Ellen Gallagher: Proyecciones | Art21 "Exclusivo"

Episodio #054: la artista Ellen Gallagher repasa la obsesión con proyectar películas en su infancia, acompañada por documentación de su obra "Murmur" ("Murmullo", 2003-04), instalado en la Galería Gagosian de Nueva York.

La repetición y la corrección son esenciales en como Ellen Gallagher trata la publicidad procedente de conocidas revistas, de la que se apropia. Al principio, a Gallagher le atraían los anuncios de pelucas por su estructura en cuadrícula. Más adelante se daría cuenta de que era el lenguaje que los acompañaba lo que la atraía, así que empezó a incorporar estos relatos en sus cuadros, de manera que funcionan a través los personajes de los anuncios, como una carta de navegación de palabras perdidas. En un análisis más profundo se abigarran los ojos saltones, las pelucas reconfiguradas, las lenguas y labios de caricaturas de hombres blancos pintados de negro. Aunque se suela interpretar su trabajo como un examen racial, Gallagher también sugiere una lectura más formal. Desde lejos la obra parece abstracta y minimalista, también utiliza cuadrículas como estructura y metáfora de la experiencia.

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VíDEO | Productor: Wesley Miller y Nick Ravich. Entrevista: Susan Sollins. Cámara y sonido: Tom Hurwitz, Eddie Marritz, Mark Mandler y Roger Phenix. Editor: Jenny Chiurco y Mary Ann Toman. Contenido artístico, cortesía de: Ellen Gallagher y Edgar Cleijne. Agradecimientos: Galería Gagosian, Nueva York y *Two Palms Press*, Nueva York.

¿Os acordáis de los visores de los años 70? A mí me encantaban. Tenía varios visores y un proyector.

Me dejaban llevar niños a mi cuarto, si era para enseñarles las proyecciones que tenía. Así que me parecía fascinante.

Me gustaba mucho proyectar en la oscuridad y contar historias. A cada proyección le correspondía una historia, pero me gustaba cambiar el orden e inventarme otras.

Me relajaba con esas historias que me inventaba.

El Barón Rojo era una de mis favoritas. La mezclaba, si se usa la imaginación, con la historia de Bessie Smith...

... y su accidente de coche, cuando no conseguía llegar al hospital... O que llegaba al hospital pero nadie le atendía.

Hacía un revoltijo con las diapositivas y acababan en mi presentación, dentro de mi relato.

Y, bueno, la gente se mantenía en silencio. Me refiero a que, Normalmente, era muy territorial y me peleaba un montón con los niños del barrio. Ellos eran,...

... al menos durante aquel rato, obedientes, tranquilos y me prestaban atención.