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OSCAR Y LA DAMA DE ROSA
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Está bien.
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OSCAR AND THE PINK LADY
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- Vamos.
- Con cuidado!
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Ahí viene!
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Quien hizo esto?
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Quien hizo esto?
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Quien?
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Tu, Oscar?
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Abran las cortinas.
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Está bien.
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Reir es bueno.
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Está bien, no es tan malo.
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Estoy solo... un poco mojado.
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Olvidemos eso y comencemos a trabajar.
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Madre de Dios!
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Ya tuve suficiente de estas bromas!
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Quien es el idiota que.....?
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En qué quedamos la última vez?
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En el cuaderno.
-
Qué en el cuaderno?
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Entre las páginas.
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Ahh, nada!
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Sra. Gommette?
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Otro niño travieso?
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Lo voy a castigar.
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Ahh, eres tu.
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Yo creo que s mejor que vaya a su habitación a descansar.
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Buena idea.
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Qué pasa?
-
No son graciosas mis bromas?
-
Si si son muy graciosas.
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Es por eso que no te castigamos.
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No me castigan pero tampoco se rien.
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Como te sientes?
-
Despierta!
-
Despierta!
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Tus papás estan aquí.
-
Imposible, es viernes.
Ellos solo vienen los domingos.
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Afuera hay un jeep rojo con el techo blanco.
-
Ven a ver.
-
Viste que estan ahí?
-
Si es verdad.
-
Que me vas a dar por decirte?
-
Cotufa, no te podemos dar comida.
Estas aquí para perder peso.
-
Tengo tanta hambre
Que me comí mis supositorios.
-
Mamá, Papá!
-
A dónde van?
-
Cuidado, maldición!
-
Disculpe, no la ví.
-
Idiota! me tubmaste las cajas.
-
No la ví.
-
Ni siquiera en este conjunto?
-
Estoy bastante visible, no joda!
-
- Usted habla mal.
- Muchachito!
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Me tumba y me insulta.
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Piérdete, microbio.
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Antes de que te aplaste.
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Piso equivocado.
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Señora?
-
Qué?
-
- Por qué habla con tantas grocerías?
- Deformación profesional.
-
Cuál es su profesión?
-
Luchadora.
-
Ahh, no le creo!
-
Quieres que te pegue para que me creas!
-
No me tientes,
Que me pica la mano.
-
Acaso no puede sostener la puerta?
-
Usted no se ve enferma.
-
Te enseñó los modales un cerdo o qué?
-
- Jódete.
- Jódete tu también, imbecil!
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Sala de servicios del Prof. Dusseldorf
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Vinimos de muy lejos por nuestro hijo Oscar.
-
Ya probamos de todo.
-
Realmente de todo.
-
Estoy seguro que si, Doctor.
-
Tenía muchas esperanzas
en este nuevo tratamiento, pero desafortunadamente...
-
Bueno pero debemos seguir intentando.
-
Ya hemos intentados por meses,
Sin ninguna mejora.
-
No hay ningún otro tratamiento?
Algo?
-
Por el momento no.
-
Mi bebé!
-
Y él sabe?
-
Que ustedes vinieron hoy? No.
-
No, de su estado.
-
No.
-
No, y no le pensamos decir nunca.
-
Ahh si?
-
Crees que te sientes fuerte
como para ir a verlo?
-
No.
-
No, ahorita no, hoy no.
-
Yo tampoco.
-
Ahorita no.
-
Debo insistir. su hijo necesita...
-
Por favor.
-
Ahorita no.
-
Oscar?
-
Oscar?
-
No, ahorita no.
-
No, not now.
-
No.
-
Yo tampoco.
-
Ahorita no.!
-
No, ahorita no!
-
Qué era lo que hacías
Aquí en este piso?
-
Viste algo?
-
Háblanos, Oscar.
Todos somos tus amigos aquí.
-
Qué estas pensando?
-
Qué sientes?
-
Con quién quieres hablar?
-
Quiero ver a la señora de rosado.
-
La señora de rosado?
-
Quiero ver a la señora de rosado.
-
La luchadora.
-
Doctor, ya creo que sé.
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Una mujer vino esta mañana
vendiendo pizza.
-
Y estaba vestida de rosado.
-
Guardaste su número?
-
Pinky Pizzas,
las pizzas hechas con amor!
-
No has visto mis varitas mágicas?
-
Siempre ando perdiendo las cosas.
-
- Lily, te estamos esperando.
- Voy, Sra. Gimenez!
-
Viste lo linda que es?
-
Y su prima también.
-
Han crecido, no?
-
Un día voy a ser princesa.
-
No es adorable?
-
Qué eres tu?
-
Una princesa, como tu.
-
Soy Cenicienta, haciendo oficios,
antes de que llegue el príncipe encantador.
-
Estudios Hada Dorada, buenos días.
-
Aquí está.
-
Para tí, mi niña.
-
Si, Sra. Gimenez?
-
No toques eso.
-
Si?
-
Qué?
-
Por aquí.
-
Le tengo terror a los hospitales,
me ponen los pelos de punta.
-
Solo vine pensando que iban
a considerar mi propocisíon sobre las pizzas.
-
Claro, hablaremos sobre eso.
-
Profesor, su paciente está aquí.
-
Si, un minuto.
-
Esa mujer dragon
con la que hablé...
-
Ni siquiera me escuchó,
y me botó como una perra.
-
Bueno, lo que quería decir
sobre mis pizzas es que...
-
Vea al niño primero,
luego hablaremos de las pizzas.
-
El niño? Qué niño?
-
No recuerdo ningún niño.
-
Qué tiene?
-
- Cáncer.
- Mierda.
-
Un cáncer muy grave.
Ya no podemos hacer nada.
-
Aquí es.
-
La dejaré con él.
-
Entre.
-
Él la está esperando.
-
Escuche, yo solo vine por mis pizzas.
-
Si usted quiere
que considere sus pizzas,
-
al menos hable con él.
-
Oscar,
-
Esta es la señora a la que te referías?
-
Bien.
-
Los dejaré solos.
-
Profesor, lo están esperando.
-
- Que hiciste después de lo de esta mañana?
- Pasé el tiempo en el closet de las escobas.
-
Y estuvo bien?
-
Por qué esos closets no se abren desde adentro?
-
Para que los cepillos, las escobas y
los trapeadores no se escapen.
-
Como te llamas?
-
Oscar. Y tu?
-
Rosa.
