-
Bueno, ya está bien de tanto tronar...
-
Vale, ya me callo...
-
Joder, pues empezamos bien...
-
Ser superhéroe no es fácil.
-
Es una vida llena de peligros mortales
-
y enemigos sobrenaturales.
-
Tienes fama, reconocimiento, éxito...
-
¡Ya, pero no me como ni un torrao!
-
Cago en la hostia...
-
Historia de amor. Pero qué bonito.
-
Todo empezó una noche de San Valentín.
-
Un edificio importante,
-
una figura misteriosa,
-
un guardia de seguridad un poquito acojonao...
-
pero que tenía una alarma.
-
Una alarma que proyectaba una señal en el cielo.
-
¡Vamos para allá!
-
Bien, volvamos al lugar de la acción,
-
donde, al parecer, nuestra misteriosa figura ha encontrado lo que buscaba.
-
¡Premio!
-
T'a tocao el premio gordo.
-
¿Ah, sí?
-
¿Y se puede saber quién va a darme todo lo que me merezco?
-
Intentaba seducirme...
-
Pero lo que no sabía es que los que me conocen bien me llaman...
-
"El hombre de hielo"
-
¡Pero qué pedazo de jaca, dios mío!
-
¡Pero qué buena que estás! ¿No?
-
¿Pero de dónde has salido tú?
-
¡Pero qué pedazo de tetas!
-
¿Son tuyas? No me digas que son tuyas.
-
Ay, dios mío, dame, dame un beso, dame un beso y te pongo un quiosco en la Gran Vía.
-
Que estás más buena que el pan con bimbo, con chocolate... por favor...
-
Ven que te unto con mantequilla y te como toa entera.
-
Ay, ¿pero qué haces? Ay, sí. Te gusto. ¡Sé que te gusto!
-
Dime algo... Dame un beso, dame un beso. Algo, un besito, lo que tú quieras.
-
¿I love you?
-
Habíamos tenido nuestro primer contacto con "tacto".
-
Y podría decirse que habían saltado hasta chispas.
-
Pero no podía ser. Nuestro amor era imposible.
-
Y yo, sabía perfectamente qué es lo que tenía que hacer.
-
Electrónica Web presenta el nuevo Clonatrón, para hacer de uno un montón.
-
¿Ya te vas? ¿Pero si nos acabamos de conocer?
-
¡Toma! Son para ti mi bellisa, porque te I love you.
-
Oye cariño, cariñín, tengo un poco de prisa ¿vale?
-
Así que por qué no me dejas en paz.
-
Me encantaría quedarme aquí contigo y seguir pegándote,
-
pero tengo cosas más importantes que hacer.
-
Como, por ejemplo, pensar en cómo me voy a gastar todo este dinero.
-
¡Toma!
-
¡¿Pero qué haces?! ¡Te voy a machacar!
-
¡Oye! Aquí no se le va a pegar a nadie...
-
...solamente a mí. ¡Dame bien! ¡Dame en el culete! ¡Dame en la cara!
-
¡Dame! ¡Dame fuerte, que me gusta! ¡Dame! ¡Pégame!
-
Eres un monstruo de guapa, por múltiples razones.
-
Por eso yo te pido: déjame que te toque ese par de melones.
-
Y verás, que en la cuestión de tallas, lo importante es que nunca me falla.
-
¡¿Pero qué haces?!
-
El conejito...
-
¡Quita! ¡Quita! ¡Suéltame la pierna asqueroso!
-
Un segundito, un segundito y ya.
-
No lo soporto más, paso del dinero, me voy.
-
Es lo que tenemos los tíos...
-
...que somos unos pesaos.
-
¡¿Dónde vas?! ¡No me dejes así!
-
¿Y ahora qué hago con esto? Cago en la hostia...