Crecer en una cultura pornificada | Gail Dines | TEDxNavesink

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED.

La cultura popular nos bombardea con imágenes hipersexualizadas de mujeres y hombres que transmiten imágenes potentes que ayudan a modelar nuestra sexualidad. En esta charla fascinante, Gail Dines expone los efectos de la cultura porno en la cultura pop y el impacto en los niños y adultos jóvenes que están creciendo hoy en una cultura pornificada, y señala cómo la organización sin ánimo de lucro Culture Reframed está "solucionando la crisis de salud pública de la era digital".

Gracias.

Hoy voy a hablar sobre

qué significa crecer en
una cultura pornificada.

¿Qué significa vivir
en una sociedad

rodeados de imágenes de mujeres
hipersexualizadas y pornificadas?

¿Qué significa vivir en una sociedad

en la que la cultura pop está modelada
por esas imágenes pornográficas?

Hablaré de cómo esas imágenes modelan
el género y la identidad sexual,

porque hoy los jóvenes no crecen
en una cultura basada en la imprenta,

como quienes tenemos más de 35,
y estoy siendo amable en esto,

sino que crecen en una cultura
basada en la imagen,

así que demos un paseo por
el mundo en el que viven.

Cuando enseño a la gente,
a menudo terapeutas o padres,

realmente no conocen el mundo
en el que viven sus hijos.

¿Pero saben qué? Los medios sí.

Este es una revista llamada Details,
como la Cosmopolitan pero para hombres.

Publicaron: "Cómo el porno en Internet
cambia el sexo de los adolescentes".

Entrevistaron a una pornógrafa
que se llama Joanna Angel,

dijo: "Las chicas hoy parece que
llegan al plató listas para el porno".

¿Qué significa eso?

Que esta cultura prepara
a nuestras jóvenes

para estar listas para la pornografía,

terminen en un sitio porno o no.

Esto se debe a que se les ha enseñado

a hipersexualizarse y pornificarse.

Veamos las imágenes con
las que viven estos jóvenes.

Simplemente pensemos en estas
imágenes que los bombardean,

imágenes pornificadas
e hipersexualizadas.

De hecho, si pensamos en
esas miles de imágenes,

se reducen a una joven
blanca, rubia y tonificada.

Por cierto, Dios nos libre de que algo
se menee, excepto los pechos, claro.

Pero aparte de eso, toda la piel
tiene que ser firme.

Ahora permitimos que haya
algunas mujeres de color,

si son como Beyoncé,

o Nicki Minaj,

o, por supuesto, Rihanna.

Pero en general, la imagen principal
es de una mujer blanca hipersexualizada.

En la teoría de medios, tenemos una idea
llamada "el lector inscrito en el texto".

Así que miren a esta mujer.

Miren su ropa, miren su cara,
miren su postura,

y miren su mirada, M-I-R-A-D-A.

¿A quién le está hablando?

Porque el concepto es que cada imagen
tiene a un lector en mente.

Antes de responder, ¿creen que
está hablando con su madre,

diciendo "Vamos a tomar café
después de la sesión de fotos"?

(Risas)

¿Con quién está conversando?

¿A quién le está hablando?

A los hombres.

¿Y qué está diciendo?

"Fóllame". ¿Estarían de acuerdo?

(Risas)

Y esto es a lo que yo llamo
la mirada "fóllame",

y no hay una mujer en esta sala

que no pueda poner ahora mismo
una mirada "fóllame", ¿me equivoco?

(Risas)

¿Así está bien?

Con el cuello vulnerable,
mirando con los ojos así.

Quiero que piensen lo que significa
ser hombre y crecer en una cultura

en la que antes incluso de hablar,
las mujeres se te están ofreciendo.

"¡Ven a por mí! ¡Ven a por mí!"

Lo que le ocurre a las jóvenes

es que cuando están desarrollando
su identidad sexual

aprenden que tienen dos opciones:

la follabilidad o la invisibilidad.

¿Y qué se espera de un adolescente que lo
lleva incrustado en su ADN de adolescente

es la necesidad de ser visible?

¿Qué se espera de ella, cuando
sus amigas deambulan por ahí

con vaqueros de tiro bajo, un tatuaje al
final de la espalda, mostrando el abdomen?

¿Qué esperan que haga?

Porque es imposible pedirle
que elija la invisibilidad.

Así que esto no es una elección, se ve
arrastrada a una trampa de la sexualidad

que ella no inventó,
que ella no decidió

porque hay muy pocas opciones.