-
Cómico, no?
Todo el munto me llama rosita.
-
Prefiero Rosa.
-
En serio eres luchadora?
-
Paresco mentirosa?
-
A mi me hubiera gustado ser un luchador.
-
A qué me paresco?
-
A un marciano, por qué?
-
Pero no soy verde.
-
No todos los marcianos son verdes.
-
Conoces algunos?
-
Si.
-
Una luchadora.
-
Ella se llamaba Crystal de marte.
-
Era grande y musculosa,
sin un solo pelo en su piel.
-
Ella usaba una máscara verde
para parecer una marciana.
-
Ella era blanca como nosotros.
-
120 kilos de mentiras y rabia.
Una mujer brava.
-
Le ganaste?
-
Siempre. Por knockout.
-
La última vez no sé si,
la lograron levantar.
-
Ya nadie se ríe.
-
Aquí todos me tienen miedo.
-
Y por qué crees que es eso?
-
A lo mejor porque
yo no soy un buen paciente.
-
Un paciente que los haga feliz.
-
Un paciente que les haga creer
que la medicina es genial.
-
Sin embargo yo nunca me quejo
cuando tengo dolor.
-
Bueno pero deberías!
-
Yo siempre me quejo,
sin importarme nada.
-
Tienes que gritar como un loco,
si no te liberas,
-
Y dejas salir todo
vas a terminar con un cáncer.
-
Demaciado tarde.
-
Por qué nadie me dice que me voy a morir?
-
Por qué quieres que te lo digan?
-
Si ya lo sabes.
-
Vas a venir a verme?
-
- Que no tienes papás?
- Los odio. Cobardes.
-
Salieron correindo
cuando el Dr. Dusseldorf es dijo.
-
Ellos creen que soy un cobarde también.
No los quiero volver a ver.
-
Vas a venir a verme?
-
Por favor?
Y me cuentas tus peleas?
-
Si? Vas a venir?
-
Di que si. Si?
-
No! No! No! No!
-
Está loco si cree que me voy
a ocupar de un niño moribundo.
-
No quiero!
-
Nadie quiere, Señora.
-
Pero la cuestión es que.
El está ahí, está enfermo,
-
Se va a morir.
-
Solo Dios sabe porque no le habla a nadie,
él solo quiere hablar con usted.
-
Yo ni lo conozco.
-
Además yo no soy el tipo de persona
que va por ahí haciendo cosas por caridad.
-
Ya tengo suficientes problemas como para
estar ocupandome de los de los demás.
-
Además, detesto los hospitales
y las enfermedades me dan miedo.
-
Solo con decir cáncer,
creo que me va a dar!
-
Si yo estoy aquí es para que
compren mis pizzas.
-
Por eso y nada más.
Yo también tengo que ganarme la vida!
-
Tiene razón.
-
Usted tiene viver,
-
y Oscar tiene que morir.
-
Quizás podemos hacer un trato.
-
Le propongo lo siguiente.
-
Usted nos despacha pizzas todos los días,
-
y cada vez que venga pasa un rato con él.
-
Eso es repugnante.
-
Que yo lo sugiera,
o que usted se niegue?
-
No te ves bien, corazón.
-
Son los problemas, demaciados problemas.
-
Puedo dormir aquí esta noche?
-
Tu sabes que eso
es lo que quiero, princesa.
-
Porque no quieres que vivamos juntos?
-
Quiero ser independiente.
-
No me divorcié para
depender de otro hombre.
-
Por el momento me voy a
quedar a que mi madre y...
-
Que es esto?
-
Un viejo trofeo de luchador.
-
- Impresionada?
- Muy impresionada.
-
Un día de estos quiero
ponerte a ti en ese estante.
-
Si?
-
Vas a ser mi más bella victoria.
-
Ni siquiera lo pienses.
-
Y esto qué es?
-
Un regalo de un niño que creía
que yo era un gran campión.
-
El estaba paralizado
de la cintura para abajo,
-
pero muy hábil con las manos
como puedes ver.
-
Pobre niño.
-
Me pregunto si todavía estará vivo.
-
Me voy a bañar.
-
Gracias.
-
No tuve otra opción.
-
Pero no me pierda de vista porque
pronto me va a tratar a mí por depresión!
-
Dame eso, Ya!
-
Vete a tu cuarto.
-
- Gané!
- Qué ganaste?
-
Gané una barra de chocolate, de Cotufa!
El decía que no ibas a venir.
-
Quén es cotufa?
-
El se llama Yves
pero le decimos Cotufa.
-
Le queda mejor.
-
Ven a ver.
-
98 kilos.
Un metro de alto y un metro de ancho.
-
Devuélvemelo!
-
Lo único que le queda son
las chemises polo americanas.
-
Las rayas lo hacen ver como un preso.
-
Toma, Te traje esto.
-
Genial!, un ring!
-
Cuál era tu nombre de luchadora?
-
La Estranguladora de la Rivera.
-
Eso fue cuando yo era famosa.
-
Cuando estaba jóven yo era delgada.
Muy delgada, como tu.
-
En aquel momento,
La libélula demoníaca.
-
Y tus oponentes?
-
Mira.
-
Damas y caballeros!
-
Les presento una feroz guerrera
-
que no se puede domar!
-
La Estranguladora de la Rivera!
-
La Estranguladora de la Rivera
-
enfrentará a la invencible,
-
invicta,
-
Diabólica Senosclaros!
-
Diabólica Senosclaros
-
era una holandesa
con bombas en los senos.
-
- Y ya no peleas?
- No.
-
Ya estoy vieja para eso.
-
Estás obsoleta?
-
Me vas a venir a verme seguido?
-
Si, El Prof. Dusseldorf me dijo
que podía venir todos los días.
-
- Por mi?
- Si.
-
- Pro cuanto tiempo?
- Doce días.
-
Doce días.?
-
Estoy tan mal?
-
Hoy es 20 de diciembre?
-
Esto es increible!
-
Qué?
-
En la regío de donde yo vengo, Oscar,
-
hay una leyenda que dice que
en los últimos 12 días del año
-
podemos predecir
el tiempo del año que venir.
-
Debemos observar el tiempo cada día.
Y cada día representa un mes del año.
-
Entiendes?
-
Por ejemplo,
-
Hoy, 20 de diciembre,
representa el mes de Enero.
-
Entonces...
-
El tiempo estará seco y soleado
el próximo Enero.
-
Mañana sabremos como será el mes de Febrero.
