No fabriques fantasías cuando quieras realidades | Odin Dupeyron | TEDxYouth@BosquesDeLasLomas

En esta plática, hablo de la diferencia entre pasión y talento proponiendo que la idea de poder lograrlo todo es utópica, no es absolutamente real: hay personas que no tienen la capacidad de conseguir lo mismo que Stephen Hawking, que Yuri o que Usain Bolt, porque, además del interés y la perseverancia en la lucha, hace falta tener talento, aptitud e inteligencia especial. De los talentos de cada quien despunta la diferencia entre el éxito convencional y el éxito personal.

Busco romper la burbuja del pensamiento mágico que nos enseña que debemos tener una vida perfecta y que tenemos que ser el número uno y ser felices todo el tiempo. Busco romper la burbuja del pensamiento ultra positivo absurdo que exige “no llores”, “no te enojes”, defendiendo que así como el hambre se quita comiendo y el sueño se quita durmiendo, el dolor se quita llorando. Sostengo que la vida no es perfecta pero que no tiene que ser perfecta para ser maravillosa.

“A sus tempraneros 41 años es Empresario, Productor, Director, Escritor, Actor, Conferencista, Docente, Pupetero… y todo esto es el principio de hacer lo que le gusta, como le gusta y siguiendo sus instintos, trabajando con un equipo maravilloso de amigos y familiares que hacen posible lo que parecía imposible: que los sueños se hagan realidad”.

Aventado, atrevido y honesto son las palabras con las que podríamos describir a Odin. Con una increíble trayectoria laboral, Odin ha pasado de headpuppeteer de Plaza Sésamo, haciendo el personaje de Pancho Contreras, a escritor de un best-seller nacional con su libro “Y colorín colorado este cuento aún no se ha acabado”; de cumplir 10 años interpretando el monólogo ¡A Vivir! escrito, dirigido y actuado por él, a inaugurar una obra de teatro, Veintidos Veintidos, y mantenerla en cartelera 4 años ininterrumpidos.

Esta charla es de un evento TEDx que utilizó el formato de conferencia de TED pero fue organizado de forma independiente por una comunidad local. Más información en: http://ted.com/tedx

¿Qué tal?

¡Buenas!

¿Por dónde empiezo?

Cuando me explicaron
de qué se trataba la conferencia

el titulo: "Rompiendo Burbujas".
Rompiendo burbujas.

Me enamoré y dije:
"Yo quiero ir y quiero participar."

Me explicaron que se trataba
de romper burbujas para hacer equipo.

Todos en una burbuja grande.

Y dije: "¡Ah chingados!
no era lo que tenía pensado."

(Risas)

Aún así dije: "quiero participar".

Para mi romper burbujas ha sido
importantísimo en la vida.

Romper burbujas me parece
que es esencial.

Es mi deporte favorito, me encanta
romper burbujas desde que soy niño.

Las burbujas de la ilusión falsa,
del pensamiento mágico primitivo,

del pensamiento optimista falso.

Burbujas muy bonitas, que se ven muy bien,
se sienten muy lindas,

pero que lejos de hacernos bien
nos hacen mucho daño.

Hace mas o menos dos años y medio
hice una entrevista para René Franco

en su programa de televisión, y
esa entrevista curiosamente se hizo viral

hace apenas unos cuantos meses.

En esa entrevista
yo hablaba precisamente de eso:

de las burbujas, de la ilusión falsa,
de las burbujas del optimismo falso.

Burbujas que yo
he denominado: el EPMP

que es el Exceso de
Pensamiento Mágico Pendejo.

(Risas)

Tenemos un exceso de pensamiento
mágico que no nos sirve,

que nos estorba y que no nos ayuda.

Por ejemplo, en esa entrevista hablaba
de la diferencia entre pasión y talento.

Básicamente la diferencia
entre pasión y talento es:

"Yo amo cantar."

"Pero no puedes cantar."

"¡Pero yo lo amo!"
"Pero no puedes."

"Pero es que yo lo amo."

