John Riccitiello: ¿Qué Pueden Aprender los Educadores de los Diseñadores de Videojuegos? en TEDxCMU

Los educadores deberían tomar seriamente a los videojuegos y aceptar que no solo los libros son buenos, sino también los juegos. ¡Pueden hacer que los estudiantes participen y ayudarles a perseguir una licenciatura de una forma interactiva similar a los videojuegos!

¡Buenas tardes a todos!

Hoy voy a hacerles una pregunta

y estoy muy seguro
de que no es una pregunta

que escucharían en salones
u oficinas de la gente

que decide la manera en que van a educar
a nuestros hijos en Estados Unidos.

La pregunta es ¿Qué pueden aprender
los educadores de los diseñadores de videojuegos?

Ahora, antes de que responda la pregunta,
me gustaría contarles una historia.

Hace unos años, un tipo
de mi empresa comenzó a jugar

un videojuego multijugador masivo en línea
para pasar el tiempo

mientras su esposa estudiaba
en la escuela nocturna

El no hizo nada loco,

solo jugó regularmente un par de horas
por noche durante unos meses.

Pero se dió cuenta rápidamente
que el juego sería mucho más divertido

si pudiéramos subir
de nivel más rápidamente.

Así que se tomó
un fin de semana libre, tres días,

fue a su habitación, cerró la puerta
con llave, apagó el teléfono

y durante tres días
no se cambió de ropa ni se bañó.

(Risas)

Solo estuvo sentado allá,
eliminando enemigos,

explorando, resolviendo problemas, cobrando
recompensas, desarrollando habilidades,

aprendiendo a funcionar con la gente
que conoció en línea

en un deporte esencialmente basado
en el trabajo en equipo.

Hora a hora, día a día,
avanzó hacia su meta final.

Y esa meta era...

¡Una capa azul!
(Risas)

¡De verdad era una capa azul genial!

Y al igual que el rol que le otorgan a la gente
que obtiene títulos avanzados

en instituciones como esta

esta capa significa
un aprendizaje y logro grandes.

¿Cuánto creen que le tomó
obtener esa capa azul?

¿Cuántas horas de exploración, dominio
de sistemas de combate complejos,

interacción social
hasta en lo profundo del producto?

¡121 horas!
¡Cinco días completos de su vida!

Déjenme poner eso en perspectiva.

Pimsleur es una compañía
que hace cassettes de audio

para el aprendizaje de lenguas extranjeras.

El típico programa básico
para aprender un idioma desde cero

que tiene aproximadamente 30 horas de audio.

Si lo escuchan, digamos tres veces,
un total de 90 horas,

y le agregan 30 horas extra
de práctica con sus amigos,

¡tienen un total de 120 horas!

Así que déjenme poner
su capa azul en perspectiva.

En casi la misma cantidad de tiempo podría haber
dominado el chino mandarín básico.

Resulta que nuestro hombre
no está solo del todo.

Acá hay una diapositiva,
ya viene...

Nos alcanzarán aquí...

que muestra parte de la información sobre qué hacen
los jugadores hard core en los juegos.

Este es el 10% del tiempo invertido
en algunas de las franquicias más grandes.

Estamos hablando
de millones de consumidores,

pero miren los datos.

Pasan cientos de millones de horas,
completamente inmersos en los juegos.

Acá hay una cifra de los que están jugando
solo uno de esos juegos hoy: 1,7 millones.

La siguiente cifra es el número de gente

que obtiene grados de ingeniería
en todo Estados Unidos

Hay 25 veces más gente
que juega solo ese juego

que la que obtiene grados de ingeniería
cada año en Estados Unidos

¿Y eso es porque la ingeniería
es difícil y el juego es fácil?

¡Difícilmente!

¡El juego podrá no enseñarles cálculo,
pero les aseguro

que la habilidad, la tenacidad
y la colaboración requerida

para llegar al nivel 50 en un MMO
no es nada fácil!

Déjenme compararlos
por un segundo.

Carnegie Mellon,
esta misma institución,

estima que se necesitan
1.680 horas de clases

para obtener una Licenciatura en Ciencias
de la Computación e Ingeniería.

Estimamos que un jugador
que avanza en ese mismo MMO

se gastará 1.724 horas
al año jugando.

¿Por qué los educadores no pueden encontrar
ese mismo compromiso, interés

ya saben, francamente,
ese impacto "tenaz,

de nunca acabar, haré que pase"
de su consumidor

cuando tratan de educar a nuestros hijos?

Bueno, ya escuchamos la historia antes.

¡Si fuera fácil, alguien
ya lo habría hecho!

En realidad, dos de mis colegas lo intentaron.

Un par de chicos en Canadá,
fundaron una compañía llamada BioWare...

Quizá alguno haya oído de ella.

Uno de sus primeros juegos
y tengo que leer esto:

Gastroenterology Patient Simulator
(Simulador de Paciente de Gastroenterología)

Eso no es fácil de decir

como Counterstrike, Doom
o Grand Theft Auto

Y Gastroenterology Patient Simulator
no fue un éxito de ventas

y como algunos de ustedes sabrán,
primó el sentido común

y estos chicos pasaron
a tener una compañía

que ha creado algunas

de las experiencias más artísticas, más vendidas,
ya saben, francamente

más atractivas del entretenimiento en la historia
de la industria de los videojuegos.

