20/20 - Rare TV Show about Chris McCandless (Alexander Supertramp) from Into the Wild

Ahora, una atrapante y desconcertante

historia de aventura. La saga de Chris
McCandless,

un hombre joven convencido de probarse a sí mismo
con una prueba particular.

¿En qué estaba pensando cuando se dirigió al oeste,
rechazando su vida privilegiada,

su familia e incluso su propia identidad? Muy probablemente,
él nunca fue capaz de visualizar el destino

que le aguardaba. Su viaje y su
impredecible conclusión

fueron la inspiración de una obra literaria de
alta demanda. Esta noche, Tom Jarriel

traerá a este joven y su poderosa historia
a colación.

Fue una odisea en el sentido tradicional
de la palabra.

Él la llamaba la revolución espiritual
para eliminar al falso ser interior.

Un viaje grandioso que cambiaría todo
y transformaría su vida.

Chris McCandless fue capturado por el
hechizo de Alaska:

escabrosa, salvaje y desafiante. A los 22 años de edad, él
ansiaba una aventura romántica,

una oportunidad de vivir como su héroe, el novelista
Jack London,

autor de "The Call of the Wild (la llamada de lo salvaje)". ¡Alaska!

donde las luces del Norte agitan ese
deseo por aventura que puede

capturar al hombre joven. El editor de la revista Outside Jon Krakauer

también fue atraído por Alaska en su juventud.

A manera de ofrenda, él escribió una obra sobre McCandless
llamada

Into the Wild (camino salvaje). Cuando un hombre joven

es motivado por esta clase de pasión y
sentimientos, se siente empeñado en ir en

este tipo de búsqueda, yo creo que se le debe dejar
y no hay manera de pararlo.

En nuestra cultura, en donde no tenemos aquellos rituales
formales de pasaje hacía la hombría

Como en algunas otras culturas, en tomar riesgos,

someterse a sí mismo a un peligroso
rito de pasaje es tal vez algo que muchas

personas tengan que hacer para convertirse en
hombre o mujer.

El mosaico en el que Chris Mccandless creció
Fue el típico

de una familia solvente de los setenta.
Las fotografías muestran

a un muchacho joven saludando a su familia,

escalando montañas, vacacionando
con sus padres en el Caribe,

fiestas de cumpleaños y logros
académicos.

Él salió de su niñez para convertirse en un
joven atractivo y altamente inteligente.

Su confidente más cercana fue su hermana,
Carinne.

Éste de aquí es Chris. Me gusta esta
fotografía,

Chris se ve tan lindo.

Se ve feliz. El lado poco convencional de
Chris McCandless

surgió en la escuela secundaria, donde se hizo con
la capitanía del equipo de Campo Traviesa,

Los Road Warriors (guerreros del camino). Lo de ellos eran los
trayectos suicidas.

La consigna era la de perderse.

Ellos corrían, se perdían, buscaban sus
barreras y limitaciones,

corrían un poco más lento hasta que ellos encontraban sus
limitaciones y luego corrían de vuelta a casa a máxima velocidad.

Ser uno con sus compañeros de equipo. Esto era,
en efecto, cómo Chris

se manejaba en la vida

Durante su estancia en la Universidad de Emory, en Atlanta,
McCandless y sus compañeros grabaron un video

de su vida universitaria,

que incluía una interpretación sin inhibiciones.

Se graduó con honores en Mayo de 1990.

Él lo había logrado, su futuro estaba asegurado.

Durante la fiesta que sus padres habían organizado
Chris anunció que él iba a dejar

el hogar por un tiempo.

Él se excusó con la necesidad de saciar una
sed de aventura.

Él se dirigió al oeste y así como el
Sol poniente, se difuminó lentamente de la

vida que él había conocido

y la familia que lo había criado. McCandles se convirtió en

un nómada con una nueva vida y un nuevo nombre:
Alexander Supertramp.

él aspiraba ser un Supertramp (un súper vagabundo),

deambulando por el mundo, frecuentando a
holgazanes y traineras,

sin más equipo de supervivencia que su ingenio y
por 2 años él deambuló

por el oeste.

Una de sus canciones favoritas fue "King of the Road (el rey del camino)"

de Roger Miller.

Hubo remontadas y caídas. Ocasiones en las que él se

sentía muy solo

pero también hubo días en los que estaba muy radiante,

sobreexitado y que se sentía muy bien.

Por meses

las cartas y las llamadas a casa se difuminaron,
sus padres estaban desesperados.

Su hijo los había rechazado conjuntamente con su
estilo de vida.

Él quería llanamente partir de aventura en aventura,
Experimentar una vida

completa. Él no iba detrás de seguridad, él
no buscaba tener

una casa, hijos, un auto.
Mis padres estaban preocupados como

cualquier padre podría estar de no haber
sabido nada de su hijo en tanto tiempo

y ellos básicamente solo querían saber
que él estaba bien y que él estaba aún vivo.

y contrataron a un investigador
privado.

