¿Por qué empecé a caminar con personas? | Chuck McCarthy | TEDxUCLA

Todos hemos escuchado sobre los paseador de perros. ¿Qué tal caminar con personas? ¿Idea loca? Entre más lo piensas, mayores son las implicaciones y más ganas de ponerte zapatos e ir a caminar.

Chuck McCarthy es un pensador y creador con un enfoque en solución de problemas aplicado a la innovación e invención. Chuck es el original Caminante con personas y es el co-fundador de People Walker Inc. Ha sido presentado en muchos medios de comunicación por sus ideas teóricas, invenciones y por supuesto, caminante con personas.

Esta charla fue dada en un evento TEDx usando el formato de conferencia de TED pero organizado independientemente por una comunidad local. Conozca más en https://www.ted.com/tedx

Hace tres años, comencé en broma a decir

que iba a comenzar a caminar
con las personas por dinero.

(Risas)

Sí.

Pero entre más bromeaba,
más razones encontraba

de que alguien realmente
quería o necesitaba

contratar alguien para caminar juntos.

Encontré muchas razones
para que la broma dejara de serlo.

Arruiné mi propia broma.

(Risas)

Emprendí el negocio de caminar con gente.

Casi no había inversión
de capital o de empleados,

más allá de algunos volantes,
una camiseta, marcadores de tela,

quizás comprar zapatos más seguido

y mi tiempo.

Lo último en mi lista era mi tiempo
porque pensé que tenía suficiente,

visto en retrospectiva ahora
parece ridículo

ya que estaba literalmente
ofreciendo a la gente mi tiempo.

Pero en ese momento,
tenía todo lo que necesitaba.

Repartí volantes, hice una camiseta,
hice una página web

y comencé a forzar a mis amigos
a caminar conmigo.

(Risas)

No solo la gente respondió con interés,

sino que las noticias y medios mundiales
enloquecieron por la idea.

He hecho docenas y docenas de entrevistas

con casi todos los canales de noticias
que se puedan imaginar.

Estuve en la TV en Alemania.

Sí, en este punto
soy el David Hasselhoff de la caminata.

(Risas)

Es verdad.

Esta respuesta fue totalmente inesperada.

¿Por qué la gente alrededor del mundo
se interesó sobre mis caminatas con gente?

Creía en mi idea,

pero no pensé que toda esta gente
estuviera interesada,

no solo en LA, no solo en EE. UU.

sino en todo el mundo.

Algo tan simple, caminar con la gente,

tocó este acorde tan profundo
que hizo eco a escala mundial.

Me pregunté a mí mismo por qué,

pero muchas de las preguntas de la gente
eran más directas y pragmáticas.

Cuando comienzas a caminar con personas,

una de las preguntas que te hacen
con más frecuencia,

aparte de "¿Usas una correa?",
y, "¿Recogerás mi popó?",

(Risas)

es, "¿Por qué? ¿Por qué alguien
te pagaría por caminar?"

Bien, las primeras dos preguntas
son fáciles no y no.

(Risas)

En cuanto al porqué, depende.

Pudiera ser por las razones correctas

por las que creí
que la gente usaría el servicio,

las razones que arruinaron mi broma:
motivación y seguridad.

La mayoría necesitamos
motivación y voluntad

para ejercitarnos o hacer cualquier cosa,

y la voluntad es el corazón
del estado físico exitoso.

Seguridad es bastante obvio:
es más seguro caminar acompañado.

La mayoría no lo sabe,

pero fue el ejército estadounidense
que inventó el "sistema de amigos",

no fue su profesora de jardín infantil.

(Risas)

Disculpe, Sra. Beardsley.

Si es más seguro para soldados entrenados
caminar juntos,

entonces es más seguro para ti y para mí.

Algunos caminan
para conocer un nuevo lugar

o porque simplemente quieren
conversar mientras caminan.

La gente que trabaja desde casa
o que están desempleados

no tienen ese chismorreo de oficina.

La gente camina para conocer a alguien
porque puede ser divertido y emocionante.

Hay otras razones,

y para ser honestos,
no creo siquiera conocerlas todas,

porque no se me ocurrieron todas.

Sé que una mujer usó mi servicio

como motivador para hacer
que su esposo caminara con ella.

"Oh, ¿no quieres caminar conmigo?

Está bien, está bien, quédate sentado.

Pues contrataré a este chico".

(Risas)

Por supuesto, su esposo dijo,
"Claro que no.

Caminaré contigo.

Solo tengo que encontrar mis zapatos".

¿Qué he aprendido de caminar
con algunos cientos de extraños

unos miles de km?