"Pero no tienes la caja torácica,
no tienes la cuerda vocal,

no tienes oído para escuchar los tonos,
no escuchas tonos,"

"¡Pero lo amo!"

"Y amo la ópera."

"Pues comprate unos CDs, cabrón,
porque no la vas a cantar nunca".

(Risas)

Y la mayoría de la gente

cuando esa entrevista se hizo viral
me escribía cosas como:

"es cierto, hay cosas que
no puedes lograr, cosas que son difíciles,

y que no se pueden,
y no siempre lo puedes."

Pero había muchas personas
que me escribían:

"Eres un mal maestro.

¿Por qué le cortas
las alas a las personas?

Deja que cumplan sus sueños,
no importa que canten mal ¿qué tiene?

A lo mejor va a ser un mal cantante,
pero no importa."

Había un tipo en Facebook
que me escribía constantemente:

"Déjalo que cante, aunque sea malo,

no te metas con su vida,
no le cortes sus alas".

Y me tuvo hasta la madre un día, entonces
fui a su página de Facebook y leí su muro.

Me di cuenta que en su muro
él se quejaba mucho del gobierno

y se quejaba del presidente
específicamente, y decía:

"Que lo quiten, no sabe
hacer su trabajo ¿Por qué lo hace?

No sabe hablar. Está muy mal."

E inmediatamente le escribí:
"Déjalo cabrón".

(Risas)

"Es su sueño, pendejo."

(Risas)

"No le cortes sus alitas."

(Risas)

"A lo mejor lo hace mal ¿pero qué tiene?"

No, sí tiene. Sí tiene que seas
un mal político o un mal cantante,

o un mal actor o un mal lo que sea,
por eso sí estamos como estamos.

Porque cualquiera puede hacer
lo que le de la gana. Y no funciona así.

No puedes hacer nada más
lo que se te de la gana porque quieres.

No se puede. Tienes que ganarte las cosas,
que es algo que se nos ha olvidado mucho.

Tienes que ganarte las cosas.
Tienes que tener talento, debes estudiar,

tienes que tener capacidad,
tienes que tener inteligencia.

Por eso cualquiera
puede ser abogado o doctor

compras el diploma no importa
cómo le hagas, tú llega, es tu sueño.

A lo mejor se te mueren
unos pacientes, pero ¿y qué tiene?

(Risas)

No se puede, tienes que ser bueno
en lo que haces.

Y a veces aceptar que no siempre
puedes hacerlo todo.

Que a lo mejor hay alguien mejor que tú.

Y no pasa nada si no llegas a ser el mejor
en lo que querías ser.

También puedes ser feliz, no tienes
por qué llegar forzosamente.

a lo mejor no puedes, pero encuentras
otros caminos.

Lo que quiero decir
es que tienes que luchar,

claro que puedes luchar,

puedes luchar por alcanzar
tus sueños y por ser cantante.

Puedes luchar por muchas cosas,
puedes luchar lo que quieras.

Pero hay gente que se mata
porque no entró a la UNAM.

Literalmente se mata, se suicida
por no entrar en la UNAM.

Cuando tienes
muchas otras posibilidades.

Muchas otras posibilidades en la vida,
no nada más de otras universidades.

En la vida.

A lo mejor no entrar a la UNAM
te lleva a otros caminos diferentes

por donde vas a encontrar
una felicidad más grande.

La gente se confunde y dice:
"Pero es su sueño."

"Pues sí, pero no pudo."
"Que lo vuelva a intentar."

¿Cuánto tiempo? ¿Cuánto tiempo?

Yo por ejemplo, soñaba con ser actor,
sólo quería ser actor.

Vengo de familia de actores.

Mi papá, mi tía, todo mundo ha participado
concertistas de piano, en fin.

Yo quería ser actor.

nada más quería ser actor,
es todo lo que quería.

No lo quería por la fama
o el dinero y reconocimiento

y me pidieran autógrafos,
esto me saca un poco de pedo.

Yo quería ser actor y lo fui mucho tiempo.