Los alcances de los investigadores llegaron tan lejos
como Europa y Sudáfrica

pero Alex Supertramp se encontraba cruzando
hacia el oeste.

Una pista desconcertante apareció. La familia
se estremeció al enterarse que Chris había donado

todo su dinero, aproximadamente 24000 dólares estadounidenses
en favor de la lucha contra la desnutrición

pero el Súper Vagabundo había desaparecido.
Y esto de verdad los atemorizaba ya que ellos

cayeron en cuenta que él trataba de

no ser encontrado. Ellos estaban genuinamente preocupados
luego pronto

contactaron a la policía, a organizaciones de
personas perdidas

y nada daba resultado.
Años más tarde, Jon Krakauer

trazó el viaje de Chris Mccandless y se enteró
que cuando Chris había llegado al

Lago Mead, en California.

Ahí él fue encarado por una inundación súbita y
fue obligado a abandonar su vehículo.

Él tomó el remanente de su dinero de su billetera, 123 dólares,

armó con aquello un montículo minúsculo en la arena, lo encendió en
llamas y tomó una fotografía de aquello.

¿Cuál fue la significancia en deshacerse de
sus últimos fondos e inclusive hacer arder el

dinero de su billetera?

Chris pensaba que el dinero era inherentemente malévolo.
Él creía que nada bueno venía

de aquello. Que no era necesario, que era
corrupto, que te volvía precavido, tacaño

y sumamente preocupado sobre las cosas erradas.

En las inmediaciones de una remota ruta, en Noviembre
de 1990,

Wayne Westerberg recogió a un jovenzuelo
delgado que pedía un aventón

Resultó ser que él no había comido en días,
su ración de patatas se había terminado

y todo aquello. Él comió sigilosamente
ahí,

él se quedó dormido en la mesa
antes de que nosotros hubiésemos terminado.

Westerberg recluta personal para cosechar granos
en la región de las Grandes Praderas.

Él le ofreció a Alex Supertramp un trabajo en su pueblo natal,

Carthage, Dakota del Sur, poblada por 247 personas.
Ahí, el viajero solitario descubrió una

comunidad acogedora

y brevemente echó raíces. Alex
Supertramp había encontrado una nueva

familia adoptiva.

De ahí en más, él consideró a Carthage como su nuevo
hogar.

Cuando llegó el momento de partir hacia
Alaska, usted le pidió que se quedase a trabajar por un corto tiempo

más.

Usted le ofreció un boleto aéreo. ¿Por qué cree usted que él no aceptó esto?

volvió a la granja y pidiendo aventones en
las vías del tren

Todo lo que era parte de aquello para él, quiero decir,
usted no podía hacer la mitad de la

aventura sin tenerla como un todo

y parte de ese todo era hacer realizar
el viaje completo,

la ruta entera hacia Alaska caminando, en tren.

La largamente anticipada odisea alasqueña estaba
en marcha.

Westerberg recibió una postal fechada con del 27 de Abril
de 1992.

Por primera vez, Alex mostraba preocupación
de los peligros de aventurarse

en el recóndito interior alasqueño. En una parte se
leía:

"Si la aventura resulta ser fatal y no vuelves a
saber de mí

quiero que sepas que eres un gran hombre
Ahora, yo

me enrumbo hacia lo salvaje. La fantasía se
tornaba realidad.

El mensaje de Alex resultaría ser

profético. En las semanas consiguientes, él mantendría
una aguda bitácora de su experiencia

salvaje.

que terminaría como él nunca lo predijo.
Tom Jarriel relatará el viaje hasta su

Dramática conclusión,

Enseguida.

Alex

Supertramp, como él se hacía llamar, había
llegado a la más

crucial de las partes de su viaje. Enfrente suyo
yacía el mayor reto de su vida

la corrugada naturaleza alasqueña. Él estaba
solo,

equipado con lo escasamente esencial,
determinado a sobrevivir basado en su ingenio

pero no toda aventura tiene un final
feliz. Tom Jarriel retoma la historia

en una encrucijada dramática e irrevocable.
El electricista Jim Galleon recogío a Alex que

estaba pidiendo aventón en la ruta entre
Fairbanks y Anchorage.

