La neurociencia forense puede significar la vida o la muerte | Dr. Scott Fraser | TEDxUSC

Esta charla es de un evento TEDx, organizado de manera independiente a las conferencias TED.

El Dr. Scott Fraser habla sobre las evidencias de un tiroteo desde un auto en movimiento que resultó tener muchas deficiencias como otros casos similares. Él considera que los problemas de memoria, visión y la calidad de la luz en la escena del crimen pueden ser investigados científicamente.

El homicidio ocurrió hace 21 años
aproximadamente, el 18 de enero de 1991.

En un pequeño suburbio
de Lynwood, California,

a unos cuantos kilómetros
al sudeste de Los Ángeles.

El padre salió de la casa para decirle
a su hijo adolescente y sus 5 amigos

que era hora de dejar de holgazanear

en el césped de la vereda del frente,

volver a casa,
terminar la tarea de la escuela,

y prepararse para dormir.

Y mientras el padre hablaba, un auto
pasó muy lentamente.

Justo después de pasar junto al padre y
los chicos, una mano salió

por la ventana del pasajero del frente y
¡bam! ¡bam!, mataron al padre,

y el auto aceleró.

Los oficiales de investigación de
la policía fueron muy eficientes.

Consideraron a todos
los posibles culpables,

y en menos de 24 horas habían
seleccionado su sospechoso:

Francisco Carrillo,
un joven de 17 años,

que vivía a dos o tres cuadras
de donde ocurrió la masacre.

Hallaron fotos de él,
e hicieron un catálogo

que mostraron a uno de los adolescentes
un día después del tiroteo

y dijo: "Esta es la foto, este es
el tirador, lo vi matar al padre".

Esto es todo lo que tuvo que oír el
juez en la audiencia preliminar

para acusar al Sr. Carrillo de homicidio
en primer grado.

En la investigación que siguió
a la acusación,

se les mostró a los adolescentes las
fotografías del mismo catálogo.

Creemos que la policía
probablemente mostró esta foto,

la que está en el extremo inferior derecho
de las fotos de estos prontuariados.

La razón por la que no estamos seguros

es por la naturaleza de la preservación de
la evidencia en nuestro sistema judicial.

Pero ese es un tema para otra charla TEDx.

En el juicio testificaron
los 6 adolescentes,

e identificaron nuevamente al sospechoso
en el catálogo.

Y fue condenado,
sentenciado a cadena perpetua,

y transportado a la prisión Folsom.

¿Qué estuvo mal? Un juicio claro y justo,
una buena investigación.

Oh, claro, no se halló el arma.

No se identificó ningún vehículo

como el que llevaba al tirador
mientras sacaba el brazo,

y no se identificó a nadie
como conductor del vehículo.

¿Y la coartada del Sr. Carrillo?

De los padres presentes en la sala,
¿quién no mentiría

sobre el paradero de su hijo o hija en una
investigación de homicidio?

Desde prisión,
insistía rotundamente en su inocencia,

repetidamente por 21 años.

¿Cuál es el problema?

Los problemas para este tipo de casos
son diversos,

e involucran décadas de investigación
científica sobre la memoria humana.

Primero tenemos
todos los análisis estadísticos

del Proyecto Inocencia que nos dice

que tenemos,
entre 250 y 280 casos documentados,

de personas que han sido
injustamente condenadas

y subsecuentemente exoneradas,
muchas del corredor de la muerte,

de acuerdo a un análisis de ADN posterior.

Y ¿saben que cerca de tres cuartos de esos
casos de exoneración,

incluyen solo la identificación por
testigos oculares,

durante el juicio que los condenó?

Sabemos que la identificación
de testigos oculares es falible.

Lo otro proviene de un aspecto interesante
de la memoria humana,

relacionado con varias funciones
cerebrales

que podemos resumir en una simple frase:

el cerebro odia los vacíos.

Bajo las mejores condiciones de
observación, las mejores,

detectamos, codificamos y almacenamos
en nuestros cerebros únicamente

fragmentos y piezas de la experiencia
completa frente a nosotros,

que son almacenadas en diversas
partes del cerebro,

o sea que cuando es importante

para nosotros ser capaces de recordar
lo que hemos experimentado,

tenemos un almacén incompleto y parcial
¿y qué pasa?

