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Siéntese en la mesa, querida.
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El carruaje tardará un rato en llegar.
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Tenemos tiempo de sobra para tomar algo.
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¿Champán?
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Tome.
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Bueno,
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¿Qué le parece la invitación recibida?
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No sé si debería estar ilusionada
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o enfadada.
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Sí, habrá gente nueva
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e interesante pero
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se trata de la fiesta de Lady Harrington
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así que nos espera
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una tarde de apariencias me temo.
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Y no me refiero a la decoración.
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¡Cielos! ¿Ese es su bolso?
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No llevará eso, ¿no?
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Parece que lo haya sacado directamente
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del armario de Madame de Bruge,
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y eso es mucho decir.
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¿Qué tiene ahí?
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Querida, eso no bastará.
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¿Dónde ha oído que se deba llevar
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una copa de vino a mano?
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Por supuesto.
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Pero si pudiera Monsieur Honoré llevaría
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un barril entero con él.
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A eso lleva el hábito de "adornarse la cara".
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(expresión francesa para "emborracharse")
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Ahora dejad que os muestre mi bolso
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y su contenido.
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Tome nota,
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le vendrá bien.
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¿Acaso no es exquisito?
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Madame Catherine lo fabricó
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de acuerdo a mi gusto.
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Observe estos detalles...
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Tiene un hermoso marco plateado
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rodeado de flores a los lados
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y dos querubines encima.
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Tiene una pequeña guirnalda.
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Y mire este broche.
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Encantador, ¿verdad?
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Birllante como una estrella.
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En terciopelo verde, cómo no.
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El verde es mi color.
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Y al final:
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Cuentas nada más.
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Brillarían incluso en la oscuridad.
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Y a cada lado:
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pequeños botones de seda y un botón
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Un detalle deslumbrante...
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Algo en lo que incluso la reina
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no pensaría.
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Claro, su bolso no debe ser muy grande
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ni demasiado pequeño.
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Este es el tamaño ideal.
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Y en el interior...
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Está forrado con esta preciosa
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seda azul.
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Y aún tiene estos deslumbrantes nudos.
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Ve, es precioso incluso en el interior.
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Así debería ser.
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En primer lugar, encontramos
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un abanico.
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Mi preferido, hecho de madera de calidad,
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encaje
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y nácar.
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Una verdadera obra de arte.
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Y, claro, tiene brillo.
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No quieres pasar desapercibida, ¿cierto?
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Mire estos detalles.
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Tiene hilos dorados y plateados.
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Y en el reverso,
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la madera tan solo está pintada de negro,
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Siempre llevo un abanico negro conmigo,
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porque va con todo en cualquier ocasión.
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¿El lenguaje del abanico?
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Querida, será una broma.
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Ya tenemos bastantes problemas
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para hacernos entender,
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así que, ¿Para qué añadir otro código
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que complicaría las cosas?
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¿Os lo imagináis?
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¿Un salón lleno de señoritas agitando
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sus abanicos para enviar mensajes
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y, en el otro lado,
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una bandada de muchachos sin saber
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qué mensaje les corresponde?
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Es una visión atteradora.
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Pero sí puede interpretar varias conductas
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observando a algunas mujeres
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jugando con su abanico.
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Por ejemplo,
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Si ves a la Duchesse du Marais
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agitándolo rápidamente delante de su cara
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sonrojada
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puede apostar que ha tenido un flechazo.
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O que se ha acercado demasiado a la lumbre
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y no aguanta el calor.
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Qué más...
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Algo de dinero,
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Nunca se sabe cuándo hará falta.
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¿Qué tengo aquí?...
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Algunas monedas.
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Estas ya han visto demsaidos bolsillos.
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Un sueldo y dos medios sueldos.
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Este es bonito, la verdad.
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Puede que me lo quede.
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Y...
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Sí, algunos billetes.
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1, 2, 3.
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5 libras, 5 libras.
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Y este es un tanto...
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"Papel moneda, 3 sueldos, para cambiar
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por billetes de 5 libras"
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De acuerdo.
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Quédese este
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y vaya a Madame Catherine de mi parte,
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le hará falta.
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Qué más...
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Un pintalabios rojo, claro.
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Mi criada lo prepara para mí
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y sabe qué tono necesito exactamente.
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Siempre escoge las cajas
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más encantadoras para meterlo.
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Nácar de nuevo,
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Precioso, ¿verdad?
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Mire está sombra...
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Y, por supuesto,
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siempre llevo un pañuelo a mano.
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Puede resultar muy útil si hace falta
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dejarlo caer al suelo
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para que alguien os lo pueda recoger.
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Cuanto más bonito, mejor.
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Este está bordado con cuidado
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con hilo muy fino.
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Encaje francés, claro.
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Y
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Mire estos bordados...
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Flores...
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Es muy suave.
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Y, por supuesto,
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Le añado un toque de perfume.
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Es necesario,
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sobre todo si quiere evitar
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malos olores.
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Y puede que lo necesite,
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ya que Madame de Bruges estará presente.
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Será mejor
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con un poco de pintalabios.
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¿Es acaso...?
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No.
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Doblémoslo nuevamente.
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Perefecto.
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Así es como debe dejarlo.
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Y...
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Esto se está poniendo interesante.
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La correspondencia de hoy.
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Solo la mía esta vez.
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No he tenido ocasión de leerla
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todavía.
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Hay una carta de lady Ashwood.
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Deme un minuto,
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(susurros ininteligibles en francés)
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Qué atrevimiento.
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Parece que Madame Saint Ange
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por fin ha dejado al gato comer el queso.
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(Expresión equivalente a "desflorar")
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Dejaré el resto para más tarde.
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Una carta del Barón.
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Demasiado tarde.
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"Quien se fue a Sevilla, perdió su silla".
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Qué más...
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Oh, mis gafas.
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Mi vista ya no es lo que era.
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Así que siempre llevo mis anteojos a mano.
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Míralos:
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fabricados en plata,
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con una piedra de cristal en medio.
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Verdes, por supuesto.
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A veces los utilizo en la ópera.
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Pero las mejores escenas no ocurren
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en el escenario, ¿cierto?
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Y mire cómo pega con
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mi anillo preferido.
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Piénselo.
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Y finalmente...
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Un pequeño bordado.
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Claro que no lo he hecho yo.
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¿Se lo imagina? ¿Yo? ¿Cosiendo
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frente a la chimenea?
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Pero en sociedad
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puede resultar muy útil fingir
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que una se concentra en una tarea,
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y dejar que los oídos deambulen por ahí.
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Se puede aprender mucho.
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Mi criada lo hizo,
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aunque se le da mejor hacer pintalabios
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que coser, ¿verdad?
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Así que hizo esta pequeña flor blanca
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y hojas verdes...
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Una, dos y tres.
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Así que por ahora finjo acabar
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esta de aquí.
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Cuál debería ser el resultado
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no lo sé.
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¿Queda algo?
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Oh, puede que reconozcas esto.
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Se supone que es usted.
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Siempre lo llevo conmigo
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para recordar los buenos momentos
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que hemos pasado juntas.
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Una torre,
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orgullosa y leal,
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como vos.
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Oh, por fin ha llegado el carruaje.
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Tome su bolso, querida,
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o como quiera que se llame esa cosa.
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Nos esperan.
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Quién sabe...
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Puede que conozcamos a gente muy útil hoy.
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Si nos portamos como corresponde.
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Y tenga cuidado,
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la primera impresión podría ser cierta.