Él dice que supo de inmediato que el jovenzuelo
se encontraba ensimismado irrealmente con sus ideas

Cuando caí en cuenta que no tenía botas,

le dije que puede usar las mías, que me llame
cuando él volviese de los bosques

y que me las devolviese. Él dijo que no
quería ver a nadie,

de hecho, él me entregó su reloj, un peine

que tenía, tenía alrededor de 85 centavos en monedas y
las arrojó en el receptáculo de mi camioneta,

se deshizo del mapa, no quería saber qué
día era, qué hora

era o dónde se encontraba.
Galleon dejó a Alex

en un camino minero llamado
Stampede Trail (el sendero estampida)

y tomó una fotografía. Esto sucedió a finales
de Abril de 1992

y Alex Supertrapp marchó hacia lo
salvaje calzando las botas de un extraño

La aventura de su vida se desplegaba.

Él se disfrutaba a sí mismo. Él tenía que hacer la
prueba determinate y

nada menos de lo que sucede cuando se crean
expectativas.

Después de un par de días, él llegó a un río
el Teklanika,

que debido a que en el momento todo se encontraba aún
congelado, tenía solo medio metro de profundidad.

Se encontraba gélido y pudo cruzarlo sin dificultad.
En el tercer día

él pudo echarle un ojo al punto más elevado de
los Estados Unidos, el pico Denali

en dirección al sur. Después de cuatro días,
él se encontró con el autobús,

al que llamó Magic Bus (autobús mágico). El autobús,

un cacharro de Fairbanks abandonado por cazadores
se hallaba a 28 millas (45 kilómetros) de la ruta principal

se encontraba equipado con una estufa y
un camastro.

El equipaje de Alex estaba escasamente consistente en
10 libras (4,5 kilos) de arroz,

un rifle calibre .22, municiones y
cuadernillos.

Él estaba determinado en vivir de la naturaleza.

Había mucho material de caza, desde aves
de rapiña circundando

hasta alces y osos pardos. En esta
tierra primitiva

usualmente los cazadores se convierten en la presa. En
la primavera también se da un botín natural

de plantas salvajes comestibles.

Alex se tornó filosófico. Su
declaración de vida independiente fue

labrada en el autobús.

“Libertad definitiva. Un extremista y
Viajero de lo estético

que su hogar eran las rutas. Él huye y
camina solitario sobre la tierra

para perderse en la naturaleza”. Y

mantuvo una bitácora diaria de sus logros y
yerros.

Él se fotografió a sí mismo
posando con las presas que cazó

Vivir de la naturaleza es un trabajo a tiempo completo
y él básicamente pasaba la mayor parte del día

recogiendo bayas, hongos y tubérculos.

cazando pequeñas presas a las que disparó, muchos
puercoespines, ardillas, urogallos, perdices.

En un punto, él le disparó a un
alce

que fue el premio mayor, un alce de 700-800
libras (300-350 kilos).

pero él no tenía conocimiento de cómo preservar la
carne

y esta se echó a perder muy pronto. A comienzos de Julio, Alex
Supertramp había probado que era capaz de sobrevivir

en la naturaleza salvaje

y estaba listo para ir a casa. Él hizo el trayecto
de vuelta hacia el Stampede Trail

a través del río Teklanika pero el
flujo de agua que le había resultado fácil de cruzar otrora en

primavera

se había convertido en un torrente de nieve derretida.
Sin mapas que le pudiesen haber mostrado una

vía a través del río cercano,

Alex se transformó en un prisionero atrapado en
el lado equivocado del fulgurante río.

Por vez primera, los relatos de su bitácora
implicaban peligro.

Día 68 y 69: desastre

Llovió. El río se muestra insuperable. Solo,

temeroso.
No hay encono, la naturaleza se había manifestado

y él reconoció este hecho.
Él retornó al autobús y continuó recogiendo plantas como

alimento.

Esto no se ve como una patata

pero esto es lo que llaman Eskimo potato (patata esquimal)
y él creyó que este tubérculo es comestible,

la semillas vienen de la misma planta, entonces también son
comestibles, pero no lo son. Lo que desconocía

es que estas semillas son de hecho tóxicas y cuando
son consumidas, ellas evitan que el organismo realice

actividad digestiva alguna.

Sus fotografías muestra una bolsa grande
con semillas venenosas listas para ser devoradas.

La bitácora confirma la sospecha en el
día 94.

“Debilidad en demasía. Culpabilidad sobre las semillas de patata.

Demasiada dificultad para permanecer en pie. Muriendo de hambre.

Gran riesgo”. Luego y a pesar de este
predicamento, una razón para celebrar.

“Día 100. Logro pero en la
mayor condición de debilidad de vida

La muerte se aproxima como una amenaza seria. Literalmente
atrapado

en la naturaleza salvaje”.

Él ubicó una nota en la puerta a manera de llamada de auxilio
diciendo si usted llega por aquí

por favor, esto no es un chiste, lo digo de verdad. En algún
sentido, él no lo había estipulado pero él sabía

que él se encontraba

en un gran problema. Él sabía que él
podría morir y estaba

encarando a la muerte de manera contumaz. la fantasía
alasqueña

se había convertido en una realidad áspera.
Al firmar la nota de llamada de auxilio,

Alexander Supertramp se tornó en Chris
Mccandless de nuevo.