Lo primero que aprendí

es que los extraños dejan de serlo
durante una caminata

porque una caminata, larga o corta,
es una experiencia compartida,

las experiencias compartidas
unen a la gente.

Simplemente caminar por el mundo
dispara nuestros instintos básicos,

buscar y evaluar el peligro

así que cuando caminamos con alguien,

se vuelven parte de nuestra familia,
manada o tribu

en algunos niveles profundos
de nuestros cerebros animales.

Esto puede ser o no
la experiencia instintiva,

pero cada caminata definitivamente
es una experiencia compartida.

Al caminar con alguien,

ambos ven lo mismo: perro gracioso,
auto genial, casa terrorífica,

He visto perros graciosos,
autos geniales, casas terroríficas,

He visto serpientes cascabel,
venados, caballos.

He encontrado pájaros heridos.

Casi he sido arrollado por autos.

He visto cómo demolían casas
y construían edificios.

Literalmente, me he parado
para oler las rosas.

Y he compartido esas experiencias
con la gente que estaba caminando,

dándonos algo en común

de la misma forma con la que puedes
tener algo en común

con alguien con quién fuiste a la escuela

o trabajaste,
o jugaste en algún equipo deportivo

o fuiste algún concierto.

"Oye, ¿Fuiste a Woodstock?"

"¡No, no, no!"

"Oye, ¿Fuiste a Coachella?"

"¿No?"

"¡Oh, lo tengo!
¿Estuviste en Burning Man?"

(Risas)

(Susurra) Te conozco.

(Risas)

Otra cosa que aprendí es que las etiquetas
realmente ayudan a romper el hielo.

Donde sea que uso mi camiseta,

la gente constantemente me para
y dice cosas como,

"Oye, eres ese chico",

o "Oye, ¿eres ese chico?"

(Risas)

Sí.

Y digo, "Sí".

(Risas)

Esto podría sonar como una charla banal,

pero, ¿son las charlas banales
realmente informales y sin importancia,

o son mucho más importantes
de lo que la mayoría piensa?

Muchos despreciamos
las charlas superficiales

y claro, si todo fuera
charlas superficiales,

nos enloqueceríamos.

Pero me di cuenta al caminar
y hablar con tanta gente

que las charlas banales
tienen un propósito importante.

Es casi como una calibración.

Cuando tienes charlas en vano
con alguien que acabas de conocer,

básicamente estableces
una realidad compartida.

"Oye, qué calor hace hoy!"

"Sí, ni me lo digas. He tenido encendido
el aire acondicionado todo el día".

"¿Te fue muy mal con el tráfico
para llegar aquí?"

"¡Terrible! Creo que había
alguna obra".

Siempre hay obras.

(Risas)

Es verdad, sí.

Esas interacciones pueden parecer vacías,
pero establecen una realidad compartida.

Si está haciendo frío,
estás temblando y dices,

"Brrr, está frio. Viene el invierno".

(Risas)

La otra persona dice,
"No, en realidad no. Mmmm".

(Risas)

Quizás, te sentirías fuera de lugar.

Esas interacciones son importantes

para construir las bases
de conversaciones más significativas

y relaciones más profundas.

No puedes construir
una pirámide de arriba hacia abajo,

y nunca nada comienza en grande.

Debes comenzar con las charlas banales
para llegar a las significativas.

Hablando de charlas banales, hay un cliché
que espero hayan escuchado antes

porque de lo contrario,
no es muy cliché, ¿cierto?

El que quiera celeste, que le cueste.

(Risas)

Solo porque algo rima,
no lo convierte en verdad.

(Risas)

No.

Un ejemplo:
La Tierra es plana, es mi nirvana.

(Risas)

Debe ser verdad, rimó.

El que quiera celeste,
la Tierra no es plana.

(Risas)

"El que quiera celeste, que le cueste",
tampoco es verdad.

Existen cantidad de actividades

que puedes hacer
para ponerte y mantenerte saludable,

sin mucho sufrimiento.

Caminar y hablar es una de ellas.

De hecho, caminar y hablar

se puede disfrutar tanto
que podrías olvidar tu dolor.

Lo he visto una y otra vez,
caminando con la gente.

Al principio de mi aventura,

una mujer estaba muy emocionada
por mi servicio de caminatas.

Ella, en realidad, quería caminar conmigo.

(Risas)

Me pagó por adelantado.

Pero cuando me presenté
a nuestra caminata,

dijo que tenía una pierna lastimada,
no sabía si podría caminar,

podría no valer la pena,
quizás solo podría avanzar una milla.

Le dije que estaba bien.

Le dije que lo tomaríamos con calma,
caminaríamos y veríamos que pasa.

Nos pusimos a caminar y hablar.

¿Qué tan lejos creen que fuimos?

Fue más de una milla, sí.