Inconscientemente, no necesitamos ningún
tipo de procesamiento motivador,

el cerebro llena información donde no la
hay, que no fue almacenada originalmente

con inferencias, especulación
y fuentes de información

que llegan después de haber observado
el suceso.

Esto ocurre sin que notemos lo que
está pasando.

Se llama reconstruir recuerdos,
nos pasa a todos,

en todos los aspectos de nuestras vidas,
todo el tiempo.

Déjenme pedirles pensar en los terribles
eventos del 9/11.

En el primer momento
en que se enteraron de la catástrofe,

primordialmente lo que sintieron y

¿cuándo vieron por primera vez derrumbarse
la segunda torre,

después de que la primera torre
había caído?

Si son como la mayoría de los
estadounidenses, incluyéndome,

tienen un recuerdo muy claro,

de ver caer la primera torre y luego

la segunda torre finalmente colapsar
después del choque del otro avión en ella

una hora o dos más tarde.

Recuerdo vívidamente dónde estaba,
en el aeropuerto de Los Ángeles,

en el terminal satélite de
American Airlines,

esperando tomar un vuelo a San Diego.

Por supuesto, se suspendió todo
el tráfico aéreo.

De pronto no tenía nada más que hacer
que sentarme y ver los televisores,

todos los noticiarios
una y otra y otra vez.

De los terribles eventos que sé que vi,
la segunda torre cayó

una o dos horas después de la primera.

Y todas las investigaciones indican
que la mayoría piensa así también,

excepto por algunas personas que viven
en ciertos lugares en Nueva York.

¿Saben algo?
Este es un recuerdo totalmente falso.

Esto no es lo que experimentaron,

no hubo absolutamente ningún video

del colapso de la segunda torre hasta
por lo menos 24 horas después del evento.

Pero de hecho, saben intelectual y
cognitivamente,

que esto ocurrió en ese tiempo.

Sabían que vieron caer la primera,
y luego la segunda,

pero no lo vieron hasta casi un día
después, temprano en la mañana.

Pero su cerebro sin darse cuenta, juntó
los dos eventos,

y creen haber visto estos eventos
en un corto período de tiempo.

Esto es un recuerdo reconstruido,
no es un recuerdo preciso.

No importa cuán vivido,
ni que tan seguro estén,

había dos consideraciones entre otras,

memoria reconstruida,
el hecho de la fiabilidad de los testigos,

ese fue parte del argumento para
la apelación que un grupo de abogados,

liderados por una abogada grandiosa,
Ellen Eggers,

que unieron su experiencia para presentar
una solicitud a la corte suprema,

para un nuevo juicio a Francisco Carrillo.

Me contrataron como
neuropsicólogo forense,

porque tenía la experiencia

en identificar recuerdos de testigos, lo
que obviamente tiene sentido en el caso

y también por mi experiencia testificando
sobre la naturaleza de la visión nocturna.

Bueno, ¿qué hacemos con esto?

Bueno, cuando leen el caso
del Sr. Carrillo,

una de las cosas que repentinamente
resalta es

que los oficiales investigadores dijeron
que la iluminación era buena,

en la escena del crimen, durante el
tiroteo.

Todos los adolescentes testificaron
durante el juicio

que podían ver muy bien.

Pero esto ocurrió a mediados de enero
en el hemisferio norte,

a las 7 de la noche.

Así que cuando hicimos los cálculos,

la ubicación de la tierra
en el momento del tiroteo,

fue muy pasado el ocaso y
no hubo luna aquella noche.

Así que toda la luz en esa área
tanto del sol y la luna

es lo que se ve en esta pantalla.

La única luz en el área
provino de fuentes artificiales.

Y es lo que hice
en la reconstrucción de la escena

con fotómetros, que miden
varios rangos de iluminación

y otros sistemas que miden
la percepción de color,

además de cámaras especiales
y películas de alta velocidad;

tomé todas las medidas y las registré
y luego tomé fotografías.

Y así es como la escena se veía
en el momento del tiroteo,

desde la posición de los adolescentes

que miraban el pasar del auto
y el tirador.

