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Música ♪
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Se estima que India tiene
725,000 hornos de ladrillos.
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Con hasta 23 millones
de trabajadores activos.
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Miles de familias migran a los hornos
cada año
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para la temporada de trabajo.
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El trabajo esclavo e infantil son
endémicos en los hornos.
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Voluntarios de la Internacional
contra la esclavitud presentan
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"Cadenas invisibles"
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Trabajo esclavo en los hornos
de ladrillos de la India
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El trabajo comienza a medianoche.
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Cada familia trabaja como unidad.
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14 horas de trabajo diario por menos
del mínimo.
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Los niños menores de 14 años
son el 20% de la fuerza laboral.
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Solíamos levantarnos a medianoche,
a las 12 o a la 1 a.m.
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y trabajábamos durante el día
preparando arcilla para moldear
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Alineábamos ladrillos para secar y
luego los cambiábamos de lado.
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Me gusta leer
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pero mi padre tenía que llevarme
al horno de ladrillos a trabajar
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porque no tenía dinero.
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Los niños trabajan entre
7 a 12 horas por día.
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La mayoría de ellos no asiste al colegio.
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Los niños en los hornos de ladrillos están
siendo castigados de muchas maneras.
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A los niños se les niega su derecho
básico a la educación,
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ya sea que estén trabajando
o no en los hornos.
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La salud de los niños se ve
significativamente afectada
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y en una situación difícil.
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Uno de mis hijos tiene 14 años,
otro tiene 9
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y el tercero tiene 7.
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Los niños deben trabajar,
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¿qué van a comer si no lo hacen?
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No podemos lavar acá.
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Ni ropa ni utensilios.
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Esta agua estancada y no sirve para nada.
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Nos levantamos a la 1 de la madrugada,
empezamos a trabajar,
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después cocinamos y comemos.
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Descansamos 2 horas y volvemos al trabajo.
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Preparamos la arcilla para el moldeado
y moldeamos los ladrillos en las carcasas.
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Migran desde otros estados.
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Las ONG trabajan en los estados
de origen y de destino.
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La internacional contra la esclavitud
combate el trabajo forzoso e infantil
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en los hornos de ladrillo.
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Trabajamos en el estado de origen
y destino.
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con inmigrantes temporales.
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Trabajamos en tres estados, Chhattisgarh,
Uttar Pradesh y Punyab.
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Tengo 4 niños y todos han ido
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a trabajar en los hornos a Punyab
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Me quedo aquí solo en casa.
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No podemos sobrevivir con los recursos
que hay.
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Por eso la gente se va a otras partes
a ganar sustento.
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El gobierno no ayuda.
¿Qué puede hacer?
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Cualquier suministro de comida que llega
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los traficantes se lo llevan.
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Están forzados a migrar para escapar
del hambre.
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Apenas sobreviven y regresan con nada.
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Esto es un problema cíclico.
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Cada vez hay más negación. Quiero decir,
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siempre se ha negado la existencia
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del sistema de esclavitud por deudas.
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No ha cambiado,
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de hecho, es peor, porque
la forma de esclavitud
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está cambiando.
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Y si el gobierno no se actualiza,
no podemos abordar
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el problema de la esclavitud.
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"¿Cómo no pueden dejar los hornos?
No hay cercos ahí".
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Siguen hablando el viejo lenguaje
de la esclavitud,
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el que coartaba físicamente a los
trabajadores para no abandonar los hornos.
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Sus libertades son restringidas,
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pero los medios que usan son diferentes.
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Retienen los salarios con amenazas
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de los contratistas y los dueños.
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El sistema de deudas apunta
al trabajo esclavo e infantil.
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Los trabajadores toman un préstamo
al inicio de la temporada,
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y trabajan para pagar la deuda.
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No les dan su salario ni les informan
si su deuda se pagó
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al final de la temporada.
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Después de trabajar por varias décadas
en la industria de los ladrillos
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me di cuenta que muchos problemas
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surgen del sistema de salarios que hay
en la industria de ladrillos.
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En el sistema de salario por pieza
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solo el ladrillo cuenta, no el ser humano.
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Los trabajadores son pagados por mil
ladrillos que moldean.
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No importa cuantas manos son necesarias
para moldear esos mil ladrillos
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o cuantas horas tardarán en hacerlos.
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Eso es lo que existe en la industria,
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por lo que las mujeres son invisibles,
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no se les paga, los niños
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son forzados a trabajar.
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La explotación infantil es incentivada.
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Si los niños no trabajan,
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no pueden completar la producción para
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ganar el sueldo mínimo.
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No hay registros apropiados por lo que
no se puede reclamar
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pagos incorrectos.
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En algunos casos no existen pagos.
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Los moldeadores, cargadores,
cocineros de ladrillos, los tiradores,
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Ninguno de nosotros obtiene dinero
por el trabajo.
