Es el fin del mundo tal como lo conocemos (y me siento bien al respecto) | Daniel Gilbert | TEDxAcademy

Esta charla se dio en un evento TEDx local, producida independientemente de las Conferencias TED: Aunque estudios científicos confirman que las cada vez más altas temperaturas y los cambios en patrones de clima amenazan la salud humana, la biodiversidad, los ecosistemas existentes, las reservas de comida, de agua, la calidad del agua y otros sistemas de ecosistema de los que dependemos, menos de la mitad de los adultos del mundo ven al calentamiento global como una amenaza para ellos y sus familias. ¿Por qué no nos preocupan los desastres que nos acechan?

Daniel Gilbert sostiene que nuestros cerebros reaccionan naturalmente ante amenazas que son intencionales, inminentes, inmorales e instantáneas, y que el calentamiento global no cumple con ninguna de estas condiciones. Sostiene que para entender las amenazas que debemos afrontar hoy en día no debemos cerrar nuestras manos en puños, sino abrirlas.

Gracias por estar aquí.

En 1986,

se fundó la Sociedad Londinense para la
Prevención de los Entierros Prematuros.

Su objetivo específico era "prevenir
los entierros prematuros en general"

pero específicamente entre sus miembros.

En el Londres del siglo XIX, la medicina
no siempre contaba con la tecnología

necesaria para distinguir personas que
estaban casi muertas

de las personas que estaban muy muertas.

Como resultado, el entierro prematuro
era un problema,

pero no era un problema muy grande.

De hecho, las probabilidades de ser
enterrado vivo en Londres en 1896,

eran casi las mismas de ser enterrado vivo
en Atenas en 2014,

es decir, apróximadamente, cero.

Y aun así, eso no evitó que los londineses
se preocuparán al respecto.

Escribieron editoriales,
formaron sociedades,

presionaron a sus legisladores

para que aprobaran legislaciones muy
costosas

que previnieran el horror del entierro
prematuro.

Sucede que, de hecho y simplemente,
eso nunca ocurrió.

¿Por qué, en ocasiones, tratamos amenazas
pequeñas como si fueran grandes,

y grandes amenazas
como si fueran pequeñas?

La respuesta a esa pregunta es la
que quiero facilitarles hoy,

y la respuesta es, de hecho,
bastante simple.

El cerebro humano no es una computadora
preparada para toda tarea

que determina, de manera racional, cómo
reaccionar ante las amenazas,

analizando las posibilidades de que
ocurran

y la magnitud de sus consecuencias.

El cerebro humano es una máquina con un
alto grado de especialización,

una computadora que evolucionó para
solucionar problemas muy particulares,

que eran problemas para un
número muy pequeño

de cazadores-recolectores que vivían en
las llanuras

de África hace 200 000 años.

Cuando las amenazas que enfrentamos
se parecen a las amenazas

que enfrentaron nuestros ancestros,
reaccionamos rápidamente,

con mucha fuerza,
con mucha determinación.

Cuando no se les parecen, nos cuesta mucho
preocuparnos.

Veamos dos ejemplos, dos amenazas
que enfrentamos actualmente.

Terrorismo y calentamiento global.

El terrorismo es una amenaza.
Es una amenaza real.

Amenaza los cimientos de una
sociedad civilizada y pacífica.

Amenaza nuestra paz mental,
y amenaza la vida humana.

A veces a decenas de personas,
a veces a cientos, a veces a miles.

Lo que no hace, bajo ningún concepto,

es amenazar a la totalidad de la vida
sobre la Tierra.

El calentamiento global
hace exactamente eso.

Y aun así, este año, gastaremos millones
y millones de dólares

en prevenir el entierro prematuro
del terrorismo.

Y no podremos siquiera conseguir que los
países industrializados del planeta

se reúnan para discutir la posibilidad
de acordar disposiciones

completamente inadecuadas para
prevenir el calentamiento del planeta.

El calentamiento de nuestro planeta es,
en efecto, un problema.

Los científicos de nuestra época suenan
como profetas biblícos.

Nos dicen que, en los próximos 50 años,
grandes ciudades se inundarán.

Que, de hecho, algunos países quedarán
completamente anegados.

Que los lugares áridos se volverán
más áridos,

y que los refugiados de estos lugares,
que serán demasiado húmedos

y muy secos para habitarse,
no tendrán a dónde ir.

Que las aguas del océano se calentarán
y generaran más huracanes

que atacarán las ciudades costeras.

Que abundarán los incendios forestales
porque

los bosques serán demasiado secos
para hacerle frente al fuego.