-
Pasado mañana, Marzo...
-
hasta el 31 de Diciembre que representará
el mes de Diciembre del año que viene.
-
En verdad?
-
Es una leyenda.
-
La leyenda de los
12 días adivinadores.
-
A partir de hoy,
-
vas a vivir cada día
-
pensando que cada uno cuenta por 10 años.
-
- 10 años?
- si.
-
Un día... 10 años.
-
Otro día...
-
10 years.
-
Osea que en 12 días,
-
Voy a tener 120 años?
-
Si. Genial, No?
-
Que vida!
-
- Yo nací esta mañana?
- Si
-
Pero no me es muy claro.
-
Nunca es así cuando nacemos.
-
Más tarde en el día, entro en la edad de razonar.
-
pero lo que aprendí no fue bueno.
-
Ahh, entendiste todo:
Razonar puede ser triste.
-
- Ya te vas?
- Si.
-
Pero vengo mañana
para tu adolecencia.
-
Genial.
-
No señora,
Yo solo hago vestidos de niñas.
-
Solamente princesas jóvenes,
no princesas viejas.
-
Y para nada abuelas, lo siento.
-
Toma, prueba mi nuevo producto.
-
Extraña idea tuya, lo de las pizzas.
-
Gracias por el apoyo.
-
Yo si te apoyo.
-
Delicioso.
-
Solo me pregunto como puedes tener ideas así?
Porque las pizzas...
-
son grasosas y apestan.
-
Estoy en bancarota y cocinar
es lo único que sé hacer.
-
Esa seguro que es la Sra. Gimenez
para reclamarme otra vez por sus varitas mágicas
-
Dónde las habré puesto?
-
Estudios Hada Dorada, buenos días.
-
Si, ya se la paso.
-
Es del hospital.
-
Del hospital, para mí?
-
Si? Prof. Dusseldorf?
Alguien se enfermó con una de mis pizzas?
-
No, no, no se preocupe,
no es nada así.
-
Solamente para saber
si Oscar habló con usted.
-
Si claro.
-
El ya no nos habla a nosotro.
-
No sabemos si tiene hambre,
sed, dolor... nada!.
-
Cada vez es más dificil ocuparse de él.
-
Usted cree que pueda
encontrar una manera de hacerlo hablar?
-
Yo?
-
Por cierto,
-
Quería decirle
que mi pizza estaba deliciosa.
-
Hasta mañana.
-
- Qué pasa?
- El negocio esta surgiendo.
-
Yo te dije hija, el camión
de tu padre trae buena suerte!
-
Mamá, ya deja las estupideces!
-
Papá se murió hace cinco años y
esa camioneta no le ha traido suerte a nadie.
-
Sobre todo a él
Como puedes ser tan tonta?
-
Cinco años y medio.
-
Qué?
-
Cinco años y medio.
Hace exactamente 1998 días que tu padre murió.
-
Yo creía que eras mala para las matemáticas.
-
Si soy.
-
Y soy mala para el duelo también.
-
No esperaste hasta mañana?
-
Solo vinepor mi trabajo,
y quería saber como estabas.
-
Estoy aburrido.
-
Hola, Oscar.
-
Hola, Brigitte.
-
Quieres un beso?
-
No.
-
señora, un beso?
-
Gracias, mejor en otro momento.
-
Eso significa, no.
-
Es normal,
los mongólicos son muy cariñosos.
-
Bueno...
-
Estás aburrido?
-
- Y si escribieras?
- A quién?
-
Odio a mis padres.
-
Todos mis amigos estan aquí en el hospital.
-
A mi!.
-
No, si te escribo no vas a venir más.
-
Y a Dios?
-
Oh no, tu no!
-
Por qué yo no?
-
Yo creía que tu no eras mentirosa.
Por qué me hablas de Dios?
-
Mis padres intentaron con Santa Claus.
-
Una vez está bien,
pero no me engañan dos veces!
-
Oscar,
-
Dios y Santa Claus
son totalmente diferentes.
-
Mentira. es la misma basura.
-
Es que acaso tu crees que yo...
-
una antigua luchadora,
160 victorias de 165 partidos,
-
con 43 knockouts,
-
creo en Santa Claus?
-
No. no creo Santa Claus.
-
Pero yo si creo en Dios.
-
Entendiste?
-
Fuerte y claro.
-
Papel para escribir.
-
Qué le digo?
-
Dile lo que piensas.
-
Los pensamientos que no dices,
los pensamientos que pesan,
-
que te cuesta llevar,
que toman el lugar de nuevas ideas.
-
Te vas a volver loco
si no dejas salir esos pensamiento.
-
OK.
-
A Dios le puedes pedir una cosa por día.
Solo una!
-
Tu Dios es un perdedor.
El genio de Aladín daba 3 deseos.
-
Ahh, y un deseo por día
no es mejor que 3 para toda la vida.
-
Bueno si.
-
Y le puedo pedir cualquier cosa?
Juguetes, caramelos...
-
- un carro?
- No, Oscar.
-
Dios no es Santa.
Solo le puedes pedir cosas espirituales.
-
Como qué?
-
Valentía, paciencia, aclaración.
-
OK, Ya veo.
-
Y también puedes pedir favores para otros.
-
Con un deseo por día?... jamás.
Los voy a guardar todos para mí.
-
Buena idea. Vengo en una hora.
-
Disculpe, señora.
Me pudiera decir donde está el hospital?
-
No, no sé.
-
Yo no soy una oficina de turismo.
-
Querido Dios...
-
Terminaste?
-
Si.
-
Cuál es la dirección de Dios?
-
Mira por la ventana y te vas a dar cuenta.
-
Querido Dios,
-
Me llamo Oscar. Tengo 10 años.
-
Es la primera carta que te envío.
-
Porque no tenía tiempo
por mis estudios.
-
Me puedes visitar si quieres.
Eso me va a gustar.
-
Estoy disponible de 6 am a 9 pm.
-
El resto del tiempo estoy durmiento.
-
Pero si me encuentras así,
me despiertas.
-
No me gustaría no verte por un ¡por un pelo!.
-
Me quito el sombrero ante usted, señora.
-
Por cierto,
hago un pie de limón exquisito.
-
Eso que significa?
-
Usted sabe lo que significa.
-
Cuesta 10 euros uno de 8 pedazos.
-
Cuantos quiere?
-
Hola.
-
Ya voy.
Estoy jugando ajedréz con Einstein.
