La pasión en la lectura la ponen los jóvenes | Sebastián García Mouret | TEDxYouth@Gijón

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED. Más información en: http://ted.com/tedx

Los jóvenes leen literatura, pese a que sorprenda a muchos, porque nadie se emociona más, se indigna más, vive lee con más pasión que un joven.

Sebastián García Mouret, nació en 1996 en Oviedo, pero no fue hasta verano de 2012 que decidió comenzar un proyecto en YouTube combinando sus dos pasiones (lo audiovisual, y la literatura) que cambiaría su vida sin precedentes. Actualmente su contenido en la red llega a cientos de miles de personas, y no para de crecer. A parte de compaginar sus estudios de Periodismo en la Universidad Carlos III de Madrid, trabaja en una editorial, en una revista online, da conferencias y sigue creando contenido diariamente.

Hoy vengo a decir algo que
seguramente sorprenda a muchos:

los jóvenes leemos.

Sí, leemos.

Y no me refiero solo
a Twitter o WhatsApp.

No, los jóvenes leemos literatura.

Nos encanta, nos apasiona la literatura.

Además, lo peor de los jóvenes
no es que leamos.

Es que no lo tenemos miedo a nada.

Sí, somos unos temerarios.

Lo mismo nos da leer
un tocho de 800 páginas,

un poemario de 50,

un libro de hace dos siglos,
un libro reciente,

novela romántica, realismo, ficción,
fantasía; nos da igual.

Leemos todo lo que
se nos ponga por delante,

y nos encanta, nos divierte.

Y digo que esto puede
sorprender a muchos porque

es muy extendido el comentario este de:

"Los jóvenes de hoy en día...
ta, ta, ta, ta".

(Risas)

Voy a contaros un secreto.

La frase esta de
"Los jóvenes de hoy en día",

existía muchísimo antes de que
existiesen los jóvenes de hoy en día.

Siempre, siempre se nos ha criticado,

y pocas veces se nos ha pedido
nuestra opinión, muy pocas.

La gente habla, y la gente deja hablar
a aquellos que se supone que nos conocen.

Elocuentes, eruditos,

son muy fáciles de reconocer:
tienen barba y gafitas,

y hablan de nosotros con tan poca idea

que yo me planteo,
¿alguna vez habéis sido jóvenes?

Ellos no, creedme.
No lo entiendo, sino.

Porque si de verdad
hubiesen sido jóvenes sabrían

que nadie sabe más de sentimientos
que un adolescente,

nadie se emociona más con
la muerte de un personaje,

con el primer beso de dos protagonistas,

con un final injusto.

Nadie lo comparte con más fervor
por Twitter, indignado:

"Oh, Dios mío, ¿cómo ha pasado esto?"

Es así, es así.

Voy más allá; los jóvenes leen
tal vez no más que los adultos,

pero con más pasión.

Y esto es algo que yo, que
no me considero adulto, ¿vale?

he ido notando con el tiempo,

según vas creciendo
te vuelves más pasivo.

Aprovechad esa época,

esa época en que las hormonas
están ahí, a flor de piel,

que todo, todo, os provoca
ira, rabia, dolor,

y en ocasiones también
calma, amor, empatía.

Y la literatura nos transmite
todo eso, por eso nos encanta leer.

Podría hablaros de datos,

podría deciros que
la literatura juvenil supone

el 20 % de las ventas
de la industria editorial.

Sí, podría deciros eso;

pero, para muestra, un botón.

Id a ferias del libro.

A ferias importantes, a la feria
del libro de Madrid, a Sant Jordi.

¿Cuáles son las casetas
que tienen más fila de gente?

¿Cuáles son las que tienen más adeptos
esperando por la firma de su autor?

¿Quién madruga a las 6 de la mañana
para que Laura Gallego,

Jordi Sierra i Fabra,
para tener esas firmas?

Los jóvenes...

leemos apasionadamente,
y a veces leemos con miedo.

Yo hubo una época en que leía
un poco con miedo porque, claro,

eras la rata de biblioteca, eras un poco
el "friki", y no estaba muy bien visto.

Pero nosotros hemos cogido ese término,
"friki" y lo hemos hecho nuestro,

y lo celebramos con orgullo,

el 23 de mayo, Día del Orgullo Friki,
por cierto.

¡Sí, nos encanta!

Nos encanta que nos lo digan.

En resumen, a los jóvenes
nos encanta leer.