Suponen bien, suponen bien.

Caminamos cinco millas.

(Audiencia) ¡Guau!

Sí.

(Aplausos)

No les puedo decir de qué conversamos

pero si les digo sobre qué
no conversamos: sobre su dolor.

La vi el día siguiente.

No dijo nada sobre tener mucho dolor
por nuestra caminata.

Lo que ella quería hablar era
que tan lejos habíamos ido.

Claro, caminar no es
una especiede cura mágica.

Aunque Hipócrates dijo,
"Caminar es la mejor medicina",

dijo eso hace más de 2 000 años,

sabemos que no puede arreglarlo todo.

Pero cuando estás caminando,
hablando y estás en el momento,

Es más difícil enfocarse en estrés y dolor

o lo que sea que te esté molestando,

de la misma manera que puedes
si solo estás sentado.

¿Esto es porque no somos
los increíbles multitareas

que queremos creer que somos?

Hipócrates tiene otra gran frase
sobre las caminatas:

"Si estás de mal humor, ve a caminar.

Si sigues malhumorado,
ve por otra caminata".

Es bastante bueno.

(Risas)

Hace dos mil años.

Sabemos por las investigaciones

que el ejercicio físico puede cambiar
la química del cerebro humano,

que el simple acto de caminar
puede cambiar su estado de ánimo.

Pero ¿es tan solo este cambio químico
que nos hace sentir mejor?,

o también es que salir al mundo

nos saca de nuestras casas

y lejos de nuestros recordatorios físicos
de estrés y dolor:

¿esa pila de ropa sucia,
esa pila de platos sucios,

esa pila de cuentas por pagar?

Las pilas son malas noticias.

(Risas)

De veras.

Aparte de alejarnos de las pilas,

(Risas)

las caminatas también
nos hace sentir mejor

porque caminar y hablar
nos ocupa toda nuestra atención

y nos fuerza a estar presentes
y conscientes.

"Conciencia plena" es una palabra
que la gente me lanza

y agregan a mis caminatas.

Luego de todas las caminatas
en las que he estado,

les puedo decir que caminar y hablar

presiona a la gente a estar
más presentes y conscientes,

y pagar por la experiencia
casi lo garantiza.

Es cierto, es cierto.

(Risas)

Cuando piensas en el futuro
o consecuencias o resultados,

te aleja del momento,
mata la conciencia plena.

Pero caminar es
una manifestación de avance.

Cada paso es uno hacia el futuro,

y conversar nos engancha en el ahora.

Así que estás aquí y ahora
caminando hacia el futuro,

viendo que sigue, adonde vas,

lo que es importante

porque lo que la mayoría de gente
teme del futuro

es lo desconocido, lo incierto,
lo inesperado.

(Risas)

Cuando digo que pagar por la experiencia
casi garantiza la conciencia plena,

se podrían imaginar alguien
entregándome mucho dinero

y yo entregando una bolsa
de tres libras de conciencia.

(Risas)

Pero es más como ir al museo.

Cuando comencé a caminar con personas,

algunos pensaron que lo hacía
como una presentación de una obra de arte,

y aunque no lo hacía,

mientras caminaba con más personas,

más me di cuenta de que
había algo de arte en ello

porque cuando pagamos para ir a un museo,

realmente nos enfocamos en el arte
y darle más atención

y, en realidad, considérenlo

en una forma distinta a
que si el arte no estuviera en un museo.

Incluso el arte en una galería
consigue más atención

porque tiene un valor adjunto.

Reflexionamos ante una pintura roja
con un cuadrado amarillo

porque está enmarcada,

(Risas)

colgada en una pared,
y tiene una etiqueta de precio.

Pagar por caminar
agrega valor a la caminata.

y ese valor no sólo empuja a la gente
a enfocarse en la conversación,

a estar presente y tener conciencia,

también hace que la gente
deje de pensar en otras cosas.

Rara vez la gente con la que camino
saca su celular,

porque tomaría tiempo de nuestra caminata.

Lo más importante que he aprendido
en los tres años pasados

es que mi tiempo no es lo último
que debí haber considerado

cuando comencé a caminar con personas,

porque he aprendido
que el tiempo realmente es dinero

y no en la forma en
que lo pensaba anteriormente,

traduciéndolo en horas facturables
o en un salario por horas.

El tiempo literalmente es dinero:
una moneda, una mercancía.

El tiempo era la inversión más grande
que tenía que hacer

cuando comencé a caminar con personas,

y es la mayor inversión que sigo haciendo.

¿Por qué a la gente le importaba tanto
mi idea de caminar por dinero?

¿Por qué a tanta gente alrededor
del mundo le interesaba?

No cobraba tanto.