Trabajé en Plaza Sésamo, dirigí, di clases
en televisa, hice muchas cosas.

Pero fue justamente en la crisis
más importante de mi vida,

me quedo sin trabajo y no encuentro
trabajo como actor,

y digo: "A lo mejor
no voy a poder ser actor.

A lo mejor aquí se acabó.
A lo mejor va a ser otra cosa.

Debo buscar otra forma de trabajar.

¿Qué me gusta? No voy a una oficina.

¿Contador? Soy pésimo para los números.

Voy a buscar ¿qué puedo hacer?
y buscando dije: voy a escribir un libro.

A lo mejor no soy actor,
pero me gustaba escribir.

Dije: "Voy a escribir un libro."

No estudié filosofía y letras
pero igual voy a ver qué puedo hacer.

Mi primer libro "Y colorín colorado
este cuento no se ha acabado"

se convirtió en best seller nacional.

De ahí escribí una obra de teatro,

Escribí un monologo que se llama "Vivir"
que lleva diez años en cartelera.

Empecé a darme cuenta
que yo generaba mi propio trabajo.

Hoy por hoy mi sueño de ser actor...

Es mucho más grande
lo que tengo hoy que lo que soñaba.

Hoy soy mi propio jefe.
Hoy soy mi propio dueño.

Yo edito mis libros, yo hago
mis obras de teatro.

Yo produzco mis espectáculos,
no necesito nada de nadie.

Yo soy mi mejor empleado,
yo sí me doy exclusividad alta.

Me pago los mejores restaurantes
y los mejores hoteles cuando viajo

porque no quiero renunciarme

y lo más importante: no me voy a dar
una patada el día de mañana.

Yo me quiero mucho.

Es mucho mejor ser dueño de ti mismo.

Superé mi sueño cuando me di cuenta
que quizás no podía lograrlo.

En esa misma entrevista hablé
del mismo pensamiento mágico

cuando nos venden que tienes
que ser feliz en la vida.

'Tienes que ser feliz, sé feliz, feliz,
tienes que ser feliz."

y nos dicen frases como:
"El peor pecado es no ser feliz."

"Vienes a ser feliz,
tienes que ser feliz."

Pero llega un momento que te presionan
con que tienes, tienes,

y uno anda por la vida
diciendo: "No soy feliz."

¿Qué estoy haciendo mal?
¿Por qué no soy feliz?

Tengo que ser muy feliz.
¿qué está pasando?

Pero no puedes ser feliz toda la vida,
todo el tiempo, es imposible.

Porque los hijos se te mueren.

Porque hay dolores que merecen
nuestras lagrimas.

Porque los padres te abandonan,
los amantes te dejan,

porque los sueños se rompen.

Porque pasa el tsunami y se lleva
tu casa y familia de paso.

Y no va a ser feliz porque
"No, tiene algo que ver, debe aprender"

No señor, uno llora
tienes que llorar, se puede llorar.

También te venden el: "sé el número uno
tienes que ser el número uno

sé el número uno, tienes que ser
el número uno."

Hay que pararse y decir
"¿si yo soy un cuatro hay mucho pedo?"

(Risas)

Yo con un cuatro estoy poca madre.

Que pasen los unos a partirse la madre.

Yo desde aquí les ayudo
"¡Mira por allá se fue, córrele!"

(Risas)

Cuando esa parte de la entrevista
se hizo viral

mucha gente me escribía:
"Si es cierto, nos presionan mucho"

"A lo mejor el éxito es diferente."
¡qué padre! ¡qué padre! ¡qué padre!

y había gente que decía "eres un mediocre"

"Es un perdedor, este tipo
apenas sabe dar una entrevista"

No sabe que llevo diez años
con un monologo, tengo libro best seller.

No tienen ni idea de quien soy
y me criticaban.

Había un tipo que en Twitter ponía:
"Que bueno que los perdedores,

y los mediocres y los conformistas
ya tengan a alguien a quien seguir

@Odin_Dupeyron"

A la gente no le gusta pensar,
ese es el gran pedo.