-
Hola, Einstein.
-
Los voy a dejar terminar el juego.
-
Qué estas leyendo?
-
El diccionario médico.
-
Es mi libro favorito.
-
Estás bromeando.
-
No. Estoy aprndiendo sobre todas las enfermedades
que me pueden dar después.
-
Socorro!
-
Perdí.
-
Su verdadero nombre es Thomas.
-
No le decimos Einstein
porque sea más inteligente que los otros.
-
Es porque tiene la cabeza enorme.
-
La tiene llena de agua.
-
Que mal.
-
Si hubiese tenido su cerebro,
hubiese llegado muy lejos, Einstein.
-
Mira.
-
Canta con el corazón
-
Baila con el corazón
-
Aquí quién te cae bien?
-
Einstein, Cotufa,
-
Tocineta.
-
- Tocineta?
- Un niño que se quemó.
-
Alguna chica?
-
No te oigo. Alguna chica?
-
- No.
- No te creo.
-
Peggy Blue.
-
Dónde está?
-
Ella es como un hada,
que descansa en el hospital.
-
Ella que tiene?
-
La enfermedad azul.
-
Un problema de sangre,
no le llega bien a los pulmones.
-
Está esperando una operación
que la va a poner rosada.
-
Que lástima.
-
Estoy de acuerdo.
-
Ella es hermosa en azul.
-
Ya se lo dijiste?
-
Qué?
-
No me has visto la cabeza?
-
Tendrían que gustarle los extreterrestres.
-
Y no creo que le gusten.
-
Yo creo que eres guapo.
-
No quiero depender de mi cuerpo.
-
Qué sientes por ella?
-
- La quiero porteger de los fantasmas.
- Hay fantasmas aquí?
-
Ven!
-
Todas las noches los fantasmas nos despiertan,
no sabemos por qué.
-
Quiero que los fantasmas
no se acerquen Peggy.
-
Anda y le dices eso.
-
Qué edad tienes, Oscar?
-
No sé, qué hora es?
-
- Es mediodía! Ya tienes 15 años.
- Tan rápido?
-
Si. Ya es tiempo de que enfrentes,
tus sentimientos, no?.
-
Anda.
-
Anda dale.
-
Anda.
-
Tu puedes anda.
-
Hola Peggy.
-
Soy Oscar.
-
Quisiera protegerte
de los fantasmas.
-
Vete, tonto.
Peggy está fuera de tus límites.
-
- Y por qué?
- Porque yo llegue primero.
-
Somos amigos, verdad Peggy?
-
Si quieres una chica agarra a la China.
-
O sino vamos a pelear.
-
Perdedor!
-
Cómo te llamas?
-
Sandrine.
-
Eso no es chino.
Por qué te llaman la China?
-
Y tu tratamiento funciona?
-
Los doctores están contentos conmigo.
-
Me puedes besar si quieres.
-
Por qué?
No te basta con la goma de mascar?
-
Eres una gallina, tonto?
-
De besarte? Ahora si me hiciste reir?
-
Ya tengo 15.
-
Ya yo he besado
un montón de chicas.
-
Por docenas.
-
Tienes 15?
-
Yo siempre he querido
besar un chico de 15 años.
-
La China agarró Oscar!
-
Mi goma de mascar!
Dámela!
-
Dámela.
-
Dame eso.
-
Hola, Oscar.
-
No nos vas a presentar a tu amiga?
-
Ella no es mi amiga!
-
Oscar!
-
Vinieron esta semana?
-
No. Por qué lo preguntas?
-
Un amigo vió tu carro
en el estacionamiento.
-
Hay muchos carro como el de nosotros.
-
Los carro se pueden cambiar.
-
A diferencia de los padres.
-
desgraciadamente.
-
Te traje un regalo.
-
Espero que sea mejor que la última vez.
-
No es mi culpa
que el manual estaba en japonés.
-
La última vez,
perdimos todo el día por las reglas.
-
Bueno, no soy un experto en juegos de niños.
-
Pero si eres un experto para arruinar las tardes.
-
Es un reproductor de música.
-
Le puse El Cascanuecesdentro.
Te acuerdas?
-
Que vimos el ballet juntos.
-
Lo vas a escuchas de una vez?
-
Si.
-
Ahorita?
mientras estamos aquí?
-
Por qué?
-
Tienen algo importante que decirme?
-
No.
-
Como tu quieras, Oscar.
-
Muy bien.
-
Ya estoy cansado.
Tengo sueño.
-
OK.
-
Entoces?
-
Entonces nos vamos.
-
Si.
-
Vamos.
-
Te amo, mi pequeño Oscar.
-
Te amo.
-
Me estás lastimando.
-
Lo siento.
-
Te amo tanto.
-
Te amo tanto.
-
Tengo sueño.
-
Sabemos por su carta que
él sabe lo grave que es su condición.
-
Está molesto con su silencio.
-
Ustedes deberían hablar
del tema con él.
-
No.
-
Hablar con mi hijo de su muerte?
No.
-
Yo se que no trajeron al niño
a este mundo
-
para hablar con él
de su muerte, pero...
-
Doctor, qué dice
él sobre nosotros?
-
Nada en particular,
nada importante.
-
"Mis padres son dos locos,
-
dos completos idiotas,
-
"con quien no converso
desde que estoy enfermo".
-
"No los quiero ver ahora.
prefiero recordar el tiempo
-
cuando ellos podían decir te amo
sin un tono de tristeza."
-
pequeña perla.
-
Entonces, como pasaste el día?
-
Cero.
-
Con mis papás, cero.
Con Peggy, cero.
-
Ella está con cotufa.
-
- Ella te dijo eso?
- No, él me lo dijo.
-
Eso es mentira.
-
- No.
- Si, mentira!
-
Cotufa quiere intimidarte
con su físico.
-
Yo era como un ratón cuando estaba en el ring,
-
pero le ganaba a luchadoras
que parecían ballenas o hipopótamos.
-
Ahí tienes Plum Pudding, por ejemplo.
-
Mi rival irlandesa...
-
Y ahora, señoras y señores,
-
la colosal, inescapable
-
Plum Pudding!
-
A pesar de los problemas técnicos,
-
Me acaban de informar
-
que Plum Pudding
ya viene a este ring!
-
Ella era tan gorda
que casi ni se podía mover.
-
Ella era una gran, gorda fanfarrona.
-
No necesitaba pelear.
-
Qué hiciste?
