Del pensamiento a la acción: tejiendo tecnología en la vida diaria| Despina Papadopoulos | TEDxVilnius

Una líder en tecnología vestible y tejidos electrónicos desarrolló su primer "vestible" en 1995 como parte de su proyecto de tesis para Maestría en el programa de telecomunicaciones interactivas de graduados de la "New York University". Desde entonces ha desarrollado un gran numero de proyectos de tecnología vestible y soluciones, incluyendo el "mBracelet" para NCR que predice pagos electrónicos, "frabrikit", un sistema modular abierto que facilita la construcción de proyectos vestibles.

En su charla Despina nos lleva por lo que el futuro de "la tecnología vestible" tiene para nosotros.

Despina Papadopoulos es fundadora de "Principled Design / Studio 5050" un estudio de sistemas de diseño y estrategia especializado en "tecnología vestible". Ella ha sido nombrada una de las 6 mujeres más interesantes en tecnología de Nueva York.
Despina es profesora en el programa de telecomunicaciones interactivas de la NYU. y fundadora de la facultad en la Escuela de Artes Visuales (SVA's) MFA en el programa de Diseño para innovación social.
Despina ha dado conferencias sobre la relación entre el diseño, tecnología y éticas en CHI, en la Tate Modern, en La academia Jan Van Eyck y en el instituto de Diseño interactivo de Ivrea. Su trabajo ha sido publicado alrededor del mundo y exhibido en grandes muestras de museos incluyendo el V&A de Londres el museo de diseño de Holon, Israel el centro de arte Walker en Minnesota.

¿Porque hacemos cosas?

Me imagino
para expresar y compartir ideas

canalizar energía

para manifestar y
visualizar conexiones.

Hacemos diferentes cosas
dependiendo de nuestras habilidades

o de aquellas que queremos adquirir

en el proceso de hacer algo nuevo.

Dependiendo de la disponibilidad de
materiales que hay a nuestro alrededor

o, por el contrario,
de los materiales que queremos

e imaginamos

y las ideas relacionadas con ellos
que simplemente no existen.

Bueno... en los pasados meses
he estado haciendo nudos,

tomo hilos conductores

y tejo entre ellos

sensores, resistencias,
microconectores, LEDs

y en el proceso también
experimento

con el tipo de conexiones mecánicas
que puedo desarrollar

para conectar todo esto.

Durante años
he estado intrigada por Quipus.

Quipus son estos artefactos interesantes
del siglo XV

que los incas usaban como complejo

sistema tridimensional de comunicación.

Era un dispositivo de grabación

que se podía envolver
y enviar a alguien.

De hecho podías sentirlo.

Era táctil así que se podía
verlo en la oscuridad

Y algunas veces se usaba como ropa.

Lo que nos muestra que
la tecnología en ropa

no es tan reciente.

No intento interpretar

este complejo e intrigante
sistema de hilos

en nuestro sistema de tecnología de ropa
del siglo XXI.

Pero, ¿por qué me involucro en nudos?

Bueno....
retrocedamos un poco,

no hasta el siglo XV
sino, digamos, unos 20 años atrás.

Acabo de terminar
la maestría en filosofía,

y tras pasar mucho tiempo

leyendo y experimentando ideas

de una forma muy física,

tenía ese profundo deseo de saber

cómo materializar las ideas.

¿Cómo puedo comunicar procesos y visiones

de forma corpórea?

Entonces decidí que quería fabricar
"Máquinas de Filosofía".

Regresé a la escuela
y estudié un poco mas

sobre diseño y tecnología.

Ahora... la tecnología

de la forma
cómo la entendemos ahora

ha empezado a meterse más y más
en nuestra vida diaria.

No no son solo lavadoras.

Sino en más y más canales de comunicación.

Entonces...
No es solo sobre el teléfono.

Experimento mucho con videos interactivos

y con microcontroladores
pequeñas computadoras.

Nuevas herramientas nos dan
nuevas posibilidades de expresión

Y un día en la escuela

ojeaba este libro,

es un libro técnico de como programar
microcontroladores.

Y di con una aplicación
sobre infrarojos.

Y me fascinó por completo

la idea de que hay un espectro
que nos rodea

que es invisible para nosotros,

pero por el cual podemos comunicarnos.