Que la gente no quiere pensar.

Lo cierto es que no tienes
porque ser el número uno.

No tienes porque ser el número uno.

Hay dos tipos de éxito.

Está el éxito convencional que es
el que todos podemos reconocer.

El actor famoso, el que se ganó el premio,

el gran atleta, al que contrataron
por mucho dinero en el fútbol,

el científico, el pintor, el político
el que llegó a ser el mejor presidente.

Es el éxito convencional,
todos lo podemos reconocer.

Pero hay un éxito que es mucho
más importante que es el éxito personal.

El éxito existencial ¿quién soy yo?
y ¿qué quiero yo hacer de mi vida?

de esta oportunidad que tengo
de estar aquí. Ese es el más importante.

Alguna vez, cuando
yo estaba todavía en Televisa

el director de la escuela
donde estudié me dijo:

"Oye Odin ¿cuándo vas a ser exitoso?
Es que eres muy talentoso.

Eres muy buen actor
¿cuándo vas a tener éxito?"

Le dije: "A ver espere, definamos éxito.

Porque yo hago Plaza Sésamo
que me encanta, y escribo

y ademas dirijo y doy clases,

y tengo más trabajo que cualquiera
de mi generación hoy por hoy.

Porque hago muchísimas otras cosas más.

Yo siento que soy exitoso
¿a qué se refiere?"

"Yo quiero decir ¿cuándo
te voy a ver en una novela?"

Ah eso quién sabe, pero exitoso soy.

No puedo no ser exitoso
porque no salgo en la televisión

cuando hago muchas
otras cosas que me gustan

y que me apasionan
y que es mi éxito personal.

La gente tiene que entender,

esta gente que dice que es mediocre
ser el número cuatro,

a lo mejor tu número cuatro
es mi número uno.

Y eso es importantísimo.

Es decir a lo mejor yo estoy feliz
en mi trabajo, entro a las nueve

salgo a las seis,

me da tiempo de ir a comer
con mi mujer o ver a mis hijos

o ir al cine, me puedo desvelar porque
mañana entro a las nueve otra vez

me gusta mi trabajo, la gente,
está padre la oficina,

estoy muy contento.

Y la gente te dice: "Eres un mediocre."
¿Por qué soy mediocre?"

"Porque no eres el presidente,
no eres el director de la compañía"

"Pues que no quiero ser el director."

"Por mediocre."

(Risas)

"No, porque no quiero."
"Por perdedor."

"No, no quiero,

porque el director a veces entra
a las seis y sale a las doce.

No conoce a su tercer hijo y cuando tose
escupe tantita sangre por la gastritis."

(Risas)

"Pero es el número uno pendejo."

"¿Pues y a mi qué?

Yo no quiero ser el número uno.
Yo aquí estoy bien.

Puede no ser lo mejor que otra persona
pueda querer, pero para mi es lo mejor.

Me importa más mi felicidad y
me importa más mi familia."

Me pasé.

No puedes decirle a alguien
que es mediocre.

No puedes decirle a alguien
que es mediocre

porque no cumple lo que tu crees
que debería querer cumplir.

No puedes decirle a alguien mediocre

porque quiere ser un músico
de orquesta en vez de tocar solo.

No puedes decirle mediocre al
que quiere ser mesero o chófer,

o que quiere tener su tiendita
"¿Por qué no un Walmart?"

"Quiero una tiendita,
cabrón, déjame en paz."

(Risas)

Lo cierto es que no todos pueden ser
el dueño de un restaurante

o el director de una oficina.

En un restaurante también
hay meseros, garroteros y cajeras.

Y no le puedes decir mediocre
por ser cajeros.

Y no le puedes decir mediocre
por ser mesero.

No le puedes decir mediocre
a la gente que no llega.

No todos llegan, es imposible.

Solo hay un dueño de un restaurante.
Solo hay un presidente.

Solo hay un Walt Disney.
Solo hay un Messi.