-
Para empezar,
La puse a dar vueltas con la cabeza.
-
Para que perdiera el equilibrio.
-
Y después,
-
Le dí el golpe de gracia.
-
La lucha nos enseña sobre la vida.
-
Si, claro que si.
-
Tu eres pequeño,
un no tienes mucha carne en los huesos.
-
Pero seducción
es un asunto del corazón.
-
Y de valentía, y tu tienes mucha.
-
Ahora, anda y dile a Peggy lo que sientes.
-
Estoy un poco cansado.
-
cansado?
Qué edad tienes? 18?
-
18 años
-
A esa edad no nos cansamos.
-
Peggy, escucha esta música.
-
Es tan bonita,
que me hace pensar en ti.
-
Es muy bonita.
-
Peggy Blue, tengo que decirte
que no quiero que te operes.
-
Quédate así,
tu eres bella en azul.
-
Qué?
-
Tu eres bella en azul.
-
Yo quiero que me
protejas de los fantasmas.
-
Cuenta conmigo, Peggy.
-
Bésame.
-
Tu no masticas goma de mascar, verdad?
-
Querido Dios,
-
La adolecencia en bien dificil.
-
La pubertad es dura.
-
Una vez es suficiente.
-
La vida es mejor cuando se acercan los 20.
-
Mi deseo de hoy es,
Que Peggy y yo nos casemos.
-
Rose me dijo que el
matrimonio no es material de deseo,
-
pero ve que puedes hacer por mí.
Te lo agradecería.
-
Le haz dicho a alguien que lo amas?
-
Mírate, un muchachito
con manos y pies inmensos,
-
queriendo que yo hable como una muchachita.
-
Por qué no?
-
Yo detesto todo lo que se parezca,
al amor, la gentileza y los semtimiento.
-
Me dan ganas de vomitar.
-
Por qué?
-
Porque mientras uno más muestre y diga,
-
Es más falso.
-
Eso suena a malos recuerdos.
-
Rose!
-
No creas que eres mi psicólogo!
Lo único que quiero de tí es sexo y nada más.
-
ah si?
Te molesta si yo te amo?
-
Exactamente!
-
Peggy!
-
Los fantasmas!
-
Es Tocineta.
Tenía miedo que fueras tú.
-
Y yo tenía miedo que fueras tú.
-
Quieres dormir conmigo?
-
OK.
-
Quieres bailar?
-
Me encantaría.
-
Pequeños demonios!
-
Cómo se atreven?
Ustedes no tienen derecho!
-
Quién estaba de guardia anoche?
-
Claudine, pero ya se fue.
-
Hágala venir inmediatamente!
-
Esto no pasará así de fácil!
-
Besarse es inofensivo.
-
Besarse transmite gérmenes y bacterias.
-
- Inyecta a los diabéticos.
- Inmediatamente, Sra. Gommette.
-
No debería, pero...
-
La voy a dejar ver al pequeño infeliz.
-
Gracias.
-
Ella me llama infeliz,
pero estoy muy feliz.
-
Estoy segura que si.
-
Entoces es serio lo de tu y Peggy?
-
Muy serio.
Nos casamos anoche.
-
- Casados?
- Si.
-
Quién crees que soy yo?
-
Hicimos todo lo que un hombre y una mujer
hacen cuando se casan.
-
Ah si?
-
Fue increíble.
-
Todas las cosas
que detestaba cuando era jóven,
-
Besarse, acariciarse...
Realmente me gustó.
-
Es gracioso como uno cambia, no?
-
Estoy contenta por ti, Oscar.
Y es normal.
-
Ya tienes más de 20,
Tienes que probar nuevas experiencias.
-
Solo hay una cosa que no hicimos.
-
Un beso con lengua.
-
Y por qué no?
-
Porque Peggy tenía miedo de tener bebés.
-
Ya veo.
-
Tu qué crees?
-
- Creo que tiene razón.
- En serio?
-
Uno puede tener hijo
por besarse en la boca?
-
Entonces voy a tener un con la China!
-
No, Estaba bromeando.
-
El Cascanueces!
-
Si. Es nuestra musica,
de Peggy y mía.
-
Que gracioso.
-
Yo tenía una amiga que se llamaba Cascanueces
-
Una verdadera campeona!
-
Ella quería ser una bailarina,
pero nunca pudo lograrlo.
-
Los bailarines varones se
negaban a bailar con ella.
-
- De verdad?
- Si.
-
Tenía unos músculos de acer,
especialmente en las piernas.
-
Ella todavía tenía la nostalgia
del tutu.
-
Incluso cuando estaba en el ring,
-
ella creía que estaba en un ballet,
-
y que los oponentes no la dejaban
ejecutar sus pasos.
-
Y a todos los que se le
atravesaban en su camino
-
ella los mandaba a volar...
-
Para poder continuar
con su coreografía.
-
Era una tremenda luchadora.
-
Pero no se daba cuenta.
-
Porque en su cabeza,
-
Ella era una bailarina estrella.
-
Lo siento.
-
He estado con un poco de sueño últimamente.
-
Estoy como un perezoso.
-
Bueno eso es normal.
-
Entre 20 y 25 años salimos,
hacemos fiesta y luego a dormir.
-
Bueno descansa.
-
Querido Dios,
-
Quisiera que la operación de mañana
de Peggy Blue, salga bien.
-
Y si las operaciones no son
cosas del espirituales,
-
No importa cual sea el resultado
Peggy lo tome bien.
-
Estoy contando contigo.
-
Cómo te sientes?
-
Bien.
-
Que bueno.
-
Qué pasa en el pasillo?
-
Están llevando a Peggy a cirugía.
-
Es duro ser treintón.
-
Es la edad de las preocupaciones.
-
Y responsabilidades.
-
Cómo es que tu Dios permite eso?
-
Qué nos enfermemos?
-
O es malvado. O es incompetente.
-
Oscar, la enfermedad son como la muerte.
-
Es un hecho, no un castigo.
-
- Tú no estás enferma.
- Qué es lo que tu crees?
-
Que a mí todo me va bien?
-
Que nunca me he enfermado?
y que no me voy a morir?
-
Qué puedo hacer por ti?
-
Quieres que te adopte?
-
Adoptarme?
-
Si. Ya o adopté a Bernard
aundo él más lo necesitaba.
-
Bernard?
-
Mi oso.
-
Míralo, pobrecito,
Está hecho un desastre.
-
Se parece un poco a ti.