Entonces decidí que quería
hacer un par de chaquetas

que se comunicaran por infrarojos.

Seguí e hice el par de chaquetas

y mis chaquetas, cuando se juntan,

transmiten una señal particular
y tan bien la reciben.

Y solo hay un único par en el mundo,

y cuando estas se juntan
cuando están enfrente de cada una

alineadas,

empiezan a emitir un sonido
hacen el sonido de los grillos

cuando tratan de emparejarse.

Y tienen un pequeño LED que parpadea
delante y detrás.

También hay un
reconocimiento público

de este mágico encuentro.

Estaba realmente interesada en ver

cómo podemos hacer
lo visible invisible.

Cómo podemos dar materialidad las ideas

en este caso, explorar ideas

sobre comunicaciones no verbales

pero también; expresar
la búsqueda de otro, el otro perfecto

como estaba escrito en el
Simposio de Platon

¿Es posible crear artefactos
que ofrezcan esas narrativas,

que transmiten un punto de vista,

sobre lo que es valioso,

sobre lo que significa ser humano

y conectarse con otros?

Pero también quería subvertir

nociones establecidas
sobre lo que hacen las cosas.

Y en el proceso preguntar
y quizá alterar

la relación que tenemos con la tecnología.

¿Entonces... qué hice?

Pues hice otro par de chaquetas.

Y esta vez estas chamarras,
se iluminaban

cuando dos personas se encuentran.

De verdad se iluminan.

En realidad mucho más
cuando las personas se abrazan.

Y saben cuando reciben un buen abrazo

se siente muy cálido
y con buena energía.

Yo quería mostrar esa energía.

Y después hice zapatillas de deporte,

pero mis zapatillas de deporte,
no eran normales.

De hecho sonaban como zapatos
de tacón alto al caminabar.

Imagínense
que están caminando por la calle

y escuchan detrás de Uds. tacones altos.

Inevitablemente se evoca
la imagen de una chica.

Uno piensa en alguien
que usa tacones altos.

Y ella está realmente más cómoda

y puede correr si quiere.

Lo gracioso es que,

al usar esos tacones altos,

de hecho, una empieza a caminar

como si realmente
usara tacones altos.

Lo que nos lleva a mostrar
lo fácil que es engañar a la mente.

Lo que más deseaba

era explorar y entender

si esos esas intervenciones

cambian la manera cómo
entendemos el espacio.

Cómo nos conectamos con otros.

Las expectativas que tenemos
sobre la realidad material.

Y, por lo tanto,
sobre la cultura material.

Era muy importante para mí
y lo sigue siendo

que lo que hacía
realmente funcionara.

Que tenía una idea
y que podía materializar.

Que fuera una realidad física corpórea

en ese instante que quería crear.

Las cosas que usamos
dan forma a lo que pensamos,

y lo que queremos,

es seguir creando.

Sucedió que el entorno
ponible

o de lo que tentativamente
seguimos llamando

tecnología ponible o vestible

fue el espacio perfecto para mí,
para conectar

mi deseo subtyacente de explorar
los sistemas de comunicacion

y de cómo la tecnología afecta
nuestra experiencia diaria

y la experiencia humana

como seres humanos.

Lo que vestimos

o que no usamos para nada,
está en el núcleo

de este intimo e intrincado lugar
que nos hace seres humanos.

Modestia, poder, control,

afiliación, comodidad y adaptibilidad.

La capacidad de prosperar
en ambientes hostiles,

humor , placer

y, por supuesto, expresión.

Estas son las cosas que nos hacen humanos.

Nuestra ropa siempre se relacionó
con la tecnología,

y esta es una de las razones

por las que no me gusta el término
"Tejidos inteligentes".

La lana, el algodón, el lino

son muy inteligentes desde el principio.

Y en este espacio íntimo
que esta en nuestro cuerpo

es fácil ver como la tecnología

y las cosas que usamos y cargamos,

cambia cómo nos relacionamos con el mundo.

El reloj de bolsillo

otra tecnología temprana
con la que se vestía,

cambió la relación con el tiempo
para siempre

y también la nociones de eficiencia,

fichando el tiempo en una tarjeta,

lo tarde que es aceptable
para llegar a una junta.

