-
No creo que vaya a despertarse.
-
¡Señor Gallagher!, ¡Señor Gallagher!
-
¡Arrrrrg! ¡Por Jesucristo!
-
Lo siento, hemos intentado inyectarle
olor a cafeína y sal.
-
¿Dónde estoy?
-
En el hospital.
-
Usted ha estado inconsciente durante
dos días por intoxicación de alcohol.
-
No tiene nada que ver nueve horas
con ocho días.
-
¡Espere!, ¡espere!, ¡espere un segundo!
-
Soy la doctora Sherilee, este es mi
hospital. Tenemos una propuesta
para usted.
-
Está bien, querida, pero hace rato ya
que estoy en duda.
-
No, usted...usted ha entendido mal. Nos
gustaría que participase en nuestro
estudio médico.
-
¿En qué?
-
En toda mi carrera nunca he visto
un caso tan espectacular de alcoholismo.
-
Gracias.
-
¿Sería capaz de estar sin beber alcohol
dos semanas?
-
No.
-
Podemos ofrecerle tres mil dólares.
-
De acuerdo.