Solo hay un Octavio Paz.
Solo hay un Barack Obama.

Solo hay uno.

Que puedes luchar, claro que puedes.

Puedes ser lo que tú quieras.

Puedes intentarlo,
claro que puedes intentarlo.

Puedes cambiar al mundo.

Se puede cambiarlo,
hay gente que lo ha hecho.

Puedes luchar por cambiar al mundo.

Lo cual no quiere decir
que vayas a conseguirlo.

Y no está mal. No está mal.

A veces en el camino te das cuenta
que no quieres, no quieres llegar.

Y dices ¿sabes qué?
Estaba siendo muy pesado para mí.

O te das cuenta que el éxito convencional
pasa por encima de tu éxito personal.

Y dices, no estoy dispuesto
a sacrificar mi familia.

No estoy dispuesto a dejar a mi hijos.
No estoy dispuesto a divorciarme.

O a dejar toda mi vida acá.

Nunca nadie en el mundo
se ha muerto diciendo:

"Ay, hubiera trabajado un poquito más"

(Risas)

Nadie, nunca jamás.

Se vale claudicar, se vale soltar

cuanto te das cuenta o que no puedes
o que no lo vas a lograr,

o que pasa por encima de ti.

Se vale y hay mucha gente
que en esa entrevista me decía:

¿Qué pasa si hubiese
tomado clases contigo?

Se hubiera dado por vencido.

Quien no se va a dar
por vencido, no se da.

Y quien quiere darse por vencido lo hará.

Finalmente es como
la búsqueda de un tesoro.

Tú estas buscando un tesoro y llevas
cinco años y cavas y cavas y cavas.

Cinco años después de tu vida dices:
ya no quiero seguir cavando

porque llevo cinco años
y no he encontrado nada.

Y nunca falta el pendejo positivo
que te dice: "¿Y si estuviera a dos metros?"

(Risas)

Y sí puede ser, llevo cinco años cavando
y está a dos metros.

Entonces cavas cinco años más.

Y dices llevo diez años cavando
ya no puedo más, no quiero seguir.

y ahí viene el cabrón "¿Y si ya lo ibas
a encontrar y te das por vencido?"

Y sacas cuentas, llevo años cavando,
diez años cavando...

¿Qué tal que sí? Pues le hecho más ganas
cavo más, veinte años de tu vida.

Treinta.

Empezaste a los veinte,
ya tienes cincuenta.

Y de repente dices: ya no quiero cavar.

No quiero seguir cavando.
No importa si está o no, no quiero.

Ahí viene el cabrón a decirte
"¿Y si te faltara?" y le das un puño.

Y dices ¡deja de chingar cabrón!

Ya no quiero cavar, me perdí de mi vida.
A lo mejor sí está el tesoro, no sé.

¡Yo, yo ya no quiero!

O a lo mejor yo sí quiero.

Y yo tengo fe y a lo mejor lo consigo.
Cavo y cavo y a los 90 años digo:

¡ah lo encontré!

y te mueres.

(Risas)

Por supuesto que tienes que buscar,
por supuesto que tienes que luchar.

El problema es que la gente
te vende las historias de éxito,

como si todas fueran posibles,

como si todos pudiéramos llegar,
al mismo lugar de la otra persona.

"Yo lo hice, tú puedes hacerlo".
Sí, pero no quiere decir que lo harás.

Es como si Stephen Hawking te dijera:
"Tú puedes saber el origen del universo

y puedes investigar los agujeros negros,

nada más debes saber que
Θ (zeta) x = 4³ * -5- √-16

y yo tengo un problema
y tú podrías mejor que yo."

No es así, no todos tenemos
el mismo cerebro de Stephen Hawking.

No todos lo tenemos y no está mal.
Es natural, es lo que te da la vida.

Hay gente como en el ejemplo del cantante
que tiene oído musical.

Hay gente que no lo tiene,
que no escucha tonos.

