-
- ¿Esperas a alguien?
-
- Hola hola, ¿qué tal?
-
- ¿Qué haces aquí?
-
- No hay fiesta sin nosotros.
-
- Esto no es una fiesta Valerio, era una merienda.
-
- Bueno merienda, fiesta lo mismo.
-
¡Uhuhuuu!
-
- Hola...
-
- ¿Es en serio?
-
- ¿Qué traes ahí?
-
- Lo mejor, está aquí dentro.
-
Y ya me han anestesiado, ni siento ni padezco.
-
Así que... pues salud cariño.
-
- Ohhhh.
-
- ¿Es en serio, Valerio?
-
- Estos cien euros... a quien adivina qué tengo bajo el albornoz.
-
- ¡Por favor, Valerio!
-
- Que, por cierto, por cierto, me queda... ¿Cómo me queda?
-
- Divino, divino. ¡Es tu color!
-
- Madre mía...
-
- ¡Yo, yo, yo, yo!
-
- Tú
-
Eh... nada, vas desnudo.
-
- No, tú.
-
- Calzoncillos.
-
- No. Lu, tu turno.
-
- Yo sí lo sé, pero no voy a jugar.
-
¿Nos podemos ir, por favor, cariño?
-
- No.
-
- ¿No?
-
- ¡Yo también lo sé, yo también lo sé!
-
- ¿A ver?.
-
- Llevas un calcetín.
-
- Todo suyo señorita.
-
- ¡Lo ha adivinado!
-
- Chica lista.
-
Me gusta esta chica eh... ¡Me gusta esta chica!
-
- ¡A mí también!
-
- A ver, ahora mi regalo.
-
- Despacio, despacio, despacio, despacio que si no, no se disfruta.
-
- Bueno, ¿basta no ya?
-
- Es...
-
¡Uuuuuuuh!
-
- Valerio, ¿es en serio?
-
¿Te puedes tapar por favor? Estás haciendo el ridículo.
-
- ¡Qué grande eres!
-
- ¡Oh si! Me tapo, me tapo, me tapo.
-
- ¡Qué ridículo eres!
-
- ¡Pero qué grande eres cabrón, ven aquí!
-
- ¡Uuuuuuuh!
-
- No, no, no no, no, no por favor no.
-
¡Ahhh!
-
¡Por favor, Guzmán!
-
- ¡Ohhhh!
-
- ¡Guzmán!
-
- ¡Ohhhh!
-
- ¿Es en serio?
-
¡Haz el favor!
-
- ¡Tú también estás loca!
-
- ¡Uhhhhhh!
-
- Es que Guzmán, teníamos que ir a la iglesia
-
- ¡Venga, Lu, vamos!
-
- ¡Os odio!