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- Hola a todos. Hoy hablaremos
del duelo patológico
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y cómo difiere del duelo normal.
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Pero antes de empezar,
¿eres nuevo en mi canal?
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Bienvenido. Soy terapeuta licenciada
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y hago videos sobre la salud
mental los lunes y jueves.
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Asegúrate de activar las notificaciones
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para no perderte ninguno.
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Pero comencemos con el tema de hoy.
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Y siempre es importante
que defina las cosas.
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Primero, es importante saber
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que el duelo es la reacción
normal a la pérdida.
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Es cómo el cuerpo
y la mente sanan heridas
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causadas por la pérdida de algo querido.
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Tendemos a considerarlo
como una pena intensa,
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pero puede presentarse
como distintas emociones,
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o pensamientos o incluso síntomas físicos.
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Es importante saber sobre el duelo
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que aunque puede sentirse horrible,
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es un proceso saludable
y flexible de sanación
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Nuestro cerebro
le da una lógica a la pérdida
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y nos ayuda a saber qué valoramos
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y nos lleva a buscar comodidad y relación.
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El duelo es una herramienta
útil para procesar la pérdida.
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Por el contrario, el duelo patológico
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puede parecerse mucho al duelo,
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pero en realidad es muy distinto.
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Mientras que el duelo
es un proceso flexible
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de darle una lógica a la pérdida,
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el duelo patológico es una alteración
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del proceso de duelo.
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Evita que procesemos la pérdida.
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Es como una barricada total.
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El duelo implica sentimientos
y recuerdos positivos,
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pero el duelo patológico
normalmente dificulta
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poder acceder al recuerdo
o la pérdida
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para permitirnos tener
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un sentimiento positivo u honorífico.
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Además, el duelo es la reacción
a perder algo de valor.
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El duelo patológico es la reacción
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a los pensamientos o sentimientos
negativos que tenemos
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sobre algún elemento de la pérdida,
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casi como si la pérdida
suscitara algo dentro nuestro
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que sea desagradable
y los pensamientos que tenemos
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son todos negativos.
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De allí viene el duelo patológico.
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En fin, si no tiene sentido,
sepan que el duelo patológico
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nace de una creencia
o experiencia negativa
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que adherimos a la pérdida.
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Podría ser una creencia negativa
que tenemos sobre nosotros,
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o quizá la relación que teníamos
con la persona que falleció
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o que ya no está más en nuestra vida.
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En lugar de procesar la pérdida,
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el duelo patológico
nos atasca en el proceso,
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sin que podamos hacer
el trabajo sanador del duelo.
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Un mejor modo de explicarlo
es hablando de la pérdida
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como una herida física.
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El duelo es el proceso
de sanación para esa herida.
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Es la limpieza de esa herida
experimentando y procesando
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las distintas pérdidas
asociadas a esa herida.
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Al principio es doloroso.
Si nos cortamos la pierna
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y nos ponemos alcohol rectificado
o peróxido de hidrógeno,
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sentiremos que duele mucho.
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Y si lo procesamos,
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puede ser algo confuso
y ser algo difícil a veces,
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pero este proceso de duelo es necesario
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si queremos que la herida sane bien.
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¿Eso tiene sentido?
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En cambio, en el duelo patológico,
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es cuando la herida se infecta
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o cuando no dejamos
de quitarnos las suturas.
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Me encanta The Postal Service
y no pude evitar incluirla.
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En fin, durante el duelo patológico,
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aún sentimos dolor y confusión,
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pero no son causados por la herida en sí,
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sino por la infección que tiene la herida.
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Digamos que sufrimos la pérdida
de una persona o relación
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muy importante para nosotros.
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El proceso de duelo
serían las emociones,
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los pensamientos
y las respuestas físicas.
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A menudo pueden ser incómodos.
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Suceden mientras la mente
le da una lógica a la pérdida.
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El duelo patológico es
la interrupción del proceso.
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En lugar de poder honrar a esa
persona o cosa que se perdió,
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una narrativa, como dije,
todos los pensamientos
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o creencias negativos
que tengamos sobre nosotros,
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lo distraerá y detendrá.
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Y en lugar de las narrativas del duelo,
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arraigadas en la pérdida
y que quizá suenen como
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"¿Por qué me pasó esto a mí?",
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o "Extraño cómo se preocupaba por mí"
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o "No quiero hacer esto sin él/ella";
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en cambio, una narrativa
de duelo patológico
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quizá suene como "Los bebés lloran"
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o "Esto es todo mi culpa",
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"Me lo merezco", "Soy tan débil".