Hay gente que le dices: es asi:
♫ mexicanos al grito de guerra ♫

y te dice:
♫ mexicanos al grito de guerra ♫

A ver no, esperate cabrón:
♫ mexicanos al grito de guerra ♫

Va:
♫ mexicanos al grito de guerra ♫

(Risas)

No le puedes enseñar,
no hay manera de hacerlo.

Y hay gente que tiene oído absoluto

el oído absoluto es
que no puedes desafinar,

porque tienes un oído perfecto como Yuri.

Por ejemplo esa cabrona
no desafina nunca, aunque quiera.

Yo la odio porque no puedo cantar.

Pero no importa, el asunto es que
no se puede y es la naturaleza.

No todos los espermatozoides
llegan al óvulo.

No he conocido ninguna mujer
que le digas ¿cuántos hijos tiene?

Ah yo tengo 250 millones
¡porque todos pueden!

(Risas)

De una sola cogida.

(Risas)

El exceso de pensamiento mágico pendejo

es una burbuja que nos prohíbe
incluso tener emociones.

Sobre todo las negativas.
No sufras, no llores, no tengas miedo.

Ponte feliz, siempre, sé feliz
sé feliz, ponte feliz.

¿No sabes qué ponerte? Ponte contento.

Te daré un puño,
deja de estar chingando ya.

Hay dolores que merecen nuestras lagrimas.
Hay corajes que necesitan ser gritados.

hay

Hay quejas que se convierten
en revoluciones

y que ayudan a cambiar al mundo
también desde la queja.

Es la naturaleza.
El hambre se quita comiendo.

El sueño se quita durmiendo.

El dolor se quita llorando.
Y es natural y se puede.

Todos los sentimientos son buenos
en su justa medida.

Porque todo en extremo es malo.
Hasta las virtudes exageradas son defectos.

La gente te dice "no seas negativo".
Se vale ser negativo.

El pensamiento negativo te protege.

Es como si hubiera dos zebras
pastando y una de ellas dijera:

"¿Escuchaste?"

"A lo mejor es un león."

y la otra dijera:
"Ay, no seas negativa, mana."

"Cancélalo, cancelado,
cancelado, cancelado."

(Risas)

A lo mejor sí es un león,
y a lo mejor sí te va a comer.

Entonces el pensamiento negativo
te hace prevenirte ante las cosas.

Ahora bien, puedes pensar lo que quieras.
Puedes creer lo que quieras.

Puedes evadir la realidad.
Puedes tener tus creencias.

Mi consejo y nada más es un consejo:

No quiero que la gente piense como yo.
Quiero que ellos piensen, no más.

Mi consejo es: no fabriques fantasías
cuando quieras realidades.

¿Quieres realidades? Enfrenta la vida.

No es perfecta.

La vida es injusta, es dolorosa,

la vida es maravillosa,
es increíble, es divertida,

es aburrida a veces, es dura,
es difícil, es fácil,

es tremendamente contradictoria,
pero no es perfecta.

La vida nunca ha sido perfecta.

Tiene grandes errores.

Pero se trata de enfrentar los errores.

Mientras estés peleándote en la vida

debes aprender a disfrutar
partirte la madre por lo que amas.

Lucha, sueña, cae, levantate,
ríe tus risas, llora tus llantos

siente tus emociones, conócete a ti mismo
para definir tu propio éxito personal.

¿Quién quiero ser yo?

Respétate.
Respétate, no te chingues.

No dañes tu cuerpo, es de lo único
de lo que sí eres realmente dueño.

Pero sobre todas las cosas
es importante que no te engañen.

La vida no es toda felicidad.

No tienes que tener el cuerpo perfecto.

No tienes que tener el coche perfecto,
ni la mejor casa, ni el mejor empleo.

A veces no se puede,
pero más importante aún:

no permitas que te engañen.
No permitas que te echen a perder

la única oportunidad que tienes
de pisar la tierra

y de vivir y de disfrutarla mientras estés
parado en este mundo.

Que no te engañen.

La vida no tiene que ser perfecta
para ser maravillosa.

Muchísimas gracias.

(Aplausos).