No trataba de explotar a nadie.

No comencé a caminar con personas
por que creí que me enriquecería,

y no lo ha hecho.

(Risas)

Sí.

Es verdad.

(Risas)

Pero cobrar por caminar
agregó un valor a la caminata,

adjuntó un valor a mi tiempo,

de la misma forma que
la gente pagando por ello

atrae atención a sus vidas, al presente,

les hace ser más conscientes.

Para resumir, tu madre no te dio
un frasco de groserías

para hacerte millonario.

(Risas)

Lo hizo para hacerte pensar
sobre lo que estás diciendo,

para que estés atento.

¿Acaso mi idea impactó a tanta gente
alrededor del mundo

porque inadvertidamente
asigné valor al tiempo de las personas

de forma que les hizo pensar
sobre su propio tiempo?

Algo más ocurrió cuando comencé
a caminar con personas,

y tuvo un gran impacto en mí.

Cuando comencé a caminar con personas,
otra gente quería hacer lo mismo.

Me preguntaron muchas veces
cómo podían comenzar.

La gente quería trabajar para mí,
la gente quería caminar para mí,

y esta gente, eran personas increíbles
alrededor del mundo,

personas con educación y experiencias
que de lejos pasaban las mías.

Ayudar a la gente a salir y caminar

es lo que me mantuvo motivado
con esta idea.

Pero viendo a esta gente increíble

que en realidad querían y
necesitaban ayudarle a otros,

para sentir que estaban
haciendo algo positivo,

estas personas increíbles
estaban siendo subvaloradas

subempleadas o desempleadas,

que simplemente querían un trabajo
que les ayudara a conectarse,

que les permitiera compartir
su conocimiento y experiencia,

que los valoraran como humanos,

es lo que hizo imposible para mí

no intentar avanzar con esta idea.

Viendo a esas personas, me hizo preguntar,

¿hay otros trabajos
como caminar con personas?

¿Podemos crear otros trabajos,
otros trabajo humanos,

que valoren el tiempo de las personas
sobre la productividad?

¿Existen otras formas humanamente posibles
para que seamos serviciales entre nosotros

y nos ayuden a valorar mutuamente
nuestro tiempo?

¿Si no valoramos el tiempo humano,
quién lo hará?

Podría sonar como una tarea desalentadora,
el crear trabajos.

Pero básicamente cada trabajo existente,
se inventó.

¿Por qué parar ahora?

(Risas)

De veras.

¿Qué nos detiene de inventar,
descubrir, crear, hacer

más trabajos humanos
para que los humanos creen

trabajos que nos conecten
y agreguen valor a nuestro tiempo?

¿Sabes mucho de autos,
pero no eres mecánico?

Podrías enseñarle a la gente
sobre sus autos

de forma que los mecánicos
no se puedan aprovechar de ellos.

¿Estás siempre preguntando
y pensando preguntas provocativas?

Bien, quizás podrías ser provocador
de pensamiento profesional.

(Risas)

¿Podrías? Mmm.

(Risas)

¿Cuánta gente más podría tomar el bus

si existiera alguna forma de mentoría para
mostrarle a primerizos las rutas del bus?

¿Parecieran tontas, pequeñas ideas?

Bien, así como las charlas banales,
nada comienza en grande.

Estamos rodeados de trabajos

que hace apenas algunos años
se hubieran desdeñado:

estilistas, mentor personal, paseador
de perros, manicurista, abrazador,

videojugador profesional, influenciador,
generador de contenido.

(Risas)

La lista sigue y sigue.

¿Qué nos está deteniendo de agregar,

agregarle trabajos humanos?

Humanos.

Tiempo humano, trabajos humanos,
humanos, humanos, humanos.

Esto podría sonar como alguna protesta
en contra de la tecnología,

pero no lo es.

La tecnología es lo que hace muchos
de estos nuevos trabajos humanos posible.

Pero si decides crear un trabajo humano,
hacer un trabajo humano,

algo que involucre conectarse
y gastar tiempo con otra persona,

no tiene que comenzar con una aplicación,
una tecnología nueva o una gran compañía.

Ni siquiera necesitas un garaje

como todas las compañías de tecnología
que están comenzando.

(Risas)

Puedes ser tú ofreciendo tu tiempo

de la misma forma que ofrecía mi tiempo

y una habilidad que dominé
a los cinco años.

(Risas)

Cuando di mis primeros pasos,

(Risas)

no sabía a dónde me llevarían.

(Risas)

No sabía en lo que se convertiría

o a dónde iría.

Nunca sabrás a dónde
te puede llevar tu idea

hasta que tomas los primeros pasos.

Adelante, camina y lo encontrarás.

(Aplausos) (Aclamaciones)