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Nos dijeron que nos pagarían en los
hornos de ladrillos. Fuimos y trabajamos,
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pero no nos pagaron ningún dinero.
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Tengo tres niños.
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Dos niñas de uno y cuatro años.
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Y un hijo de cuatro años.
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Ellos deben venir conmigo.
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Llegamos a un nivel de
desesperanza en el que
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no tenemos ningún centavo.
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Seguimos moldeando ladrillos y haciendo
el trabajo,
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pero no nos dan dinero por ello.
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No tenemos nada para comer acá.
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Se paga por unidad al hombre
cabeza de la familia.
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Las mujeres no son registradas
como trabajadoras
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ni se les paga individualmente.
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La mujeres enfrentan más problemas
en los hornos de ladrillos.
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No hay retretes o baños, no hay
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privacidad en los hornos de ladrillos,
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lo que es importante para ellas.
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El trabajo de las mujeres no
se cuenta,
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ni es considerado como trabajo. No tienen
retorno de su trabajo en las manos.
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La mujeres nunca han sido consideradas
como trabajadoras.
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Las mujeres son el 40% de la fuerza
laboral en los hornos de ladrillo.
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Hemos trabajado para él por los
últimos tres años,
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y no nos ha pagado nada
ni resuelto los pagos.
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Este año no fuimos a trabajar con él y nos
demandó por
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125,000 rupias ($1,950 dólares)
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Mandó a la policía dos veces al día
a nuestra casa.
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Amenazas de que lastimaría a mis
mis hijos
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haciéndolos incapaces de trabajar.
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Me llama e insulta en lenguaje vulgar.
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Y amenaza con secuestrar a mis hijas.
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Doce miembros de la familia
trabajan en los hornos.
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Solíamos sacar los ladrillos cocidos
y los apilábamos.
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Todos trabajábamos día y noche.
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Nos hacían sacar ladrillos calientes,
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las manos y corazones de nuestros
niños sabían lo caliente que estaban.
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Nos hacían sacar ladrillos tan calientes
que las manos se quemaban
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Nuestros niños no podían usar las manos
para comer.
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La policía llegó y nos dijo que le
pagáramos.
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Me preguntaron por qué no le pagaba
su dinero.
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Presentó un caso falso contra nosotros.
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¿De dónde sacaríamos el dinero?
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La maquinaria estatal,
especialmente la policía,
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castiga a la gente.
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Los magistrados ni siquiera conocen la
definición de trabajo esclavizado.
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Siempre dicen, "él no es un
trabajador esclavizado,
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¿por qué vino a mi corte?
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No está encadenado.
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No está en cautiverio.
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Entonces, ¿puedes afirmar que es esclavo?"
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Y desestiman las peticiones de las ONGs y
de los trabajadores esclavos.
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Y ese es un gran obstáculo para
obtener justicia.
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Las penas por tener esclavos son de
2,000 rupias ($32 dólares)
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o 3 años de cárcel.
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Casi no hay procesados.
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La internacional contra la esclavitud
continúa peleando para erradicar
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el trabajo esclavo e infantil en India.
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Para cambiar el sistema de pagos
y asegurar que los niños
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vayan a la escuela.
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También avanzar en
demandas judiciales.
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Reconocemos que aunque la economía
de la India
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ha crecido y se ha desarrollado.
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Los beneficios del crecimiento
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no ha llegado a la gente de abajo.
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Los trabajadores con lo que trabajamos
están en una severa esclavitud de deuda
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y los niños padecen de trabajo
infantil en los hornos de ladrillos.
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Para abordar esto, necesitamos trabajar
sistemáticamente
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y por largo tiempo,
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para realmente hacerle frente al tema.
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Así que tomamos medidas legales,
judicializamos casos,
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intentamos abogar por un cambio a nivel
gubernamental
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y con los dueños.
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Trabajamos para construir un
movimiento obrero y de la gente
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que sea sostenible en la lucha contra
la esclavitud.
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Y trabajamos con las comunidades afectadas
para hacerlas
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menos vulnerables a este tipo de
esclavitud.
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En dos años
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Número de trabajadores: 150,000.
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La gente librada de la deuda: 2,872.
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Gente en programas
gubernamentales: 25,633.
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Casos judiciales presentados: 25,633.
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La internacional contra la esclavitud
trabaja en todo el mundo
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creando consciencia de la esclavitud
moderna en India y Asia.
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Con enfoque holístico y a la raíz
para crear un cambio sostenido.
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Voluntarios para la justicia social
trabajan en Pujab
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con niños y adultos
en los hornos de ladrillos
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para abordar la esclavitud
y el trabajo infantil.
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También trabaja con vulnerables
al trabajo esclavo
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como agricultura y doméstico.
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