Pero, ¿cómo es que nadie
ha descifrado el código?

¿Nadie ha hecho un juego que los educadores
estén dispuestos a utilizar

para enseñarnos matemáticas,
ciencia, inglés, ingeniería?

Creo que la primera respuesta
a esa pregunta es sobre la economía.

Sinceramente cuesta más dinero
crear un juego que crear un libro de texto.

Pero creo que hay algo mucho más importante.

Creo que la barrera más grande para hacer
de los juegos una experiencia educativa

es el gran prejuicio

que los educadores y administradores tienen
en contra del entretenimiento interactivo.

Hay un prejuicio en contra de los juegos
que es una función de esto.

Los educadores, los encargados de formular políticas
y los administradores no son

parte de la generación actual,
su generación.

Las elecciones que toman
reflejan una ideología diferente.

Y sinceramente, no creo que podamos esperar
que la gente que está en el poder hoy, se retire

y haga espacio a una audiencia más joven
de jugadores que tome el poder y cambie la forma

en que esto funciona. Pero para muchos administradores
todo se resume a esto, a una simple idea.

Los juegos son malos,
los libros son buenos.

Había un autor, su nombre
es Steven Johnson,

escribió una gran parodia.

Y especulaba

sobre que pasaría
y que hubiera pasado

si los videojuegos hubieran sido creados
300 años antes que los libros.

Esta es la parodia y les leeré
un pequeño extracto de la pantalla,

pero vale la pena mirarla,
tiene algunas ideas interesantes:

["Leer libros desestimula crónicamente los sentidos

A diferencia de jugar videojuegos,
que hace partícipe al niño de un mundo

tridimensional y vívido,los libros son simplemente
una cadena estéril de palabras en una página ..."

Los libros aislan trágicamente.

Mientras que los juegos hacen participes a los jóvenes de complejas relaciones sociales con pares,

los libros secuestran a los niños, desconectándolos
de la interacción con otras personas.

La propiedad más peligrosa de los libros es
que siguen una trayectoria fija y linear.

Inculcan la pasividad en los niños

haciéndolos impotentes
para cambiar sus condiciones.

Leer no es un proceso activo y participativo;
es un proceso de sumisión"]

Soy un lector y no voy
a insultar a los libros

Creo que hay
que decir algo importante aquí,

algo que se enseño

este invierno pasado,
mientras esquiaba.

Me las arreglé para sentarme en una telesilla
junto a un joven de 8 años de edad.

Me comenzó a hablar del fútbol americano.

Y en esa conversación,
se hizo claro

que, aunque soy fan de, ustedes saben,
el fútbol americano profesional

el sabía mucho más que yo.

El conocía todas las alineaciones iniciales
de prácticamente cada equipo de la NFL

hasta Diciembre.

Conocía los registros de partidos ganados-perdidos,
pero probablemente y más importante

entendía más sobre la estratégia
que convierte en ganador a un equipo

de lo que jamás había escuchado
de conversaciones con entrenadores de NFL o NSW.

¡Sinceramente fue fascinante!

Él aprendió más de...
¡de lo que yo hubiera imaginado posible!

Supuse que su padre debe ser
entrenador universitario o profesional

o el padre es un jugador
y se le pregunté

y me dijo:
"No, yo juego el videojuego".

Me sorprendi por lo mucho que este joven había absorbido.

Y este es el punto preciso que...

Lo leí en un estudio de la Universidad de Oregon,
hace poco...

Donde dijeron que estaban tratando
de estudiar la inteligencia del fútbol

de los entrenadores, los jugadores
y los videojugadores

y se dieron cuenta de que los videojugadores

sabían realmente más
de estrategia de juego

y de los hechos sobre el juego
que los profesionales que lo practican a diario.

Hay algo profundo sobre la manera en que los videojuegos nos ayudan a enseñar una asignatura.

Pero, ¿Qué los hace tan atractivos?

¿Cómo se explica el compromiso
de tiempo donde la gente invierte

tanto tiempo resolviendo problemas
y perfeccionando sus habilidades en los videojuegos;

¿Por qué es que aprenden
tan naturalmente de los videojuegos

cuando en comparación a menudo
encuentran el ambiente de la sala de clase, estéril ?

Bueno, no soy educador,
pero esta es la pregunta

que creo estoy en una buena posición
para responder.

Si lo hago bien, mi compañía tiene ganancias;
Si lo hago mal, me despiden.

Así que, primero y más importante.

Los juegos se adaptan al individuo.

No hay profesor que les dé cátedra
a una clase de 300 o incluso 30 alumnos.

Con los juegos aprendes
precisamente a tu propia velocidad,

tomas un desafío cuando estás exactamente preparado para ello.

Exploras y perfeccionas habilidades
que se adaptan a tus mayores intereses.