Entonces, ¿qué significa esto
para una joven?

Cuando estaba enfrentándome a la idea
de qué ha pasado en esta cultura,

¿saben quién me dijo
realmente lo que era?

No fue alguien con un doctorado
en sociología o psicología,

en realidad, fue un recluso, un violador
de niños al que voy a llamar Dick.

Dick fue encarcelado por violar
a su hijastra de 12 años,

y él me explicó cómo la preparaba.

Preparar es lo que se hace

cuando el perpetrador
se dirige a su víctima,

empieza a crear una relación
con ella y entonces le dice

que lo que de verdad importa es lo buena
que está, que es verdaderamente sexy.

Cuando de verdad da el paso,

ella ha formado lazos afectivos contigo,
y cree que lo más importante en ella

es que está buena.

Dick me explicó
cómo preparó a su hijastra,

y entonces me miró directamente
a los ojos y dijo:

"La cultura hizo gran parte
de la preparación por mí".

Y tengo que decir que
casi me caigo de la silla.

Porque tenía toda la razón.

La cultura está atentando en masa
contra nuestras niñas.

Antes lo normal era que hubiera
un perpetrador en concreto

que atentara contra una chica en concreto.

Ya no.

Ahora la segunda parte de la cultura pop
para chicos es la industria pornográfica.

Cuando hablo de porno, no me refiero
a Playboy, Penthouse o Hustler.

Volvamos de nuevo a Details.

Básicamente, dicen en este artículo,

"Hay una generación entera
de jóvenes que creen

que el sexo termina
cuando disparan a la cara".

Para los no iniciados de la sala,

disparar a la cara
es eyacular en la cara.

Les voy a contar lo que está pasando,

porque formo a gente joven, enseño
por todo el país en facultades.

Una estudiante me dijo que estaba hablando
con un amigo que de verdad quería quedar,

que en la cultura del sexo casual,
créanme, es algo impresionante,

y le dijo a ella que él tenía
una condición sine qua non,

y esa condición era que ella tenía
que dejar que se corriera en su cara.

Ella respondió: "No, no voy
a permitirte hacerlo".

Y se lo contaba a una reportera en
Inglaterra, que ya pasaba los cuarenta,

que estaba haciendo
un documental, y me dijo:

"No me lo puedo creer.
Estás exagerando".

Y una ayudante de 23 años
se dirigió a ella y le dijo:

"¿Sabes cuántos hombres se han corrido
en mi cara sin preguntar?"

Así que olvidémonos de la idea de
Playboy, Penthouse o incluso Hustler;

aquellos eran los buenos tiempos
de la pornografía.

Nunca creí que estaría aquí contando
esto, y volvería al pasado y diría,

"Aquellos parecían incluso clásicos".

Lo que cambió todo fue Internet.

Internet hizo asequible la pornografía,

la hizo accesible y la hizo anónima.

Las tres Aes que impulsan la demanda.

¿Saben que los sitios porno
tienen más visitantes al mes

que Netflix, Amazon y Twitter juntos?

Solo piensen bien esto

y que sabemos por estudios

que cerca del 90 % de los vídeos
de pago más vistos contienen

como mínimo abuso físico o verbal
contra la mujer.

Ahora seguiré los pasos
de un niño de 12 años.

La primera vez que se consume
pornografía es a los 12 años.

Y simplemente voy a seguirlo

sin tarjeta de crédito,
escribo "porno" en Google,

y les contaré lo que él verá.

Lo primero que verá, lo principal
en casi todos los sitios web

es el 'gagging'.

Esto es cuando el hombre mete el pene
muy dentro de la garganta de la chica

y ella da arcadas hasta
casi el punto de vomitar.

Le ponen mucho rímel en las pestañas,
a ella realmente se le saltan las lágrimas

y puedes ver los regueros
de rímel que corren.

Mientras ella se está asfixiando,
él la agarra de la cabeza,

se la levanta hacia él,
y le dice: "¡Mírame!"

¡Y ella se está asfixiando!

Esto es una clase de psicopatía sexual.

Si piensan que el porno es la
principal vía de educación sexual,

piensan qué va a pasar
a la nueva generación de niños,

la mayoría está educado en el
porno duro y mayoritario en Internet.

El niño promedio de 12 años,

cuando cae en el porno,
cuando pone "porno" en Google,

¿qué creen que piensa que verá?

¿Pechos? ¿Gente haciendo el amor?
¿Creen que está pensando en 'gagging'?

Por supuesto que no.

Así que, ¿por qué sigue?