¿Qué significado le encuentra a aquello?
Es doloroso,

Es una especulación pero él
reconoció quién era él

únicamente al final,

un jovenzuelo en problemas. Las últimas etapas
de morir de hambre

se dice que están acompañadas de un sentido
eufórico de bienestar.

En la última entrada de su bitácora se puede leer:
Bellos Arándanos.

Sin grasa remanente en su cuerpo, seguramente
debió haber sentido frío en extremo.

Es imposible de dar cuenta cuándo él perdió
la esperanza de ser rescatado.

Es espeluznante pensar sobre aquellos últimos
días. Morir de hambre no es una buena manera de morir, es

una manera dolorosa de morir. Se suscitan
convulsiones,

alucinaciones. No es

una forma sencilla y de hecho
no se quitó la vida,

él estaba equipado con municiones, tenía
un rifle pero encaró a la muerte,

permaneció hasta el final y encaró a la muerte
estoicamente. Lo admiro por aquello. El 18 de Agosto

de 1992,

Christopher McCandless murió, envuelto en
la bolsa de dormir que su madre le había tejido

para él.

Sus botas permanecieron junto a la estufa. Él había
sobrevivido 113 días

en lo indómito de la naturaleza. 19 días después,
6 alasqueños se encontraron con el autobús

Y descubrieron el cadáver. Pesaba 60 y
7 libras (30 kilos).

Este es el camastro en donde él dormía. Es sobrecogedor,
casi como si todo se hubiese quedado congelado en el tiempo.

10 meses más tarde sus padres, Billie
Y Walt Mccandless,

visitaron el autobús. Billie entró primero,

Tomó asiento aquí, observó detenidamente a
la indumentaria de Chris,

a sus pertenencias, las tocó, se las llevó
al rostro.

“Aún huelen a Chris” dijo ella. Ellos trajeron
un pequeñas placa de bronce que Walt instaló

aquí

rindiendo honor a su hijo. Billie dejó un
ramo de flores.

Ella estaba preocupada de alguien, ella no quería que ningún
otro jovenzuelo muriese aquí, así que ella

trajo un kit de supervivencia

Y lo dejó aquí conjuntamente con
algo de ropa aislante del calor,

una Biblia familiar,

enseres de cocina, algo de comida que
mucho de aquello aún está aquí.

La gente lo ha respetado.
Y hubo un último mensaje encontrado en el autobús.

Fue cuidadosamente escrito en letras
mayúsculas. “Yo he tenido una vida feliz

y agradezco al Señor. Adiós y que Dios
los bendiga a todos”.

Luego, con la nota en mano, Chris McCandles
capturó

una imagen atrapante de un jovenzuelo encarando
un rito de pasaje

autoimpuesto hacia la hombría. Él estaba
solo,

muriendo de hambre más allá de la desesperación.
consciente de que la muerte estaba cerca.

Se ve terriblemente escuálido, demacrado. Parecía una
víctima en un campo de concentración

pero a la vez tenía un asombroso atisbo de serenidad
en su mirada.

Él estaba en paz en el sentido real
Y aquello es algo que

uno no puede dejar de admirar. No huye de aquello,
Simplemente lo acepta,

perdona a su familia,

pide perdón a sí mismo por lastimarlos.
Él dice haber tenido una vida feliz.

Sin rencores.
McCandless tenía 24 años cuando su

odisea llegó a su fin en la indómita naturaleza alasqueña.

Si tuviese que apostar mi vida en que mi
si mi hermano estaba feliz el día que murió,

Yo Ie diría a usted que él lo estaba.

O séase, él no estaba feliz por morir,
Pero estaba feliz

de haber hecho todo lo que pudo en su vida

para vivirla y no solo por sobrevivir. Él hizo más en sus 24 años

de lo que mucha gente que llega a los 90 hace.

Hombre

Podría haber parecido que fue a propósito pero
De hecho, no se trató de una situación de suicidio subliminal

No lo creo, Hugh. Hubo
un tono de tal manera que en la primera misiva para su

amigo Westerberg. Él hablaba sobre
si muriese, si no volviese

al final, sin embargo él buscaba
estar de vuelta con su familia

de vuelta a su vida

y él definitivamente quería dejarlo, él
simplemente terminó atrapado.

En apariencia, resulta parecer una situación cruel
para con sus padres, el desaparecer de vista

Es así que ciertamente no hay y no hubo una
explicación de qué fue lo que causó el quiebre,

ese es uno de los misterios que murieron allí en el autobús.
Una historia fascinante y atrapante.

Gracias, Tom.