No tienes que esperar
que la persona de a lado tuyo

averigue lo que el profesor
está hablando

o te frustres porque va muy rápido
y no puedes mantener el ritmo.

En un juego, cada lección se ajusta precisamente
a tu propia velocidad.

Segundo, los juegos son interactivos
y el aprendizaje se prueba inmediatamente.

En los juegos no tienes un examen
al final del semestre.

El examen viene segundo a segundo
mientras juegas.

El aprendizaje y los exámenes
se juntan sin problemas.

Aprender la habilidad, probarla en un test,
demostrarla, avanzar.

¡Háganlo bien
y la capa azul es tuya!

¡Quédense cortos, inténtenlo de nuevo!

Tercero, los juegos ofrecen
toneladas de recompensas.

Y casi en cualquier juego,
los logros son reconocidos

con un premio: salud, munición,
avance al siguiente nivel.

Termina un nivel, mil silbidos se apagarán.

Si fallas, reapareces
y lo intentas de nuevo.

Y el ejercicio de reaparecer es divertido.

No hay malas notas, no hay recriminaciones,
no hay casillas de penalización.

Solo te levantas
y vuelves a jugar.

Cuarto, los juegos
son fundamentalmente sociales.

Los juegos en línea, en particular, recompensan el trabajo en equipo y la interacción en grupo.

Conoces amigos con intereses similares
y competidores con habilidades similares.

Rápidamente te conviertes
en parte de la comunidad.

Mides tu éxito,
tu aprendizaje y tus logros

en comparación a tus amigos y los nuevos amigos
que has hecho en línea.

Y aquí está la verdadera ventaja.

Algunos de los mejores juegos
tienen modos cooperativos.

Así que eres tú y yo contra la máquina

Ganamos, perdimos, la capa azul es nuestra
si lo podemos lograr.

Comencé por hacer una pregunta

¿Por qué las escuelas realmente
no se parecen más a los videojuegos?

Y creo que lo pudieron haber tomado como un chiste
cuando comencé, pero no lo es.

Creo que hay una oportunidad real
para que los educadores aprendan lecciones

sobre por qué los juegos son tan irresistibles
para los jóvenes de hoy.

Y un par de personas están haciendo avances
realmente inteligentes.

El primer grupo aquí, la Academia Khan
tiene una página web...

Estoy seguro de que habrán oído de ella.

Y tienen cientos de tutoriales
en línea, en Facebook.

Han organizado sobre 120 millones
de horas de lecciones en línea.

Khan es sumamente atractiva
y en el transcurso de unas pocas horas

pueden aprender mucho
sobre el examen SAT,

cálculo, inglés u otras materias.

Creo que Khan está en algo grande.

Las lecciones proceden a tu propia velocidad
y están comenzando a usar la interactividad,

pero por la falta de presupuesto
su medio principal aún son los vídeos.

No van a conseguir ningún estilo de entretenimiento

fundamentalmente interactivo de experiencias.

Pero lo que están haciendo es importante.

Y créanme, si no se han familiarizado con ellos,

conéctense a internet
y échenle un vistazo.

Lo que están haciendo es importante,
marcará la diferencia.

Otra cosa a la que veo con atención,

y mirando, es lo que está haciendo la Fundación

MacArthur con la asociación ESA

Juntos, han entregado 10 millones de dólares

a un estudio de 3 años
que espera aprovechar el poder

de lo que hace el entretenimiento interactivo
tan atractivo

para las asignaturas como ciencia,
alfabetización y estudios sociales.

Pondrán énfasis en las habilidades
como el pensamiento sistematico

persistencia, resolución de problemas
y colaboración.

Mi compañia está organizando este proyecto

en nuestro campus Redwood Shores Campus,
en California.

Trabajando con nuestros desarrolladores, crearán

un plan de estudios piloto y desarrollarán paquetes
para los educadores

basado en muchos juegos
y extensiones de videojuegos populares.

Las lecciones se distribuirán
de manera gratuita en línea,

a través de plataformas abiertas
como Origin, Facebook, Steam.

Y todas las innovaciones del trabajo
de laboratorio estarán disponibles

para los investigadores
y educadores de forma gratuita.

Creo que tiene mucho potencial para explotar,

Creo que esta es otra
de donde aprenderán un montón

y espero que le pongan atención.

Probablemente haya un avance.

No soy educador, pero creo que lo que hace
tan atractivos a los juegos

podría hacer el aprendizaje
mucho más divertido y exitoso.

Los juegos se hacen para que sean
individuales, son interactivos,

nos permiten intentar, fallar y volvera intentar
y aprender de la experiencia.

Los juegos recompensan mucho y en el fondo,
los juegos son fundamentalmente sociales.

Personalmente, espero con ansias el día en que
los educadores tomen en serio los videojuegos,

cuando se den cuenta de los elementos
de diseño que atraen a los jugadores

y también pueden atraer
a los estudiantes de la misma manera.

Lo que los pueda emocionar puede ser
"una capa azul", pero también podría ser algo

un poco más importante,
como un diploma.

¡Gracias!

(Aplausos)