La próxima pintura de Avery Singer | Art21 "New York Close Up"

¿Cómo moderniza un artista un medio que ha existido por milenios?

En su estudio de Mott Haven, en el Bronx, la artista Avery Singer perfecciona la técnica que ha desarrollado, técnica que combina los métodos tradicionales con procesos digitales, y que lanza a sus pinturas a un nuevo territorio.

[Rieles del subterráneo traqueteando]

["Close up de Nueva York"]

Hay una expresión:

"Tus mejores ideas te llegan en la ducha",

"en tránsito, y cuando te vas a dormir".

No he parado de pensar
en cual será la próxima pintura.

(Música de fondo)

Me siento increíblemente libre
cuando tengo una idea sobre arte.

Ser una artista es perseguir

este sentimiento de libertad.

["Avery Singer, artista"]

Amo ese sentimiento,

vivo para eso.

(Música de fondo continúa)

["La siguiente pintura de Avery Singer"]

He estado, predominantemente, haciendo
estos bosquejos en la computadora,

es una manera de producir
bosquejos para una pintura.

Estos malos modelos arquitectónicos

que son escenarios semifigurativos.

Simplemente obtengo líneas básicas
y detalle informativo de eso,

y lo proyecto a gran escala,

lo delineo en el lienzo

y de ahí hago la pintura con aerógrafo.

(Música siempre de fondo)

La manera en que las pinturas son hechas

casi equivale a su contenido.

Me gustaría mantenerlo un poco indifinido

y explorar cosas con la técnica

porque la técnica
cuenta su propia historia.

Puedes tomar herramientas tradicionales
y usarlas en la manera

en que se ha supuesto que sean usadas
durante 500 años,

y de ahí, en la siguiente hora,

incorporar algún tipo de tecnología nueva

que no tiene ninguna relación con el yeso.

que es algo que ha sido utilizado
desde hace muchísimo

y que sale de una receta
inventada en Italia

quién sabe hace cuánto tiempo.

La yuxtaposicion de todas estas cosas
produce significado.

Trato de poner, lado a lado, cosas que,

quizá, no han sido vistas juntas antes

para producir una nueva relación

o producir una nueva realidad visual.

Creo que a los 11 o 12 años
ya estaba enamorada del arte.

Y para cuando tenía 16 ya era,
simplemente, inequivoco.

Sabía: "Esto es lo que tengo que hacer".

"Tengo que ir a Cooper Union".

Crecí aquí, en Nueva York.

Mis padres también son artistas,

así que crecí
en un apartamento tipo loft,

su estudio de arte ocupaba una mitad,
la otra mitad era un espacio abierto.

Así que, creciendo,

mi cuarto era básicamente una cama
encima del estudio de mi mamá.

Así es como estaba acostumbrada a vivir.

Mis padres usan pintura Golden,

así que yo solo uso pintura Golden.

Esta compañía.

¿Sabes?

Así que soy como una pintora Golden
de segunda generación.

(Risas)

El chiste es que cada día de mi infancia

mi papá se paraba al frente mío

e, intimidatoriamente,

hacía unos gestos
sacudiendo los dedos.

(Risas)

Y decía: "nunca seas una artista".

"No seas una artista".

"Cásate con un millonario".

[Entrevistador] ¿Cómo vas con eso?

(Risas)

Es un "no" para las dos.

No sé por qué

pero, simplemente, amo la soledad

y amo trabajar sola,

tener mis propios horarios

y mi propia vida y mi propio espacio.

Ya no miras al reloj

y, de repente, el sol se puso

y te das cuenta que
has estado pintando 14 horas

y tienes todo este progreso frente a ti.

Esta es tu tarea,

esto es lo que hace que sea
tan difícil ser un artista

porque no quiero reproducir
las pinturas de otra gente,

quiero hacer las mías.