Y esto es curioso, ¿no?

Antes hablaba con algunos
de vosotros y os preguntaba

qué lecturas habíais tenido
en el instituto,

y me decíais cosas como
"El Quijote, La Celestina..."

Sí, vale, OK. Dios.

No, en serio. Dios.

No sé si hay profesores en la sala,
pero sé que hay alumnos,

y sabemos lo que nos gusta,
y sabemos lo que no nos gusta.

Pretenden enseñarnos
la fuerza de los clásicos

y en vez de eso nos enseñan
clásicos a la fuerza,

hacen que no nos guste la literatura.

Leemos eso y decimos, "Por el amor
de Dios, ¿esto es leer?

Dios mío, me voy a ver la tele".

Sí, esto funciona así,
y es que es normal.

Un adolescente de 15 años no puede
apreciar la singularidad del lenguaje,

la profundidad de los personajes
de "La Celestina",

no, a veces hace falta tener filología,
realmente, para entender esa novela.

Ellos siguen la filosofía de:

"Mira, hay una serie de libros
que hay que leer en la vida".

Estoy de acuerdo, no puedes vivir sin
haber leído al menos una vez El Quijote.

Pero no estoy de acuerdo con el método.

No, no estoy de acuerdo.

Considero que los institutos deben
fomentar la pasión por la literatura,

crear lectores,

porque si te apasiona la literatura,

en algún punto de tu vida
querrás leer El Quijote,

eso es evidente.

Sin embargo, siendo tan jóvenes
nos obligaban, y nos obligan,

a leer tochos infumables.
Sí, sí. Alguien tiene que decirlo.

Góngora murió hace cuatro siglos,
maldita sea.

(Risas)

¿Qué nos pasa? ¿Acaso no hay
literatura reciente?

¿Acaso no hay clásicos
en literatura juvenil?

Decidme, ¿a algunos os suena
Huckleberry Finn, Tom Sawyer?

¿Mark Twain?

¿Algunos lo han leído?

¿Y os ha gustado?

Pues, evidentemente,

no hay joven que lea Mark Twain
y no le guste, y es un clásico.

Os voy a contar un argumento, ¿vale?

Una chica de 13 años se enamora,
conoce al chico, de 16,

pero sus padres no quieren ese romance,

no, es una relación prohibida, ¿no?

y acaba todo súper trágico.

Bueno, este que es el argumento típico
de cualquier novela romántica actual,

también es el de Romeo y Julieta,
de William Shakespeare, ¿sí?

Son tan actuales,

son unos sentimientos que vemos
reflejados en la juventud de hoy en día,

y sin embargo, ¿podemos sentirnos
tan identificados con El Quijote?

Estaba pirado de la cabeza, ¿vale?

¿Hola?

(Risas)

Vosotros tenéis muchísimo poder.

Quiero que cuando vayáis
este lunes a clase,

les digáis a vuestros profesores
lo que queréis leer,

y por qué. ¡Defended vuestras posturas!

(Aplausos)

Quiero que le digáis...

Quiero que le digáis, "Profesora,
métase Ud. a Góngora en el cajón,

y no lo saque más".

(Risas)

Sobre todo no quiero que perdáis
esa pasión por la lectura,

leed lo que más os guste.

Eso me pasaba a mí cuando
tenía 16 años; yo leía,

pero porque me buscaba la vida
y leía lo que a mí me gustaba.

Y tenía problemas para encontrar
a gente que realmente compartiese

mi pasión por los libros,

y usé una herramienta que todos vosotros
tenéis ahora, que es Internet.

Creé un canal de literatura,
en el año 2012,

tenía 16 años, que jovencito era.

Y la gente me decía:
"Esto no va a triunfar, Sebastián,

pierdes tu tiempo;

los jóvenes de hoy en día les interesan
los videojuegos, la moda,

televisión, series, películas;
no leen libros ya; ¡ja!

Hoy en día mi canal cuenta con
150 000 subscriptores de todo el mundo

y subiendo; tengo gente de España,
México, Argentina, Chile, Venezuela,

de todas esas partes del mundo,

millones de reproducciones,

cartas que me llegan desde todas partes

de gente que ha compartido
mis vivencias literarias,

se ha indignado conmigo,

que le ha gustado mi opinión
sobre determinado libro,

y es que, le pese a quien le pese
y le sorprenda a quien le sorprenda,

los jóvenes leemos.

Muchísimas gracias.

(Aplausos)