Imaginen que se programa esta junta

y tenemos que depender

del reloj en Times Square

¿Sí?

Y el walkman cambio nuestra
relación con el espacio

para siempre.

De hecho en 1979
la crítica cultural denomino el walkman

"Tecnología para esta generación
y no hay más de que hablar",

porque ahora puedes meterte en tu
pequeña burbuja espacial

y puedes experimentar el mundo
de manera diferente.

No tan diferente en los 30

cuando la cremallera empezó
a popularizarse en la ropa

y los moralistas estaban
choqueados y sentían:

"Esto es una muestra segura
de la decadencia moral",

porque ahora ya puedes quitarte
tu pantalones mucho mas rápido.

(Risas)

Y Uds. pensaban que tras la ropa y
la tecnología no había una ideología.

Pero lo que es interesante es

que cuando pensamos
en códigos y sistemas

no necesariamente pensamos en tejidos,

aun cuando los tejidos que usamos
y la ropa que nos ponemos

están llenos de códigos y significados.

Incluso a pesar del hecho que
la primera máquina programable

era un telar "Jacquard".

Y ya vimos
como el Quipus inca

tenía un diseño con códigos binarios
y diseño algorítmico

en cada parte de ellos.

Mientras evolucionaba mi propio trabajo

y seguía tejiendo tecnología en ideas

y las ideas en tecnología,

me di cuenta de que solo el hecho de hacer

este proceso translacional,

de cambiar ideas en artefactos vestibles,

me llevaron a investigar los posible usos
de los mismo materiales.

Una conversión critica empezó
a bullir en mí,

entre lo que los materiales podían hacer,

o mas frecuentemente,
lo que no podían hacer

y la forma que podían tomar las ideas.

Encontrar soluciones
de cómo crear una tejido conductor,

cómo unir ropa con la tecnología,

cómo desarrollar un nuevo conector

se convirtió para mí en esta metáfora.

Y empezó a definir lo que es posible.

Encontrar soluciones
se volvió tan atractivo

como tratar de manifestar
las ideas mismas.

Las herramientas y la expresión

empezaron a juntarse.

Al final solo podemos hacer lo que

nuestras herramientas nos permiten

y empieza a experimentar

lo que ahora llamo

la cinesticidad material de las ideas.

Todo mi trabajo, la ropa,

el sistema que empezó a emerger de esto

incluso los problemas con las baterías
los cables, los conectores

se convirtieron en
esta brillante metáfora;

esta pregunta abierta:

¿Qué queremos hacer con la tecnología?

¿Qué significa tener un autocontador?

Para eso tener un automatico... para todo

¿Queremos ser transparentes
para que podamos tener control

y arreglarlo cuando esta roto?

¿O queremos estar aparentemente integrados
y que corra por debajo?

Pero entonces....

¿cuándo lo de abajo
se convierte en lo de arriba?

Si la tecnología,

la tecnología vestible, se convierte
en parte de nuestra vida diaria

con lo que nos tapamos,

como si se incorporara
en el proceso de actuar,

entonces, ¿qué versión de nosotros mismos
queremos promover?

¿Qué clase de valores?

¿Qué ideas del ser?

¿Qué clase de relaciones?

¿Cómo podemos controlar la narrativa
de la tecnología y las relaciones?

¿Cómo nos aseguramos
de poder abrir un espacio

para humanizar la tecnología?

Donde el valor fluye en todas direcciones
y no solo para algunos.

¿Cómo nos aseguramos
de nos cuidamos los unos a los otros

en nuestro entorno

y de todo aquel que lo habita?

Lo que vestimos

desde esta delgada capa entre
nosotros y nuestras interacciones

incluso nuestras intenciones

es nuestra interfaz

¿Cómo queremos que sea en
5, 10, 20 años?

Podemos hacer que sea.

Tenemos mas herramientas ahora que nunca

De hecho

estamos haciendo el futuro ahora.

Hace 20 años, lo imaginaba

jugetón, atractivo,

codificado..... pero humano.

Podemos hacer las cosas
que queremos ver en el mundo

Podemos construir el futuro
que queremos vestir y vivir

Y podemos exigirlo

Gracias

(Aplausos)