-
Yo lo adopté cunado mis estúpidos
padres me dieron un oso nuevo.
-
Como si yo quisiera un oso nuevo!
-
Ellos me hubieran podido
incluso reemplazar a mi también.
-
Lo puedo ver?.
-
Bueno, es verdad que nos parecemos.
-
Le voy a dar todo lo que pueda.
-
También te puedo adoptar a ti,
Si tú quieres.
-
Buena idea.
-
Yo creo que eso me gustaría.
-
Chócala.
-
Me puedes decir lo que sea.
-
Tego más 30, con cáncer
y con mi esposa en cirugía.
-
Yo ya conozco lo que es la vida.
-
Tengo miedo.
-
Miedo por Peggy?
O miedo por ti?
-
Solo miedo.
-
Miedo?
-
Miedo.
-
Miedo?
-
Y si vamos a ver a Dios?
-
- Tu sabes donde vive?
- Claro.
-
Pero a mí no me dejan salir.
-
Y si me haces salir,
ellos no te van a dejar venir ota vez.
-
En verdad no quiero que eso pase.
-
Vamos a tener que ser cuidadosos.
-
Qué es eso?
-
Es un material que vengo a mostrarle a la ,
Sra. Gommette para organizar la fiesta de los niños.
-
Sra. Gommette?
-
Si, a ella le gustan estas cosas.
-
- OK.
- Gracias.
-
Y entonces?
-
Ella lo detesta.
-
Eso te lo pudiera haber dicho yo.
-
Lástima, a mí me gustó eso verde.
-
Es aquí?
-
Ese es Él.
-
oh no!
-
Si.
-
Pero no.
-
Rose, tu que eras luchadora
-
que eras una gran campeona!
-
No puedes confiar en eso!
-
Por qué?
-
El está tan raquítico como yo!
-
Hubieras preferido un fisico culturista
con un traje de baño apretado?
-
A quién te sentirías más cercano?
-
A un Dios que no siente nada
o a un Dios que sufre?
-
Al que sufre, Evidentemente.
-
Pero si yo fuera Dios,
evitaría sufrir.
-
Nadie puede evitar sufrir.
-
Ni Dios, ni tú, ni yo.
-
Mira otra vez.
-
Te parece que está sufriendo?
-
Tienes razón.
-
El no parece estar sufriendo.
-
Pero de todas formas, él se va a morir.
-
Existen dos tipos de sufrimiento.
-
El sufrimiento físico y el sufrimiento mental.
-
Cuando alguien te mete clavos
en las manos y en los pies,
-
no puedes evitar sufrir.
-
Sin embargo, con la idea de morir
-
no estpás obligado a sufrir.
-
Eso depende de ti.
-
El no le tiene miedo
a la idea de morir.
-
Si.
-
Pero tu conoces a alguien que
esté contento porque se va a morir?
-
Mi abuela!
-
Ella sonreía con entusiasmo
cuando estaba en su lecho de muerte.
-
Estaba impaciente de saber lo que iba a pasar.
-
La gente le tiene miedo a la muerte
porque le tienen miedo a lo desconocido.
-
Pero presisamente.
-
Qué es lo desconocido?
-
Nadie lo sabe.
-
Entoces, Oscar,
-
como vas a enfrentar lo desconocido,
-
Yo te propongo no tener miedo
-
y tener confianza.
-
Como Él.
-
Qué está haciendo aquí con una torta?
-
Yo pensé que...
-
Ya casi estamos en Navidad...
-
es su cumpleaños, no?
-
Cumpleaños feliz...
-
Le fue bien.
-
Bueno...
-
Ella todavía está azul.
-
Eso va a cambiar en las próximas horas.
-
No.
-
Si.
-
No.
-
Si él lo dice...
-
Te presento a tus suegros?
-
Oscar...
-
Hola.
-
- Hola, Oscar.
- Hola.
-
Está bien.
-
Qué está bien?
-
La mamá de Peggy no es azul
y de todas formas es bonita.
-
Bueno, vamos.
-
Tu puedes ser del color que quieras,
Peggy.
-
Te voy a amar igual.
-
Querido Dios,
-
Hoy terminó siendo un buen día.
-
Un día familiar.
-
Adopté a Rose,
-
Me gustó conocer a mis suegros
-
y recuperé a mi esposa con buena salud.
-
Teminamos, ya no te puedo seguir viendo.
-
- Por qué, Peggy?
- Yo sé que besaste a la China.
-
Mentira! quién te dijo eso?
-
La China también!
-
Ella estaba furiosa porque
le robaste la goma de mascar.
-
Qué? Ella fue la que me
la pasó cuando...
-
Y yo me la tragué completa.
-
Entonces lo amites! Ya no te puedo ver más.
-
Y entonces?
-
Peggy está brava por lo de la China,
pero fue antes que ella.
-
Mujeres celosas.
-
Ella no me puede hacer pagar por
mi pasado toda la vida.
-
Bueno, voy a entregar la pizzas
y ya vuelvo.
-
Ven a tu cuarto.
-
Hola, Oscar.
-
Hola, Brigitte.
-
Quieres un beso?
-
Bueno ya que más da.
-
Ella lo besó! ella lo besó!
-
Le voy a decir a Peggy.
-
- No, no!
- Si.
-
Por cierto, Te detesto.
-
Es dificil tener 40, huh?
-
Si. Sigo metiendo la pata.
-
Normal, es la crisis de los 40.
-
Después de los 40 los hombres seducen
a las mujeres para ver si todavía pueden.
-
- Entonces soy normal?
- Si.
-
Pero un idiota también?
-
Si, completamente normal.
-
Ahora tenemos que arreglar eso.
-
- No podemos.
- claro que si.
-
- No, no podemos.
- Que si!
-
- No!
- Si!
-
Ellas dicen que persigo faldas
pero ni siquiera he salido del cuarto.
-
Acuérdate, siempre hay una solución.
-
No.
-
Piensa en mi pelea con Titty Royal.
-
Titty Royal?
-
Titty Royal,
-
una luchadora belga.
-
Ella se devoraba 3 kilos
de carne curda por día,
-
y la pasaba con cerveza.
-
El arma secreta de Titty Royal
-
era su aliento,
-
por la fermentación de
la carne y la cerveza.
-
Eso knockeaba a sus oponentes.
-
Y cómo hiciste?
-
Cambié de personaje.
-
Señoras y señores,
-
dénle la bienvenida a una nueva
contrincante en el mundo de la lucha!
