-
Dentro de los tesoros musulmanes
de mayor lujo
-
se conservan las píxides,
que solían ser vasos de perfume
-
pertenecientes a las cortes de los califas
-
establecidos en el territorio ibérico.
-
Objetos que después fueron utilizados
por los cristianos como relicarios.
-
Esta pieza tiene inscrita
el nombre de su autor, Halaf
-
junto con un poema.
-
"El aspecto que ofrezco es el mejor.
El seno de una moza que no se abate.
-
La belleza me ha investido con una túnica
que se enorgullece de aljófares.
-
Soy recipiente para el almizcle,
el alcanfor y el ámbar".
-
Esta pieza de gran belleza es la única
-
dentro de las tres obras textiles
que se exponen en la muestra
-
que se ha conservado íntegramente
a pesar del paso del tiempo.
-
Por sus dimensiones, se puede suponer
-
que quizás sirviera
como colgadura o cortina.
-
Se le conoce como seda de la Alhambra
-
porque su diseño recuerda a los alicatados
del palacio nazarí de Granada.
-
Los motivos decorativos
son semejantes a los que se utilizaban
-
también en las cerámicas, la carpintería
y los enyesados del arte musulmán.
-
Estos se distribuyen en nueve franjas
paralelas sobre un fondo amarillo y rojo
-
utilizando otras sedas
de color azul, blanco, negro y verde.
-
El diseño textil es simétrico
-
en el cual la banda central
sirve como eje de composición.
-
Gracias a la repetición de formas
-
el espectador experimenta
una sensación de infinito
-
a la vez que puede apreciar
los detalles de la prenda.