Que abundará el hambre.

Que los países subdesarrollados
reducirán su producción agrícola

entre un 10% y un 25%,

aunque ya tienen dificultades
para alimentar a sus habitantes.

Que abundarán las enfermedades, a medida
que los insectos vayan del Sur al Norte,

y lleven malaria y Virus del Nilo
Occidental

a lugares que nunca han tenido
ese tipo de enfermedades.

Todo eso parece el Antiguo Testamento:
sangre, úlceras, sarpullidos y ranas,

las plagas de Egipto.

Pero vienen en camino
y vienen por todos nosotros.

¿Por qué es, entonces, que no estamos
haciendo absolutamente nada al respecto?

La respuesta es que nuestros cerebros han
evolucionado para

reaccionar ante amenazas que cumplen
con cuatro condiciones esenciales.

Y cuando una amenaza cumple con esas
condiciones, reaccionamos.

Cuando no las cumple,
nos cuesta mucho preocuparnos.

Reaccionamos ante amenazas que son
intencionales, inmorales,

inminentes e instantáneas.

Quiero contarles sobre la psicología
detrás de estas cuatro condiciones.

Comencemos por "intencional":

Todos aquí sabemos, espero, que el
cerebro humando tiene diferentes partes,

y que cada parte cumple una función
ligeramente diferente.

El cerebro humano dedica áreas especiales
a funciones extremadamente importantes.

Así que aquí atrás se encuentra
el área dedicada a la visión.

Y aquí se ubica el área dedicada al
lenguaje.

Ver y hablar son tareas fundamentales para
nuestra supervivencia.

Entonces, el cerebro tiene áreas
exclusivas para ellas.

No hay una zona para el tenis,
ni zona para ir de compras.

Estas tareas no son importantes
para la supervivencia de la especie

y el cerebro no les dedica un área
exclusiva.

Adivinen qué hemos descubierto
estos últimos 15 años.

Que el cerebro cuenta con una red
especializada dedicada

a la comprensión de las mentes de otros
humanos,

una red especial dedicada exclusivamente
a comprender los pensamientos,

los sentimientos, las intenciones,
los planes, las ambiciones

de otros seres humanos.

Aún más importante, esa red nunca se
apaga,

permanece de manera constante en posición
de encendido.

Por eso es que el cerebro esta obsesionado
con cualquier cosa que sea humana.

Si miramos estas dos imágenes, no veremos
patrón alguno.

Pero cuando las doy vuelta, todo el mundo
automáticamente ve

un rostro en las nubes y a Jesús en una
tortilla

(Risas)

No tuvieron que esforzarse mucho para
encontrar esos patrones

porque esta red especial constantemente
busca patrones

de agencia e inteligencia humana en la
naturaleza.

Por eso cuando pongo algunos puntos
en la pantalla

y los muevo de cierta manera

automáticamente ven un hombre que corre
hacia ustedes,

que después se transforma en una mujer.

Miramos al cielo, vemos a Hércules
y a Zeus.

Cuando alucinamos, ¿qué escuchamos?

Voces humanas. No la campana de un tren,
ni relojes despertadores.

Escuchamos gente que habla.

La obsesión por las intenciones humanas es
la razón por la cual nos preocupan tanto

las personas que esconden bombas en su
ropa interior.

El número de muertes anuales por bombas
en la ropa interior,

dicho sea de paso, es de cero.
(Risas)

Y a nadie aquí le preocupa demasiado la
gripe.

El número de muertes que ese virus provoca
en un año es de 300 000 al año.

Ese es un número bastante alto.

A muchos padres les preocupa mucho más
que un extraño se acerque a su hijo

y lo secuestre

que que su hijo coma demasiadas patatas
fritas.

Y sin embargo, son muy pocas las ocasiones
en las que un extraño secuestra a un niño,

y la obesidad por ingerir comida chatarra
es muy usual y cada vez más habitual.

No hace falta ir lejos
para encontrar ejemplos.

Asumo que en Atenas, como en EEUU, las
noticias hablaron todos los días del avión

que, por alguna razón desconocida, parece
haber desaparecido y matado a 200 personas

Escuché hablar de este avión dos veces por
día, todos los días, durante meses,

y aún lo mencionan en las noticias una
vez a la semana.

Y sin embargo, muchos de nosotros
pasamos por alto este otro artículo,

publicado en la misma época, que dice que
la contaminación mató a 7 millones en 2012

Eso es el Holocausto.

Sí, sí, pero sigamos hablando del
avión.

