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Tiene usted 43 años.
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42. Cumplo 43 dentro de seis meses.
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Aquí dice que domina usted el inglés, el francés y el alemán.
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Perfecto.
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Usted tiene, ¿dos hijos?
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Sí, el mayor tiene 14 años y el pequeño tiene 5.
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¿Y es un inconveniente para su jornada laboral?
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No. Mi madre me ayuda con los niños. No es ningún problema.
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¿Y su marido?
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Estoy divorciada.
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Usted sabe que las cosas están muy complicadas ahora.
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Sí, lo sé.
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Hay mucha gente en paro y los beneficios de la empresa no son como los de antes.
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Hay que trabajar más y ganar menos.
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¿Por qué debo contratarla a usted y no a otra persona?
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Porque trabajo duro. Soy una buena profesional.
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Soy licenciada en Económicas.
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He trabajado como directora de Ventas y de Marketing durante más de quince años.
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Sé trabajar en equipo.
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Aquí no va a trabajar en equipo.
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Tengo dos cartas de referencia.
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Una es del director de la empresa donde he trabajado antes.
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Y otra es del director de German Telecom,
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donde subraya mi capacidad creativa e innovadora.
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El salario bruto es de 736 euros.
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Las pagas extras ya están prorateadas.
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Diez días de vacaciones al año incluidos los días de asuntos propios.
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Contrato trimestral ampliable a seis meses según valía.
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Al segundo día de baja considere que está en la calle. ¿Me sigue?
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Sí.
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Bien. El horario es relativo.
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Aquí todo el mundo sabe la hora que se entra pero no a la que se sale.
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¿Algún problema con eso?
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No, ninguno.
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Entonces, el puesto es suyo.
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Mañana la quiero aquí a las 7 de la mañana en punto como un reloj.
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Ahora puede subir a Secretaría y le darán instrucciones sobre la vestimenta.
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Enhorabuena y bienvenida.
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Gracias.
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Buenos días, señor director.
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Buenos días. Se ve todo muy limpio.
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(Buen trabajo)
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(Gracias)