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O incluso narrativas causadas
por otras pérdidas en la vida,
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como "Todos me abandonan siempre"
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o "Siempre pasa esto".
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¿Tiene sentido?
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En lugar de tener
un pensamiento, creencia
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e historia saludable
que nos contamos del duelo,
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el duelo patológico evita eso
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y casi que lo hace personal
porque lo causamos nosotros.
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Y claro que no podremos
procesarlo y seguir adelante.
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En cuanto a las emociones,
quizá parezcan muy similares,
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en especial, al principio.
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Cuando perdemos a alguien
o estamos de duelo,
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nos sentimos tristes,
enfadados, desesperados,
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incluso quizá deprimidos;
pero estas emociones
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no están arraigadas
en superar la pérdida.
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Y con el tiempo, será claro
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que estamos atrapados en un ciclo.
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Respondemos a esa narrativa
psicopática que teníamos,
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y narrativa psicopática es
un modo terapéutico de decir
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"esa historia enfermiza que
nos contando de la pérdida",
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todas esas creencias que tenemos.
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Podemos responder a eso,
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en lugar de poder responder
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a la verdadera pérdida que enfrentamos,
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y es por eso que no podemos procesarla.
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¿Tiene sentido todo esto?
Espero que sí.
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Si pensamos que nos pasa esto,
¿qué pudo haberlo causado?
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¿Por qué sufriríamos duelo
patológico y no duelo normal?
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Hay muchas cosas que pueden causarlo.
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Número, y lo más común, podría ser
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un duelo pasado sin resolver o trauma,
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en especial, desde la niñez.
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De niños, a veces sufrimos heridas
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para las que aún no tenemos el lenguaje
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ni el conocimiento para procesarla.
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Estas cosas pueden
desencadenarse o resurgir
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cuando nos pasa algo en la vida.
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Y la segunda causa
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es una pérdida por la que
nos sentimos responsables,
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como haber hecho algo para causarla.
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Como dije, esos pensamientos
psicopáticos o negativos
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que podemos tener,
como "Siempre me abandonan",
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"Esto es todo mi culpa", "Hice algo".
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Eso también puede causar
un duelo patológico.
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Y número tres, podría ser
por la pérdida desacreditada.
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La pérdida desacreditada
ocurre cuando sentimos
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que el duelo es desproporcionado
con la situación,
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o sea que sentimos
que estamos exagerando
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y juzgamos el duelo
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en lugar de permitirnos sentirlo
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y validar la experiencia.
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Y podría ser por las circunstancias
que rodean la pérdida
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o por cómo reaccionan
los demás a nuestra pérdida
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o la cultura familiar sobre el duelo.
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Puede pasar cuando se compara pérdidas
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o cuando ciertas emociones
en el proceso de duelo
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se sienten prohibidas en nuestra mente.
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Por ejemplo, nos sentimos
culpables por el enfado
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o creemos que nos hace sentir débiles
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sentirnos tristes
y extrañar a alguien.
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Y el duelo patológico
también puede ocurrir
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cuando hay una situación
con duelo retrasado.
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Esta es la cuarta causa,
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la cuarta causa posible
del duelo patológico.
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Y el duelo retrasado
es cuando las circunstancias
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dificultan procesar
la pérdida en el momento.
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Quizá estamos ocupados
planeando el funeral
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o debemos preocuparnos
por el sufrimiento de otro
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por la misma pérdida y no podemos
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procesar por completo el nuestro.
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Y recuerdo que cuando mi papá falleció,
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mi mamá estuvo en un trance extraño
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durante todo el proceso porque
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debía cerciorarse de las finanzas,
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planear el funeral,
también consolarme a mí
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y estar para los demás familiares.
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Y había tanto para hacer
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que creo que casi que la distrajo
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de su propia pérdida.
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Otra fuente
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podría ser la pérdida ambigua o escondida.
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Algunas pérdidas son invisibles,
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como tener un aborto espontáneo.
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Cuando otros no ven
o no reconocen la pérdida,
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podemos acabar sufriendo complicaciones.
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O la sexta causa
es las pérdidas compuestas.
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Cuando varias pérdidas
ocurren al mismo tiempo,
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puede ser desafiante
procesar cada una.
