquiera tiene pasaporte
o ha visitado otro país?

Ni siquiera en Canadá.

Sin embargo, el sentido sigue siendo

que todo el mundo quiere venir
a este gran país permanentemente.

El año pasado, me topé con algunas
encuestas de Gallup

que me llamaron la atención,

y para ser sincero,
me sorprendieron.

Parece que Gallup les inquire
a la gente anualmente

en 150 países,

si se trasladaría definitivamente

de su país de residencia actual
a otro lugar.

Me imagino que es difícil

determinar exactamente cuántas
personas en zonas devastadas por guerras

quieren huir de esos lugares,

pero Gallup es una empresa que emplea
a muchas personas brillantes,

así que asumiré que sus
conclusiones son bastante precisas.

Y esto es lo que Gallup encontró.

Tan reciente como hace 3 años,

el 13 % de los 7300 millones
de la población mundial

dijo que tomarían la decisión

de trasladarse permanentemente
a vivir a otro lugar.

Lo que me sorprendió

fue que de esas estimadas
650 millones de personas

que se reubicarían definitivamente,

solo un cuarto de ellos
nombró EE.UU.

como su destino deseado.

Sé lo que deben estar pensando,
140 millones de personas es mucha gente,

y tienen toda la razón.

Pero eso no es todo el mundo,

como creen muchos estadounidenses.

Tampoco significa que cada persona
entre estas 140 millones de personas

tendría los medios
para llegar a este país.

Entiendo que hay varias limitaciones
con estas figuras y conclusiones,

pero para mi, apuntan hacia algo
mas significativo,

y me llevan a plantearme
dos preguntas.

La primera pregunta es:

¿qué significaría para nosotros,
como país, vivir con esta idea?

¿como cambiaría nuestra manera
de pensar y hablar de la inmigración

si no vivimos bajo la idea

que todo el mundo esta exigiendo
venir a EE. UU?

La segunda pregunta es:

¿cómo cambiarían su manera de hablar
nuestros políticos y legisladores

sobre los inmigrantes y la inmigración,

especialmente en un año político
- y es año electoral -

si no tuviéramos esta mentalidad

que se basa en el miedo
y la falta de educación?

Como mencioné, este es un
tema personal para mí.

A los seis años, crucé la frontera
ilegalmente con mi familia,

y viví en este país ilegalmente
hasta los 14 años de edad.

Imagínense ser tan joven e ir
a la escuela todos los días,

y cada día, sin importar lo que hagas,

sin importar lo mucho que intentes
enfocarte en tus clases,

tienes este pensamiento
rodándote la cabeza,

y ese pensamiento es,

"Estará mi madre en casa cuando
llegue de la escuela en la tarde?"

Porque tu madre trabaja ilegalmente

en una de las muchas plantas de hongos
en Kennett Square, Pennsylvania,

donde por lo regular ocurren
redadas de inmigrantes,

y deportan a la gente
directamente de su trabajo.

También imagínense ser así de joven,
ir a la escuela,

y aprender en la clase de historia
estadounidenses sobre todas

las cosas asombrosas que

los inmigrantes han traído a este país,

y a todas las ondas de inmigración

que les han dado la bienvenida,
y la Estatua de la Libertad,

y la tierra de la libertad,
y el eso y el otro.

Pero en cuanto dejas la escuela,
te recuerdan constantemente

que no eres bienvenido aquí,

que debes regresar a tu país,

y aunque aprendas el idioma

no seras completamente aceptado
como estadounidense.

Como se pueden imaginar,

es un lugar confuso
para alguien tan joven.

Toda mi vida, crecí escuchando a la gente

hacer comentarios despectivos
sobre los inmigrantes.

Y a menudo,

la maldad de esos comentarios se
dirigía hacia mi pueblo, los mexicanos.

Recientemente, el candidato presidencial,
Donald Trump

nos llamó a todos violadores,
ladrones y traficantes de drogas.

Y fue ovacionado por todos sus seguidores.

Donald Trump se refería a los
inmigrantes mexicanos como yo,

pero lo que más me preocupó

es que estaba hablando de
gente como mis padres,

que son dos de las personas
más trabajadoras que conozco,

y son las dos personas más honestas

con quien he tenido el
privilegio de interactuar.

Yo no puedo dejar de preguntarme

si los partidarios de Donald Trump
seguirían apoyándolo

si no mantuvieran la creencia de que
este es el mejor país del mundo?

¿Continuaría Donald Trump
haciendo esos comentarios

si la sociedad estuviera más educada
en cuanto a la inmigración?

Si como estadounidenses,
nos quitamos esta idea desconcertante

de que este es el mejor país del mundo,

y de que todos quieren venir a vivir
aquí permanentemente,

¿podríamos cambiar la forma

cómo pensamos y hablamos sobre
los inmigrantes de aquí en adelante?

Les quiero dejar con
una idea el día de hoy.

Al igual que los estadounidenses
aman a su país,

así también aman sus países otros
ciudadanos del mundo, incluyendo México.

Sé que puede ser sorprendente,
pero amamos nuestro país.

México es un lugar increíblemente
hermoso, con gente increíble.

Tenemos tradiciones que
datan de la época prehispánica,

pero eso nunca se escucha en este país.

Se escucha de los carteles,

de los asesinatos,

y de que México no es seguro.

Pero ¿saben lo que escuchan en
México sobre EE. UU.?

En México se oye hablar
de los tiroteos masivos

que están sucediendo en este país.

En teatros de cine, las escuelas,
y hasta en las iglesias.

Gallup hace otra encuesta

y esta mide la felicidad en muchos
país alrededor del mundo.

En el 2014, encuestaron a 143 países,

cada país fue asignado una puntuación
de índice de experiencia positiva.

Esta calificación mide la frecuencia
en que la gente sonríe,

se ríe, aprende o hace algo
interesante que les proporcione alegría.

La puntuación más alta de
cualquier país fue un 89.

y el país con el puntaje
más bajo recibió un 47.

México resultó con una puntuación de 76,
y EE.UU. con 79 puntos,

solo tres puntos más que México.

Tal vez si la puntuación de la evaluación
de la experiencia positiva de EE.UU.

fuera significativamente mas alta,

veríamos un movimiento masivo
de inmigrantes mexicanos

trasladandose a EE.UU. para
establecerse permanentemente.

Pero como están las cosas,
la mayoría no lo hace.

Y hablando generalmente
del resto del mundo,

tampoco lo hacen muchos
otros inmigrantes.

Me gusta imaginar qué clase
de mundo podríamos crear

si mantenemos esta información
presente de ahora en adelante.

Esto sí lo admito: el Sr. Trump
tiene razón:

es hora de que EE.UU.
sean grandiosos de nuevo.

Pero solo se puede lograr

si cambiamos la forma en que
vemos la inmigración,

y si empezamos a aceptar a los
inmigrantes que ya están en este país,

y los inmigrantes que seguirán
llegando a este país,

y apoyamos la diversidad
y las culturas distintas

que traen con ellos.

Muchas gracias.

(Aplausos)