Empecé a leer el texto que acompaña
a las imágenes, veamos.

"¿Sabes qué le decimos a cosas como
el romance y los juegos preliminares?

Decimos "¡a tomar por culo!"

Tomamos guarras preciosas y jóvenes,

y hacemos lo que todo hombre
realmente querría hacer.

Les hacemos sentir náuseas", etc., etc.

Esto proviene de la conocida web
llamada Gag Me and Then Fuck Me.

Ahora, piensen en esto:

tiene 12 años, está empezando
a ser un hombre, está excitado,

eso le está diciendo:
"¿quieres ser un hombre?

Esta es tu entrada a la masculinidad.

Este es el precio que pagas
para ser masculino".

En el estómago de ese niño
hay un guiso tóxico

porque está excitado,
pero también está avergonzado,

y también está asustado,
y también está enojado.

y siente una enorme vergüenza
porque está excitado,

y nadie le ha dicho "Tú no eres esto".

Porque los pornógrafos le dicen,

"Tú eres así. Esto es lo que quieres.

Porque tomamos guarras
preciosas y jóvenes,

y hacemos lo que cualquier hombre
de verdad querría hacer".

Pero, ¿saben qué? Eso no es cierto.

Sé que no es cierto,

y sé que es así porque las feministas
son las mejores amigas de los hombres,

porque creemos más en los hombres
que los pornógrafos.

¿Y saben cómo sé que los pornógrafos
no cuentan la verdad de los hombres?

Lo sé como feminista,
lo sé como experta,

y sobre todo, lo sé
como madre de un hijo.

Mi hijo se merece algo mejor que esto.

Y si mi hijo lo merece, entonces
creo que sus hijos también.

La siguiente escena que
van a ver constantemente

es sexo anal violento y machacante.

Permítanme leerles el tipo de
texto promocional de la película

"Anally ripped whores"
(Putas desgarradas analmente)

"En 'Pure Filth' (Pura Obscenidad)
sabemos exactamente lo que quieres:

pollitas folladas por el culo

hasta que sus esfínteres estén rojos,
hinchados y totalmente reventados.

Estas putas van a necesitar pañales
de adulto al terminar el trabajo".

Este es el texto promocional.

No se necesita un doctorado en
comunicación para entender la violencia,

y quiero dejar esto claro: esto
es el porno normal y corriente,

esto es lo que un niño de 12 años
consigue en 15 segundos,

esto no es lo peor,
no me acerco a lo peor.

La escena porno estándar,
la película porno estándar:

una mujer, tres hombres,
penetración oral, anal y vaginal.

Ellos le tiran del pelo,
le escupen en la cara,

la están llamando puta,
zorra, contenedor de semen.

Esta es hoy la educación sexual
en todo el mundo.

Sabemos por 40 años de investigación
que cuanto más jóvenes acceden al porno,

más se ve limitada
su capacidad para intimar,

disminuye más su empatía
con las víctimas de violación,

se incrementa
la depresión y la ansiedad,

y es más probable que se involucren
en comportamientos sexuales de riesgo.

El futuro.

Ahora tenemos una generación entera
de chicos insensibilizados

porque en realidad lo que quieres con 10
años no es lo que quieres con 15, 20, 30.

Así que, ¿a dónde va esto?

En 2002,

la Free Speech Coalition, que es el brazo
de presión de la industria del porno,

presionó al tribunal de Ashcroft
para eliminar la polémica

de que no se pudieran emplear chicas
que aparentaran menos de 18,

y esto es lo que tenemos
de la noche a la mañana:

porno adolescente,

la primera vez con papi,

la puta de papá,

está bien, es mi hijastra.

¿Qué vamos a hacer?

¿Cómo vamos a atar a este monstruo
del porno paso a paso?

Vamos a usar la estrategia de Gulliver.

Educación por educación por educación.

Vamos a abordarlo
desde la salud pública.

Igual que paramos
el alcohol y la conducción,

traigan a la mesa

a todos los que tengan un interés personal
en el bienestar de la próxima generación.

En mi grupo Culture Reframed, estamos
adoptando el modelo de salud pública,

y vamos a desarrollar
programas para padres,

vamos a desarrollar
programas para profesionales,

vamos a desarrollar
programas para estudiantes

porque vamos a inmovilizar
al monstruo del porno pieza a pieza.

¿Saben por qué?

Porque nuestros hijos valen más,
nuestra cultura vale más,

nuestros niños valen más,
nuestras niñas valen más.

Muchas gracias.

(Aplausos)