-
La Ejecutadora Carpentera!
-
Me bañé con lavanda.
-
Y me punse un tapón en la nariz.
-
En la lucha,
-
también se necesitan músculos en el cerebro.
-
Vas a hacer lo que voy a decir.
-
Vamos.
-
Nunca voy a decir eso ta cursi, nunca.
-
Confia en mí, Oscar.
-
Yo sé como son las chicas.
-
Verdad, tu fuiste una chica alguna vez.
-
Perdóname, pero todavía soy!
-
Escúchame, vas a entrar
y vas a decir lo que te diga.
-
- Voy a parecer un bobo.
- Entra!
-
Hola, Peggy.
-
Te amo a ti y solo a ti.
-
Te amo a ti y solo a ti.
-
Yo también, Oscar.
-
Funcionó!
-
Vas a entrar y la vas a besar.
-
Al besarla voy a parecer una niñita.
-
Quieres que llame a Cotufa
para que lo haga por ti?
-
Ya voy.
-
Querido Dios,
-
Me gusta la vida de pareja,
-
especialmente cuando se acercan los 50.
-
Y que ya pasamos la crisis.
-
No voy a pedir un deseo hoy,
Para que descanses.
-
Llévame cotigo.
-
Qué pasó?
-
Mira el calendario.
Hoy es navidad.
-
Mis papás van a venir.
-
Va a ser un día de perros.
-
Yo no merezco esto!
-
Qué me va a dar mi papá esta vez?
Un rompecabezas de 18000 piezas?
-
Una caja con instructiones?
-
Cálmate.
-
Es en serio.
-
La amenaza está cerca.
-
Llévame contigo.
-
No, ni lo pienses.
-
Voy a entregar mis pizzas.
-
Y ya vengo. Nos vemos.
-
- Apúra!
- Mi gorro!
-
Mi ring!
-
Rápido!
-
Está cerrado!
-
Muévete, debilucho.
-
Yo crecí con estos proyectos.
-
Que suertudo!
-
Mis pizzas!
-
Buena suerte.
-
Adios.
-
MUévete, idiota!
-
Estás atravesado!
-
Y tu qué demonios haces?
-
Comprando un terreno o qué?
-
Quieres que te meta el dedo
por donde mejor te quepa?
-
Ese idiota está pegado al teléfono.
-
Cuando no sabemos manejar no
hablamos por teléfono.
-
Si?
-
No, no traigas nada,
la abuela ya se encargó de todo.
-
A ella le encanta lucirse
con sus invitados.
-
Tu te llevas el sol cuando vas a la playa?
-
Que no entiendes? que sorpesa.
Igualito a su padre.
-
Me debes 4000 euros de alquiler.
-
deberías perdonárselos, Mamá.
-
Ella siempre se sale con la suya.
-
Solo cuando los billetes son falsos.
-
No oyeron el timbre?
Yo creo que lo oí.
-
Si?
-
Yo no estoy esperando a nadie.
-
Quizá sea papá.
-
Eso me sorprendería.
Está tan atrasado con el dinero que me debe
-
un agente judicial tendría que traerlo.
-
Seguro es la Sra. Gimenez
por sus varitas mágicas.
-
No sé donde metí esas varitas!
-
Quédate ahí mamá, yo voy.
-
Pero cariño!
-
Te sientes mejor?
-
Si.
-
Quieres otro chocolate caliente?
-
Si.
-
Con más azúcar o menos azúcar?
-
Más.
-
No has probado el chocolate caliente
con crema batida por encima?
-
Te vas a lamer hasta las chuletas.
-
Dame un beso para el camino.
-
Será que podemos saber quien es él?
-
Es un niño con cáncer
del que me ocupo.
-
Tú?
-
Tú que le tienes miedo a los enfermos!
-
No me hagan burla.
-
Tú, haciendo un acto de caridad?
-
Tu no eras la que salia corrienfo
cuando abuela suidaba a los viejos.
-
La llamabas con nombres
cuando alimentaba a los pobres.
-
Tu siempre decias que los que hacían
caridad solo querían lucirse.
-
Y ahora eres uno de ellos?
-
Pueden creer eso?
-
Fue algo no planeado.
-
Su nombre es Oscar.
-
Búrlense de mí todo lo que quieran.
-
Yo me voy a ocuparme de él,
voy a llamar al hospital y a sus padres.
-
Acabo de llamar.
-
Todo el mundo está preocuupado.
Tus papás hasta llamaron a la policía.
-
No me sorprende.
-
Seguramente ellos piensan que los voy
a amar cuando tenga puestas las esposas.
-
Por qué estas tan bravo?
-
Ellos me tienen miedo.
-
Tienen miedo de hablarme.
-
Ellos no te tienen miedo, Oscar.
-
Ellos le tienen miedo a tu enfermedad.
-
Mi enfermedad es parte de mí.
-
Ahí tienes
-
ellos solo pueden amar a un
Oscar con buena salud?
-
Sabes, ellos se van a morir un día.
-
Solos, porque tu no vas a estar.
-
Y llenos de remordimiento por no poderse
reconciliar con su único hijo.
-
Su querido Oscar.
-
No digas esas cosas.
-
Me ponen los pelos de punta.
-
Tu eres un muchacho muy inteligente.
Tu entiendes que vas a morir.
-
Pero no has entendido
que no estás solo.
-
Todo el mundo se muere.
-
Tus papás, algún día.
-
Yo, algún día.
-
Si, pero yo vme voy antes.
-
Es verdad.
-
Pero eso te permite hacer lo que quieras?
-
Incluso el derecho de olvidarte de los demás?
-
Buenas noches.
-
Él los está esperando.
-
Lo siento.
-
Olvidé que ustedes también
-
se van a morir un día.
-
Toma, cariño.
-
Les advierto,
-
No hay cena para el que llore!
-
- Oh Dios mío!
- Qué pasó?
-
Las encontré!
-
Mephista carga contra Juana de Arco!
-
Esa era mi llave preferida.
-
Era como mi firma.
-
Pero lo hacía mejor que ella.
-
Increíble.
-
Ya yo estaría muerto varias veces.
-
Mientras más golpes recibas,
más golpes puedes soportar.
-
Nunca pierdas la esperanza.