Así se ve al mirar directamente
al otro lado de la calle,

recuerden que el oficial de investigación
dijo que la iluminación era buena;

los adolescentes dijeron
que podían ver muy bien.

Esta es la vista del otro lado de la calle
desde donde ellos estaban.

Esta es la vista desde el este,
donde el vehículo aceleró.

Y esta es la iluminación detrás del padre
y los adolescentes.

Y como pueden ver,
es por lo menos pobre.

Nadie podrá llamar a esto, pues,
buena iluminación

y de hecho estas son las mejores fotos,
la razón por la que las tomamos

es porque sabía que iba
a testificar en la corte.

Y una imagen vale más que mil palabras.

Cuando se trata de explicar números,
conceptos abstractos como lux,

la medida internacional de la iluminación,

el color Ishibara
y las pruebas que miden la percepción.

Y explicárselas a personas
que no son tan versadas,

en esos aspectos de ciencia,

que no son fáciles de distinguir,

es como hablar de la tangente
del ángulo visual,

ponen los ojos en blanco.

Un buen experto forense también
debe ser un buen maestro,

un buen comunicador y es en parte
la razón del porqué tomé las fotos.

Para mostrar dónde estaban
las fuentes de luz,

y lo que llamamos la dispersión,
y la distribución,

y también porque
es más fácil para el jurado

entender las circunstancias.

Estas son algunas de las fotos que
usé cuando testifiqué.

Pero lo más importante para mí,
el científico, son estas lecturas,

las lecturas del fotómetro,
las cuales luego convertí,

en predicciones de la capacidad visual
del ojo humano,

bajo dichas circunstancias.
Y por las lecturas

que registré en la escena bajo las mismas
condiciones lunares y solares,

en el mismo tiempo y demás,

pude predecir que no sería
fiable la percepción del color,

lo que es crucial
para el reconocimiento facial.

Y que solo sería visión escotópica,

lo que significa que sería
de baja resolución,

lo que llamamos
los límites de la detección,

y es más, porque los ojos
estarían totalmente dilatados

bajo esta luz,
que la profundidad del campo,

la distancia en la que puedes enfocar
y ver los detalles,

sería menor a 45 centímetros.

Testifiqué esto en la corte,

y mientras los jueces estaban atentos,
fue una muy larga audiencia,

para esta solicitud de nuevo juicio.

Y el resultado que pude ver
por el rabillo del ojo

fue que tal vez el jurado iba a necesitar
una pequeña ayuda,

además de solo números.

Y fue cuándo me volví más audaz,
giré y le pedí al jurado,

Dije: "Su señoría, creo que debería
salir y ver la escena Ud. mismo".

Creo que pude haber usado un tono
que era más una orden que una invitación,

no obstante dijo
más de este hombre y su coraje,

que contestó; "Lo haré", una gran sorpresa
en la jurisprudencia estadounidense.

De hecho, hallamos condiciones idénticas,

reconstruimos todo nuevamente,

vino con una brigada completa
de oficiales del alguacil.

Para protegerlo de la comunidad.
(Risas)

Lo ubicamos en la calle, tan cerca

como estaban los adolescentes
del vehículo del tirador.

Se detuvo a unos metros de la vereda

hacia la mitad de la calle.

Conseguimos un auto

idéntico al descrito por los adolescentes.

Tenía un conductor y un pasajero,

después de que el auto pasó junto al juez,

el pasajero extendió su mano,

apuntó a espaldas del juez,

mientras el auto avanzaba, como los
adolescentes habían descrito.

No usamos un arma real,

pensamos que el departamento
del alguacil cuestionaría la necesidad

de ese tipo de... realismo.

Pusimos un objeto negro en su mano que
se parecía al arma descrita.

Apuntó y ¡bam!
y esto fue lo que el juez vio.

Este es el auto a 9 metros del juez.

Hay un brazo que sobresale
del asiento del pasajero,

apuntando a su espalda.
a 9 metros de distancia.

Algunos adolescentes
dijeron que, de hecho,

el auto estaba a 5 metros
de distancia cuando disparó.

Aquí está a 5 metros.

En este punto me preocupé un poco.

Este juez no es alguien con quien
puedas cambiar de versión.

Fue muy paciente.