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Y número siete, persistencia
repentina o pérdida violenta.
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En esencia, estas heridas
a menudo se sufren
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como lo que llamaríamos
pérdida traumática.
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Las pérdidas recurrentes
o que son una alteración
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de una creencia
o pensamiento central
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que tenemos sobre nosotros
pueden crear un trauma
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y, en esencia, al final,
crear un duelo patológico,
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o sea que si la pérdida
parece ir en contra
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de lo que realmente creemos que somos,
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podría ser tan fácil como creer siempre
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que somos fuertes e independientes.
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Pero si nuestro duelo
nos hace sentir débiles
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y perdidos sin alguien,
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va en contra de lo que
creemos sobre nosotros.
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¿Entienden?
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Y eso puede causar un duelo patológico.
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Basta de eso y de las causas.
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Pasemos a cómo podemos saber
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si estamos enfrentándonos
a un duelo patológico.
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Identificar un duelo
patológico puede ser complicado
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porque a veces puede parecer
muy similar al duelo normal,
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sin mencionar que no queremos
comenzar a pensar
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que tenemos una enfermedad
mental cuando estamos
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teniendo algo tan normal
y saludable como el duelo.
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El duelo patológico está en el DSM,
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pero recuerden
que no es la quintaesencia,
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sino que nos permite definir,
diagnosticar y tratar mejor
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ciertas enfermedades mentales.
Pero en el DSM, se llama
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"trastorno por duelo complejo
persistente", o TDCP,
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y está incluido en el DSM
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como una enfermedad
que requiere más estudio
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precisamente por ser tan complicado.
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Si recuerdan, hace mucho hice un video
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sobre la autolesión no suicida,
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y que estaba en la misma parte del DSM,
-
bajo condiciones que requerían
más investigación.
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Eso quiere decir que quizá la hallemos
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en la próxima actualización del DSM.
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Para que alguien se enfrente a un TDCP,
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debemos haber sufrido
la muerte de un ser querido
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al menos seis meses antes
-
y al menos uno
de los siguientes síntomas
-
debe tenerse
más tiempo del esperado.
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Eso es lo que debe pasar.
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Y además debemos tener
al menos una de estas cosas.
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Y es obvio que al evaluar esto,
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debemos considerar
el entorno social o cultural
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porque las personas con religiones,
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trasfondos y culturas diferentes
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tienen procesos de duelo distintos
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y lo que se considera "normal".
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Pero deben tener al menos uno de estos.
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Número uno, anhelo intenso
y persistente por el difunto.
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Número dos, preocupación
frecuente por el difunto.
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Tres, sentimientos intensos
de vacío o soledad.
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Cuatro, pensamientos
recurrentes de que la vida
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no tiene sentido
o es injusta sin el difunto.
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Y cinco, un ansia frecuente
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de unirse al difunto en la muerte.
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Y en conjunto con esas cosas,
-
además debemos tener al menos
dos de las siguientes,
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y que deben haber ocurrido
y haberse registrado
-
durante al menos un mes.
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Lo primero es sentirse
conmocionado, estupefacto
-
o paralizado desde
la muerte del ser querido.
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Número dos, sentimientos de reticencia
-
o incapacidad para aceptar la pérdida.
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Número tres, rumiación
sobre las circunstancias
-
o consecuencias de la muerte.
-
Número cuatro, enfado
o rencor por la muerte.
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Número cinco, experimentar el dolor
-
que sufrió el difunto
u oír o ver al difunto.
-
Número seis, problemas para
confiar o preocuparse por otros.
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Número siete, reacciones intensas
-
hacia los recuerdos del difunto.
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Y por último, número ocho,
-
evitar los recuerdos del difunto
-
o lo contrario, buscar tales recuerdos
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para sentirnos más cercanos.
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Para diagnosticar,
los síntomas necesitarán crear
-
una angustia considerable
para el que sufre
-
o impactar significativamente
en áreas de funcionamiento
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y no puede atribuirse a otras causas.
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Como con cualquier diagnóstico,
-
para que sean un verdadero problema,
-
deben afectar nuestra
capacidad para funcionar.
-
Ya hablé mucho en mis otros
videos de diagnóstico del DSM.
-
Pero sepan además
que el duelo puede implicar
-
emociones complicadas
que quizá no nos agraden,
-
pero se tratan de la pérdida,
-
no de nosotros
ni de la pérdida en sí.