Porque el avión de alguna manera está
relacionado con las intenciones de alguien

y la contaminación, no tanto.

Lo mismo ocurre con
los experimentos de laboratorio.

Traemos sujetos al laboratorio

y hacemos que jueguen juegos económicos.

Y, ¿adivinen qué? Se enojan mucho

si otro jugador humano
les juega una mala pasada,

pero no les importa demasiado si la mala
pasada viene de una computadora.

Las personas que reciben descargas
eléctricas en laboratorios psicológicos

dicen que les duele más si otra persona
les da la descarga

que si se las da una máquina.

Si este avión se hubiese estrellado contra
este edificio

a causa del impacto de un rayo,

ninguno de los presentes podría decir
la fecha exacta de lo ocurrido.

Y aún así, para los estadounidenses
y muchos europeos

esta es una fotografía icónica que nos
hace decir "11 de Septiembre".

El calentamiento global no tiene
intenciones de matarnos y es una lástima.

Porque si el calentamiento global fuese un
plan malévolo de un tipo con un feo bigote

los organismos como la CIA y la NSA

estarían dedicadas a terminar con el
calentamiento global lo antes posible.

Número dos. Las amenazas a las que
respondemos tienen componentes morales.

Los seres humanos son animales sociales.
Nos interesan mucho las mentes de otros.

Pero también somos animales morales.

De hecho, somos el único animal al que le
importa muchísimo

qué es bueno y qué malo,
correcto y equivocado, bueno y maligno.

Pero quiero que noten algo muy interesante

sobre nuestras reglas morales y su
violación.

Permítanme contarles una historia que,
creo, violará

las reglas morales de todos.

Julia y Mark son hermanos.

Viajan por Francia durante las vacaciones
de verano de la universidad.

Una noche, están solos en una cabaña cerca
del mar.

Deciden que sería interesante y divertido
hacer el amor.

Como mínimo, sería una experiencia nueva
para los dos.

Julie ya estaba tomando pastillas
anticonceptivas,

pero Mark usó un condón solo para estar
seguros.

Los dos disfrutaron el sexo,
pero deciden no hacerlo nunca más.

Resguardan esa noche como un secreto
especial,

lo que hace que se vuelvan aún más
cercanos.

Y aquí viene la pregunta.

¿Qué piensan ustedes de esto?
¿Estuvo bien que tuvieran relaciones?

La misma pregunta se le ha hecho a miles
de personas,

y por ahora nadie nunca dijo "Sí".

Todos piensan que estuvo absolutamente mal
que tuvieran relaciones.

Y luego se le pregunta
a la gente "¿por qué?".

Surgen muchísimas respuestas de todo tipo.

"Bueno, a ver... si dos hermanos tienen
relaciones,

tendrán hijos deformes".

Bueno, recuerda que la historia dice

que usaron dos formas de protección.

No tuvieron un hijo.

"Bueno, va a hacerles mal a los dos,
psicológicamente".

Bueno, la historia dice que están los dos
realmente bien,

y que fue una ocasión especial para ambos,

y que hizo su relación más cercana.

"Bueno, es ilegal".

Sí, pero no en Francia. Y estaban en
Francia.

(Risas)

Vean, pueden seguir diciéndome
por qué estuvo mal,

y puedo seguir diciéndoles que esas
razones no cuentan

y no cambiarán de opinión ni por un minuto

porque la razón por la que creen que
estuvo mal no es una razón.

Es una emoción.

Las violaciones a las reglas morales
despiertan emociones muy fuertes

que hacen que entremos en acción.

En este caso, las emociones suelen ser
rabia y repugnancia.

Pero notemos algo de la violación de
reglas morales

y de las reglas morales en general.

Suelen estar relacionadas con las mismas
cosas

que preocupaban a nuestros ancestros.

Toda cultura humana tiene una regla moral

que dice a quién podemos besar
y a quién podemos matar.

Ninguna cultura humana tiene una regla
moral

que dice si se puede usar el aire
acondicionado en el auto,

o qué tipo de bombilla eléctrica
se debe comprar.

En consecuencia, los problemas como el
calentamiento global

no parecen tener un componente moral.

Sí, nos preocupan, nos inquietan.

Pero no nos dan náuseas, no nos
hacen sentir repugnancia,

no nos hacen sentir insultados,
no lastiman nuestro honor.

Y por eso nos cuesta mucho perder el sueño
a causa de problemas

como el calentamiento global y, en cambio,
enfocamos nuestra atención

en otras terribles amenazas a la vida en
la Tierra

como el matrimonio gay, la quema de
banderas,

el tipo de cosas que parecen ser capaces
de exterminar a toda la especie.