Y no vi ningún gesto en su rostro,

no vi ni el más mínimo movimiento
de cabeza.

Y no podía saber cómo reaccionaría.

Y después de ver esta representación.

Se volvió hacia mí y me dijo:
"¿Hay algo más que quiera mostrarme?"

Le dije:
"Su señoría," no sé si estaba envalentonado

por los registros científicos que tenía,

y mi conocimiento sobre
la precisión de ellos,

o si fue pura estupidez,
que es lo que la defensa pensaba

cuando me oyeron decir:
"Sí, su señoría, quiero que se pare ahí

Quiero que el auto vuelva
a pasar por la calle otra vez.

Y quiero que venga y que se detenga
justo en frente suyo,

a 1 o 1,2 metros
y necesito que el pasajero.

extienda su mano con un objeto negro,
apuntando hacia Ud.,

y que vea hacía allá,
tanto tiempo como desee".

Y esto fue lo que vio,
(Risas)

Podrán ver,
esto también está en mi reporte,

que la luz que predominaba viene
del lado norte,

lo que significa que la cara del tirador
estaba oculta,

pudo estar retroiluminada.
Es más, el techo del auto

generaba lo que llamamos una
nube de sombra dentro del auto,

lo que lo hace más oscuro.

Y esto es a 1 o 1.2 metros de distancia.

¿Por qué me arriesgué?

Sabía que la profundidad de campo
era de unos 45 cm. o menos.

1 o 1,2 metros, podría ser
como un campo de fútbol.

Esto es lo que vimos, volvimos,

había unos días más
para presentar evidencia.

Y al final, se decidió

que aprobaría la solicitud
de un nuevo juicio,

y además liberaría al Sr. Carrillo

para que pudiera ayudar en la preparación
de su propia defensa,

si el juzgado decidía volver a acusarlo.

Lo que no ocurrió.
Ahora es un hombre libre.

(Aplausos)

Aquí está abrazando a su abuela.

Su novia estaba embarazada
durante el juicio,

y ahora tienen un niño.

Él y su hijo asisten y
toman clases

en la Universidad de California.

(Aplausos)

Con este ejemplo, ¿qué es lo más
importante que podemos aprender?

Primero, hay una larga historia de
antipatía entre la ciencia y la ley,

en la jurisprudencia
de los Estados Unidos.

Podría ilustrarlo
con horribles historias de ignorancia

a lo largo de décadas de experiencia
como experto forense,

tratando solo de llevar la ciencia
al juzgado,

atestiguando y
siempre luchando contra un oponente.

Una recomendación es lo que necesitamos
para poner en armonía

la necesidad, a través de políticas,
y procedimientos

de llevar más ciencia a los tribunales.

Y creo que un gran paso para esto
es poner más materias,

con todo respeto a las escuelas de leyes,

como ciencia, tecnología,
ingeniería y matemáticas,

para quien vaya a la escuela
de leyes porque ellos serán los jueces.

Piensen en cómo se seleccionan
a los jueces en este país,

es muy diferente a la
mayoría de las otras culturas.

Lo otro que sugeriría,
es la precaución que todos debemos tener,

constantemente tengo que recordarme,

sobre qué tan precisos son los recuerdos
que creemos ciertos,

en los que creemos.

Hay décadas de investigación,
ejemplos y ejemplos de casos como este,

donde los individuos realmente creen.

Ninguno de los adolescentes
que lo identificaron,

pensaron que estaban indicando
a la persona equivocada,

ninguno pensó que no pudieron
ver la cara de la persona.

Tenemos que ser muy cuidadosos.

Acaban de ver una película sobre toda
la complejidad de la memoria.

Es muy confuso

y difícil fijar los procesos
que están involucrados.

Todos nuestros recuerdos
son reconstruidos.

Son el producto de lo que vivimos
originalmente

y todo lo que pasó después.

Son dinámicos, maleables, volátiles,
y como resultado

necesitamos recordar ser precavidos.

Que la precisión de nuestras memorias
no se mide en qué tan vívidas sean,

ni por la certeza que tenemos que son
correctas.

Estoy seguro de que vi la segunda torre
colapsar una hora después,

pero sé que eso no pudo pasar.

Gracias.

(Aplausos)