-
Quiero decir, no crean
que es un duelo patológico
-
solo porque es extremadamente doloroso
-
y hay emociones encontradas.
-
Créame, siento que todo
lo que debí llorar,
-
todos a quienes perdí en mi vida
-
crearon emociones encontradas
y fue muy incómodo.
-
Estas complicaciones de las que hablamos
-
sobre el duelo patológico
-
son cosas que evitan
que sanemos o hagamos el luto.
-
La pregunta a considerar es
-
"¿Lo que estamos sufriendo
nos ayuda a llorar la pérdida
-
"o evita que pensemos
siquiera en la pérdida?".
-
Si creen estar lidiando
con un duelo patológico,
-
por favor, contacten a un terapeuta
-
o a otro profesional
de la salud mental.
-
Podrán ayudarlos a descifrar
-
qué está interrumpiendo
el proceso de duelo
-
y ayudarlos a seguir adelante
-
para poder procesar
el duelo que sienten.
-
Una terapia que se sabe que ayuda con esto
-
es la TCC, o terapia cognitivo-conductual.
-
En la TCC, el terapeuta
trabajará con nosotros
-
para identificar las narrativas.
-
¿Recuerdan esas creencias
o culpa incorrectas?
-
En fin, nos ayudarán a identificar
-
las que estén interrumpiendo
el proceso de duelo.
-
Luego, nos ayudarán a identificar
-
dónde están arraigadas
estas creencias incorrectas
-
y nos ayudarán a superarlas
-
o a diferenciarlas de la pérdida
-
para que puedan procesarse por separado.
-
Porque digamos que un trauma
causa nuestro duelo patológico;
-
querremos procesar ese trauma primero
-
y luego pasar al proceso de duelo.
-
Pero en general, es importante saber
-
que el duelo patológico es muy común
-
y que puede mejorar y mejorará.
-
Por favor, háganse ver,
porque si no se trata,
-
el duelo patológico puede causar
otras enfermedades mentales
-
que requerirán su propio tratamiento,
-
como la depresión o la ansiedad.
-
Y por último, quiero comentar
algo que pueden usar hoy
-
para ayudarlos
a comenzar este proceso.
-
Un modo de hacerlo es comenzar
a superar pérdidas pasadas.
-
Ofrezco esto como opción
porque puede ser más fácil
-
comenzar con algo con lo que
no estemos luchando ahora.
-
Como cuando vamos a procesar un trauma,
-
primero comenzamos
con una parte más pequeña
-
y con menos carga emocional de este.
-
Tómense unos minutos y piensen bien
-
en las pérdidas
que sufrieron en su vida.
-
¿Sienten que hicieron todo el trabajo
-
para superar esas pérdidas?
-
Si no, háganse tiempo esta semana
-
para escribir sobre esas pérdidas
-
y vean qué emociones
o narrativas, ya saben,
-
esas historias desagradables
que nos contamos sobre ello,
-
vean qué surge.
-
Y recuerden ser compasivos
con este proceso.
-
Y asegúrense de hablar
con amabilidad de ustedes
-
mientras lo van superando.
-
La pérdida es muy dura.
Intenten prestar atención
-
a los pensamientos que tienen
cuando piensan en la pérdida.
-
¿Son pensamientos sobre la pérdida
-
o son cosas que podrían ser sobre ustedes
-
y que evita que enfrenten la pérdida?
-
Tómense un tiempo para pensar
en la pérdida en sí.
-
¿Qué extrañan de la persona?
-
¿Cómo se sienten sobre esa pérdida?
-
Mientras procesan, intenten notar
-
cualquier pensamiento que surja
al pensar sobre la pérdida
-
Esas pueden ser pistas sobre lo que quizá
-
esté evitando que hagan bien el duelo.
-
Incluso al identificarlas,
ayudará a crear más espacio
-
en el proceso para la pérdida
y resolver las complicaciones.
-
Espero que este video
les haya sido útil.
-
Si quieren saber más,
cliqueen los enlaces de abajo
-
y comenten si alguna vez
sufrieron un duelo complicado.
-
Y si así fue,
¿cómo supieron que era eso?
-
O ¿cómo lograron superarlo?
Comenten sobre eso
-
porque nunca sabemos
a quién ayudaremos.
-
Nos vemos la próxima vez. Adiós.