(Risas)

"Inminentes". Reaccionamos ante amenazas
que son inminentes.

Si yo levantara mi zapato y lo lanzara
hacia ustedes, como este hombre,

ustedes harían lo que está haciendo el
presidente Bush.

Lo esquivarían.

Les aseguro que si el presidente Bush pudo
hacerlo, ustedes también.

(Risas)
(Aplausos)

Nuestro presidente no era conocido como un
hombre de reflejos rápidos

pero fíjense cuán rápido se quitó del
camino del zapato.

Y eso es porque quitarse del camino de
peligros inmediatos

es la especialidad del cerebro humano.

De hecho, durante los primeros cientos de
millones de años de nuestro planeta,

esa era la tarea de los cerebros.

Eran solo grandes máquinas de
quitarse-del-camino,

y se esforzaba por quitarse del camino de
cosas que querían comerlos.

Durante los últimos 2 millones de años el
cerebro humano ha aprendido un nuevo truco

Ha aprendido a quitarse del camino de
amenazas que todavía no se han presentado.

Hace alrededor de 2 millones de años, el
cerebro humano descubrió

una nueva tierra llamada "el futuro",
una tierra que ningún otro animal habita,

una tierra que nuestra especie no había
visto nunca antes.

Nuestra habilidad de pensar en momentos
futuros, de reaccionar a las consecuencias

de lo que no ha ocurrido aún (no solo
un zapato volando hacia nosotros,

también zapatos que pueden volar
hacia nosotros algún día)

es una habilidad, de hecho, muy nueva.

En ella participa una parte específica
del cerebro,

una parte nueva, llamada el lóbulo
frontal.

El lóbulo frontal es la parte más nueva
del cerebro en términos evolutivos.

Es la última parte del cerebro que madura.

Hasta los 18 o 19 años, nuestros lóbulos
frontales no se han desarrollado del todo.

Es la primera parte en deteriorarse a
medida que envejecemos.

Es una parte muy frágil del cerebro

y la habilidad con la que nos provee es
muy frágil también.

La habilidad de pensar en el futuro es
muy reciente para nosotros

y algo que no nos sale del todo bien.

Imaginen lo que debe ser no tener esa
habilidad,

tener dañado el lóbulo frontal.

Esta es una conversación entre un
psicólogo y un paciente

con daños en esta zona fundamental.

El psicólogo pregunta algo que cualquiera
de nosotros podría responder

pero que a este paciente le resulta
increíblemente desconcertante.

"¿Qué va a hacer mañana?"

"No sé".

"¿Recuerda la pregunta?"

"Sobre lo que voy a hacer mañana".

"Sí, ¿podría describir lo que ocurre en su
cabeza

cuando trata de pensar al respecto?"

"En blanco, supongo. Es como estar
dormido,

como estar en una habitación que no tiene
nada adentro

y que un tipo te pida que encuentres una
silla,

pero ahí adentro no hay nada...

como nadar en el medio de un lago.

No hay nada que te sostenga ni nada con lo
que hacer nada".

Así es como se siente vivir en un presente
constante,

un presente desprovisto de mañana.

Si analizan el cerebro humano,
notarán algo interesante.

Dedicamos una parte así de grande a
preocuparnos por el ahora,

y dedicamos una parte así de grande a
preocuparnos por el resto de la eternidad.

Es por eso que cuando haces preguntas,
la gente

puede darte lo que parecen ser respuestas
bastante irracionales.

Les ofrezco 100 euros en 12 meses o
200 euros en 13 meses.

La mayoría de la gente que recibe esta
oferta prefiere los 200 euros.

¿Por qué? Vale la pena esperar un mes más
para duplicar tu dinero.

¿No lo creen? Sí, por supuesto.

Pero noten qué ocurre cuando hago la misma
pregunta,

pero les ofrezco 100 euros ahora
y 200 en un mes.

De repente, la gente se vuelve muy
impaciente,

"No, quiero mi dinero ahora". ¿Por qué?

Porque "ahora" tiene un poder especial,
que "mañana" no podría desafiar nunca.

Uno de los problemas con el calentamiento
global es que va a ocurrir más adelante.

Por último, reaccionamos ante amenazas que
son instantáneas.

Nadie aquí presente, veo, puede dejar
de ver esta vela centelleante

Y la razón de eso es que al cerebro humano
le importa muchísimo el cambio.

Le importan los cambios de ubicación, los
de iluminación, los sonoros,

los cambios de tamaño, los de presión,
los de temperatura.