-
El rey de la luna
-
Ama a los niños
-
En su cama de plumas
-
Él espera por tí
-
Cuando cierras los ojos
-
Él gentilmente te tomará bajo su brazo
-
Y silenciosamente te llevará
-
A la Tierra de los Sueños
-
Querido Dios,
-
Mi deseo es por mis padres
para que siempre sean como esta noche.
-
Y yo, también.
-
Fue una navidad genial.
-
Especialmente
Mephista contra Juana de Arco.
-
Dicúlpame por lo de la misa.
Me quedé dormido.
-
- Ya nos vamos, mamá.
- OK.
-
Buenas noches.
-
Adiós.
-
Mamá,
-
Estoy muy orgullosa de ti.
-
Cuidado no expreses tus sentimientos
o ella te va a abofetear.
-
Es verdad.
Yo simpre creí que tu eras tan...
-
tan dura.
-
Las apariencias engañan.
En más de una manera.
-
Viste lo que nos está guardando, hermanita?
-
Nos va a llegar su sentimentalismo algún día.
-
Tu lo pediste,
Y no me arrepiento!
-
ah, me siento bien.
-
Te amo, tú lo sabes.
-
Si, yo sé.
-
Querido Dios,
-
Ya pasé los 60,
-
y estoy pagando
por los abusos anoche.
-
No me siento muy bien.
-
Pero es bueno volver a casa
al hospital.
-
Cuando uno es viejo,
-
ya no le gusta viajar.
-
Eso lo va a ayudar.
-
Aquí todo el mundo está enfermo,
hasta el Dr. Dusseldorf,
-
por todo el chocolate
and foie gras
-
que los padres
le dieron al personal del hospital.
-
Mientras uno se pone más viejo,
uno necesita más del sentido del gusto.
-
Uno necesita afinarse.
-
Como está mi pequeño gourmet?
-
Cualquier cretino puede disfrutar
de la vida a los 10 or 20.
-
pero cuando uno tiene mi edad
y no se puede ni mover,
-
uno necesita usar la inteligencia.
-
Traté de explicarle eso a mis padres.
-
Pero no sé si los convencí.
-
Ahora te toca terminar ese trabajo.
Yo ya estoy cansado.
-
Chao.
-
Besos, Oscar.
-
Entonces?
-
Me recuerda cuando tenía 20.
-
Cuantos años tienes ya?
-
Setenta.
-
Y si usamos mi regalo!
-
La planta que vive en un día!
-
Qué está pasando?
-
Una planta del Sahara
que vive toda su vida en un día.
-
Es flaquita.
-
Si, no es un roble.
-
Pero valientemente
vive su vida de planta,
-
a tda velocidad.
-
Ahí tienen.
-
Y ahora así...
-
Va a tener la oportunidad de florecer.
-
Genial.
-
Yo quiero ver a Oscar.
-
Yo quiero ver a Oscar.
-
No, no lo podemos molestar.
-
Yo quiero ver a Oscar.
-
Lo vendremos a ver más tarde.
-
No soy estúpida.
Yo quiero verlo ahora.
-
Vamonos a casa, querida.
-
Estúpidos cretinos.
Esa no es la manera.
-
Es horrible ponerse viejo.
-
Quieres escribir?
-
No.
-
Dios...
-
Ya lo dejé de querer.
-
Aquí están las otras.
-
Pero, esta no está bien cocida.
-
Maldición! Si, estaba demaciado apurada.
-
- No se la voy a cobrar.
- No importa.
-
Cotufa!
-
Te ves...
-
contento?
-
Si, estoy contento.
-
Él vino.
-
Quién?
-
Lée esto.
-
Querido Dios,
-
Cuando me desperté,
Ví que estabas a punto de venir aquí.
-
Todo el mundo estaba durmiendo,
pero tu estabas haciendo el amanecer.
-
Ahí fue cuando entendí
la diferencia entre Tú y nosotros.
-
Tu nunca te cansas.
-
Siempre trabajando.
-
Creando el día. Creando la noche.
-
Creando la primavera. Creaando el invierno.
-
Entonces me dijiste tu secreto.
-
Ver cada día
como si fuera la primera vez.
-
"Yo estaba maravillado".
-
"Tuve la impresión que me agarrabas la mano
y me llevabas al corazón del misterio,
-
"Para contemplarlo.
-
Gracias."
-
PS: Mi deseo
-
es que le muestres a mis padres
lo de la primera vez.
-
Ellos lo necesitan.
-
Yo creo que Rose ya lo sabe.
-
A Peggy tambien le convendría saber,
si tienes tiempo.
-
Hoy, tienes 100 años.
-
Eso es bastante.
-
"Alicia comenzaba a sentirse mareafa..."
-
"Érase una vez,
25 soldados de hojalata..."
-
"Imagínate, hace mucho tiempo,
los elefantes no tenían cola..."
-
"En el vasto océano,
El agua azul como los pétalos..."
-
"Por favor sea gentil.
-
"No me dejes tan triste.
Escríbeme en cuanto él llegue."
-
Adiós, champeón.
-
Buenas noches, cariño.
-
Estan todos muy cansados.
-
Vayan a tomarse un café.
-
Vayan.
-
Nosotros nos vamos a quedar con él.
-
Vayan.
-
No!
-
Se nos fue.
-
Mientras nos fuimos?
-
En realidad,
-
Era él, el que
-
los cuidaba a ustedes.
-
Estudios Hada Dorada.
-
Tres princesas grandes?
-
Claro.
-
Algo mágico?
-
Claro.
-
Anda a abrir!
-
Al adoptarte,
Oscar te hizo su heredera.
-
Es mi primer funeral.
-
Hasta hoy, los había evitado.
-
Usted se siente culpable, no?
-
Eso es absurdo.
-
Culpable de qué?
-
Usted hizo todo lo que pudo, todo.
-
Culpable de sentirme impotente.
-
Pero usted no puede ser tan duro!
-
Usted no es Papá Dios.
-
Usted es solo el que repara.
Un hombre, nada más.
-
Así que cálmese, Prof. Dusseldorf.
-
No se presione tanto.
-
Sino no va a durar mucho más
en esta profesión.
-
Y no es como si le quedaran tantos años.
-
Gracias.
-
Me encantaron sus pizzas.
-
No viene?
-
Querido Dios,
-
Gracias por haberme hecho
conocer a Oscar.
-
Él me cargó de amor para
todos los años que me quedan.
-
En su mesa de noche,
-
estaba un carta que él había escrito,
-
que te concierne, creo.
-
Solo Dios tiene el derecho
de despertarme.
-
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