El cerebro humano presta atención a
cualquier tipo de cambio,

pero solo si el cambio es rápido.

Esto no es una imagen fija, es un video.

Ahora mismo, estamos mirando un video y
algo muy importante

en la pantalla está cambiando,
pero no lo ven,

porque está cambiando durante 20 segundos.

¿Alguien notó qué era lo que cambiaba?

Vean, lo pasare de nuevo.

Al doble de velocidad esta vez.

Ahora, están viendo el mismo cambio pero
durante 10 segundos.

Algunos de ustedes lo ven ahora.

Permítanme hacerlo muy rápido. Lo haré
correr 5 segundos.

Ese es exactamente el cambio que les
había mostrado en el primer video,

pero la mayoría no podía verlo porque
ocurría muy lentamente.

El terrorismo causa cambios repentinos.

Un día un edificio está aquí, al día
siguiente desapareció,

y el cerebro lo nota,

pero todos los cambios generados por el
calentamiento global son lentos.

Durante los últimos 15 o 20 años, el nivel
de contaminación de nuestra agua,

nuestro aire y nuestra comida ha aumentado
considerablemente,

pero siempre lo ha hecho un día a la vez.

Y nuestros cerebros, simplemente no están
hechos para reconocer cambios

que ocurren de manera tan lenta.

Sí, nos importa el medio ambiente.

Miren cómo nos enojamos cuando una
petrolera derrama

cien barriles de petróleo en un día.

Pero si derraman un barril de petróleo
al día, durante mil días,

no nos importa.

Presten atención, hombres jóvenes.

(Risas)

La calvicie ocurre un cabello a la vez.

(Risas)
(Aplausos)

Si no tuviese un espejo o una esposa,

ni siquiera hubiese notado que
ocurrió.

(Risas)

Pero lo importante de esto es:

Si me hubiese despertado una mañana de
1989, me hubiese mirado al espejo

y hubiera visto a este hombre calvo,

habría corrido al médico, habría
recurrido a la gimnasia capilar,

habría dicho "implántenme lo que sea".

Casi ni me di cuenta de que me quedaba sin
cabello, porque se me cayó de a poco.

Lo paradójico es que el cerebro humano no
está diseñado

para hacerle frente a un enemigo que
avanza lento.

Las amenazas intencionales, inmorales,
inminentes e instantáneas

atraen nuestra atención y generan
reacciones.

Las que no lo son, no lo hacen.

El calentamiento global,
una de las amenazas más grandes

para el futuro de la especie, no cumple
con esas condiciones.

¿Acaso eso significa que nuestra
destrucción es inevitable?

¿Que no hay nada que podamos hacer?

No, de ninguna manera,

Los seres humanos hacen muchas cosas
para las que la naturaleza no los diseñó.

Llegué hasta aquí en un vuelo.

La naturaleza nunca imaginó que este
mamífero volaría a Grecia.

Puedo resolver problemas de álgebra,
puedo escribir una sinfonía.

Puedo vivir en una sociedad pacífica y
civilizada.

Todas cosas para las cuales la naturaleza
no me diseñó.

Podemos reaccionar ante amenazas que
cumplen con estas propiedades.

Pero debemos hacerlo con esfuerzo,
no es una reacción, es una acción.

De hecho, es un gran logro humano.

Cuando la buena gente de Starbucks me
invitó a escribir unas palabras

para poner al costado de sus tazas,
pensé mucho al respecto,

pero llegué a la conclusión de que estas
serían probablemente

las palabras más importantes que
escribiría en la vida.

Al fin y al cabo, esas palabras las
leerían millones de personas

que aún no tuvieran su café,

y son muy sugestionables y vulnerables a
creer cualquier cosa.

(Risas)

Así que pensé largo y tendido y estas
fueron las palabras que escribí:

"El cerebro humano es el único objeto del
universo que conocemos

que puede predecir su propio futuro
y determinar su futuro.

El hecho de que podamos tomar decisiones
desastrozas

aun cuando podamos predecir sus
consecuencias

es el gran misterio sin resolver del
comportamiento humano.

¿Cuando sostienes tu destino en tus manos

por qué habrías de cerrar tu mano
en un puño?"

Sabemos la respuesta.

Cerrar la mano y hacer un puño es una
reacción natural ante el peligro.

Nuestra salvación, de venir, vendrá

porque somos el animal que ahora puede
usar su cerebro

para hacer lo que ningún otro animal hace
cuando se siente amenazado.

Abrir las manos.

Gracias.

(Aplausos)